Teoría del 
LIDERAZGO
- UN ENSAYO - 
 Raúl Cadena Cepeda.
Junio 1993 
  
Un buen tema de reflexión: como influir en el destino comunitario, dentro del ámbito del trabajo, 
la política, la familia o en la vida social. 
Si apreciamos el comportamiento de las 
colectividades, ya sean grupos de animales o de humanos, caemos en cuenta que 
ese comportamiento esta siempre regido por sus líderes naturales.
También caeremos en cuenta que en ocasiones nos toca 
nosotros actuar como líderes y aveces desempeñamos bien el papel, y otras lo 
hacemos mal. 
Es importante analizar este fenómeno, para sacar el 
mejor provecho de la situación.
Es un hecho notable que los grupos, aún siendo 
similares y contando con material humano semejante, se comportan de manera 
diferente.
En algunos casos se aprecia que en el grupo hay 
compañerismo, el trabajo es efectivo y se disfruta el quehacer 
comunitario.
En otras ocasiones se observan rencillas, 
ineficiencia y desgano. 
¿Qué hace la diferencia? ¿Cuál es la variable que 
modifica y regula la acción colectiva? 
Esta variable es la influencia del líder, el cual 
norma consciente o inconscientemente el comportamiento de los 
demás. 
Debe notarse que en una comunidad, el líder no es 
necesariamente el jefe, aunque esto sea lo más deseable. 
Observando cuidadosamente este tema, caemos 
rápidamente en cuenta que no es lo mismo ser el jefe que ser el líder, 
actividades que se diferencian notablemente y cuya identidad describimos en 
seguida: 
 
Las cualidades que identifican al jefe son las 
siguientes : 
* El poder
* La costumbre
* La investidura 
 
Y las que identifican al líder son 
: 
* La autoridad 
moral ( a través de una causa común). 
* El poder del 
convencimiento (al resto de la comunidad y a 
él mismo) de la validez e importancia de la causa.
* El 
conocimiento y habilidad para lograr los 
objetivos.
Cuando las cualidades del líder son atributo del 
jefe, el éxito de la misión está asegurado, cuando esto no se da, el fracaso del 
grupo es inminente.
 
  Una noticia que leí en un 
  periódico hace tiempo me servirá para ilustrar lo anterior: 
  Un pequeño avión bimotor se estrelló en la Sierra 
  de Chihuahua. Los pasajeros aunque ilesos se encontraron perdidos en un paraje 
  deshabitado y esperaron en vano ser rescatados por varios días.
  Estando a punto de desesperar apareció un pastor 
  en el lugar, quien se ofreció a llevarlos al poblado más próximo. Durante 
  horas, los accidentados caminaron siguiendo al cabrero, vadearon arroyos, 
  cruzaron cerros y bordearon laderas, sin expresar queja ni desmayar, a pesar 
  de las dificultades de la travesía.
  De pronto llegaron a un camino vecinal, donde 
  pidieron auxilio. El pastor les indicaba que debían seguir adelante. Nadie le 
  hizo caso, pararon un autobús y se fueron.
  En esta breve historia podemos observar a un jefe 
  que no tenía liderazgo : "El piloto del avión". Aunque éste contaba con la 
  investidura (capitán de la nave) y el poder (estaba armado), carecía del 
  conocimiento y habilidad necesarios que requería la nueva situación. Ni los 
  pasajeros, ni él mismo le daban el don de mando.
  El líder natural era el pastor, pues aprovechaba 
  una causa trascendente "Salvarse cada cual" y tenía el conocimiento para ello. 
  En este caso, no necesitó utilizar la persuación, pues los pasajeros estaban 
  suficientemente convencidos de que era conveniente salvar la vida.
  Sin embargo el pastor pierde totalmente el 
  liderazgo cuando los accidentados llegan a un camino. ( ya no era necesario 
  ).
   
