La pesadilla de Dominik
Traducción del alemán al español:
Inmaculada Prieto Ramírez
El profesor de Química se rascó como siempre detrás
de la oreja derecha y dejó vagar la mirada con el ceño fruncido
sobre los alumnos de cuarto. Con ello todos se hicieron todo lo pequeños
que se pueden hacer con catorce años. También Dominik se
agazapó y evitó alzar los ojos, pero él sintió,
no obstante, que la mirada del profesor caía sobre él.
¡Dominik!
Dominik levantó lentamente la cabeza
y divisaba la cara severa del profesor, cuyos ojos lanzaban pequeños
relámpagos, que corrían hacia él y prendian fuego
al libro de química que había alzado rapidamente a modo
de escudo. De las orejas del profesor salían nubecillas de un humo
amarillo, que llenó toda la clase en un santiamén.
¡Dominik! Resonó por segunda vez. Ahí la cabeza del
profesor de química se transformó en una probeta, en la
que hervía un líquido verde, y los dedos de la mano tendida
del maestro se formaban gigantescas pipetas, que se movían lentamente
hacia él y apagaban con el líquido verde el libro que entretanto
ardía en llamas. Dominik dejó caer el libro chorreando,
pero que aún echaba humo. Los dedos convertidos en pipetas comenzaron
lentamente a tragarle a él dentro de la probeta
¿CÓMO CONTINÚA? ?
“¡No!” gritó, “¡no quiero que me
examinen!”
Se incorporó en la cama bañado en sudor, sacudió
con las manos en el aire y tiró su osito quejoso al suelo de un
puñetazo...
Dentro de cuatro semanas tenía
que hacer un examen de recuperación de Química, que decidiría
si podría pasar de curso o tendría que repetir cuarto. Hasta
ahora no había estudiado nada, pero ahora era el momento preciso
para empezar con ello por fin. Por suerte su profesor le había
dado una nota con algunos consejos sobre cómo debía prepararse
para la prueba. Dominik sacó esta nota la mañana siguiente
a esta pesadilla nocturna y se la estudió minuciosamente. (1)
¡Tienes que saber lo que
tienes que estudiarte!
Pues eso no era difícil: sacó del armario su libro de química
y su cuaderno de química y los puso ante él encima de la
mesa.
¡Procura adquirir una visión
general y divide la materia según el tiempo del que dispongas!
Dominik hojeó el libro: tenía 14 capitulos. Entonces, si
él estudiaba a fondo un tema cada día, podría terminar
con toda la materia en dos semanas y todavía quedaba tiempo de
repasar todo.
¡Comienza con una parte
fácil de la materia!
Eso tampoco era difícil, ya le había interesado el tema
sobre la contaminación del medio ambiente debido al uso excesivo
de productos de limpieza. Pero ese téma no necesitaba estudiarlo
mucho, ya que había retenido la mayoría de la materia de
forma duradera.
¡Es mejor estudiar cuatro
horas repartidas durante el día que cuatro horas, una detrás
de otra!
En las vacaciones no era problema dividir el tiempo de estudio de todo
el día. Sólo en el fin de semana cancelaría las horas
de la tarde –pero para eso juntaría tres horas por la mañana-
, ya que quería ir al campo de fútbol.
¡Hazte un plan de tiempo
y de trabajo, remarcando lo que ya has estudiado! (Mira también
el Consejo práctico para aprender “Anímate
a hacer un plan...”)
Dominik tomó su calendario y marcó cada mañana y
tarde dos horas, respectivamente, en las que debía estudiar. Tenía
que ser suficiente. Repartió los capítulos por los catorce
días, para dedicar sólo medio día a los temas fáciles,
y a los difíciles medio día más.
¡Haz preguntas sobre la materia y contéstalas!
(Consejo práctico para aprender“Descúbrele
los pasos a tu profesor!”)
El profesor le había dado la nota del examen y una lista con las
preguntas que había formulado a lo largo del curso. También
había un par de preguntas de control al final de la mayoría
de los capítulos del libro de Química. Ésas las intentaría
contestar en una hoja con la ayuda del libro.
¡Búscate un compañero
con el que puedas hablar sobre la materia!
Pues Dominik era el único de la clase que tenía un examen
de recuperación de Química, pero su amigo Claudio se había
ofrecido para preguntarle ocasionalmente. Además podía ayudarle
si no hubiera entendido algo.
¡Sólo puedes estudiar
lo que has comprendido!
Para eso se había sacado Dominik de la biblioteca del colegio el
libro “Química para todos”, en el que la mayoría
de las cosas estaban explicadas más fácil que en el libro
de texto. Además estaba su amigo Claudio...
¡Recompénsate por
un exitoso día de estudio!
Eso no era difícil, ya que cuando hiciera buen tiempo quería
ir con sus amigos a la piscina o tragarse algún que otro video
después de estudiar.
También había algunos consejos
más que quería tomarse en serio para la ocasión:
• ¡Siempre repasa
al día siguiente lo que estudiaste el día anterior antes
de seguir estudiando materia nueva!
(Consejo práctico para aprender “¡Mi
memoria es un colador!”)
• ¡Repasa a los tres días toda la materia que ya has
estudiado!
• ¡Planea después de cada rato de estudio una pequeña
pausa en la que te alejes de tu lugar de trabajo y tomes aire fresco!
• ¡Practica de vez en cuando mientras estás de pie
o caminas, si tienes la impresión de que
tus pensamientos estan atrancados ! (Consejo práctico
para aprender“Aprender
paseando”)
• ¡En los dos últimos días antes del examen
ya sólo deberías repasar!
• ¡Inmediatamente antes del examen ve un Talkshow en la tele,
ésta es la mejor distensión
antes de un examen según un estudio científico!
Cuando Dominik se puso de pie delante del escritorio, se sintió
un poco aliviado, ya que sabía que con una planificación
así tenía que conseguirlo. Sacó una chocolatina del
frigo, la devoró gustosamente y se puso con la primera hora de
estudio... (2) (3)
1. Pregunta:
¿Comprendes el miedo de Dominik? ¿Has experimentado
alguna vez algo parecido?
2. Pregunta:
¿Crees que Dominik va a aprobar el examen? Argumenta tu
respuesta.
3. Pregunta:
¿Cual de las pautas que le ha dado el profesor a Dominik
te parecen especialmente útiles?
Copyright de
las unidades didácticas: Manuela Molina Molina
Copyright del texto: Benjamín y Werner Stangl
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