Ciclo Menstrual Femenino

En muchas especies de mamíferos son netamente manifiestas de las hembras las variaciones rítmicas de la intensidad de deseo sexual. El momento que dicha intensidad llega al máximo se conoce como estro, y se dice que el animal esta en "celo". Los gatos y perros pasan generalmente por dos períodos anuales de celo; los animales salvajes suelen tener uno, pero, en cambio, la rata presenta uno cada cinco días. En casi todas las especies de hembra sólo acepta la cópula durante el período estrual.

El ciclo se caracteriza, además de la intensidad del deseo, por alteraciones en la mucosa de vagina y útero, las cuales preparan a esta última para recibir el óvulo fecundado. El revestimiento uterino, a la vez más grueso, se hace muy blando, y sus vasos sanguíneos y glándulas aumentan en número y tamaño. Estos fenómenos alcanzan su máximo poco después de la ovulación, pero si no ocurre la fecundación ni, por consiguiente, nidación del óvulo fecundado, la mucosa gradualmente vuelve a su estado original.

Las hembras humanas y de los grandes antropoides no pasan por un período definido de estro. Su característica es la menstruación, con hemorragia uterina, que se presenta aproximadamente cada 28 días y dura unos cuatro. El flujo menstrual está formado por fragmentos de mucosa uterina desprendida y sangre procedente de sus vasos.

Como la mucosa uterina queda casi por completo destruida en cada menstruación, su grosor es mínimo inmediatamente después de un ciclo. En este momento , bajo el influjo de la hormona foliculoestimulante (FSH), segregada por la hipófisis anterior, uno o más folículos del ovaiocomienzan a crecer con rapidez, a la vez que sus células foliculares segregan estradiol; esta hormona provoca la exuberancia de la mucosa uterina, de modo que al fin de la primera semana tiene ya como la mitad del grueso que alcanzará si no hay embarazo.

Por estímulo de la mezcla equilibrada de FSH y LH, llegadas desde la hipófisis, la ovulación ocurre unos 15 días después del comienzo del período menstrual previo. El óvulo maduro se separa del ovario por rotura del folículo. Ya dijimos que las células foliculares sucesivamente se transforman en el cuerpo lúteo, el cual, con el estímulo de la LH y la prolactina de la hipófisis, segregan la segunda hormona que interviene en el ciclo menstrual, la progesterona. Esta completa el desarrollo de la mucosa del útero y la prepara para que pueda recibir el óvulo fecundado. Al mismo tiempo favorece el crecimiento de las glándulas mamarias y, por otra parte, impide la evolución de nuevos folículos y óvulos.

Si el óvulo no ha sido fecundado, a los 27 días aproximadamente después de haber comenzado el ciclo menstrual previo el cuerpo lúteo experimenta regresión terminando así la secreción de progesterona. Como la mucosa uterina requiere la presencia de progesterona para su conservación, en ausencia de ella se inicia la desintegración de la misma y el comienzo del flujo menstrual. En el ovario ya hay otro folículo, en evolución por la inhibición de progesterona, con el consiguiente fenómeno de maduración y comienzo del próximo ciclo menstrual.

En caso de que ocurra gestación, el cuerpo lúteo persiste y sigue segregando progesterona casi hasta el momento del parto. La secreción persistente de la hormona durante los primeros meses del embarazo es necesaria para que está siga; si se extirpa el cuarpo lúteo, la gestación se interrumpe inmediatamente con aborto. EN algunos animales la placenta elabora progesterona bastante para que la perdida del cuerpo lúteo no provoque el aborto. Repetimos que la hormona del cuerpo amarillo también estimula el crecimiento de las glándulas mamarias durante los últimos meses del embarazo y así las prepara para la acción de la prolactina, segregada por la hipófisis, la cual, junto con la oxitocina, favorece el flujo lácteo.

Una vez el óvulo ha sido expulsado del ovario y encaminado al oviducto, solo podrá ser fecundado en un lapso breve, posiblemente de 24 horas. Si por la cópula se depositan los espermatozoosen el aparato reproductor femenino, muy pronto pierden también su facultad reproductora, a la 48 horas como máximo. En consecuencia, el período de fertilidad máxima en los seres humanos se halla después de la ovulación, en el tiempo intermedio de dos ciclos menstruales.

 

Bibliografía

 

Libro.- Enciclopedia Encarta ´96

Editorial.- Microsoft

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