EL HOMBRE QUE LO TIENE TODO

¿CUÁL ES EL SUEÑO, UN ORO OLÍMPICO? MANU LO HA GANADO. ¿CONSEGUIR EL ANILLO? YA TIENE UNO. ¿JUGAR EN UNO DE LOS MEJORES EQUIPOS DE LA LIGA? SAN ANTONIO LO ES. ¿VER EL ESFUERZO RECOMPESADO EN UN ALL STAR? ESA EXPERIENCIA TAMBIEN LA HA VIVIDO. ESTE ARGENTINO TIENE TODO LO QUE SUEÑA UN DEPORTISTA. Y VA A POR MÁS.

Por Isabel Tabernero

La historia de Manu Ginóbili y el deporte de la canasta está repleta de finales felices. Desde el anillo hasta el oro olímpico, pasando por los reconocimientos personales (All Star) y la mejor compañía (San Antonio, uno de los equipos más en forma). En tres años se ha convertido en un héroe del cuento más utópico: el que empieza desde abajo, tanto, como para no tener contrato. ésta es la historia de Manu. Unas pista, 'el bueno' siempre gana. El anillo fue el primer final feliz del biceleste, en el año 2003. Menuda bienvenida a la liga para el rookie. Es cierto que era un suplente de 20 minutos de juego, 7.6 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias, y que en la liga regular pudo hacerlo mejor. La oportunidad le llegó en Playoofs, algo parecido a lo que le ocurrió el año pasado a Tayshaun Prince con los Piatons. En el caso de Manu, su actuación salvó a los Spurs de varias derrotas: Ahí estaba Manu, exprimiendo su capacidad de salto, desconcertando a los rivales, no dando un balón por perdido. No se espera tal descaro de un novato. El anillo de despedida de David Robinson fue también el primero de la saga de Ginóbili, que se confensaba en su página web (manuginobili.com): ''Fue muy lindo tocar el trofeo que tantas veces ví por televisión cómo lo besaba mi ídolo, Michael Jordan. Es algo muy especial, muy emocionante para mí''. Bautizo de campeón.

AÑO 2: SEGUNDO FINAL FELIZ

Su año sophomore se desarrolló con más tranquilidad... en lo que a NBA se refiere. Los Lakers se interpusieron en el camino de los Spurs y las vacaciones se adelantaron un poco. Viendo lo que pasó después, no le vinieron nada mal esos días. Manu tenía varios asuntos que resolver:

-En primer lugar, se convertía en agente libre y tenía tiempo para negociar con tranquilidad su nueva etapa en la NBA. Con su progresión a 30 minutos, 12.8 puntos, 4.5 rebotes, 4 asistencias y 1.77 robos, le salieron muchas novias. Los más fuertes en la puja, la franquicia 'spur' y los Nuggets: ''Lo estuve pensando mucho porque el problema no era el dinero. Al final me decanté por San Antonio porque me encanta la ciudad, la gente...''. Y por qué no decirlo, porque con Duncan ya sabe lo que es ganar un anillo, y con Melo, a corto plazo, sería más comlicado.

-Solventando un futuro de 52 millones de dólares en 6 años, Ginóbili tenía otro quehacer, no menos comprometedor: casarse. Lo hizo por la Iglesia con su novia de toda la vida, Marianela Oroño, hija del ex baloncestista Luis Oroño, el 10 de julio del pasado verano, en su tierra, Bahía Blanca. La pareja se había casado tres meses antes por lo civil en Estados Unidos, pero el 'festejo' de Bahía, dicen, no se olvidará fácilmente...

-Una vez atado su futuro conyugal y deportivo, el chaqué y la camiseta 'spur' iban a pasar al cajón. Llegaba la hora de ponerse la camiseta albiceleste. Era tiempo de Juegos, y de cumplir el segundo sueño, el olímpico. La experiencia de Atenas sirvió para coronar a un grupo que lleva casi una década jugando a la canasta a excelente nivel. Manu volvía a compartir sentimientos en su web. ''En realidad, vinimos a buscar una medalla. No sabíamos de qué color. Esto parece un sueño. El sueño de mi vida''. Y así se cerraba otro final feliz.

AÑO 3: CITA DE ESTRELLAS

La tercera temporada de Manu Ginóbili promete, como mínimo, emoción hasta el final. Los argentinos se vuelven locos por el basket en estado de gracia que practica el dorsal 20 de San Antonio.

Noches antológicas, como la que deleitó a los fans con 48 puntos ante el equipo de moda, los Suns (21 de enero) conquistan no sólo a los de la tierra, también pone a sus pies a los americanos. Sus 5 de 7 tliples, 11 de 12 en tiros libres, 6 asistencias y 5 rebotes, fueron fundamentales en la remontada 'spur' (caían por 17). Un superclase. Y llegaron las recompensas. El fin de semana del All Star deparó una sorpresa en el equipo de suplentes, el que eligen los entrenadores. 'El Narigón' estaba en la lista. Era el primer argentino de la historia en tener una cita con las estrellas...pensara a quién pesara.

''¿Crees que tu convocatoria para el All Star es justa?'', le preguntaban con insistencia. La respuesta zanjaba polémicas: ''No sé si mi presencia es justa o no, lo que sí sé es que estoy haciendo una espléndida temporada en el mejor equipo de la liga''. Y es que Manu es buena persona, pero de tonto no tiene nada. Y no le iban a amargar su tercer sueño cumplido. Así se lo contaba a Jorge Quiroga, director de la Revista Oficial NBA España, en Denver: ''Lo que se siente aquí es sólo comparable a unas Finales o a unos Juegos Olímpicos''. Y tiene la suerte de decir que ha disfrutado de los tres. ¿Es o no es un héroe de cuento el argentino?.

ANTES DE LOS CUENTOS

La vida tampoco le iba a nada mal a Emmanuel David Ginóbili, nombre completo del argentino del momento... y puede que de la década. Tuvo sus contratiempos, es cierto, pero antes de llegar a la NBA ya había ganado una Euroliga en Italia, con el Virtus Kinder Bologna, redondeada con el MVP de la Final, en 2001. El panorama para el '20' de los Spurs, que desechó la opción de ser elegido con el puesto 57 del Draft del 99 prefirió hacer carrera en Europa y luego buscarse vida por libre en la NBA.

Y cuando a Ginóbili se le mete algo en la cabeza, difícilmente se le escapa. Po eso, de agente libre sin apenas oportunidades ha pasado a ser un ''all star'', porque tiene lo que dice Popovich, ''una mente ganadora'', (así lo describió ante el periodista americano'', (así lo describó ante el periodista americano Mike Monroe). Y aún más. ''Es un demonio como competidor, que sabe lo que hay que hacer para derrotar al contrario''. No importa si delante está Shaquille O'Neal o el escurridizo Earl Boykins, Manu se atreve con todo. Este año toca de nuevo el anillo. Adivinen el final de cuento.