"Y
por más años que empiezo y que tanto me
cuesta hacerlo, por cansancio, por la
preparación física, por las
agujetas…sigo mirando la cancha con la
misma ilusión, con el mismo deseo de
sentir esa satisfacción maravillosa que
me produce anotar una canasta, darle un
pase magistral a un compañero para que
sea él quién la meta, robar un balón
después de una defensa intensa…o,
simplemente, la que me produce darme un
abrazo con un compañero, con un amigo,
después de haber estado luchando todo un
partido y haberlo ganado…o perdido…”
Aunque larga, esta es la
frase de bienvenida con la que uno
de los mejores jugadores de la
historia del baloncesto español
reciente se presentaba antes sus
compañeros la última temporada que
estuvo jugando, la 1999/2000. Su
nombre es Joan Creus Molist y tenía
44 años y, si ya había sido un
ejemplo de entrega durante toda su
carrera, dándole incluso una liga a
un equipo que no aspiraba a ella.
Se convirtió, en un ejemplo a
seguir, de actitud frente a la vida,
de entrega…pero, sobe todo, se
convirtió en “esa ilusión que
seguir, que sentir, al principio de
cada temporada”
Esa es la única idea que os
queremos transmitir al
inicio del año:
esperamos que por
mucho que toque trabajar, por muchas
tardes de frío, de cansancio…por
muchas mañanas con ganas de
llorar…seáis capaces de recordar que
esto que estáis haciendo junto a los
amigos con quienes lo hacéis, os va
a regalar los mejores momentos y los
mejores recuerdos de toda vuestra
vida…Esperamos
que disfrutéis de la temporada, que
crezcáis un poquito más y os
convirtáis en unas personas algo
mejores de lo que ya lo sois ahora…y
que contéis con vuestros compañeros
y con vuestros entrenadores como los
amigos vuestros que en realidad
son…o somos…A trabajar, a luchar…y,
sobre todo, a disfrutar.
Santa Francisca Javier…¡Cabrini!"