Historia:
Los
Casado Morales son una dinastía de amplia solera vitivinícola en Lapuebla de
Labarca. En esta villa vinatera por excelencia asentada en el límite meridional
de Álava, junto a la orilla del río Ebro, esta familia levantó hace décadas
una funcional bodega mezclando la más exquisita tradición con los últimos
avances tecnológicos, siempre al servicio de una calidad inimitable.
Fue a comienzos de la década de los 60 cuando el noviazgo de dos descendientes de las familias de tradición vitivinícola enfundaron una relación que también dio comienzo a lo que hoy conocemos como Casado Morales;
Por
un lado D. Herminio Casado, profundo conocedor del vino y buen discípulo y
alumno de sus antecesores, por otro, Dña. Jacinta Morales, amante de los buenos
caldos y la buena mesa, decidieron seguir los pasos que sus antepasados
comenzaron a dar. Pasados unos
años en 1969 tras los titubeantes pasos del comienzo, con la unión en
matrimonio de ambos el sueño se hizo realidad y nació Casado Morales. Los
primeros caldos de esta unión nacen en una pequeña bodega de mediados del
siglo XVIII,
situada en las afueras de Lapuebla a diez metros de profundidad y fortificada
por arcos de piedra en todos sus túneles..
Tan
sabia y meticulosamente elaboraron sus primeros vinos que todo el que venía por
aquel entonces a la cuna del vino de Rioja Alavesa, Lapuebla de Labarca, iría a
parar a “la bodega de Herminio.”
Entre 1970 y 1983 Don Herminio Casado Fuertes a la par que iba cimentando las naves de las bodegas, llevo a cabo la plantación y compra de los diferentes viñedos, Herminio de carácter afable pero muy exigente se encargaba de elegir sus propios viñedos, para los cuales una inevitable condición era la vejez y la calidad de la tierra de los mismos, en las nuevas plantaciones que el hacía, se encargaba de seleccionar los mejores sarmientos de las distintas vides para así poder hacer el viñedo que el siempre había deseado, un viñedo natural y “a ultranza” para cultivar las viníferas más tipicamente riojanas ( 90% Tempranillo, 10% Graciano, Garnacha, Mazuelo, Viura,...) Cabe destacar que al igual que las grandes obras maestras la bodega todavía hoy continúa inacabada y quizás provienen de ese espíritu aún latente de sus fundadores.
Fue,
también en este intervalo, cuando Dña. Jacinta Morales dio a luz a los cuatro
hijos de los cuales hoy siguen tres, Eusebio, Javier y Joseba, en aquel viejo
sueño que con la tradición y el buen hacer poco a poco se va haciendo
realidad.
Respetando el peso de la Tradición y manteniendo el buen hacer que generación tras generación hemos sido capaces de transmitir de padres a hijos, la familia Casado Morales se esmera, año tras año, en la selección y cultivo de sus propios viñedos y en la elaboración y envejecimiento de sus vinos.
Casado
Morales acumula el sabor de
la
experiencia
reflejando,
además, todo el trabajo, la ilusión y el
conocimiento de una familia entregada a este noble arte de producir y saborear
los caldos de esta prestigiosa tierra.
Según
palabras de Eusebio Casado, padre de Herminio y transmitidas a nosotros por
nuestro padre “Es nuestro carácter de Vitivinicultor el que nos lleva a un
estilo de Viticultura destinada a la selección de las uvas que nos permita la
elaboración de nuestros vinos.”
Y
es cierto, con el paso del tiempo y la experiencia nos vamos dando cuenta del
por qué nuestros antecesores eligieron tan singular lugar para la elaboración
de nuestros singulares y personalísimos vinos.
Quizás,
mirando hacia atrás sin ira, en el fondo, sus vidas no hayan sido otra cosa que
un continuo magisterio sobre como cuidar las vides y elaborar un buen vino, sin
duda, un vandemecum con el que hilar los tejidos de su sabiduría.