Sección de Historias

 


Historia: ( Escrita por Catamarán)



MAR MEDITERRÁNEO



Un día a finales de verano en la Costa Dorada, nació un nuevo espíritu, una nueva vida, era un precioso niño pequeño.

El primer gran descubrimiento de la corta y pequeña vida de este niño fue descubrir aquella mancha tan grande azulada, con aquellos pequeños movimientos en su superficie plana, y aquella espuma blanca cosquilleando los pececitos, grato recuerdo.

Nacido a orillas prácticamente de ese mar, creciendo junto a el, aprendiendo a chapotear en su agua en sus primeros momentos de su vida, y mas mayor aprendió a nadar con el.



La historia de un niño que lleva parte en el alma de ese mar, resultó ser hijo del mar reencarnado en una persona, el hijo que quiso descubrir la tierra y descubrir todo aquello que sucedía en ella, desafiando a la naturaleza logró convencer a su padre para que le permitiera vivir aproximadamente 14 años en tierra, quería descubrir lo que había mas allá de aquella orilla espumada y esa grata sensación de la espuma cosquilleando en sus pies.

Por fin el padre, le permitió vivir como un niño adoptado por un feliz matrimonio que lo cuidó durante todo aquel tiempo, el niño creció en tierra, aprendió la lengua del lugar, se relacionó con todos sus amigos y fue creciendo y pasando el tiempo. Pero, tenía un problema que cada vez se hacía mas grande, el verdadero padre le reclamaría la vuelta a casa muy pronto.

Nuestro protagonista, el niño que ya era un pequeño adolescente tenía ideas propias y quería pertenecer para toda su vida en tierra, llegada la hora de regresar con su familia en el mar, el muchacho, fue a dialogar seriamente con su padre.

- Padre – le dijo el muchacho dirigiéndose a aquel mar sereno – me gustaría quedarme para siempre en tierra, con mis nuevos amigos y con mis padres que me han criado tanto tiempo.



De repente el cielo de aquella mañana de primavera, en el día que el muchacho supuestamente tenía que regresar con su padre, se nubló y comenzó a oscurecer de una forma preocupante. El mar antes calmado comenzó a tener cada vez olas mas y mas grandes…

- Padre, - le dijo el muchacho-, no se enfade de esa forma yo no tengo la culpa de querer a unos padres que me han criado y me han querido como suyo, por eso me gustaría quedarme en tierra.

Esto fue un desafío para aquel mar calmado, que en aquellos momentos era un mar desafiante, el viento reinante en el cabo donde se encontraba el muchacho le desveló el reto que le impuso el padre para poder seguir viviendo en tierra.



- Hijo, desafiaste e incumpliste nuestra promesa, y ahora no mereces mas que recibir un reto que deberás de cumplir si no tu familia sufrirá las consecuencias. El reto será que tu familia y tú deberéis de iros lejos de territorios donde yo tenga influencias.

El muchacho no comprendió el reto desafiante de su padre, pero pocos días después comenzaron los primeros problemas en su familia, el padre adoptivo se quedó sin trabajo en el mar, ya que los peces se habían acabado en la zona. Esto obligó a la familia a cambiar de domicilio y de profesión al padre.

Una mañana de invierno, el padre leyó un bando en el ayuntamiento de la localidad costera que decia:

“Se necesita gente de esta localidad, para la recogida de trigo en campos del interior de Castilla”.

Esto enseguida iluminó las ideas del padre de familia y al poco tiempo se decidió que toda la familia se fuera a una localidad del interior de Castilla. Nuestro muchacho enseguida comprendió el reto que le impuso el mar, aquella mañana, el destino le estaba obligando a dejar territorio dominado por el mar.

La familia migró y hoy en día se encuentra en una pequeña ciudad del interior de Castilla viviendo de las cosechas del trigo.

Nuestro pequeño protagonista 7 años después del reto, se dio cuenta de que necesita el mar que vio nacer, nostálgicamente recuerda aquellos días de infancia pero que se ve obligado a permanecer lejos de su mar Mediterráneo porque lo mas importante es su familia.

 



         


 

 

Fotografías cedidas por Eddy Oscco y Diseño por Catamarán.