Esto nos indica que todos los liderazgos son 
temporales y su permanencia esta limitada por la dependencia del grupo al 
líder.
Si consideramos el caso afortunado, en el que tanto 
la jefatura formal como el liderazgo recaeen en la misma persona, encontraremos 
que en ella se dan las siguientes características:
- Investidura : Monarca, jefe de estado, presidente 
del consejo, director, maestro, padre, etc. 
- Poder : Económico (el sueldo), Cohersivo (la 
policía, conscripción, exámenes, auditorías, etc.).
- Autoridad moral (a través de una causa) : La raza, 
el cielo, la patria, la salud, la cultura, el deporte, promover la ecología, la 
liberación femenina, actividad partidista, etc.
- El poder del convencimiento : Empleando la 
elocuencia; a veces mediante eslogans no racionales, postulados dogmáticos y en 
otras ocasiones (las menos) usando la lógica.
- El conocimiento y habilidad para lograr el 
objetivo : Este aspecto es el más variable de todos, pues implica el 
conocimiento, destreza y voluntad del líder en la consecución del fin 
común.
 
Habiendo definido las características del liderazgo, 
debemos a continuación considerar las relaciones entre el lider y su 
grupo.  
Las siguientes condiciones son indispensables para 
que el jefe imprima un liderazgo eficiente a su comunidad:
 
1.- Tener 
brújula : Es necesario que el guía conozca 
el derrotero a seguir. No hay peor líder que aquel que es errático, que cambia 
las ordenes constantemente, que no es consistente en sus acciones, o que se deja 
influir por las opiniones de los demás, que se altera por el temor o por sus 
propias pasiones.
Recordemos que el pastor de la historia estaba bien 
orientado y nunca titubeó en el rumbo a seguir.
 
2.- Tener 
ejército : Nunca en la historia de la 
humanidad, algún lider ha ganado una batalla peleando solo. Para lograrlo 
requiere de su ejército, y para que este funcione necesita una estructura de 
mandos, (Almirantes, Generales, Brigadieres, Oficiales, Clases y 
Soldados). 
La mejor manera de destruir tu propio ejército es 
ignorar la estructura de mandos.
Interferir en la esfera de acción de los subalternos 
es nefasto para la acción de grupo.
El General no debe comunicarse directamente con la 
tropa, pues eso desmoraliza y anula a los oficiales, propiciando la indisciplina 
y la insubordinación.
Siempre debemos apoyar a los mandos intermedios, 
esto crea un clima de seguridad invaluable.
Por otra parte nunca debes permitir que un 
subalterno trate con tus iguales o con tu jefe. Esto propicia la confusión en el 
sistema de mandos y anula toda acción efectiva.
Recuerda que el liderazgo es una condición personal 
y como tal, no es compartible.
 
3.- Fomentar la 
lealtad : La única manera de lograr la 
lealtad de los subordinados, es ofrecer la misma lealtad a ellos.
Esta virtud compartida se genera con el compromiso 
del jefe a cada uno de los subordinados (a pesar de las diferencias de partido, 
sexo, religión, raza y cultura). Compromiso que debe ser similar de los 
subordinados con su jefe. Este compromiso de apoyo y protección genera el 
espíritu de grupo. Espíritu que se ve reforzado por la existencia de una causa 
común.
Un caso típico de este efecto lo observamos en el 
comportamiento de los Ejércitos Alemán e Italiano durante la 2da. Guerra 
Mundial.
En el primero de los casos, los oficiales y soldados 
se presentaban en el frente de combate juntos, comían en los mismos cuarteles y 
viajaban en los mismos vehículos. La disciplina y la dedicación a la causa eran 
excelentes.
En el caso del Ejército Italiano, los oficiales 
recibían un trato privilegiado y poco se exponían a la metralla, creando una 
marcada distinción entre éstos y la tropa. Los resultados fueron 
lamentables.
 
4.- Reglas claras 
: Una pésima costumbre, que anula toda 
acción de grupo, es cambiar las reglas del juego o simplemente no 
definirlas. 
El líder desde el primer instante, debe fijar los 
límites de acción de sus subordinados, especificar claramente que espera de cada 
quién y cuales son las acciones delictivas y sus penas.
Debe también indicar cuales son los mecanismos de 
ascenso dentro de la corporación. 
Cuando no se marcan las reglas, los subordinados 
dedican demasiado tiempo a especular o imaginar las intenciones del guía, 
resultando la acción del grupo en una serie incoherente de movimientos nerviosos 
e ineficientes. 
Los subordinados deben saber que avanzarán o 
retrocederán, serán premiados o castigados por sus propias acciones y que nunca 
depende de caerle bien al jefe o de adularlo para progresar en la organización. 
Deben saber que son amos de su propio destino y que la relación causa- efecto es 
similar para todo el mundo. Es importante mencionar que el líder no es el dueño 
de la corporación, sino solo una parte de ella y que debe ser el primero en 
sujetarse a las reglas del juego.
 
