FORO2: LOS ELEMENTOS DE LA  REGIONALIZACIÓN Y LA INFLUENCIA DE LA PLANIFICACIÓN

Subtema: Globalización y Regionalización

 

LA GLOBALIZACIÓN

La globalización es el nombre dado al proceso por el cual las diversas economías nacionales se van transformando paulatinamente y de forma acelerada, desde el último cuarto del siglo XX, en una sola economía mundial o global, ahora que prácticamente todas las economías de planificación estatal han desaparecido y las que quedan se están integrando plenamente en ella. Ha sido propiciado por dos factores cruciales:

Para M. Castells (1997), la palabra global no es sinónimo de planetario, aunque sí lo sea su alcance, pues la globalización tiene efectos selectivos, de modo que no todos los procesos económicos ni todos los territorios ni todas las personas se benefician de sus aspectos positivos, ni siquiera dentro de los países más desarrollados e integrados en la economía global. Por el contrario, el nivel de integración va a depender sobre todo de los territorios, como estructuras organizativas; de interacciones sociales en relación con su potencial competitivo, derivado de sus herencias históricas; del papel de sus instituciones y de la calidad y densidad de las cooperaciones y relaciones internas y externas; de sus empresas y de sus habitantes, en la transmisión y acumulación del conocimiento. Lo global se apoya en lo local transformándolo con el tiempo, y los cambios pueden ser positivos o negativos, lo cual mantiene en constante movimiento a poblaciones y territorios dándole un carácter dinámico a la economía global.

 

ELEMENTOS DE LA GLOBALIZACIÓN

La integración financiera

Hoy los mercados financieros son interdependientes e interactúan de forma integrada y global, a pesar de los husos horarios, gracias a los nuevos sistemas de información y de comunicación, a su desregulación y a la liberalización de los flujos financieros transnacionales que supone la pérdida del control por parte de los bancos centrales estatales. Los estados ya no pueden controlar la política monetaria y fiscal y los tipos de interés. La globalización se desarrolla bajo la hegemonía del capital financiero. Los capitalistas de los distintos países se integran en la mundialización financiera llevando sus capitales allí donde esperan obtener mayores beneficios desligando sus intereses de los de sus respectivas naciones. Se produce la “desnacionalización” del capital.

 

La transnacionalización de la producción

P. Veltz (1999) explica la globalización como “la adopción progresiva, y acelerada en la última década, de una visión más amplia de la demanda y de la competencia, apoyada sobre un enfoque más global de la diversidad de las situaciones nacionales o regionales, de las limitaciones que se ejercen sobre los propios mercados y de las propias demandas”. Para este autor, la diversificación de los productos ha supuesto el paso de una economía dominada por la oferta, la de los productos estandarizados; a otra economía dominada por la demanda, la de los productos específicos y diferenciados, en la que la competitividad depende de la calidad, la variedad, la innovación y los plazos de entrega de los productos y también de la capacidad de reacción ante los cambios que se van produciendo en la demanda. Así, este proceso actual de transnacionalización de la producción toma formas geográficas muy variadas dependiendo de las estrategias organizativas de las empresas ya sea “internalizando” (sucursales o filiales) o “externalizando” (acuerdos dentro de una red de empresas), pero a veces “... también puede basarse en concentraciones privilegiadas y en mecanismos de «regionalización» a diversas escalas” (Veltz, 1999), lo cual viene a explicar porqué la mayor parte de las crecientes inversiones exteriores directas se han dirigido hacia los países más desarrollados, a pesar de que el destino de éstas está cada vez más diversificado geográficamente.

 

El comercio internacional

La evolución del comercio mundial se ha caracterizado en los últimos tiempos por una transformación sectorial, donde del predominio de los intercambios de materias primas primero, y de los productos manufacturados más tarde, se ha pasado a un incremento espectacular de los servicios aprovechando las nuevas tecnologías e infraestructuras del transporte y de la comunicación.

 

“Globalización” de la ciencia y de la tecnología

El conocimiento y la capacidad tecnológica están en la base de la competencia entre las empresas y entre los países. Actualmente la difusión de la tecnología se produce rápidamente a escala planetaria, pero la aplicación de las tecnologías más avanzadas requiere de entornos productivos cada vez más aptos. En principio, el sistema de investigación básico y público, el de las universidades y de los organismos estatales, es abierto, accesible, y está bastante interrelacionado a escala global, estructurado en redes temáticas sustentadas por la comunicación entre los investigadores de todo el mundo, con un mayor peso específico de los países más desarrollados. Sin embargo, el desarrollo económico y la competitividad requieren la adaptación del conocimiento científico a la práctica empresarial, el desarrollo de técnicas para su aplicación, lo cual sólo se puede conseguir a través de la interconexión entre las instituciones públicas y privadas de investigación; por lo que las políticas sectoriales y horizontales diseñadas por los gobiernos, en sus distintas escalas administrativas, son determinantes. La difusión tecnológica es muy selectiva, se limita a los territorios con infraestructuras intelectuales y materiales (empresas e instituciones) desarrolladas. Las multinacionales son entes de dominio y de difusión tecnológica en lo cual basan su competitividad y el acceso a importantes contrapartidas gubernamentales.

