GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

 

 

  Su Biografía

 

Su nombre completo es Gabriel José, pero desde pequeño los más íntimos le llamaron Gabito, que con los años se convertiría en Gabo.

Su madre, Luisa Santiaga Márquez Iguarán, era una de las dos hijas nacidas del matrimonio de Nicolás Ricardo Márquez y Tranquilina Iguarán Cotes. Su padre, Gabriel Eligio García, era un telegrafista antiguo estudiante de medicina. Debido a las convicciones conservadoras de él, la pareja hubo de enfrentarse a una gran oposición por parte de los padres de ella hasta que pudieron casarse.

El pequeño Gabriel José tenía tres hermanas y un hermano.

Fue criado por sus abuelos maternos a causa de la escasez de dinero de sus padres. A la edad de 8 años, debido a la muerte de su abuelo y la progresiva ceguera de su abuela, Gabito fue a vivir con sus padres en Sucre, donde su padre estaba trabajando en una farmacia.

Su abuelo, el Coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, liberal veterano de la guerra de los Mil Días, había sido uno de los fundadores de Aracataca. El Coronel había matado a un hombre en un duelo y había tenido 16 hijos. Su abuela, Tanquilina Iguarán Cotes, era una mujer terriblemente supersticiosa.

Inició su formación en la escuela Montessori, donde su primera maestra Rosa Elena Fergusson le enseñó a leer y escribir a la tardía edad de ocho años.

Sus siguientes años de estudiante, a partir de los ocho años, los pasó en la escuela Cartagena de Indias de Barranquilla, donde a causa de su carácter tímido y poco deportista era llamado "El Viejo" por sus compañeros de clase.

A los doce años fue enviado al Liceo Nacional de Varones, un colegio regido por jesuitas en la ciudad de Zipaquira, donde cursó la Enseñanza Secundaria. Tras graduarse en 1949 ingresó en la Universidad Nacional de Bogotá para estudiar Leyes, carrera que nunca terminaría.

Antes de terminar sus años de estudiante aún conocería otro centro, la Universidad de Cartagena, a la que se trasladó tras el cierre de la Universidad de Bogotá a causa de graves disturbios en 1948.

Está casado con Mercedes Barcha Pardo, de ascendencia egipcia, con la que contrajo matrimonio en 1958 en Barranquilla, tras largos años de espera a causa de problemas económicos y políticos. En 1959 nacería su primer hijo, Rodrigo.

Por problemas políticos ha tenido que huir de su país al menos dos veces. En 1955 a causa de la publicación de unos artículos en los que contaba la versión de un superviviente sobre el hundimiento de un barco de la Armada, que contradecía abiertamente la explicación oficial de los hechos. En 1981, al ser acusado por el gobierno conservador de financiar a la guerrilla del M-19.

Su actividad política y profesional le ha llevado a un auténtico peregrinaje en el que figuran períodos de residencia en Caracas, México, Barcelona, París, Roma, La Habana, Nueva York, aparte de otras muchas ciudades en las que ha vivido durante breves períodos, como sendos periplos por la Europa del Este.

Desde 1981 Ciudad de México ha sido su residencia más habitual, aunque alternándola con Cuernavaca, París, Barcelona y Barranquilla.

Es amigo personal de Fidel Castro desde que estuvo en La Habana cubriendo periodísticamente la revolución, y lo era del presidente panameño Omar Torrijos.

Fue fundador del partido colombiano Firmes, y de la organización Habeas, dedicada a la asistencia de presos políticos.

Ha sido vicepresidente del Tribunal Bertrand Russell.

Está en posesión de la Legión de Honor francesa desde 1981.

 

Datos Profesionales  

Su época de estudiante en Bogotá puede definirse como la de un joven despreocupado, en la que tenían menos importancia sus desatendidos estudios de leyes que una incipiente aunque desordenada dedicación literaria. Esta inquietud tomaría una forma mucho más seria tras la lectura de un libro que marcó su futuro profesional: "La Metamorfosis", de Kafka, en una traducción de Jorge Luis Borges.

Su primer relato publicado fue "Ojos de perro azul", que apareció en el diario El Espectador, de Bogotá, en 1946.

Su primera colaboración periodística estable fue una columna diaria en El Universal, de Cartagena.

En 1950 abandonó definitivamente sus estudios de leyes y volvió a Barranquilla, donde se unió a un círculo literario conocido como "El grupo de Barranquilla".

En 1955 publicó su primera novela "La hojarasca", cuyo rechazo por una editorial 3 años antes le había hecho plantearse abandonar la literatura.

Tras "La hojarasca" y hasta alcanzar su gran éxito "Cien años de soledad" (1967), publicó otras dos novelas -"El coronel no tiene quien le escriba" (1961) y "La mala hora" (1962)- y un libro de relatos -"Los funerales de la Mamá grande" (1962-, ninguno de los cuales tuvo excesiva repercusión en su momento.

"Cien años de Soledad" fue publicado en junio de 1967 y vendió 8.000 copias en menos de una semana.

Para escribir "Cien años de soledad", tras encontrar durante un viaje a Acapulco la inspiración que había buscado a lo largo de varios años, llevó a su esposa a vivir con su familia y él se encerró a escribir durante 18 meses, durante los que consumió 6 paquetes de cigarrillos diarios. Para resistir económicamente este largo período hubieron de vender su coche y casi todas sus pertenencias, incluyendo los electrodomésticos y enseres de la casa.

Hasta alcanzar el éxito literario, escribió columnas para El Heraldo, vendió enciclopedias, y consiguió su primer trabajo estable como periodista cuando entró a formar parte de la plantilla de El Espectador como crítico literario y de cine, siendo poco después enviado como corresponsal a Europa a causa de los ya comentados problemas políticos sufridos en 1955. Cuando regresó a América lo hizo a Caracas, no a Colombia.

Su amistad con Fidel Castro le llevó a fundar la sucursal en Colombia de la agencia cubana Prensa Latina, para la que trabajó en Colombia, Cuba y Nueva York. Además ha trabajado como articulista para muchos otros diarios latinoamericanos y para agencias internacionales. También, en 1974 fundó Alternativa, un periódico izquierdista en Bogotá.

En cuanto a su relación con el cine, hay que decir que además de su período como crítico cinematográfico en El Espectador ha escrito guiones e incluso subtítulos para películas.

En 1982 le fue concedido el Premio Nóbel de Literatura.

Su último libro es "Noticia de un secuestro", publicado en 1996.