Era una mañana fria Como frias serian mis lágrimas Jamás hubiera querido encontrar aquella carta Que guardabas en tu bolsillo. Quiza fue la prisa ó un descuido ¿Seria el destino que me jugaba una mala pasada? Leia apresurada lo que la carta decia Temblorosas mis manos llorosos mis ojos. Que te amaba con locura Que poco le importaba ser tu amante Que era feliz en tus brazos cuando le hacias el amor Entregandote sin medida. ¡Mis manos temblaban no, no, es posible Dios mio! Al leer que tambien tu la amabas Rompí la carta y la tire al fuego Al igual que mi corazón se rompia en mil pedazos. Qué silencio tan triste verdad tan amarga, Desgarrándome el alma de repente. Más no dije nada, hoy y como todos los dias, Vuelvo a recordar aquella carta que cambio Tanto mis sentimientos. Ya nunca volvera hacer como antes Se perdio la confianza que yo le tenia Ahora mi amor es fingido y poco a poco Mi cuerpo se ha vuelto frio. |