 

La desigual globalización del trabajo

Castells (1997) divide a los trabajadores en dos categorías: los autoprogramables y los genéricos. Los primeros son los que dominan las nuevas tecnologías y saben gestionar. Tienen salarios variables y relativamente altos, ya que generan la mayor parte del valor añadido de los productos y son difíciles de sustituir aunque están expuestos a una fuerte competencia internacional, tanto en la oferta de plazas a ocupar como en su demanda por parte de las empresas. El mercado laboral de esta categoría se está globalizando de forma acelerada a lo cual contribuyen la homogeneidad de las tecnologías y el inglés como idioma “universal”. Los segundos, los genéricos, son aquellos que se limitan básicamente a recibir órdenes y ejecutarlas, los que hacen los trabajos más simples y rutinarios. Los que pueden ser sustituidos fácilmente, por otros o por máquinas, de modo que son prescindibles individualmente aunque no lo sean como colectivo.

Otra tendencia actual es la multiplicación de los profesionales independientes como evidencia de una diversificación de las relaciones laborales y como estrategia individual de los trabajadores para huir de la precarización creciente de los contratos de trabajo.

La diferenciación entre trabajo autoprogramable y trabajo genérico, la progresiva desaparición del Estado de bienestar y la individualización del trabajo, que socava la organización colectiva para la reivindicación, llevan al incremento de las desigualdades y a la polarización social en todos los ámbitos geográficos, especialmente en países menos desarrollados, donde amplios sectores de la población quedan al margen, excluidos de los “beneficios” de la globalización, lo que redunda en un incremento de las presiones migratorias, desde éstos hacia los países más desarrollados, ya sea legal o ilegalmente.

 

El papel del Estado y de los Organismos Internacionales

Hoy los estados han perdido la autoridad económica que ejercían sobre sus territorios y, poco a poco, van perdiendo la social y la política. Las empresas producen sus propios espacios, los de las redes globales, que no se corresponden con los territorios nacionales en los que los gobiernos van reduciendo sus ámbitos de actuación, en materia social y económica, poniendo en manos del sector privado las empresas públicas de modo que sus beneficios sirvan para la acumulación de capitales, y desentendiéndose de buena parte de sus “obligaciones” como protector social y redistribuidor de la riqueza, olvidándose de la cohesión social y territorial, con los consecuentes efectos sobre el bienestar de la población. Todo ello provoca una crisis de “legitimación” de los estados que éstos intentan “salvar” cediendo parte de su soberanía a organismos e instituciones supranacionales, como la Unión Europea, a la vez que descentralizan su poder transfiriendo gran parte de sus competencias (sanidad, educación, políticas sociales...) a instituciones locales y regionales que acaban por llevar a la práctica estrategias de desarrollo para encarar los retos de la globalización con independencia de la de sus propios estados.

Decididamente, el proceso de globalización no ha sido una elección libre para la mayoría de los países del mundo. A las presiones de los poderes económicos internos y externos hay que agregar la de los países que más intereses tienen en él y la de “sus” organismos internacionales (BM, FMI, OMC, OCDE), sobre todo EE.UU. por su hegemonía en estas instituciones y por sus ventajas económicas, tecnológicas y militares, ahora que la división mundial en bloques ha desaparecido. Los organismos internacionales, desde los de índole meramente económica hasta los de carácter político y militar, son de carácter no democrático, sus decisiones están sujetas a la relación de fuerzas en su seno que son más o menos proporcionales a las aportaciones de los países miembros. Los de carácter económico, actúan con el objeto de potenciar el proceso de la globalización allanando el terreno a la expansión del neoliberalismo.

 

REGIONALIZACIÓN EN LA GLOBALIZACIÓN

Originalmente el concepto de región se refería al solo espacio y su identidad cultural, para incluir, más tarde al sistema de relaciones sociales internas. Sin embargo, hoy la definición de región tiene una connotación más directa en cuanto a la relación del sólo espacio, por su vinculación comercial e industrial en el contexto de la economía internacional. Frente a ello Boisier se extiende en su definición, para ligarla al presente. "Una región es hoy día una estructura compleja e interactiva y de múltiples límites, en la cual el contenido define al contenedor (límites, tamaño y otros atributos geográficos). Una región es hoy una y múltiple simultáneamente, puesto que superada la noción de contigüidad, cualquier región conforma alianzas tácticas para el logro de determinados objetivos y por plazos igualmente determinados con otras regiones, a fin de posicionarse mejor en el contexto internacional"

