De Juana de Ibarbourou:
Gracias, inmensamente gracias, por su admirable biografía del
Gran Mariscal de Ayacucho, 'Sucre'. Yo lo he leído con amor, por el
autor y el tema. El joven héroe se merece tal magnífico glosador y
biógrafo. ¡Qué libro! Hará sensación en esta América aun un poco
ligera y europeizada hasta la médula. Pero sus hombres de cultura y
pensamiento, su masa estudiantil lectora y vibrante, no podrán menos
de amar y admirar este libro digno de todos los lauros. Si estuviera
en mis posibles, le enviaría mi rama de laurel de oro, no como
regalo fastuoso, sino como reconocimiento por su libro magnífico.
De Dora Isella Russell: La autoridad y maestría del
escritor ecuatoriano Alfonso Rumazo González, de prestigio
hispanoamericano, difundido y respaldado principalmente por un libro
que es modelo de género biográfico: 'Manuela Sáenz, la Libertadora
del Libertador', anticipa la categoría y seriedad de cada nueva
obra. Si nada supiéramos de ese prestigio, bastara para reconocerlo
la más reciente, 'Sucre', admirable vida del gallardo Mariscal de
Ayacucho, la primera completa publicada hasta el presente.
Documentado, vibrante, vitalísimo, este reciente libro de
Alfonso Rumazo González consagra la dignidad de una vida de estudio,
de depuración y constancia en la tarea investigadora, que da frutos
magníficos como el que comentamos. Una biografía ejemplar, sobre un
héroe de América nacido en Venezuela pero hijo espiritual del
Ecuador, trazada, como en reciprocidad, por la mano de un
ecuatoriano radicado en Caracas, que vale la pena conocer.
De Augusto Arias: La biografía es minuciosa, ahondante.
Perfecciona detalles, añade pinceladas. En sus capítulos, el
procedimiento interrogativo busca, como en socrático sistema la ruta
de las deliberaciones de Sucre, la prueba afirmativa, el drama que
alienta en toda acción del hombre, más si se trata de las heroicas
jornadas. Así le sigue hasta sus días cimeros, cuando 'se le ha
agigantado el espíritu, y ya nadie, sino Bolívar, ve con precisión a
qué suerte de poderíos arribará. Para detenerlo tendrán que
asesinarle'.
Biografía rigurosamente histórica, que no ha
querido hacer concesiones a lo imaginativo, que está fuera de todo
recurso novelesco, sale de la revisión, también minuciosa, de más de
cien libros que tratan de la vida de Sucre, de la edad de la
independencia, de nuestros pueblos, de nuestros hombres. Frente a
tal abundancia crecen las dificultades de la selección, del orden,
del anidado decurrir de los personajes. Pero Rumazo González, de
obra ya extensa e intensa en el campo de la biografía, sale de su
empresa con éxito.
Alfonso Rumazo González está más cerca de
Ludwig en la construcción de sus biografías. El detalle quiere
entrar como a golpes ciertos, en la realidad de una vida que en
tratándose de la de Sucre tanto interesa a nuestro país grato a su
corazón y el más leal a su memoria.
De Isaac J. Barrera:
Alfonso Rumazo González, escritor ecuatoriano, reside desde hace
varios años en la República de Venezuela, en la que ha logrado, con
su saber, ocupar puesto de consideración en la Universidad Central
de esa nación hermana; es catedrático de Historia de América, de
Composición Castellana e Historia de la Cultura. Rumazo lleva
escritas obras que le acreditan como gran conocedor de los hechos de
nuestra emancipación, que necesita todavía de prolija investigación
para desprender la verdad, sobre todo en lo que se refiere a los
hombres que tomaron parte en acontecimientos de tanta trascendencia.
Rumazo no ha querido tramar una biografía apologética, sino
que, al dividir en seis partes su esmerado estudio, ha penetrado,
con realidad documentada, en cada una de ellas, así en los años
duros, audaces y sabios, como en los dramáticos y gloriosos, para
terminar con el oscuro sacrificio del héroe, y todo ello con acopio
de datos y con el uso de un criterio recto y de discreción honrada.
