Manuel
Norberto José de Anchorena
"No
chapeo con el apellido"
Su
inconfundible origen europeo, los muebles de estilo francés que lo
rodean y su ostensible aspecto irlandés, no le impiden a Manuel Norberto
José de Anchorena sentirse "un verdadero criollo, bien de campo"
-¿Qué
es para usted, ser un Anchorena?
- Nunca pensé demasiado en eso. A veces pienso que están los
que chapean con el apellido para que el maitre les lleve un poco más
el apunte.
-Socialmente,
¿lo benefició llamarse Anchorena?
- Ayuda, porque en este país hay mucha gente que le lleva el apunte
a estas cosas, pero como dijo Arturo Jauretche, Manuel Anchorena fue el único
que no le ladeó el caballo a Don Juan Manuel (de Rosas).
Y
es precisamente Rosas su principal referente ideológico: "Perteneció
a aquella clase dirigente que defendía realmente los intereses del
país" enfatiza, mientras no oculta su orgullo por haber logrado
la repatriación del cuerpo de Rosas, desde Gran Bretaña, donde
él era embajador.
También
admira a Juan Domingo Perón, que además de mantener la línea
nacionalista de Rosas -dice- se preocupó por lograr una justicia social
que hora él asegura practica con sus peones. "Les consigo los
mejores médicos. Yo creo que me quieren, pero ojo que no es el caso
común de los estancieros", afirma.
Asimismo,
consideró a Aldo Rico como el único político que mantiene
la ideología nacionalista y peronista, "pero de Perón",
aclara.
-¿Cree
que el gran país agrícola ganadero se acabó?
- Si actualmente tenemos mercados como China o algunos países de Europa
que se están muriendo de hambre, el campo no puede estar muerto. Sin
embargo, la Sociedad Rural, por ejemplo, hoy en día, es un shopping
en complicidad con el gobierno. Quizás este sea un sistema perverso...
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Elogia
a Rosas y Peron, señala la decadencia de la Sociedad Rural
("hoy
en día, es un shopping en complicidad con el gobierno")
y critica el capitalismo salvaje |
-¿Ahora
usted habla de capitalismo perverso?
- No sólo hablo yo, también lo hace el Papa. Cuando veo a un
chico pidiendo limosna, pienso que podría ser mi hijo y se me estruja
el corazón; y eso es el resultado de un capitalismo salvaje donde hay
señores que venden autos a 40 mil dólares -si tienen prebenda-
que afuera cuestan la mitad.
-¿Usted
es así de durito siempre o a veces se suelta?
- Creo que hay un tiempo para cada cosa. Un tiempo para cacarear, otro para
hablar...
-¿Qué
cosas valora como herencia de los Anchorena?
- Fundamentalmente rescato la universidad de la vida. En mi casa me enseñaron
todas las costumbres sociales. Y las reglas.
-Usted
es de los que dicen colorado y no rojo...
- Siempre dije colorado. Nunca me puse a pensar en el rojo, quizás
por los "colorados del Monte". Se dice 'comer' y no cenar, porque
'cena' es después de las doce de la noche en todas partes, aquí
y en la China.
Todos sabemos a qué hora fue la última cena de Cristo.
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