Ciguapa
Origen:
República Dominicana
Las ciguapas son
extrañas mujeres salvajes que habitan en las montanas y poseen poder mágico.
Son de tez morena, de ojos negros y rasgados, de pelo suave y lustroso, tan
larga que es la única vestimenta de su cuerpo a la intemperie. En algunas
regiones los campesinos dicen que son diminutas y de cuerpo desproporcionado;
otros que tienen las piernas largas y delgadas; algunos afirman que son
velludas y unos pocos que están bellamente emplumadas.
Todos sostienen sin
embargo que tienen el rostro hermoso y que son muy ariscas. Quizás las
ciguapas mas que bellas y ariscas, sean tristes, pues tienen los pies al revés
y dejan huellas contrarias al rumbo de su destino... Estas criaturas son
esencialmente nocturnas o prefieren las zonas oscuras de los bosques; cuando
salen lo hacen en busca de frutas, peces o aves con los cuales se alimentan.
Nunca se ha oído hablar a las ciguapas; afirman que
emite aullidos e hipidos cuando corren por los campos, y cuando saltan o
duermen entre las ramas de los árboles. Cuentan que las ciguapas tienen un
corazón cazador, y que salen por las noches de las serranías en busca de algún
caminante nocturno al que embruja, ama y luego mata. Al decir de las leyendas
las ciguapas tienen malas costumbres; estas salen de
sus moradas a robar
manteca y carne cruda de las cocinas, aunque afirman que les gusta el maíz y otros
granos que se siembran en los conucos.
En algunas regiones
han visto a las ciguapas cabalgar por las madrugadas en los llanos de las
montanas, y las han descubierto haciendo trenzas en las crines y las colas de
los caballos. Se dice que una ciguapa se atrapa un día de luna creciente con un
perro jíbaro y cinqueño. No obstante, se añade que es preferible dejarlas en
paz, pues es tan grande el dolor que sienten en cautiverio, que al final mueren
de pena. Alguna vez se escucho la leyenda de un ser de los bosques llamado
ciguapo. Era este un gallo vuelto de espaldas, con el lomo emplumado y el pecho
con senos de mujer. Cuentan que su grito se asemeja al llanto de un niño, y que
esperan terribles infortunios a la persona que se atreve a matar a una de estas
aves. Si usted ve a una ciguapa, nunca la mire a los ojos para que no le
embruje con su poder..
Huazas
Menhires
que en el noroeste de argentina se sitúan a la entrada de los sembrados a
manera de protección. Generalmente se trata de dos piedras iguales ubicadas a
cada lado de la entrada principal y levemente inclinadas hacia el sembrado que
impiden que ingresen los maleficios y las plagas. Ver también Mama Zara.
Menhires
que en el noroeste de argentina se sitúan en el centro de los sembrados a
manera de protección. Las Mama zaras (Madre del maíz) se sitúan en el centro
del terreno con el objeto de que proporcione abundante lluvia. Suele ser objeto
de ofrendas en épocas de sequía, junto a la invocación al dios Chiqui.
Sirve también para evitar que la Mekhala -deidad maléfica representada como una
mujer alta y desgarbada- se introduzca desbastando los sembrados. Ver también Huazas.
Chiqui |
Mama
Zara |
Huazas |
Argentina(Norte) |
Argentina(noreste) |
Argentina(sur) |
Chiqui
Dios de origen peruano adoptado en las regiones del
noroeste argentino, y que se suele invocar con el objeto de que produzca
lluvias en abundancia.
"Para el logro feliz de cualquier empresa -dice Adán Quiroga- el indio tenía que invocarle; si no, las cosas
salían al revés de lo que se quería. Imposible era la vida de la tribu, en la
aridez de la llanura, sin el sustento de la algarroba y el maíz, y había que
implorar al Chiqui para que la cosecha fuera abundante. Las guerras, la sequía,
los huracanes, las pestes, los temblores, Illapa cayendo con furia y desgajando
al tacú (algarrobo) secular, todo era obra de ese Chiqui, demonio calchaquí, a
causa de la cual el hombre es desgraciado."
"El Chiqui -continúa Quiroga- es el padre de los sacrificios. No es
concebible fiesta del Chiqui sin cabezas de animales. Estas cabezas, sin duda
alguna, son la sustitución de las cabezas del hombre, que con sacrificios
humanos se le aplacaba. Además, yo no tengo dudas de que los sacrificios de las
tinajas o urnas funerarias tendrían que ver con el Chiqui."
LaMulánima
Muchos otros
nombres tiene la Mulánima: Alma Mula, Mula Anima,
Almamula, Mujer Mula, Mala Mula, Mula
sin Cabeza, Mula frailera y Tatá
Cuñá. Y en definitiva todos ellos dicen
lo mismo, hablan de fantasmas de
mujeres condenadas por sus pecados
graves en contra del pudor o que
tuvieron relaciones sexuales con su
padre, un hermano, un cuñado o un cura.