El lector del libro se encuentra, en cada capítulo, con la
información necesaria para formar su juicio, para saber lo que se
dijo en cada caso.
Difícil la biografía de Sucre, dijimos
alguna vez al autor, que acaso él mismo ha creído que podía ser la
más polémica de sus obras. No lo es, y los lectores leerán con
satisfacción la imparcialidad con que se ha seguido en la
averiguación de lo que fue la vida del gran Mariscal, y de las
relaciones que tuvo con personajes de la época, en la vida pública y
con los individuos que le rodearon en sus relaciones con la sociedad
de su tiempo. Había que detenerse en cada una de las seis partes que
forman el libro, para seguir en la demanda acuciosa de la verdad,
que es la única que ha de ser buscada en toda la obra de
investigación histórica.
De Rosa Arciniega: Antonio José
de Sucre - es menester repetirlo - tenía, naturalmente, numerosos
conatos de biografías. Pero la que acaba de tramar el escritor
ecuatoriano, residente en Caracas, Alfonso Rumazo González y de
editarla el sello 'Aguilar' de Madrid, es la más completa de todas
las hasta hoy publicadas; es la que demandaba nuestra hora, la que
reclamaba nuestro meridiano temporal. Su título es: 'Sucre, Gran
Mariscal de Ayacucho'. Por su densidad - en todos los aspectos -,
por su arquitectura excelentemente planeada, por su documentada
información, es una biografía que resultará indispensable a todo
intelectual americano. El autor de 'O'Leary, edecán del Libertador'
ha procurado ser en ella objetivo, en lo posible. No oculta, por
supuesto, los errores del héroe inmolado ni los de sus compañeros.
Sigue la vida de Sucre sin apartarse de los documentos, que
testifican cada una de sus acciones, procedentes en su mayor parte
de los archivos de la Gran Colombia.
Sucre sale de la pluma
de Rumazo González redivivo en toda su asombrosa humanidad, en toda
su 'circunstancia' - en el sentido orteguiano del término -, en toda
su gloria y portentosos hechos, aunque también en sus depresiones,
en sus yerros, en su condición de ente humano, sujeto a
limitaciones. Como lo anticipa su propio autor, su libro 'avanza con
minucioso desenvolvimiento a través de los treinta y cinco años de
la vida del héroe'.
Sucre, tal como fue: un lucero
resplandeciente de grandeza épica, surge agigantado de este libro de
Alfonso Rumazo González, cuya densidad de contenido no es posible
tocar en un artículo.
De Manuel Rodríguez Cárdenas: La
grandeza de un libro se mide por la compañía que brinda. Hay libros
con los que se puede hablar y discutir. Que se llevan en la mano o
en la faltriquera como un amigo. Sucede así con la hermosa biografía
'Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho', que acaba de publicar Alfonso
Rumazo González. Se lo toma y no basta con hojearlo. Hay que seguir,
sin parar, hasta el fin, cautivado por la disposición de la obra, su
lógica distribución, el sistemático y al mismo tiempo armónico plan
en que se desenvuelve. El resultado es una proyección magnífica de
todo el continente durante la primera mitad del siglo XIX, en su
mejor y más gloriosa época. Sobre este rutilante fondo se levanta la
figura de Antonio José de Sucre, palpitante, viva, llena de sangre,
de nervios, de pensamiento y de tendones. La más completa, por no
decir la mejor biografía de un hombre que estaba pidiendo esta
pesquisa.
De Angel Mancera Galletti: Alfonso Rumazo
González, en su biografía 'Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho', nos
muestra una nueva experiencia en la investigación de la verdad
histórica. Coincide con el empeño constante de nuestros mejores
tratadistas, porque contamos con un acervo indiscutible y una obra
que comprende desde el punto de partida en que acontecieron los
hechos y la suma de reiterados esfuerzos de una metodología que se
ha ido perfeccionando en el transcurrir del tiempo. En 'Sucre, Gran
Mariscal de Ayacucho', ese sistema se logra y perpetúa como una
lección.
