Dos familias enviadas
por el Papa, S.S. Juan Pablo II , a solicitud del arzobispo de
Puebla, Mons. Rosendo Huesca Pacheco, el 31 de julio de 1991 llegaron a
Puebla. Dejaron el trabajo,
la casa y la posición social que poseían en Europa para ir a
vivir, sin ninguna remuneración, en un entorno pobre y un país
extranjero, en barrios periféricos de la ciudad, amenazados por la degradación social y de la pérdida de la identidad cultural
propiciada por el lugar. Una de las familias
es originaria de Detención, en las
Marcas, Italia. Está formada por
Sandro y Agnese, con cuatro hijos, el más pequeño nacido en Puebla.
Los dos son médicos, él radiólogo, y ella ginecóloga. Trabajan para
vivir y además curan gratis sus vecinos. La otra familia,
Carlos y Matilde, son de San Fernando (Cádiz), España y tienen a
tres hijos. Carlos es Suboficial de la Marina española y se
sustenta a través del trabajo en la Beneficiencia Española de
Puebla. Además de las dos
familias, el equipo está formado por un Presbítero y un seminarista
encargados de preparar la creación de una nueva Parroquia en estos
barrios. También hay dos chicas solteras, las dos españolas, que
cuidan especialmente a los jóvenes y los niños. Características
del área El lugar dónde han
sido enviados pertenece actualmente al Parroquia de Maria Reina,
cuya población supera los doscientos mil (200.000) habitantes y
continua creciendo de día en día. Incluye dos barrios: Tres Cruces
y Xilotzingo. Ambos cuentan a 60.000 habitantes. Hace diez años
toda
esta inmensa zona estaba constituida por prados sin cultivar. Hoy vemos dos
barrios completamente diferentes: Xilotzingo, con casas construidas
por el INFONAVIT (Instituto estatal por las casas a los
trabajadores) para los obreros y los Tres Cruces, terrenos de
propiedad estatal, campos divididos en parcelas dónde
gente venida de todos los rincones de la República, a costa de
grandes sacrificios, construye su casa. Prácticamente
la zona de Tres Cruces no está urbanizada: las calles son de tierra
(en la época de sequía - de octubre a mayo - se forma una gran
polvareda y en la época de las lluvias - de mayo a octubre - se
ponen impracticables por el barro). La inmensa mayoría
de las casas no están unidas a los alcantarillados y las que tienen agua
corriente sólo la reciben un día a la semana. Esto hace las
condiciones higiénicas muy precarias y deficientes. El índice de las
familias destruidas es bastante alto: uniones de hecho, divorcios,
abandonos del techo conyugal. En muchos casos el sostén económico es la madre, por
esto las disponibilidades económicas para
la alimentación, el vestido y las medicinas son escasas. Los jóvenes
crecen desorientados y son terreno fértil para el consumo de
alcohol, drogas y la formación de bandas. En este entorno
las familias en misión lograron edificar sus casas gracias a la
ayuda de algunos industriales de la construcción, que
proveyeron materiales a precio reducido, a veces en forma de regalo
y con pequeñas donaciones en dinero. Las casas son de propiedad de
la Diócesis y están al servicio del barrio. Trabajo
realizado La sola presencia
de las familias ha propuesto al barrio un interrogante: ¿porqué dejar
una buena posición en el país de origen y venir a vivir entre
los pobres? En grupos de dos
visitan casa por casa para dar las razones su esperanza.
Escuchan y ayudan a las personas en sus problemas de vida. Gracias al
testimonio de vida y a las visitas, se han formado en el barrio tres
comunidades de adultos de unas treinta personas, que se reúnen
dos veces a la semana. Allí encuentran los marginados
de la sociedad, se restablecen alcoholizados, se reconstruyen
matrimonios, se orienta a la juventud y se empieza a reengendrar el tejido
social por la formación de la persona. Los servicios
religiosos solicitados: bautismos, primeras comuniones,
confirmaciones o bodas dan espacio a progresos formativos que
propician el crecimiento integral de cuántos se acercan a la misión. En colaboración
con instituciones públicas o privadas se programan servicios
sociales en los barrios, como alfabetización, asistencia médica,
nutrición infantil, ecología, desarrollo artesanal, ayuda a los
enfermos. Espacio
disponible y proyecto Los únicos
espacios disponibles son las dos capillas. Una de 160 mts. cuadrados, dónde
cada domingo asisten unas 300 personas y otra donde son atendidas
cerca de 250 personas. Faltan espacios que puedan
alojar el trabajo iniciado de reconstrucción del tejido social y su
desarrollo inmediato. Del
proyecto inicial de edificar una capilla con capacidad para 350
personas, en un terreno de 2.500 mts. cuadrados disponible, se pasó a
desarrollar la idea de un complejo arquitectónico más amplio, con
un espacio central para 700 personas y con los salones necesarios parar
el desarrollo comunitario, promoción de la familia, orientación de
los jóvenes, dispensario médico, asistencia social, guarderías
infantiles y otros. El proyecto
presenta una nueva estética que facilita la mayor participación de
la gente y eleva el nivel del barrio, también desde el punto de vista
cultural. Dificultades
económicas y ayudas La
gente del barrio es pobre: gana sueldos de miseria, con los que
casualmente logran cubrir las necesidades más urgentes. Para hacer sus
casas edifican con muchas dificultades una habitación cada dos o tres años.
Poco pueden aportar para la realización del proyecto ya que
viven en una enorme precariedad. Un ejemplo basta para hacer evidentes sus dificultades económicas:
debido a la falta de agua corriente, los que no han podido hacer un
pozo en sus casas deben abastecerse con agua de un camión cisterna,
que es muy cara:
el coste de un metro cúbico de agua supera el equivalente de medio día
de sueldo. Hay necesidad de ayudas económicas para edificar el complejo arquitectónico
indispensable para llevar adelante del trabajo emprendido. Con una ayuda de
ADVENIAT y donaciones de empresarios italianos y locales ya hemos
construido un módulo lateral del complejo, con dos salones de 120 m2, las ocho columnas principales del templo y
para fin de año
el techo de la iglesia casi en su totalidad. Para realizar todo
el proyecto nos hemos dirigido a diferentes instituciones, entre los
que la embajada de Italia en México, y que ha considerado
conveniente darlo a conocer por este medio para que alcance una difusión
mayor. El número de la
cuenta corriente para hacer llegar las donaciones es: BANAMEX
- PUEBLA SUC. 610 C / C. NUM. 7921522 a favor de: PBRO. ISMAEL MACIAS VARGAS Rogamos
mandar al número fax. (22) 331596 el impreso de depósito. Puebla
de los Ángeles el 12 de noviembre de 1997 Ismael
Macías Vargas Pbro. | Equipo
Familias en Misión |
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