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El Tau Cerámica
se proclamó esta tarde campeón de la Copa del Rey de Vitoria al
imponerse al FC Barcelona por 85-83 en una final apasionante y
espectacular, de un gran nivel y con la incógnita del campeón hasta
el último segundo.
Nuevamente, el Tau protagonizó una gran remontada, pues el Barcelona
dominó durante más de 20 minutos, llegando a gozar de 10 puntos de
ventaja, gracias al acierto de Sarunas Jasikevicius y a la intimidación
de Roberto Dueñas y Efthimios Rentzias. Pero el Tau logró meterse
partido y llegar a los últimos minutos con opciones de triunfo.
En ellos, la magia de Elmer Bennett, unida a la buena mano de Foirest
y el trabajo de
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Tomasevic y Scola, permitió al Tau afrontar los
últimos segundos con igualdad y posesión de balón. Y Bennett, con
una suspensión a falta de 15 segundos, selló el resultado
definitivo: 85-83. Los hombres de
Ivanovic llevaron la iniciativa en el primer cuarto, con un Barcelona
que iba mejorando sus posiciones, siguiendo de cerca el ritmo de los
vitorianos, que incluso se atrevían desde la línea de 6,25 (Nocioni,
Corchiani). Con 16-15 de parcial se cerró el primer cuarto, buen
ejemplo de esa igualdad reiterante y previsible, tónica del encuentro.
Aíto previno a sus hombres y planteó una defensa más sólida en el
segundo período, que de inmediato surtió efecto, ya que los catalanes
tomaron las riendas al dar con la clave para anular la táctica del los
vascos.Tras el descanso, el peligro baskonista pasó a llamarse
Jasikevicius. El jugador lituano acertaba bajo el aro, con bandejas, a
media distancia y también se permitió un par de triples. Colocó al
Barcelona con una máxima ventaja de 10 puntos (34-44, min. 25), y no
hizo más brecha porque la defensa del Tau siempre se mantuvo firme.
Dusko Ivanovic arremetió contra la falta de acierto de sus tiradores y
les pidió que no se durmieran en ese momento. El regreso de Oberto a la
cancha del Fernando Buesa Arena no sirvió de mucho, ya que la defensa
barcelonista se había aprendido la jugada clave del quinteto vitoriano.
Pero el Tau encontró su salvación en la salida de Jasikevicius, y ese
lastre de 10 puntos logró cerrarse a una canasta de 2 (46-48, min 27).
Además, la salida de Elmer Bennett para dirigir el juego de los
vitorianos fue de gran ayuda.
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Estaba claro que
el Barcelona no se iba a rendir y que no iba a dejarse ganar como
Unicaja ayer. Rentzias y Jasikevicius, los mejores del equipo blaugrana,
anotaron dos grandes canastas que dieron a su equipo una ventaja de 7
puntos (50-57), reducido al 57-61 del final del tercer periodo tras dos
acciones ‘Made in Bennett’.
Los últimos 10 minutos comenzaron con un triple de Foirest que redujo
la ventaja blaugrana a la mínima expresión: 60-61. Pero dos nuevas
genialidades de Jasikevicius impidieron al Tau culminar su remontada
poniéndose por delante, algo que los expertos entienden fundamental
para considerarla como tal. Pero todavía quedaba tiempo, pues aunque
las canastas de Jasikevicius abrieron de nuevo hueco, el Tau seguía ahí
cual conejito de Duracell. Así, se entró en los últimos cuatro
minutos con 73-74.
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Y el Tau
consiguió entonces lo que venía buscando desde 20 minutos antes:
ponerse por delante. Lo hizo de la mano de Laurent Foirest, autor del
triple que significó la primera ventaja baskonista desde el minuto 15,
si bien fue rápidamente contrarrestado por otra ‘bomba’ anotada por
Rentzias.
Los últimos dos minutos fueron de extraordinaria brillantez, intercalándose
canastas de gran dificultad y mérito que hicieron que el partido
llegase a los últimos 15 segundos con empate a 83. Bennett anotó
entonces una suspensión a tablero que no tuvo réplica por parte del
Barcelona, que erró dos tiros: uno de Jasikevicius tras una penetración
y un triple muy forzado de Digbeu que besó el aro a la vez que sonaba
la bocina.
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