Este castigo es en general post-mortem,
aunque también se ha dado
la transformación en vida. Para salvar
su alma hay que cortarle la
oreja, tuzarle las crines o darle un
hachazo en la frente. Así, su
sangre al correr se transforma en el
elemento redentor que la convierte
en una bella y codiciada mujer. En La
Rioja se habla de marcarle dos
tajos en forma de cruz para deshacer el
encanto: si se tratara de una
persona viva, al día siguiente
ostentaría una cicatriz en el lugar del
conjuro. Otras versiones, dicen que sólo
un hombre muy valiente puede
detenerla y sacarle el freno que lleva
en la boca, liberándola así de su castigo.
Su aspecto es el de una mula negra o
castaño oscuro y largas
orejas, envuelta en llamas que aparece
sólo de noche. Este engendro de
mujer galopa a toda velocidad por los
campos rebuznando tristemente y
dejando un estruendo de ruido metálico,
como si arrastrara cadenas y
echando fuego por la boca, los ollares y
los ojos destelleantes. Ese
rebuzno triste, casi humano, enloquece a
los perros. Se alimenta de
carne y por eso se le atribuyen las
desapariciones de ovejas y niños. Se
dice que mata a la gente a dentelladas y
patadas. Y que por sólo mirarla
acechan las desgracias y la muerte. Se
cuentan historias de gauchos
prendados por la Mulánima que
abandonaron sus familias, trabajo y amigos
para seguirla en sus andanzas, y que
murieron al poco tiempo consumidos
por su pasión.
Se comenta que sólo los muy valientes y
hombres de mucha fe pueden
escapar de las garras infalibles del
Almamula. Y que para defenderse o
repelerla deben repetir tres veces
"Jesús, María y José", o mostrarle la
cruz que tienen, entre el cabo y la
hoja, los cuchillos de acero. Por
eso algunas personas creen que la
Mulánina es el mismísimo Diablo.
La leyenda está muy enraizada en el
Norte y Centro argentino,
aunque algunos autores como Fortuny
creen que se trata de una derivación
de la leyenda de la Viuda.
En
el antiguo Perú la mayoría de constelaciones que se veían en el cielo no
estaban formadas por conjuntos de estrellas, como lo entendemos hoy nosotros,
sino por las manchas negras, los espacios vacíos que hay entre los conjuntos de
estrellas, la parte iluminada del cielo.
A
continuación presentaremos el mito que se tiene en la provincia de Huarochirí
(en la sierra de Lima) sobre esta constelación andina y la importancia que
tiene para sus pobladores.
Mirando
el cielo, la constelación andina se puede reconocer porque tiene la forma del
cuello y la cabeza de una llama, y en el lugar de los ojos hay dos estrellas
muy brillantes. Quizás por ser estas constelaciones andinas espacios oscuros, y
por representar la llama, las llamas de lana negra eran muy usadas en las
principales ceremonias religiosas del Tawantinsuyu.
Las,
osea La constelación que
llamamos Yacana, es el camac de las llam su fuerza vital, el alma que las hace
vivir. Yacana camina por un grán río (la Vía Láctea). En su recorrido se pone
cada vez más negra. ene dos ojos y un cuello muy largo. Se cuenta que Yacana
acostumbraba beber agua de cualquier manantial, y si se posaba encima de
alguien le transmitia mucha suerte. Mientras este hombre se encontraba
aplastado por la enorme cantidad de lana de Yacana, otros hombres le arrancaban
la fibra. Todo esto ocurría siempre de noche.
Al
amanecer del día siguiente se veía la lana que habían arrancado la noche
anterior. Esta era de color azul, blanca, negra, parda, las había de toda
clase, todas mezcladas. Si el hombre afortunado no tenía llamas, rápidamente
compraba algunas y luego adoraba la lana de la Yacana en el lugar donde la
habían arrancado. Tenía que comprar una llama hembra y otra llama macho, y sólo
a partir de estas dos podía llegar a tener dos mil o tres mil. Esta era la
suerte que la Yacana confería a quienes se posaba encima de ellos. Se cuenta
que en tiempos muy antiguos, esto le ocurrió a muchas personas en muchos
lugares. A la media noche y sin que nadie lo sepa la Yacana bebe toda el agua
del mar, porque de no hacerlo el mar inundaría al mundo entero.
Yutu
(la perdíz) es una constelación pequeña que aparece antes que la Yacana. Según
cuenta la tradición, la Yacana tiene un hijo que cuando mama ésta se despierta.
Tambien hay tres estrellas que caminan juntas y en línea recta. A éstas les han
puesto los nombres de Kuntur (cóndor), Suyuntuy (gallinazo) y Huamán (halcón).
La tradición cuenta que cuando aparecen estas estrellas más brillantes que
antes, ese año será bueno para el cultivo. Si en cambio aparecen poco
brillantes, ése será un mal año, con mucho sufrimiento.