5.- Delimitar 
funciones y responsabilidades
"Los comités deben estar formados siempre y sin 
excepción por una sola persona". 
La mejor manera de frenar la buen marcha de una 
empresa es mediante la creación de comités.
Generalmente los comités tienden a:
* diluir la responsabilidad 
* enmascarar la ineptitud
* postergar las decisiones. 
* fomentar la ineficiencia. 
Esta costumbre de crear comités, trae aparejado el 
vicio del abuso de juntas y reuniones.
Esto cansa a los colaboradores y se desperdicia el 
tiempo miserablemente en escuchar muchos temas intranscendentes y ajenos a la 
causa común.
Recordemos que el tesoro mas valioso del ser humano, 
es su propio tiempo.
Que si alguien te roba tu tiempo, te esta robando 
parte de ti mismo.
Una de las cualidades del líder, es la de no 
desperdiciar su tiempo, ni el de sus subalternos.
 
Me viene a la memoria una anécdota que aconteció en 
el año de 1927, cuando Charles Lindberg cruzó el Atlántico solo, en un avión 
monoplaza, en vuelo sin escalas Nueva York - París.
La noticia se transmitió por la radio de todo el 
mundo. Pronto le informaron de la hazaña al Presidente de los Estados Unidos; 
Calvin Coolidge, quien respondió:
"No veo nada extraordinario en que un hombre cruce 
el Atlántico.
Un hombre solo puede hacer cualquier 
cosa".
"Avísenme cuando un comité halla cruzado el océano" 
( Esto no sucede todavía ).
 
6.- Delegar 
responsabilidades
Es común ver como algunos funcionarios se atiborran 
de trabajo, no tienen tiempo para sus actividades personales mientras que otros 
parecen que tienen días de 48 horas y además de cumplir sus compromisos de 
trabajo, les sobra el tiempo para actividades extracurriculares.
Esto se debe a que hay quienes saben delegar y 
quienes no. El delegar funciones a los subalternos, es requisito para el éxito 
de cualquier misión y requiere de los siguiente :
* Delimitar la esfera de acción de las acciones a 
ejectuarse.
* Otorgar autoridad en proporción a las obligaciones 
delegadas.
* Aceptar el criterio del subordinado, especialmente 
en la forma de lograr el objetivo. Siempre y cuando esto último se 
logre.
* Aceptar los errores que se cometan en el período 
de aprendizaje, o los que se dén como parte de la diferencia de criterios entre 
el jefe y el subordinado.
Estos errores son un precio muy bajo a pagar a 
cambio del inmenso aumento de la productividad que se da al operar en base a 
resultados.
Los errores son necesarios, indispensables para 
adquirir la madurez y el adiestramiento, pero el líder debe estar atento para no 
permitir errores que pongan en peligro el éxito de la misión
Por último, es conveniente reconocer los méritos de 
cada cual. El aceptar los éxitos de los subalternos y darlos a conocer, 
reforzará su autoestima y el espíritu de trabajo.
 
7- Saber 
distinguir al enemigo.
Esto parece sencillo, pero no lo es.
A veces el enemigo no esta afuera de la 
organización, y poderlo distinguir no es cosa fácil, por lo que el líder debe 
estar preparado para recibir agravios de miembros de la organización, 
especialmente después de terminar su mandato.
¿ Porque hizo eso fulano, si lo apoyé, siempre lo 
ayudé ?
Esta es una pregunta común, al término de una 
administración.
Eso es inevitable, pues es muy difícil diferenciar 
desde arriba al adulador, del buen colaborador.
Además, los envidiosos son generalmente cobardes, 
quienes esperan mostrar su mezquindad cuando ya no hay peligro.
No olvidemos por otra parte, que la adulación es un 
gran negocio y que es mas agradable oír elogios y buenos augurios, que criticas 
honestas
"Cuando dos hombres siempre opinan lo mismo, uno 
sobra"
 
