Josep Burcet Llampayas

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Gestión del cambio 

II

... probablemente, 
la historia más emocionante,  jamás relatada

Ojee un ejemplar

Perspectivas 
para gestionar el cambio

No todos los cambios tienen las misma características. En consecuencia, las herramientas y los procedimientos para gestionarlos también son diferentes.

Lo mejor es analizar los distintos tipos de cambio. Una buena manera de hacerlo es utilizar la tipología de Anderson (*). Según este autor, hay tres tipos básicos de cambio: (*) Ver Beyond Change Management, Dean Anderson, Ed. Jossey-Bass/Pfeiffer, 2001, pàgina 31 y siguientes

- Cambios de crecimiento
- Cambios de transición, y
- Cambios de transformación

CAMBIOS DE CRECIMIENTO

En los cambios de crecimiento no se modifica la actividad, sino que se amplia. Se mejora lo que ya existía y se le da una dimensión mayor.

Todo el mundo sabe hacia donde se va. El estado futuro deseado es una proyección del estado presente a una escala más grande. Los objetivos son obvios.

En comparación con los otros tipos de cambio, el cambio de crecimiento es el que comporta menos riesgo y el que resulta más fácil de realizar. También es el que produce menos tensión y el que plantea menos problemas de adaptación.

Procedimientos por medio de los que se pueden apoyar los cambios de crecimiento (**) (**) Se puede encontrar un buen inventario de herramientas en Change Management, Colin Rye, Ed Kogan Page Limited, 2001

Los medios para lograr los cambios de crecimiento, mencionados por Anderson son los más conocidos. Por ejemplo:

Entrenamiento en habilidades técnicas y personales

Por ejemplo, para el desarrollo de habilidades para la comunicación, para las relaciones interpersonales, para mejorar la capacidad de supervisión, etc.

Desarrollo de la capacidad para trabajar en equipo

Tiene por objeto el entrenamiento de las habilidades que son necesarias para trabajar en equipo. Promueve la coherencia del esfuerzo conjunto.

Entrenamiento para la solución de problemas

Adquisición de técnicas para descomponer problemas en sus partes constitutivas, analizar sus componentes y explorar las mejores soluciones

Negociación de roles

Para desarrollar la capacidad de negociación, refinando y consensuando el contenido de los roles que corresponden a cada uno. Clarifican qué es lo que cada cual espera de los demás.

Programas de mejora de la calidad

Aumentan la calidad de los bienes y servicios. La calidad se define en función de lo que quieren y necesitan los clientes. Incluyen análisis estadísticos y la identificación y descripción de buenas prácticas.

Técnicas de resolución de conflictos

etc.

CAMBIOS DE TRANSICIÓN

Lo característico de los cambios de transición es que se reemplaza un estado por otro que es substancialmente diferente. Aquí, la gestión del cambio consiste en organizar el paso de un estado a otro.

A diferencia de los cambios de crecimiento, que representaban una respuesta adaptativa a ciertos cambios registrados en el entorno exterior de la organización, los cambios de transición responden a cambios externos más importantes. 

En su forma más simple, los cambios de transición constan de tres etapas: el punto de partida, el período de transición y nueva situación de llegada.

Como señala acertadamente Bridges (***), el abandono de la situación de partida constituye una de las principales dificultades de los cambios de transición. (***) Ver Managing Transitions, William Bridges, Ed. Perseus Books, 1991 

 Se hace necesario romper con ciertos lazos existentes entre las personas y las situaciones que se abandonan. Una transición implica siempre un final y representa una pérdida. 

Los cambios de crecimiento representan una afirmación de la identidad. La mayor parte de las personas afectadas dentro de la organización, continúan ocupando las mismas posiciones y mantienen las mismas responsabilidades. El crecimiento implica ir a más, sin dejar de ser lo que uno es.

Por el contrario, los cambios de transición implican una modificación de la identidad. Los afectados por el cambio, dentro de la organización, deben abandonar sus posiciones, sus responsabilidades y prerrogativas y necesitan adaptarse a una situación nueva.