La prosa de Alfonso Rumazo González ha sido
disciplinada para que la crónica asimile bien la sintaxis y exhiba
la riqueza de su léxico, con la lujosa variedad de los vocablos
escogidos, tanto en las referencias como en el empeño de domeñarla
para destacar en la biografía al Gran Mariscal de Ayacucho, con una
veneración en el desarrollo de los sucesos que no decae ni en los
triunfos y las derrotas, en las acciones militares y civiles, en las
persecuciones y rivalidades, sin jamás convertir la descripción
humana en la exaltación y la adoración sentimental de un dios, sino
como resultado de una realidad a través de los períodos en que le
tocó actuar y destacarse, en que paso a paso, el muchacho de quince
años que en Cumaná presenció los primeros acontecimientos que
siguieron a la declaración de la Independencia, iba a ser uno de los
factores que permitirían lograr las páginas más puras de la historia
de nuestra nacionalidad.
Por eso esta biografía a veces es
lección y síntesis de la grandeza de un gran venezolano.
Esta parecería ser la significación intelectual de esta obra
debida a la pluma del ecuatoriano Alfonso Rumazo González, a quien
nuestra Universidad ha acogido por su laboriosidad y esfuerzo como
un buen venezolano.
De Pedro Sotillo: Contamos con
varias biografías de Antonio José de Sucre. Justamente se trata de
una personalidad subyugante que, convida a la devoción y a las
exultaciones. Pero el mito, tantas veces grandioso y otros
melodramático, se había apoderado de la escena y del personaje y,
por hábito o puro empeño, manteníamos la visión de un Sucre de
guardarropía unos ratos, otros de indiscutible grandeza, pero
siempre distanciado de la realidad. Inventamos un héroe y lo que
faltaba de vida lo llenamos con palabras que nos parecían sublimes y
que, en ocasiones, llegaban a tener la sublimidad de lo cursi. Ni la
misma entera y clásica biografía que, el primero, escribió el
Libertador, resultó suficiente para que de verdad, nos interesáramos
por el cumanés extraordinario, por su personalidad egregia, por las
líneas tremendas de su vida, tan breve y tan intensa.
Rumazo
González hace ya tiempo que tiene bien ganado su puesto de joven
maestro de las letras hispanoamericanas. Lo de joven y sin
vacilación y sin concesiones, porque es, sencillamente, verdad y
lleva rato de serlo. En cuanto al género literario que llaman
Biografía, el ecuatoriano posee un dominio señoril, un dominio al
estilo de Sucre, el dominador, el varón contra el cual sólo pudo el
destino. Rumazo se inicia, como biógrafo de gran estilo, con su
libro sobre 'Manuelita, la Libertadora del Libertador', que ya fue
una revelación. Una revelación doble que, al mismo tiempo, alcanzaba
a la heroína y al escritor. Después vinieron el 'Bolívar' y el
'O'Leary', que resultaron trabajos estupendos, dignos de los más
altos encomios y tras ellos tenía que venir, como una consecuencia,
la biografía de Sucre que ahora nos ofrece. Quien sabe si los dos
libros anteriores, con todo y su alto valor, no fueron sino como el
prólogo o la anticipación de este Sucre admirable.
De
Guillermo Meneses: Rumazo sabe investigar, sabe sacar
conclusiones, sabe escribir, y, por ello, sabe también dar en su
conjunto la vida de Sucre, desde su incorporación a la lucha por la
independencia hasta su gravísimo final en la montaña de Berruecos.
Toda la epopeya de la libertad americana está en ese libro. La luz
de la libertad va iluminando la figura de Sucre y lo dibuja por
feliz voluntad de Alfonso Rumazo González en un libro bien hecho que
para los venezolanos significa nueva prueba de solidaria amistad y
motivo de agradecimiento para el honesto escritor que comparte con
nosotros una existencia honrada y fecunda.
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