Del cómo esperar a un muerto en pie
El viento
levanta las hojas,
las estrella contra mis pies.
Un poco más allá,
donde se ven las criptas,
las palomas
mendigan granos;
vuelan entre leyendas
de los que cayeron
hace años.
Leyendas que se gestan
tres metros bajo tierra
y se escabullen
entre las rendijas
de un ataúd
partido por los gusanos.
Leyendas que mantienen vivo
el excitante deseo de toparse
con un muerto en pie.
Carlos Cid Guillén
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