Los grupos antiglobalizaci-n se preparan para tomar Barcelona ante la reuni-n de jefes de Estado y de Gobierno de la Uni-n Europea que se celebrar los d'as 15 y 16 de este mes. Pero, a diferencia de convocatorias anteriores, no hay una nica plataforma que reivindique el llamado esp'ritu de Porto Alegre . Barcelona agudizar el pulso entre quienes apuestan por gobernar la globalizaci-n desde dentro y quienes llaman a enfrentarse a ella. Los grupos antiglobalizaci-n se preparan para tomar Barcelona ante la reuni-n de jefes de Estado y de Gobierno de la Uni-n Europea que se celebrar los d'as 15 y 16 de este mes. Pero, a diferencia de convocatorias anteriores, no hay una nica plataforma que reivindique el llamado esp'ritu de Porto Alegre . Esta ciudad brasile-a acogi- las dos cumbres impulsadas por los grupos antiglobalizaci-n como alternativa al Foro de Davos, exponente mximo de los paladines de la mundializaci-n. Barcelona agudizar el pulso entre quienes apuestan por gobernar la globalizaci-n desde dentro y quienes llaman a enfrentarse a ella. Su nico punto de encuentro durante la cumbre ser la marcha convocada para el pr-ximo sbado (a la que acudirn en bloques separados, con lema, manifiesto y servicio de orden distintos), dos d'as despus de que los sindicatos hayan presionado tambin desde la calle con un mensaje social. Todos los partidos parlamentarios de izquierda intentan conciliar su actuaci-n en las instituciones con estos movimientos y se han integrado en el Foro Social de Barcelona, una plataforma posibilista de los cr'ticos con el fen-meno. El inters de la izquierda por liderar el proceso ya qued- claro en la ltima edici-n del Foro de Porto Alegre, donde, intelectuales aparte, desembarc- un representativo pu-ado de parlamentarios y ministros socialistas y ecologistas de los gobiernos francs y alemn. El Foro Social de Barcelona mantiene relaciones tirantes con la Campa-a contra la Europa del Capital, una segunda plataforma que agrupa a un centenar de organizaciones, cuyo jaque a las instituciones, aunque pac'fico, es radical. Del pulso entre ambas plataformas depender un posible dilogo en Barcelona entre el mundo de Davos y el de Porto Alegre. Y es que la agenda de la cumbre, de claro contenido econ-mico, entra de lleno en el ncleo de sus discrepancias: la liberalizaci-n y la desregulaci-n, que son precisamente el eje de la estrategia de la UE para resolver su maltrecha aspiraci-n de convertirse en un motor econ-mico capaz de relevar a EE UU. El punto de contacto previsto entre las preocupaciones de la calle y los l'deres europeos se producir el jueves, en el marco del Foro Social, un encuentro entre los sindicatos y la patronal europeos con el presidente de turno de la UE, Jos Mar'a Aznar, y el presidente de la Comisi-n Europea, Romano Prodi. Desde la ltima cumbre comunitaria, en Laeken, esta reuni-n se ha institucionalizado antes de cada Consejo Europeo. Los antiglobalizaci-n, tanto moderados como radicales, insisten en que en Barcelona quieren dar una imagen pacifista y evitar la tensi-n de reuniones como la de Gnova, donde la polic'a mat- a un manifestante. De ah' que su protesta se haya convocado en una zona alejada de la sede de la reuni-n. Un rompecabezas con tres bloques separados En la cita antiglobalizaci-n de Barcelona operarn dos plataformas cr'ticas: el Foro Social de Barcelona y la Campa-a contra la Europa del Capital. Pero a ambas, que se miran de reojo, se les ha sumado a ltima hora una tercera, en la que se integrar a Batasuna y que no tiene relaciones con el resto. El Foro Social de Barcelona es un foro permanente que se cre- en noviembre del a-o pasado e integra a toda la izquierda institucional catalana: el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), la independentista Esquerra Republicana (ERC), Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y EUiA-IU. Bajo su paraguas tambin estn agrupados los sindicatos mayoritarios, entidades como SOS Racismo y las tres federaciones catalanas de organizaciones no gubernamentales, entre otras. Es la plataforma ms posibilista: aspira a intervenir en primera l'nea en las instituciones ya existentes para corregir el actual proceso de globalizaci-n y darle un contenido ms social. En coherencia, el Foro apoya el actual proceso de construcci-n europea, aunque de forma cr'tica. Sus miembros condenan tajantemente el uso de la violencia y acudirn a la manifestaci-n del sbado con el lema 'Otra Europa es posible'. La Campa-a contra la Europa del Capital es la plataforma que ha convocado la manifestaci-n del sbado. Es la ms radical: considera intil tratar de cambiar las instituciones desde dentro y apuesta por el enfrentamiento expreso con ellas, aunque de forma no violenta. Pese a ello, evita condenar las acciones vandlicas si no se debate tambin la supuesta violencia que, a su juicio, genera el capitalismo. La plataforma rene a un centenar largo de entidades sociales y c'vicas, y partidos extraparlamentarios. Entre ellas, algunas de las que han nacido precisamente para combatir el actual proceso de globalizaci-n, como el Movimiento de Resistencia Global (MRG). Las dos plataformas recelan la una de la otra, aunque algunas de las entidades que las integran forman parte de ambas; es el caso de Attac, que defiende la imposici-n de un impuesto a las transacciones especulativas, y de IU. Finalmente, la Plataforma Catalana contra la Europa del Capital, muy
minoritaria, agrupa a cuatro peque-as organizaciones del independentismo
radical deslumbradas por el nacionalismo vasco radical. Acoger en
su seno a los militantes de Batasuna. |
|