Sección de Historias

 



Historia: ( Escrita por Denisha)



LA LUNA, LAS ESTRELLAS Y BETH.



Cuenta la leyenda que en antaño la luna se marchitó y la tierra se quedó sin su presencia varios años.

La protagonista es una niña de unos seis años de edad llamada Beth. Cada noche, observaba a su hermana contarle sus secretos más íntimos a su diario. Beth, al estar incapacitada para ello, dirigió su dulce mirada a la luna, comenzando una entrañable y bonita amistad entre la luna y Beth. Todos los días cuando el sol se disponía a esconderse dejando que la luna la revelara, mantenían una hermosa y sincera conversación. Se lo contaba absolutamente todo. Se convirtieron en amigas inseparables, en aliadas nada ni nadie podría separarlas. La luna, la acompañó en todos los acontecimientos más importantes en la vida de Beth: entre las que se encuentra la primera vez que Beth durmió fuera de casa:

- Lunita- La buscó por todo el firmamento- Tengo miedo- Le dijo con el rostro entristecido - ¿ De qué tienes miedo preciosa?- Le respondió sonriente la luna - No consigo dormir. Es la primera vez que duermo fuera de casa - No te preocupes princesa. Deja la ventana entreabierta. Corre las cortinas. Y concilia el sueño mirando mi resplandor. Su luz te hará dormir. Yo te protegeré.



Beth, alegre, siguió el consejo que le dio su amiga y pudo pasar su primera noche fuera de casa a salvo de todo mal que le pudiera acechar. A partir de aquella noche, la luna se convirtió en su guardaespaldas sin abandonarla en ningún momento. Pasaron varios años y Beth dejaba de ser una niña de seis años convirtiéndose en una hermosa jovencita de catorce. Su melena rubia en la que predominaban los tirabuzones. Sus ojos los protagonizaba un azul cielo nunca antes visto y una cara rosada suave y lisa que todo el mundo envidiaba.

Entraba por primera vez en el instituto y la luna, le pidió al sol que cuidara de ella por el día. Ya que no podía acompañarla en uno de los días más importantes de su vida. Obediente. El sol guió a Beth en su primer día de clase procurando darle calor y toda la protección que ella necesitaba para afrontar cualquier tipo de problema que se le presentase. En el instituto Beth, poco a poco y sin darse cuenta, conocería a los que son hoy, sus mejores amigos, quienes daban la cara por ella en momento de necesidad, la apoyaban en todos los sentidos. Eran inseparables. Tan inseparables, que cuanto más se adentraba el curso más se veían.

- Como te iba diciendo…..- Le explicaba Beth a la luna- El otro día……….Beth, Sofía al teléfono- La interrumpió su madre. - Hola Sofía- Saludó Beth alegremente a su amiga Beth

Y como esa noche, las siguientes, algún ring telefónico interrumpía la conversación entre Beth y su amiga del alma la luna. Hasta llegado al punto, en que la jovencita ya no se acordaba de hablar con ella. Una de esas noches, las estrellas contemplaron un comportamiento diferente



-¿Qué te pasa Luna?- Dijo una de las estrellas que estaba a su lado. - Hace ya varios días que no sé nada de Beth- Contestó con las lágrimas caídas - Venga, no te preocupes- Le consoló- Deja que viva un poco su adolescencia. No se ha olvidado de ti. Solamente está intentando hacer nuevos amigos - Tal vez tengas razón- Respondió la luna con el rostro más calmado.

Los días pasaban y Beth, continuaba sin hablarle a la luna. A veces porque no tenía tiempo y otras, porque no la dejaban. Con el paso del tiempo, Beth olvidaba cada vez más a su amiga, y a las estrellas se les acaban las ideas para animar a la luna. Hasta que una noche, la luna no apareció para alumbrar a la tierra con su presencia. Los habitantes del lugar, extrañados, pensaban que sería algo relacionado con el fin del mundo y Beth no le daba ninguna importancia. Pero una noche…:

- Hola estrella. Soy yo, Beth- Dijo la joven - Sé quién eres Beth- Le contestó la estrella - ¿ Dónde esta la luna?- Le preguntó entristecida - Se ha ido- Le respondió la estrella - Pero, ¿ Por qué ?- Volvió a preguntar sin entender nada - Ha varios meses que la dejaste de hablar. Pensó que ya no la necesitabas así que se marchó- Le explicó la estrella. Beth - Pues si la necesito. Más de lo que ella se piensa - No se sintió así cuando la dejaste de hablar - No la dejé de hablar. He estado muy liada con los exámenes y no he tenido tiempo para nada. Ella es la última cosa a la que quiero perder- Le dijo Beth a la estrella.

La luna al oír las sinceras disculpas de Beth regresó a la tierra con su presencia decidida a hablar con su amiga para preguntarle lo que le había ocurrido. Después de una larga y emotiva charla, Beth, le juró a la luna que nunca jamás volvería a abandonarla pasara lo que pasara y ésta prometió, no dejar a la tierra sin su resplandor pues sin ella, nada volvería a ser igual.



 
         

Fotografías cedidas por Eddy Oscco, Diseño por Catamarán e historia por Denisha.