Boisier Agrega, "...una región constituye un conjunto de sistemas (social, económico, ecológico, étnico, político, etc.) infinitamente más complejo que el país"

En las regiones para que sea posible su desarrollo, deben reunirse de manera adecuada los siguientes elementos: procesos productivos, que articulan y movilizan los recursos generadores de excedentes;  procesos de gestión pública, que articulan y movilizan en una dirección específica la asignación y uso de excedentes generados por los procesos productivos; procesos académicos, que articulan y movilizan los recursos generadores de conocimiento que señalan el norte a los procesos productivos; y los procesos técnico-científicos, que articulan y movilizan los recursos responsables de la aplicación y difusión de los avances producidos por los procesos académicos. El desarrollo regional considera la interconexión de cada uno de los procesos mencionados, en un ámbito territorial bien definido; entonces, se puede hablar de un proceso de desarrollo regional integrado, cuando la interrelación entre los diferentes subsistemas es fuerte, dinámica y eficaz. CIDER(1995: 17-18).

 

Actualmente se postula la planificación pública como un nuevo proceso relacionado con las funciones emergentes del Estado democrático. Allí es donde se inserta el papel anticipador, de diseño y catalizador del Estado para orientar y dinamizar lo regional para lograr el desarrollo nacional. En la medida que se derivan funciones operativas del Estado, se acentúan nuevas funciones integradoras, prospectivas y coordinadoras, que dan lugar a un Estado con capacidad de planteamiento estratégico e intervención en áreas críticas del desarrollo local.

 

Con la globalización surgen espacios geográficos que tratan de reforzarse desarrollando sus sinergias. De una división del mundo en dos bloques, políticos y militares, hemos pasado a otra división en tres bloques económicos, encabezados por los países más ricos (EE.UU., la Unión Europea y Japón) que han propiciado, bajo su impulso, un movimiento de regionalización que ha tomado formas diversas: mercados comunes, zonas de libre cambio o uniones económicas como la Unión Europea, que ha evolucionado hacia la plena integración económica y política; y que obedecen a estrategias para afrontar problemas o cuestiones en los que la dimensión estatal no es eficaz. Esta formación de regiones económicas supone la constitución de nuevas fronteras exteriores y la eliminación, en diversos grados, de las fronteras interiores, así como normas orientadas a establecer un ámbito espacial de actuación privilegiando a sus empresas y capitales de modo que se refuercen para luchar con mayor competitividad en el proceso de globalización. Es un movimiento aparentemente contradictorio con este proceso, pero si se analiza desde una óptica global, en realidad es un fenómeno complementario dado que tiene como objetivo la expansión de los capitales, los de cada región, al mundo entero. Una consecuencia directa es el aumento de las rivalidades entre los grandes negocios, pero por otro lado las implicaciones y las inversiones cruzadas entre los tres grandes bloques económicos son cada vez mayores y así se va tejiendo una vasta red de relaciones que abarca todo el planeta y en la que se apoya la globalización.

 

Finalmente, Los nuevos desafíos del desarrollo sostenible y de la globalización apuntan a revalorizar el papel del Estado, ya que éste, debe mediar la intervención de los sectores productivos para equilibrar las estructuras de funcionamiento del mercado. Debe planificar el desarrollo de las ciudades, la sustentabilidad ambiental, disminuir la brecha tecnológica con respecto a los países desarrollados, igualmente debe concertar aspectos de orden social, como la seguridad, la tolerancia y la participación democrática. Los países latinoamericanos requieren del diseño de políticas y estrategias por medio de la planificación estratégica prospectiva; una planificación descentralizada, regional y comunal en el contexto de la globalización; una planificación indicativa-orientadora, participativa-interactiva, que no cometa los errores de la planificación tradicional, de considerar al Estado como autosuficiente, con prescindencia de la sociedad civil y con un sector empresarial débil.  Es decir, una planificación dirigida al desarrollo regional integrado. CIDER(1995).

 

 

PREGUNTAS DE DESARROLLO

 

1. ¿Qué factores han propiciado la Globalización?

2. ¿Cuáles son los elementos que intervienen en el desarrollo de las Regiones?

3. ¿En que consiste la transnacionalización de la producción?

4. ¿Cuál es el concepto de Región, según Boisier?

5. ¿Cómo la Globalización permite la formación de regiones económicas, a través del desarrollo de sus sinergias?

6. ¿Cuál es el reto de los Países Latinoamericanos ante los nuevos desafíos del desarrollo sostenible y de la Globalización?

 

 

INFOGRAFÍA

 

http://www.usma.ac.pa/leccion/lecc_elementos.html

 

http://tomasaustin.webcindario.com/deslocal/desloc.htm#_Hlk504836560

 

http://www.clad.org.ve/anales4/ferrerom.html

 

http://mural.uv.es/juasajua/laglobalizacion.htm

 

http://www.uv.es/~tamac/doc/global.pdf

 

http://utal.org/economia/globalizacion.htm