AUSTRIA Historia - Futbol JABE

Habitada desde la prehistoria (civilización de Hallstatt), fue ocupada por celtas (siglo -IV) y germanos (siglo -II), quienes impidieron la expansión romana hacia el Norte del río Danubio.
Los romanos constituyeron las provincias de Retia, Nórica y Panonia (siglo -I), y entre sus poblados destacó Viena (Vindobona).
Sufrió el paso de los bárbaros y hacia el siglo VI, bávaros, checos y ávaros se establecieron en ella.
Carlomagno destruyó el imperio ávaro (803) y estableció la Marca del Este (Ostmark), baluarte frente a las invasiones asiáticas.
No obstante, los magiares invadieron el país (siglo X), pero Otón I los derrotó en Lechfeld (955) y reorganizó el territorio.
Durante los siglos X a XIII, el poder fue detentado por los margraves, a los que Federico Barbarroja concedió el título de duques, que establecieron la capitan en Viena (1.142).
El emperador Rodolfo de Habsburgo, tras su victoria sobre Ottokar II, rey de Bohemia, que se había apoderado del ducado (1.278), lo incorporó a su patrimonio, quedando desde entonces Austria regida por la casa de Habsburgo, que la convirtió en uno de los estados más potentes. A esto contribuyó la política matrimonial que condujo a la incorporación del Franco Condado y Países Bajos, por el matrimonio de Maximiliano I con María de Borgoña (1.477). Su hijo Felipe el Hermoso casó con Juana la Loca, heredera de los Reyes Católicos, y se negoció el matrimonio de sus nietos Fernando y María con los herederos del rey de Bohemia y Hungría. Su nieto Carlos V, emperador desde 1.519, abdicó los dominios patrimoniales de Austria en su hermano Fernando (1.522), quien heredó también los reinos de Bohemia y Hungría (1.526).
La unión de estos estados se logró ante la amenaza turca; los turcos fueron derrotados en Tisza (1.697), lo que les obligó a firmar la Paz de Carlowitz (1.699). Al mismo tiempo, el imperio se vio sacudido por las luchas entre católicos y protestantes.
Fernando II secundó la Contrarreforma y participó en la guerra de los Treinta Años (1.618 - 1.648). La Paz de Westfalia (1.648) obligó a Fernando III a renunciar a la unidad religiosa y al aumento de la autoridad imperial.
Austria participó contra Francia en las guerras de Holanda (1.672 - 1.679), de la Liga de Augsburgo (1.686 - 1.697) y de Sucesión de España (1.701 - 1.714), en la que obtuvo los Países Bajos, el Milanesado, Nápoles y Cerdeña.
La emperatriz María Teresa (1.740 - 1.780) con sus medidas reformistas convirtió Austria en un Estado moderno, y José II (1.780 - 1.790), consecuente con las doctrinas del despotismo ilustrado, introdujo numerosas mejoras en la estructura política y social, pero, impuestas por la fuerza, fracasaron.
Hacia fines del siglo XVIII se inició una decadencia y frente a la Francia revolucionaria, resucitó el imperio de los Habsburgo, tradicionalista y autoritario.
Francisco II (1.792 - 1.835), derrotado repetidamente por los ejércitos revolucionarios y napoleónicos, perdió gran parte de su territorio y tuvo que admitir la desaparición del Sacro Imperio (1.806), y en adelante fue emperador de Austria con el nombre de Francisco I. Su canciller Metternich se alió con Napoleón (1.809), pero, tras la derrota de éste en Rusia (1.812), se unió a la sexta coalición antifrancesa.


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