(CIUDAD DEL VATICANO, 19 de OCTUBRE
ZENIT). - Entre los argumentos afrontados
por los grupos de trabajo del Sínodo de los Obispos de Europa, una atención
especial ha sido dada al papel de los movimientos eclesiales, los que
según el Sínodo europeo, han sido considerados el fruto del Espíritu Santo. Los
movimientos pueden ofrecer a un adulto contribución para despertar la fe y la
caridad, para anunciar y testimoniar el Evangelio, para ser cuna de vocaciones. Los movimientos además llevan energía
y un espíritu de alegría a la Iglesia. Kiko Argüello, que ha fundado el Camino
Neocatecumenal
en España a principios de los años 60, ha sido entrevistado por la Radio
Vaticana, y se le ha requerido un comentario sobre el Sínodo y movimientos. "Yo pienso que la
actuación más importante del momento es
la nueva iniciación cristiana," ha empezado, "el anuncio del kerygma',
empezando por las parroquias. La iniciación es importante, y es el contexto
donde los adultos pueden ser formados para estar capaz de contestar a los desafíos
del tercer milenio." Interrogado sobre una posible fractura entre la Iglesia
institucional y el Pueblo de Dios, Argüello contesta: "Nosotros no vemos
absolutamente tal fractura. Yo creo que en la Iglesia, cuando en la estructura
hay diálogo entre los dos testimonios - Pedro y Pablo, Zorobabel y Josué-
la entera tradición ha visto que sólo cuando la institución y el carisma
están unidos hay una real reconstrucción de Jerusalén, es una ayuda real a
la Iglesia." En referencia al trabajo del Sínodo, el fundador del
Neocatecumenado dice que "en este Sínodo veo que los Obispos de la Europa
Oriental son de veras esenciales, que llevan la enorme riqueza de los
sufrimientos de las persecuciones y los mártires. ¿Como podemos olvidar la
cantidad de movimientos, congregaciones (también en España después de la
Guerra Civil), con muchos mártires, que han aportado una ayuda importante a la Iglesia como a los Cursillos, el Opus Dei, y nosotros
mismos, el Camino Neocatecumenal? Bien, hay hoy una gran riqueza en Europa
con la abertura de los Iglesias del este. Ahora que la Europa Oriental está unida
a la Europa Occidental, juntos somos capaces de contestar mejor a los desafíos del
tercer milenio." En referencia a la Nueva Evangelización, Argüello ha
dicho que "nosotros estamos presentando los estatutos no como un movimiento
como tal, pero como una acción cristiana ofrecida a los Obispos para ayudarlos en la
Nueva Evangelización. Hoy es necesario evangelizar a nuestros cristianos, para
ayudarlos a crecer en la fe en Jesucristo Nuestro Señor que, como hombre, ha
necesitado una comunidad, de la Familia de Nazareth, para volverse adulto,
porque sólo de adulto puede afrontar su misión por salvar el mundo. También
hoy es necesario crear comunidades cristianas como la Sagrada Familia de
Nazareth,... dónde las personas puedan crecer en la fe y formar futuros cristianos
adultos." ¿Qué significa ser un cristiano adulto? "Un
cristiano que participa de la naturaleza divina, no sólo en sentido jurídico,
sino
porque realmente tiene a Cristo en si, y ama como él. Cristo nos ha querido
cuando fuimos rebeldes, con un amor que ha superado la muerte. En efecto, por
nosotros la Iglesia le anuncia al hombre la victoria sobre la muerte y les dona
a los hombres la victoria, por la gracia del Espíritu Santo. Si un hombre
sabe en su corazón que la muerte ha sido derrotada, ama de una manera
nueva, y su vida es realmente transformada. Con este espiritu, queremos
poner nuestro carisma al servicio de la Iglesia: formando comunidad que vivan en
humildad, sencillez y alabanza, dónde el otro (es decir lo prójimo) es
Cristo." |