Las fusiones son un buen ejemplo de cambios de transición. En las fusiones totales, desde las posiciones de mayor responsabilidad hasta los empleados con menos especialización, todos quedan expuestos a los avatares de la transición.

La adopción intensiva por parte de una organización de todas las posibilidades que ofrece Internet representa otro buen ejemplo de cambio de transición. La distribución integral de la información, la apertura de flujos internos de comunicación horizontal a gran escala, el establecimiento de relaciones directas con los clientes que evapora literalmente muchas instancias intermedias, la reconfiguración profunda de los dispositivos de control, el acceso a cientos de millones de clientes potenciales distribuidos por todo el planeta, todo esto implica una profunda reestructuración de la organización.

En los cambios de transición, la atención a las reacciones emocionales de los afectados dentro y fuera de la organización tiene mucha más importancia que en los cambios de crecimiento. En una transición es indispensable que los miembros de la organización no se encierren en posiciones defensivas porque es necesario que colaboren activamente en la realización de los cambios. Si los afectados no cooperan, la transición fracasa. Podrá desembocar en una situación aparentemente nueva, pero conservará prácticamente intacto el espíritu y los tics de la situación precedente.

CAMBIOS DE TRANSFORMACIÓN

El cambio de transformación es el más profundo y complejo de todos. Representa una auténtica transfiguración de toda la organización. Al realizarse, se modifican profundamente las maneras de pensar, las creencias, las estrategias, los sentimientos, los valores y todo aquello que inconscientemente se tiene asumido como lo que es "bueno" y lo que es "verdad". En el cambio de transformación lo que se modifica es la parte más íntima de la mente de las personas, aquello que les es más entrañable.

Los cambios de transformación afectan globalmente a toda la organización, en su conjunto. No era así en los cambios de crecimiento  y de transición que implicaban modificaciones que afectaban a distintas partes de modo diferente y que se podían tratar por separado.  

En el modo de circular la comunicación dentro de la organización también se puede apreciar diferencias notables. En los cambios de crecimiento, la comunicación circulaba exclusivamente en sentido vertical. En los cambios de transición empiezan a aparecer flujos de comunicación horizontal. En los cambios de transformación, la comunicación transversal adquiere una mayor densidad.

Los cambios de transformación implican una importante modificación de la cultura de la organización. Los miembros empiezan a ver la realidad de otra manera, perciben al cliente de otra forma, ven el trabajo desde otra perspectiva e incluso cambia la percepción que tienen de sí mismos y la idea que tienen de lo que es su organización.

Otra peculiaridad de los cambios de transformación reside en el hecho de que cuando se inician no se tiene una idea demasiado precisa de cómo van a acabar. En los cambios de crecimiento y en los de transición existe una visión explícita de cual debe ser el resultado final. Se tiene así mismo la sensación de que el proceso de cambio estará bajo control, de acuerdo con el plan establecido. Aquí no. Aquí se sabe más o menos hacia donde se quiere ir, pero se desconoce a ciencia cierta cómo va a terminar todo. La idea del estado final se perfila a medida que se avanza.

La pérdida de control sobre el proceso y sobre su resultado final es algo que repugna desde la perspectiva de las formas convencionales de gestión. La mayor parte de los dirigentes convencionales desean tener bien asidas las riendas y esperan que la organización funcione con la precisión de un reloj. 

¿Cómo es entonces que, con un grado tan alto de indeterminación, haya dirigentes que se atrevan a poner en marcha cambios de transformación? Los analistas sugieren que se trata de una respuesta para potenciar la flexibilidad.

La cultura convencional de las organizaciones impide la reacción a tiempo frente a la rápida transformación de la economía y la sociedad. Los cambios de crecimiento y de transición no son suficientes para seguir el paso, porque se producen bajo el paraguas de la cultura existente. El cambio de transformación consiste precisamente en cambiar el paraguas, en comenzar a actuar bajo el abrigo de una nueva cultura y una nueva mentalidad.

La parte más problemática de todo este asunto es que, al empezar, el paraguas nuevo no existe todavía. Se ha de ir construyendo, a medida que se avanza.