8- Saber 
consultar.
Un ejecutivo tiene un problema de carácter 
eminentemente técnico.
Forma un comité con sus inmediatos colaboradores y 
les consulta el asunto.
Como éstos no están capacitados ni bien 
documentados, le dan una solución eminentemente descabellada.
El directivo se da cuenta de la situación, pero se 
siente entrampado. Si no acepta la solución propuesta, los miembros del comité 
se sentirán ofendidos. Si acepta la propuesta, se cometerá un grave 
error.
Nunca pidas consejo a los ignorantes. "cien idiotas 
no encuentran la verdad mas rápido que un puñado de gente preparada".
Esto no quiere decir que el líder se aleje de 
consultar, solo que debe hacerlo solo cuando no conoce la solución y a las 
personas indicadas.
Existe también el vicio del jefe "todologo" que se 
siente capacitado para decidir sobre cualquier tema, aún en aquellos que se 
alejan de su esfera de conocimiento.
Es un error común en aquellos que el puesto les ha 
hecho perder la cabeza, o quienes no pueden con su propio ego, vicio que debe 
ser evitado a toda costa.
 
 
9.- Sentido de la 
proporción
El sentido de la proporción es vital para que el 
líder pueda ganar las guerras aunque pierda las batallas, permitiéndole ser 
selectivo en sus objetivos.
Reaccionar ante un problema menor, como una taza de 
café derramada, errores de ortografía en un reporte, llegadas tarde del 
personal, etc., con la misma intensidad de la que amerita un problema mayor : 
explosión atómica, invasión extranjera, quiebra de la bolsa, requerimiento de 
Hacienda, etc. manifiesta inestabilidad emocional.
El jefe debe tener una escala de estímulo-respuesta, 
racional.
En este ámbito de acción, están las rencillas y 
rencores personales, los cuales generalmente provienen de pequeñas disputas o 
conflictos menores que deben pasarse por alto
El líder no debe guardar rencor para nadie. El 
rencor es la fuerza más intensa que mina nuestras energías. Rumiar los 
resentimientos sólo nos hace perder el tiempo, desgastarnos y confundirnos. Por 
otra parte, generalmente llega el momento en que debemos hacer causa común con 
nuestros enemigos, y muchas veces éstos se convierten en fieles 
aliados.
Se comenta que el General Eisenhower cuando recibía 
una ofensa de alguien, escribía su nombre en un papel, lo tiraba al cesto de la 
basura y decía : "El asunto está olvidado".
Dentro de este sentido de la proporción, se incluye 
el justo concepto de uno mismo. No hay cosa más cómica que el pequeño burócrata 
con ínfulas de grandeza, o el cacique perdonavidas, que nos hace recordar a los 
dictadores de las naciones pobres, con uniformes de almirantes y ejércitos 
raquíticos y flamélicos.
Es común ver perder la cabeza a algunos jefes, lo 
cual nulifica su capacidad de liderazgo. 
Debe recordarse que las atenciones y las adulaciones 
que recibe el jefe no están dirigidas a su persona, sino al puesto que ocupa, y 
que en el momento que lo abandone, estas lisonjas terminarán de inmediato. ( 
Aquinas decía : "Cuando yo era rico era Don Tomás, ahora que soy pobre, soy 
Tomás, nomás" ).
 
10.- Autoridad 
Moral
Esta es la condición más importante para ejercer el 
liderazgo. La calidad moral del líder se da por la consistencia entre sus 
palabras y sus acciones.
Esta consistencia es vital, hace confiable al líder 
y le permite en casos extremos apartarse del código de valores de la 
mayoría.
Durante la edad media se consideraba correcto que el 
código moral de los monarcas fuese diferente al de los siervos. Dado ese 
reconocimiento, el líder no perdía figura ante la comunidad, que aceptaba del 
monarca los comportamientos más licenciosos.
Por otra parte, hemos notado como algunos líderes 
espirituales, se desacreditan al comprobarse incompatibilidad entre sus predicas 
y sus acciones.
Debe tenerse en cuenta que además de esa 
consistencia es indispensable una congruencia con la doctrina de la 
causa.
Los líderes pueden permitirse debilidades humanas, 
pero nunca errores de dogma.
Llamo errores de dogma a las diferencias con la 
filosofía de la causa.
En las sociedades modernas, los jefes de estado 
deben defender la democracia (aunque no estén convencidos de ella), los líderes 
agrarios : (los beneficios del ejido y del esquema colectivista).
Aunque la realidad y el sentido común nos indique el 
fracaso de ese sistema.
El dictador cubano : Ha sostenido su máxima "Soy y 
seguiré siendo marxista hasta el último día de mi vida, sept. 1959". Aunque se 
observe ahora la agonía de ese sistema político económico.
El líder empresarial : Debe defender la libertad de 
empresa y los beneficios del corporativismo.
Y el líder religioso : La infalibilidad de su 
doctrina. Aunque esto vaya en contra del sentido común y de toda 
lógica.
A nivel más cercano a nosotros, tenemos que recordar 
que para mantener la influencia moral, debemos sostener nuestro código de ética, 
mismo que se basa en nuestra propia escala de valores.
 
