LAPLACE

El astrónomo, teórico y matemático francés Pierre Simon Laplace nace en Beaumont-en-Auge (Calvados) en 1749 y muere en 1827. Sus padres eran campesinos, de su infancia y de su juventud se sabe muy poco, pues el futuro marqués ocultó su humilde orígen.

 

Por su consepción de los principios de la dinámica asombró a d'Alembert quien lo hizo nombrar profesor de matemática en el Colego Militar de París. A los 24 años ingresó a la Academia de Ciencias (1773) en reconocimiento por haber probado la estabilidad de un modelo mecánico del sistema solar. Desde entonces centró toda su atención en la dinámica del sistema solar. Casi todas sus contribuciones matemáticas servían a este fin, sin excluir el cálculo de probabilidades y la teoría de sistemas de ecuaciones de primer grado.

 

 

CONTRIBUCIONES A LA ASTRONOMIA TEORICA (mecánica celeste).

 

Fué Laplace quien aplicó sistemáticamente la mecánica de Newton al sistema solar, demostrando por primera vez que las irregularidades de los movimientos planetarios, lunares, et., no contradicen la ley de la gravitación universal. Newton había dado la ley de la fuerza; pero su aplicación detallada era un problema muy difícil que requería poderosos instrumentos analíticos, entre ellos la teoría de las ecuaciones diferenciales (desarrolada por d'Alembert), la teoría del potencial (inagurada por Lagrange) y el cálculo de perturbaciones que el mismo Laplace inventó, y que le permitía separar nítidamente (por órdenes de magnitud) los efectos de las distintas perturbaciones que actuaban sobre los planetas y satélites.

Demostró que las distancias medias de los planetas al sol son constantes y creyó probar que el sistema solar es estable, de manera que las perturbaciones no producen cambios irreversibles ni acumulativos; hoy sabemos que este resultado es correcto con referenecia a un modelo ideal, en que la energía nos e disipa.

 

Estudió sistemáticamente la teoría de las mareas y las figuras de equilibrio de fluídos en rotación. Su obra maestra la Mecánica celeste (1799-1825; 5 tomos) fué llamada por Fourier el Alma gesto de su tiempo.

 

CONTRIBUCION A LA COSMOGONIA.

 

Inspirándose en una conjetura de Buffon, pero desconociendo la de Kant, Laplace formuló la primera hipótesis cosmogónica científica: la célebre hipótesis de la nebulosa primitiva que introducía las ideas evolucionistas en la cosmología. Esta hipótesis se fundaba en las siguientes características del sistema solar: sus componentes giran en el mismo sentido, las excentrisidades de sus órbitas son pequeñas, y la inclinación de las mismas con respecto al plano de la elíptica también es pequeña.

 

Esta uniformidad le sugería un orígen común de todos los componentes del sistema; supuso que todos los miembros de la familia solar formaron parte de una enorme masa de gases incanescentes en lenta rotación, la que gradualmente se enfrió y contrajo, adquiriendo una forma cada vez más esférica. A medida que rotaba con rapidez creciente se fué abultando alrededor del ecuador: finalmente, desde esta zona fue despedido un anillo de materia que se enfrió y se contrajo, transformándose, por último, en un planeta cuya órbita estaba en el plano que primitivamente ocupaba el anillo. Desde la masa central fueron expelidos los anillos uno tras otro que evolucionaron y, con el tiempo, se transformaron en planetas; la masa central se convirtió en nuestro sol, y a su vez los planetas lanzaron anillos al espacio, los que se transformaron en satélites planetarios o lunas. Por tanto, según la hipótesis nebular, el orígen de la Tierra habría sido un anillo de materia lanzado desde una masa central que luego se convirtió en sol. Esta hipótesis tiene importancia histórica por haber impulsado la formulación de teorías sobre la evolución de los objetos y sistemas celestes. Se en cuentra expuesta en la Exposición del sistema del mundo (1796).

 

 

CONTRIBUCION AL CALCULO DE PROBABILIDADES.

 

Su teoría analítica de las probabilidades (1812) es la primera exposición sistemática del cálculo de probabilidades; en ella se encuentra también el análisis a esta teoría, que hasta entonces solo empleaba los recursos de la aritmética; en efecto: Laplace inaugura el método de las funciones generatrices. Su Ensayo filosófico de las probabilidades (1819) es una obra de divulgación y de carácter epistemológico. Se han censurado la definición Laplaciana de probabilidad (como la razón del número de casos favorables al número de casos posibles, en la hipótesis de que todos sean igualmente probables), por ser tautológica; también se ha criticado su aplicación al cálculo del grado de creencia racional en una hipótesis, pero lo cierto es que Laplace pone el cálculo de probabilidades sobre una base moderna y general.

 

Laplace solía no reconocer su deuda para con sus predecesores y contemporáneos, pero compensaba este defecto protegiendo generosamente a los principiantes en las ciencias.

 

Fué harto versátil en política: monárquico, republicano, bonapartista, y finalmente partidario de la restauración; fué conde de imperio y finalmente marqués.

 

Tuvo una sola convicción firme: que la mecánica de Newton era verdadera.

COMPOSICION DE LOS ANILLOS

 

A principios del siglo XIX, el matemático y astrónomo francés marqués Pierre Simon de Laplace demostró que no era posible que los anillos de Saturno fueran sólidos o fluidos. Aplicando las leyes del movimiento y las furzas a un imaginario anillo sólido, demostró que tal anillo estaría sometido a grandes presiones y tensiones a causa de la tremenda energía ocasionada por la revolución alrededor del planeta.

Estas presiones y tensiones romperían el anillo.

 

En el caso de un anillo fluido, aplicando las mismas leyes del movimiento y fuerzas, Laplace demostró que en el anillo se producirían grandes ondas al girar alrededor de Saturno.

 

Como resultado el fluido tal vez se dispersaría por el espacio.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA.

Enciclopedia de las ciencias, tomo I, Pág. 134

Diccionario enciclopédico Quillet, tomo VII, pág 361