EL MUNDO, SÁBADO 3 DE MAYO DE 2003 

VALENCIA/SOCIEDAD

ROSA FOLCH / MADRE DE DESIRÉE, UNA DE LAS NIÑAS DE ALCASSER

Han pasado más de diez años, y aún Rosa Folch no deja de llorar cuando recuerda que un día le quitaron «la alegría», pero mantiene que se queda con que «mi niña fue feliz durante 14 años».Ahora tiene que luchar para evitar que se exhiban imágenes del cuerpo de su hija a través de Internet

"Ricart no merece salir. Este sufrimiento no se paga ni con la cárcel"


PACO TORMO
VALENCIA.- Han pasado más de diez años desde aquel 27 de enero de 1993 en que las tres niñas de Alcasser fueron halladas muertas en el interior de una fosa. Ese día se inició el cerco a los culpables y el resultado fue de un único detenido, Miguel Ricart, que confesó su participación en tan salvaje delito para luego retractarse y defender su inocencia. Este hombre está a punto de poder beneficiarse de los permisos penitenciarios que le concede la Ley y Rosa Folch no puede hacer más que sentir impotencia y rabia porque uno de los que condenaron su vida a cadena perpetua parece que ya ha pagado las 170 años de cárcel a los que le sentenciaron.
La tristeza, sin embargo, no le impide actuar cuando otros, en beneficio propio o en pro de una causa de dudosa legitimidad, utilizan la imagen de su hija de 14 años y exhiben a través de Internet las fotografías de su cuerpo. Pudo evitar que el polémico criminólogo Juan Ignacio Blanco siguiera comerciando con esas imágenes cuando las publicó en un libro, pero ahora, se ha tenido que encontrar con dos colectivos que se dedican a hacer públicas de nuevo esas fotografías y que, encima, le acusan de quedarse parada.

- ¿Qué siente cuando tiene que luchar durante tanto tiempo para evitar que desde el colectivo Palleter, y Viriato Luchador, expongan las fotografías del cadáver de su hija? 

- Yo desde luego no lo he visto mucho. Mis abogados me dijeron que habían hecho actuaciones y se quitaron, lo que pasa es que ahora las han puesto en otro sitio. ¿Cómo está tan libre todo eso en Internet? Yo no lo sé. Me parece una vergüenza y debería perseguirse con más rigor. No se está mostrando los actos, pero se están viendo las fotografías de las autopsias y lo que les hicieron. Eso es lo más duro. Y aparte de eso, es que los que lo han puesto han puesto muchas cosas más. Pero éstos ¿De qué van? Sólo quiero que me dejen en paz.

- ¿Cómo ha pasado los últimos diez años?

- Mal, mal. Porque esto no se termina nunca, esto será para siempre, hasta que me vaya al otro mundo. Con el tiempo, se amortigua un poco, tienes, temporadas que estás mejor, pero bueno. Viene ahora el verano y estoy cuidando unos niños que me dan mucha cariño; es un cariño muy bonito porque es el más sano que hay, el más natural, me anima pero la otro no me lo quitan.

- ¿El trabajo tampoco le ayuda?

- Trabajo en invierno en el almacén con lo de la naranja y allí hablo mucho con las compañeras, me distraigo mucho... pero cuando llegan las fechas de cuando se fueron las niñas, cuando las encontraron, lo que sufrimos buscándolas, cuando luego las encontramos, y cómo las encontramos... Y luego todo lo que vino después, ha habido mucho, pero muchísimo. Vino el juicio tres años y medio después de encontrar, a las niñas, que además duró tres meses hasta que dieron la sentencia en septiembre.

- Y está en la calle que Ricart puede sa1ir muy pronto de prisión.

-Le ponen a Ricart 170 años y después, ¿qué pasa?, que le quedan 16 años y Ricart está a punto de salir y yo no estoy conforme... pero es la Justicia que hay, la ley que había entonces. No hay derecho, ese tendría que estar 15 años por cada niña. ¿Se merece salir de la cárcel?, yo digo que no. Este sufrimiento no se paga ni con la cárcel. Ricart confirmó muchas cosas que tenían las niñas, que si no participó no lo sabría. Luego hizo muchas declaraciones contrarias. Entonces, ¿estabas o no estabas?, ¿participaste o no participaste? Por eso lo encerraron. Y el otro está prófugo, dicen que está muerto, pero para mi está vivo y hasta que no se encuentre el cadáver no se puede decir que está muerto.

-¿Qué sabe de Antonio Anglés?

- Era un criminal muy listo, un psicópata muy listo. Yo por desgracia he sabido mucho de la vida de él, me he enterado por gente de Catarroja y de Albal. Desde pequeñito se escapaba de los reformatorios. Ha sido siempre un psicópata que disfruta pegando y haciendo daño, martirizando a las personas. 

- Sobre la tragedia han aparecido libros, se han hecho muchos artículos y se ha hablado, mucho , en televisión. ¿Cómo cree que se ha tratado el caso por parte de los medios de comunicación?.

- Yo les pediría que por el amor de Dios me dejaran tranquila. Porque esto me influye mucho. A los medios... pues Telecinco mal, porque llamé mucho al programa de Maria Teresa Campos cuando se hacía el Mississippi. Le dije que lo que estaban haciendo no era correcto. Que no, se podía hacer, que esa una madre no podía resistirlo. Maria Teresa Campos me escuchó, pero luego por la noche me criticaron, Pepe Navarro decía «a esta señora ¿qué le pasa?; ¿qué le pasa a esta señora, Fernando (García)?». Como si yo fuera... Lo hemos pasado muy mal. Es un pueblo pequeño y nos conocemos todos. Después de encontrara las niñas; mi marido estaba enfermo y yo me dediqué a cuidarle, a estar con él. Fernando era como un dios para mucha gente del pueblo y de fuera. A mí me decían que yo me había hecho muy cómoda, que me había quedaba en casa, ,que no quería saber la verdad, que me daba lo mismo. La que quería saber la verdad era yo, pero la verdad se tenía que saber como Dios manda, por eso fui a ver a la Delegada del Gobierno, Carmen Mas, y a más gente, pero siempre yo sola, nunca con un fotógrafo detrás.

-Ahora está en los tribunales el tema de la fundación de Fernando García. ¿que ha pasado? 

- Él se lo ha buscado. Yo sabía de qué iba la cosa, sabía que la fundación la ponían para vivir del cuento. Eso no lo hace una fundación. Yo no estoy contra Fernando, sino contra lo que hace. Me opuse a qué llevara el nombre de "niñas de Alcasser" porqué no era serio. Si lo hubieran hecho personas responsables hubiera dicho que sí y les habría ayudado.

¿Hay algo que le haga mirar el futuro con ilusión? 

- El futuro no lo vea bien, porque estoy más mal que bien. Solamente vivo porque Dios quiere que viva. Tengo otra hija que se va a casar y quiero que sea feliz, aunque siempre tendrá esto porque lo hemos pasado muy mal las dos. Ella (Desirée) era la alegría. Me queda que mi niña fue feliz durante 14 años, le dimos todo, más de lo que podíamos. Sé que mi hija era feliz.