PERSPECTIVA GENERAL
DEL CAMBIO RECIENTE 
EN LAS ORGANIZACIONES

Durante los últimos 30 años, el cambio en las organizaciones se ha ido desplazando desde las modificaciones más superficiales hacia las transformaciones más profundas. De la introducción de prácticas para mejorar la eficiencia hasta la transformación de la parte más íntima y recóndita, a saber, su propia naturaleza y cultura

La progresión registrada representa, en realidad, una inflexión que deja atrás las meras reorganizaciones y se adentra directamente en el terreno de la transfiguración institucional. El afianzamiento de esta tendencia, durante los próximos 10 años conduce hacia unas organizaciones radicalmente nuevas.

EVOLUCIÓN ESTIMADA
DE LOS DISTINTOS TIPOS
DE CAMBIO

El gráfico que sigue, muestra una estimación de la evolución de los distintos tipos de cambio. De acuerdo con esta estimación, en 2015, la mayor parte de los cambios serían cambios de transformación 


© Josep Burcet

EVOLUCIÓN DEL FOCO 
DE ATENCIÓN DE LA DIRECCIÓN

La evolución de las necesidades de adaptación de las organizaciones requiere un cambio de óptica en la dirección.

Últimamente se está observando una evolución de las organizaciones en las que el éxito dependía del capital hacia una situación deferente en la que el éxito depende cada vez más del conocimiento.

Pero antes de haber podido asimilar esta inflexión, nos enfrentamos súbitamente a una situación todavía más nueva, en la que se adivina que el éxito acabará dependiendo fundamentalmente de la capacidad de cambio.

Des esta forma, la parte más crucial de la dirección de las organizaciones se desplaza, primero, de la gestión económica a la gestión del conocimiento. Y a continuación, de la gestión del conocimiento a la gestión del cambio.

Así, en líneas generales, la orientación de la gestión da los pasos siguientes:

1 Gestión de la estabilidad
2 Gestión de los cambios de crecimiento
3 Gestión de los cambios de transición
4 Gestión de los cambios de transformación

Situaciones de estabilidad

En las situaciones de relativa estabilidad, la gestión del capital constituye el foco principal de atención de la dirección. La gestión del conocimiento es muy poco importante y la gestión del cambio es intrascendente

Cambios de crecimiento

Cuando las organizaciones se orientan hacia el crecimiento, la gestión del capital continua siendo fundamental. Pero la gestión del conocimiento empieza a ser un tema al que conviene empezar a prestar atención. Por el contrario, la gestión del cambio es todavía un tema poco importante.

Cambios de transición

En los cambios de transición, la gestión del capital continua siendo crucial, pero la gestión del conocimiento empieza a ser muy importante. La gestión del cambio también adquiere una gran gran importancia.

Cuando la dirección de una aborda un cambio de transición con el perfil de prioridades que es propio de los cambios de crecimiento, la transición fracasa. Como hemos visto más arriba, muchos cambios de transición fracasan aunque sus gestores los presentan como éxitos porque pueden exhibir una fachada aparentemente nueva.

Cambios de transformación

Los cambios de transformación requieren otro estilo de liderazgo. Aquí, la gestión del cambio debe ser el primer foco de atención.

La gestión del conocimiento seria la segunda prioridad y la gestión económica la tercera. Sin embargo, esto no quiere decir que los temas económicos y la gestión del conocimiento no sean importantes. Continúan siéndolo, aunque una buena gestión del cambio sea la máxima prioridad.

De hecho, no es que el aumento de la importancia de la gestión del cambio deba hacerse en detrimento de la gestión del capital y la gestión del conocimiento, sino que se acumula. Es decir, hay más cantidad de temas a los que se debe prestar atención.


Continuación:
Gestión del cambio
3a. parte

Sobre el impacto emocional que ocasionan los cambios.  Describe la secuencia de emociones que producen los cambios que se consideran negativos y los ocasionados por los cambios que parecen positivos. Analiza las disfunciones producidas por las emociones mientras se está asimilando el cambio.