Sección de Historias



Historia: ( Escrita por Denisha)



VISITANTES



Seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar de los vampiros. Esas criaturas no muertas que mueren de día y viven de noche dispuestos a acabar con la vida de los humanos mordiéndoles en el cuello con sus afilados colmillos. Pero, ¿Alguna vez habéis visto alguno?

Mi hermano Julián y yo fuimos a Torrox, un pequeño pueblo situado al sur de Málaga a visitar a nuestra abuela.

Una noche, mi hermano y yo quedamos para ir al cine con unos primos. Al volver, nos separamos cada uno por caminos distintos para ir a casa. Al doblar una esquina, Julián y yo observamos a una pareja en plan románticos. Le dije a mi hermano que no nos concernían lo que hicieran pero no me escuchó y seguimos espiándoles. Al cabo de un rato, pudimos ver cómo el chico alzaba su vista hacia la luna llena y sacando a relucir unos afilados y blancos colmillos se dirigió hacia el cuello de la pobre chica y le chupó la sangre sin piedad. De la misma impresión, moví sin querer el bidón de basura acaparando la atención del vampiro. Sin ninguna otra salida, el no muerto inició una persecución calle abajo en busca de nuestro cadáver. Resistimos la asedia hasta llegar a casa. Obviamente, el vampiro no tuvo más remedio que retirarse puesto que no se le permite entrar en tu casa a menos que se le invite.



- Tenemos una cita pendiente – Gritó a pecho abierto mientras se alejaba de la casa.

Al día siguiente, la abuela nos pidió que fuéramos a comprarles unas cosas y vimos carteles de la chica que asesinó nuestro “amigo “. Le dije a mi hermano que por qué no atendíamos a la petición expuesta en los carteles pero me contestó que ese asunto no era de nuestra incumbencia. - Bastante lío tenemos ya en esquivar al no muerto como para que la policía nos agobie con sus interrogatorios- Dijo mientras continuábamos caminando por la calle camino de la tienda.

Durante la compra, nos tropezamos con Valeria que nos preguntó si queríamos ir con ellos y con sus amigos a la feria del pueblo. Le dije a Julián que no podíamos (pensando en el vampiro que nos perseguía sin cesar) pero no me hizo caso y aceptó su oferta porque según él, no teníamos nada mejor que hacer.



En la feria, nos hallamos con nuestro querido amigo “el vampi “como yo le llamaba.

- Mira quienes están aquí – Saludó el vampi sarcásticamente - ¿ Qué quieres?- Le preguntó mi hermano de mala gana - Charlar. Decidme- Dijo acomodándose en el banco que había enfrente nuestra- ¿ os gustó el espectáculo de anoche? Porque…… Si es así, no tengo ningún inconveniente en repetirlo. Con vosotros de protagonistas claro- Dijo mirándonos fijamente afilándose sus colmillos.

Mi hermano y yo, tuvimos que integrarnos una vez más en una carrera pero esta vez, la carrera, llegaría hasta el cementerio. Lugar más cercano a la feria.

- Genial- dije perpleja- nos ha traído hasta su terreno. - No será más listo que nosotros- dijo Julián pensativo.



Julián y yo nos dirigimos hacia la valla que se encontraba al final del cementerio, Julián se quedaría ahí de pie esperando a vampi. En ese momento, yo me escondería detrás de una de las tumbas con una. El vampi y mi hermano se debatirían en un duelo cara a cara.

- ¿ Dónde está tu hermana?- le preguntó vampi por mí - ¿ Cómo sabes que es mi hermana?- le contestó Julián - Se más cosa sobre vosotros de lo que os pensáis- Dijo como si nos conociera de toda la vida - Bueno, dejémoslo de charlas y vamos al grano. ¿Te parece?



Pero en mitad de la pelea el dueño del cementerio apareció de entre la nada. El vampi, volvió a desaparecer y Julián y yo, salimos pitando del cementerio a nuestra casa.

A la noche siguiente, vimos a la abuela muy coqueta preparando la cena para varias personas. Más personas de las que era habitual en ella. Nos dijo que teníamos visita.

Cuando la visita llegó. La abuela les dejó pasar. Atónitos nos quedamos Julián y yo al ver que la visita estaba formaba por vampi y un hombre mayor de la edad de mi abuela invadiendo nuestro territorio. Durante la cena, la abuela nos explicó que la noche anterior, fue a sacar la basura al contenedor que había dos casa más abajo, se tropezó con vampi que la ayudó “cortésmente “a tirar la basura. Charlaron durante un rato y le dijo que él y su abuelo acababan de mudarse a la ciudad y no conocían a nadie. Mi abuela, en agradecimiento por ayudarle con la basura les invitó a cenar. ¿Cuál es el problema de todo lo ocurrido? Que una invitación era lo único que los vampiros, necesitan si quieren apoderarse de sus víctimas en el interior de sus casas y partir de esa noche, Julián y yo, debíamos estar muy atentos por si a vampi, se le ocurría aparecer inesperadamente en mitad de la noche acabando con la vida de todos nosotros.