En este tópico debemos dejar siempre clara nuestra 
postura ética, definir nuestra escala de valores y especificar en que cosas no 
estamos dispuestos a transigir .
También debemos dejar claros los postulados de 
nuestros principios, aunque estos últimos no se finquen en análisis 
racionales.
 
 
11.- 
Sabiduría
Esta virtud es la más difícil de lograr, y a pesar 
de que el hombre vaya paulatinamente adquiriéndola en base a sus experiencias y 
descalabros, nunca se llega a obtener plenamente.
Sin embargo existen algunos aspectos que son 
relevantes y fáciles de apreciar en la conducta de los líderes :
Respeto :
La mejor manera de destruir la buena relación entre 
el jefe y el subordinado es el abuso del poder, que se manifiesta por 
reprimendas en público, burlas o cualquier otra acción que desacredite la 
personalidad del subordinado ante sus colegas o ante él mismo. Quien quiera 
mandar en base al escarnio se encontrará solo al poco tiempo, recordemos que "el 
honor vale más que la vida".
Bondad :
El buen líder manifiesta bondad a todos sus 
subalternos, pues esta convencido de la utilidad de estos últimos y conoce sus 
virtudes y llega a apreciarlos como compañeros del mismo barco.
Tratar de mandar en base al terror es la peor de las 
estrategias.
Orgullo :
Esta cualidad del ser humano, ha sido definida 
tradicionalmente de modo ambiguo, pues a veces se le considera un defecto de 
carácter y otras, una virtud. 
Debemos dejar claro, que en algunos casos, el 
orgullo forma parte de un sentimiento noble, que emana de la autoestima y la 
evaluación racional y equilibrada de uno mismo. En este caso, el orgullo se 
confunde con la búsqueda de la perfección y la defensa del honor, por lo que 
debe considerarse como una virtud.
Sin embargo en muchos casos, el orgullo se finca en 
conceptos sin fundamento, en la sensación de superioridad sobre los demás, en la 
evaluación errónea de nuestra propia fuerza y capacidad o en una simple vanidad, 
nacida de la visión distorsionada de nuestro ego.
En este caso, el orgullo es un vicio difícil de 
erradicar y es uno de los más nefastos componentes del carácter de algunos 
líderes, quienes toman decisiones equivocadas y que hunden al grupo y destruyen 
la posibilidad de éxito de la causa, para sanar un orgullo herido o satisfacer 
un ego insaciable.
En este caso típico, se incluyen muchos estadistas 
que iniciaron grandes guerras, solo con el afán de satisfacer su orgullo 
distorsionado.
El líder debe echar por la borda esta vanidad pueril 
y perdonar y olvidar las ofensas y burlas de sus subalternos, sus enemigos o de 
quienes lo rodean, dando así una imagen de confianza, tranquilidad y 
magnanimidad.
Sobre ese tópico traigo a la memoria el caso del 
General Zacarías Taylor, Comandante del Ejército Norteamericano durante la 
guerra contra México en 1846 ( y futuro Presidente de U.S.A.).
Estando en campaña, el general descansaba afuera de 
su tienda. Como es sabido por todos, el General Taylor era gordo desaliñado y de 
aspecto desagradable. 
En esa ocasión llegó un despacho de guerra, el 
oficial que lo portaba, se dirigió a Taylor y le preguntó "¿Oye viejo, donde 
está la tienda del General?". (tomando al General por algún 
caballerango).
El General le indicó cortésmente a donde debía 
dirigirse.
Al poco tiempo regresó el oficial muy apenado a 
disculparse con el General, pero éste le respondió :
"No te preocupes, frecuentemente me confunden con 
algún mozo, pero ten cuidado de dirigirte así con alguno de mis oficiales, pues 
seguramente te retaría a duelo".
 
