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la Magistratura Galeano: el tribunal de la AMIA fue arbitrario Galeano inició así su descargo ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, que analiza iniciarle el proceso formal de destitución por mal desempeño de sus funciones, entre otros supuestos delitos. El magistrado declaró durante poco más de 6 horas, pero eludió referirse a las acusaciones. Optó por relatar cronológicamente el desarrollo de la investigación que se inició, horas después del atentado, el 18 de julio de 1994. Galeano sí recordó, no obstante, el contexto en el que se pagó 400.000 dólares al principal ex imputado de la causa, Carlos Telleldín, aunque no se refirió a ese hecho después de una pregunta específica del consejero Beinusz Szmukler, quien impulsa la acusación. El juez detalló, además, los problemas que generaron en la investigación las sucesivas declaraciones que Telleldín hacía a la prensa antes de julio de 1996, cuando se efectuó aquel pago para que señalara a policías bonaerenses por su presunta participación en el hecho. El juez también se refirió a otro de los cuestionamientos por la falta de preservación de pruebas: "Me dicen que yo perdí los casetes (con declaraciones de imputados), pero yo no los perdí", afirmó. Marcó también las diferencias que existieron entre un delito común y el atentado. "Fue un acto de guerra entre países y organizaciones terroristas, en los que la Argentina no tenía nada que ver y sólo sirvió de escenario", comentó. Seis
interlocutores Galeano hizo referencia también a "la mala policía" de las brigadas de Lanús y Quilmes, que habría mantenido una sociedad ilícita con Telleldín para reducir automóviles robados. "Telleldín sabe más de lo que nos había dicho", destacó Galeano al recordar su percepción mientras instruía la investigación, y subrayó, más de una vez, que el imputado habló en 1995 con la entonces camarista federal María Luisa Riva Aramayo, ya fallecida, lo que quedó asentado en la Cámara Federal. "Se investigó en profundidad, en procura de que en la Argentina no volvieran a ocurrir otros hechos similares", reivindicó Galeano, que atacó la sentencia del Tribunal Oral Federal N° 3 por la que se anuló toda la instrucción. "Una de las peores cosas (de la sentencia) fue haber desvirtuado el acta de hallazgo del motor y pedir que se investigara el primer acontecimiento exitoso de la causa", argumentó. Para el juez federal, con el fallo del tribunal oral "se estructuró un blindaje de impunidad"; el juez insistió en la gravedad de lo ocurrido. "Si no interpretamos seriamente que los dos atentados (AMIA y embajada de Israel) comprometen a la dirigencia de los tres poderes del Estado, entonces no entendimos nada", reflexionó. La
Comisión resolvió que Galeano continúe con
su descargo el martes próximo, a las 12, para luego iniciar
las preguntas de los consejeros. |
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DEFENDERSE. GALEANO, AL SALIR AYER A LA MAÑANA DE SU CASA,
RUMBO AL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA. (Foto: Mariana Ruddock)
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DESCARGO
ANTE EL CONSEJO DE LA MAGISTRATURA El juez empezó su descargo diciendo que no podía investigarse como un hecho común. El juez federal Juan José Galeano comenzó ayer a defenderse ante el Consejo de la Magistratura con una clara estrategia: atacó el fallo del tribunal que absolvió a todos sus acusados por el atentado contra la AMIA. Y sostuvo que el atentado no podía investigarse como un hecho delictivo común. "Quiero destacar las barbaridades del fallo, que maltrató a toda la Justicia del país", se quejó Galeano en la primera parte de su defensa ante la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura, donde después de su descargo deberán decidir si lo acusan o no por mal desempeño. Galeano definió como "falsas y dolosas" las consideraciones de los jueces del tribunal oral —Miguel Pons, Gerardo Larrambebere y Guillermo Gordo— y los acusó de incurrir en "arbitrariedad" por "incapacidad o malicia". Según su visión, ese fallo "perjudicó a la Argentina", ya que "Interpol rebajó el standard del país y dejó en stand by diez órdenes de captura internacionales", entre ellas la de varios iraníes acusados por Galeano de haber apoyado el atentado. Pero el argumento que tal vez anticipe la estrategia de fondo de Galeano fue decir que "fue un acto de guerra" contra la Argentina. Cuestionó que el tribunal haya tratado el caso como un hecho penal más y dio un ejemplo: "No fue un robo de pasacasetes". Ese argumento pareció el primer paso para justificar algunas de las irregularidades que le atribuyó el Tribunal Oral y también la Cámara Federal, que hace un año lo apartó de la causa por "falta de imparcialidad". Un hecho sobresalió entre todas las acusaciones hechas contra el juez: a pedido de Galeano, se le pagaron 400 mil dólares al principal imputado en la causa, Carlos Telleldín, para que acuse a los cuatro policías que, como él, acabaron absueltos del atentado. Sobre ese hecho puntual Galeano no quiso contestar todavía, pero se espera que lo haga el martes, cuando amplíe su descargo. Ese día, los consejeros podrán hacerle preguntas. Poco antes de la audiencia, que duró seis horas, el juez pidió que la cita fuera a "puertas cerradas" para evitar que trasciendan "secretos de Estado". Pero los consejeros sólo concedieron que se re tiraran las cámaras de TV y prohibió el uso de grabadores. Galeano llegó a la sala de audiencias del Consejo —en el Palacio de Tribunales— acompañado por su abogado, el ex camarista federal Andrés D'Alessio. La única referencia al pago de los 400 mil dólares la sugirió cuando dijo que Telleldín había involucrado a los policías bonaerenses en declaraciones periodísticas anteriores a julio de 1996, cuando se concretó el pago. Seguramente va a intentar sostener que Telleldín le dijo la verdad a pesar de haber cobrado por ello. "Telleldín sabía más de lo que nos había dicho", aseguró. En otro tramo, el juez se defendió de la imputación que se le hace por la destrucción de pruebas de la causa: "Me dicen que yo perdí los casetes (con declaraciones de imputados) pero yo no los perdí", aseguró en alusión a que fueron efectivos de la Policía Federal los que borraron casetes. Nada dijo, al menos todavía, sobre los videos que sí destruyó y que guardaban conversaciones suyas con los imputados. Galeano aprovechó para relatar las dificultades que debió afrontar. Y atribuyó parte de los inconvenientes a "pequeñas corrupciones privadas que fueron empantanando, desde el inicio, la búsqueda de la verdad". Clarin, 6 de noviembre de 2004 LA
PISTA SIRIA El
abogado y ex dirigente peronista Juan Gabriel Labaké pidió
al juez Rodolfo Canicoba Corral que cierre la investigación
sobre su cliente Alberto Kanoore Edul en la causa por el atentado
contra la AMIA. Edul es considerado parte de la llamada "pista
siria" que alientan algunos sectores del Gobierno después
de que el tribunal oral absolviera a los policías bonaerenses
que el juez Juan José Galeano había acusado de recibir
la Trafic usada como coche bomba de manos de Carlos Telleldín.
Es que Edul llamó, antes del ataque, a Telleldín para
preguntarle por la Trafic que había puesto en venta en un
clasificado. |
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