Manifiesto del devenir crepuscular
        El E.P.A.I es un encuentro de pensares que en su intento de abordaje de los fenómenos institucionales buscan problematizar las realidades, ampliar extensiva e intensivamente nuestros campos de visibilidad de lo socio-histórico, cuya complejidad derrota la omnipotencia de ciertos saberes institucionalizados que monopolizan sus objetos de estudios, invisibilizando la multiplicidad de atravesamientos que condicionan su emergencia.

        Desdisciplinar nuestros saberes, supone la deconstrucción de los mismos, es decir, el cuestionamiento de nuestros modos de pensar, de ver, de sentir y hacer la realidad, que por medio de su transmisión academicista construyen nuestros impensables teóricos que estructuran desde el silencio, al que se los exilia, los discursos que hegemonizan el campo de los saberes. Pensar lo impensado, deconstruirnos para visibilizar lo no pensado, lo no-dicho, generar las condiciones de posibilidad para la emergencia de los restos teóricos que nuestros saberes académicos al excluir, niegan la diversidad de lo real y construyen la omnipotencia de nuestras prácticas. Restos teóricos que subvierten las significaciones apriorísticas que constituyen las bases de nuestras formaciones discursivas, legitimando nuestros quehaceres, regimentando la institucionalización de la verdad, desde una lógica de apropiaciones y expropiaciones que legislan los saberes, estructurándolos desde jerarquías ilusorias que instituyen un orden de verdades donde hacen fila los campos disciplinarios en su búsqueda de reconocimiento, ordenando una realidad desde sus propios intereses y presentándola como única posible.

         Pensamientos únicos que en su batallar por el poder, condenan al silencio la pluralidad de voces que se alzan desde lo real, y cuyo destino irremediable, es la sumisión a categorías clasificatorias cuya sinteticidad opaca la emergencia de las singularidades, simplificando lo disperso de la diversidad a un juego de diferencias binaristas, antagónicas, complementarias y jerárquicas.

         Por esto desde el E.P.A.I. nos proponemos trabajar, emprendiendo la tarea instituyente, de subvertir los sentidos, que desde su dimensión institucional buscan fijarse, reproduciendo y consolidando un orden de palabras y de cosas, donde la diversidad es pensada como una amenaza siempre a ser neutralizada y devenir silencio; donde el estatuto de la otredad desde su negatividad confirma la positividad de las identidades; donde la pluralidad de sentidos es sometida a una jerarquía racionalizante cuya existencia depende de la permisividad de los saberes sacralizados que solo admite la posibilidad de considerar otra voz como aporte, en donde nunca la centralidad de sus saberes se muestra cuestionada o puesta en discusión.

         De este modo crear categorías que permitan el juego de la diversidad, descentramientos que confeccionen los márgenes cuya potencia revolucionaria posibilite la transmutación de las significaciones imaginarias que caracterizan los modos de ser de toda sociedad..

         Nuestro proyecto se sostiene en el ejercicio de una interrogación sin fin, es decir, en la imposibilidad de la clausura del devenir incesante de nuestros pensares, desde este lugar buscamos denunciar las dimensiones del poder que estructuran nuestros saberes y que construyen un único perfil de nuestras prácticas, haciendo de los campos dinámicos de fuerzas, relaciones fijas; en donde las sujeciones nos condenan a reproducir las inequidades de un orden de cosas; donde la especificidad de lo diferente es normalizada mediante dispositivos que ensalzan lo idéntico como lo único. Interrogación que piensa la subjetividad como un proyecto de autonomía; subjetividad que no concebimos como interioridad psíquica; que no enmarcamos en una lógica de espacios interiores y exteriores, sino en su constitución por múltiples atravesamientos socio-políticos-culturales y económicos; que subjetivan los cuerpos; que gestan nuestros modos de ser, que construyen nuestras realidades; tensiones 'entre' identidades y diferencias como construcciónes socio-política; diversidad que emerge en el 'entre' y en los 'entre'.

         Subjetividades y no individualidades; presencia de los otros como alteridades, y no, cosificación de la diferencia.

          Replicar la diversidad como forma de resistencia para reversibilizar las relaciones de poder, es multiplicar nuestros devenires potenciando lo posible en busca de construir las líneas de fuga que resquebrajen, que agrieten lo instituido, desnaturalizándolo, desustancializandolo y cuestionando los esencialismos que perpetúan hacia el infinito un filosofar que hacen de los flujos incesantes socio históricos la corrupción de las ideas sacralizadas que moran en el mundo de lo eterno.

         Genealogizar para devolverle al ser las características del devenir, para iluminar el presente desde su construcción y para posibilitar la posibilidad de su interrogación y transformación permanente.

         Queremos encontrar, entonces, las herramientas que nos permitan gestar con nuestro trabajo las condiciones de posibilidad donde los saberes instituidos se entremezclen, se atraviesen, se deconstruyan en la multiplicación de sus encuentros, para posibilitar desde esta tranversalización la emergencia de nuevas formas de pensar que problematicen los saberes desde la complejidad de la realidad.

                          Sólo de esta manera creemos que es posible filosofar a martillazos.

Lic. Julio Nicolás Idígoras
    Noelia Billi
    Lic. Marcela Cristina Brunetti
  Lic. Juan Pablo Suaqué
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