Valor :
El líder debe ser el primero en afrontar los riesgos 
de las empresas. Esto hace que sus seguidores se sientan protegidos y alentados. 
La autoestima del líder es un elemento indispensable para afrontar los 
peligros.
 
Visión Universal :
Frecuentemente los líderes pierden la visión que 
distingue al medio de los fines. Después de trabajar arduamente por un objetivo 
confunden el fin con los medios y pretenden eternizarse en causas obsoletas y 
caducas.
Este caso se presenta como típico en las acciones 
partidistas zelotas, mismas que se perpetúan independiente de los fines que se 
persiguen. 
Sucede lo mismo con clubes de servicio y las causas 
de filantropía que olvidan al hombre como objeto filial y se concentran en los 
procedimientos, reuniones y asambleas, ajenas en todo a la causa 
inicial.
Es importante reconocer que una vez logrado el 
objetivo o cumplido el plazo del mandato, desaparece la necesidad del guía y es 
el momento de despedirse graciosamente y buscar nuevos horizontes, recordemos 
que :
 
"El hombre de valor puede a veces
ocupar puestos de importancia, 
pero no gana nada cuando los toma,
ni pierde nada cuando los deja".
 
12.- Confianza y Seguridad en uno mismo 
:
Nadie puede guiar a un grupo eficientemente sin 
contar con esa virtud, virtud que nos permite apartarnos de lo establecido y 
buscar nuevos derroteros. Que nos permite sentir la seguridad en nuestras 
acciones, sin tener que buscar el consenso y la aprobación de los demás. 
Existen durante la vida de los hombres, tiempos 
difíciles, cuando se deben sostener posturas firmes a pesar de la opinión 
generalizada en sentido contrario.
Es en ese momento, que se requiere de la fuerza de 
voluntad y de carácter decidido, condiciones que solo nacen de la autoestima y 
del conocimiento de la fuerza del espíritu. Sin líderes de esa naturaleza, nunca 
se hubiese descubierto el nuevo mundo ni se hubiesen logrado las hazañas y 
avances de los tiempos modernos.
Esa virtud viril solo nace del pleno conocimiento de 
nuestra posición en el universo y la aceptación del lugar y circunstancias que 
la divina providencia nos ha fijado.
Tener la fuerza moral de decir no al 
establecimiento, de romper las ataduras de la costumbre y la tradición y aceptar 
nuestras propias decisiones, sin doblegarnos ante las gratuitas opiniones y los 
augurios de quienes nos rodean, requiere coraje.
Ese coraje, forma parte de la esencia del líder y se 
enraíza en lo más profundo de su espíritu, integrándose con su misma fuerza 
instintiva.
El valor de buscar el conocimiento, sin recurrir a 
la autoridad y al dogma, sino a través del raciocinio y la experimentación . El 
poder negar errores pasados, aun en contra de la tradición y la opinión 
mayoritaria, forma parte esencial de las virtudes del líder.
El valor de poder comunicarse con uno mismo y con 
Dios, sin tener que recurrir a intermediarios, es el don de los privilegiados, 
el genio del innovador, que puede estar en contacto con el inmenso océano de la 
verdad, pues Dios solo manifiesta su designio a los valientes.
 REGRESAR 
BIBLIOGRAFÍA :
* Ralph Waldo Emerson "Self Reliance"
* Henry David Thoreau "On duty of Civil 
Disobidience"
* Bertrand Russell : "On search of 
happines"
* Ayn Rand "Philosophy, who needs it?"
* Sun Tzu "El arte de la guerra"
* J. Eisenhower "U.S. war with México"
* Aristóteles "Ética"
* Helmut Heiber "Habla el Fhürer"
* Warren Bennis "On becoming a leader"
* Ayn Rand "Atlas shrugged" 
* Shirer "Ghandi"