continuación de la crónica 4 (22/09/2003) |
Dijimos, en veces anteriores, que lo instituido se pretende único, universal y natural. Lourau considera que la asamblea es el dispositivo mas adecuado para encauzarnos hacia el propósito del AI. A éste dispositivo le llamará asamblea general socioanalítica (AGS) ¿Qué pro-voca la AGS? La AGS pretende crear deslocaciones espacio-temporales, tornar borrosos los límites de los roles y de las disciplinas, es, así, una puesta en escena de esas deslocaciones. En segundo lugar intenta crear un campo fértil para la circulación de la diversidad. Tercero, procura ser un dispositivo que al mismo tiempo funcione como análisis del dispositivo mismo. Podemos agregar algo mas, entendemos, que la asamblea puede ser generadora de nuevas implicaciones y ser el espacio en el que emerjan las potencialidades instituyentes. Existe un concepto que se utiliza desde el AI de Lourau, que nos permite pensar y abordarla cuestión de la intervención, nos referimos a la noción de analizador. Los analizadores son aquellos acontecimientos que hacen visible las dimensiones instituidas y, en éste sentido, permiten el análisis. Téngase en cuenta que el dispositivo de AGS puede funcionar como analizador, a veces la "intromisión" misma de los analistas puede funcionar como analizadores. En otros momentos los analizadores ya emergieron en la institución (analizadores naturales) y a veces tal emergencia puede hacer advenir una articulación de demanda de análisis institucional. Ahora, retomemos lo que dijimos hace algunos minutos, nos referimos a cuando hicimos alusión a la instauración del debate acerca de el cómo de la revolución. Resulta claro, a la luz de lo expuesto, que el AI que presentamos recién, nace y se va consolidado como un proyecto revolucionario y de politización en el punto en que asume la autoalteración de lo histórico-social como inherente a él. El proyecto revolucionario del AI no puede pensarse por fuera de una propuesta de politización de lo social. Pero... aquí cabe una pregunta, ¿de qué revolución hablamos? Hablamos de una revolución desde lo micro, un revolución de los saberes locales, un revolución de los saberes menores, que emergen incesantemente desde las sombras de la historia, desde la banalidad con la que fueron significados, hablamos de una revolución que subvierte los sentidos instituidos... No obstante algo se le escurre a éste análisis institucional. Primero, continúa pensando en términos dialécticos, lo que a nuestro entender, está definiendo una espacialidad de la institución. Segundo, la cuestión de la subjetividad se le escapa de las manos, solo bastaba un paso mas, fue un instante de indecisión –si se lo puede llamar así- y ésta problemática se nos escurrió por entre los dedos, apenas asible. Concretamente, se le escapa el pensar la subjetividad inscribiéndose en la institución, produciéndose en y por la institución. Tal vez el concepto de implicación resulta el mas cercano a pensar éste tema, pero no es suficiente. Ante todo no solo debemos pensar que la institución, en tanto cuerpo de lo institucional del magma de significaciones sociales instituidas, es portadora y ejecutora de modos de subjetivación. Así, produce inscripciones de un sujeto en lo social y por ende en ella. Por otro lado, es necesario pensar en una nueva espacialidad de la institución. Es por éste motivo que pensamos en la institución cual tejido rizomático, que produce inscripciones en el desde un orden de determinación (Lo institucional) Produce modos de ser sujeto, y, por ende, produce las formas posibles y no posibles de implicarse en el tejido institucional. El tejido es múltiple, de dimensiones infinitas, de formas inconcluyentes, siempre en apertura.. Pero éstas inscripciones constituyen territorialidades, anudamientos de los cuales es muy difícil salirse si la subjetividad, como campo de problemáticas así planteado, no ingresa en el viejo problema de la revolución o el cambio y como deseen llamarlo. Si la subjetividad no produce transversalidad en su implicación, si lo poiético, la creación no toma la palabra... En el tejido se inscriben Lo institucional, las instituciones, lo histórico-social, la psique, los deseos, la afectividad, las realidades, las relaciones de poder y sus efectos, el cuerpo... los cuerpos En a subjetividad, en los cuerpos el tejido, el recorrido por el tejido institucional deja marcas, algo así como la macabra máquina que Kafka describe en su cuento "En la colonia penitenciaria" El tejido institucional existe cual laberinto de espejos y, esa sola condición debería llevarnos a indagar detrás de ellos... |