Félix Sautié

CRÓNICAS CUBANAS.
EN UNA ENCRUCIJADA DECISIVA.

Queridos lectores tal y como les he escrito en crónicas anteriores, en Cuba estamos debatiendo por primera vez en mucho tiempo sobre los múltiples problemas que nos afectan muy seriamente y que han alcanzado un nivel de agudización que no admite más dilaciones, ni mucho menos que continúe la política del triunfalismo paternalista que ahoga al pensamiento y que parte de una única fórmula para construir el socialismo, creando una realidad virtual que tiene que ver más con el deseo de algunos que con lo que realmente acontece en la base de la sociedad. 

Creo que es muy importante en mi actividad de cronista de la época y de las circunstancias que me han tocado vivir en mi país, continuar relatándole estos acontecimientos trascendentales. Son muchos los años que se han acumulado sin algo así. Incluso debo decirles también que es mucha la presión concentrada para evitar que las cosas pudieran plantearse abiertamente en instancias propicias con receptividad a entenderlas, sin que medie la descalificación, la sospecha y el insulto. 

Constituyen viejos métodos muy difíciles de abatir que mantienen su preeminencia en nuestra sociedad y ante esta nueva situación que poco a poco se ha ido creando con vistas a que los problemas se planteen, cuesta trabajo romper los escepticismos y las preocupaciones muy fundadas al respecto que muchos esconden por miedo, así como los enfrentamientos sutiles de quienes no quieren que se hable. Mientras que otros se han decidido a decir todo lo que piensan. 

Es entre estas alternativas que hoy se mueven las conversaciones en La Habana y el significativo silencio de algunos medios que habitualmente divulgan hasta la saciedad cualquier cosa que se plantee como parte de la política oficial. Esta actitud de medios y personas, llama la atención a cualquier observador que siga los procesos socio políticos del país. 

Las razones pueden ser muchas y considero que no es bueno apresurarse a emitir un criterio sobre algo que en algunos casos pudiera ser incipiente y quizás casual, aunque la casualidad en lo político y lo social casi nunca se manifiesta como tal ya que siempre actúan causas determinadas, de acuerdo con la Ley de Causa Efecto. 

Considero que por el momento solo habría que apuntar el asunto y mantenerlo en observación. Aunque, realmente pienso que estamos ante una encrucijada decisiva en que estas manifestaciones no deben pasarse por alto. No es posible continuar presentando las cosas como si no tuviéramos problemas y errores propios del Sistema y como si todo se debiera a las agresiones externas. 

Estas agresiones tampoco pueden negarse: el bloqueo y el enfrentamiento económico de los Estados Unidos contra Cuba se mantiene a pesar de que la gran mayoría de los países del mundo no lo aprueba y próximamente (el 30 de octubre) en la Asamblea General de las Naciones Unidas que en la actualidad se está celebrando en Nueva York, se va a discutir el tema sobre la “Necesidad de poner fin al Bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América a Cuba”. 

Será la 16 votación de la Asamblea General de la ONU desde 1992 a la fecha, sin que E. U. haya hecho caso alguno al reclamo universal contra esa medida. Pero esas acciones de E. U. tampoco nunca podrían justificar el inmovilismo que nos invade por todas partes. Por eso los silencios de algunos sobre los debates de hoy, quizás no tengan justificación válida y constituyan una resistencia a las realidades y urgencias que no se pueden negar. Así las cosas.