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Juan Daniel Perrotta (Argentina)
Todo el material poético aquí publicado es de propiedad exclusiva del autor y tiene derechos reservados bajo licencia.Su copia sin autorización, alteración o uso indebido es un delito.
Faltan diez minutos para la una de la mañana
y estás sediento de escritura
Te motivas como puedes para escribir un poema
porque te resulta no tan simple ahora
Ya no más diez poemas por día
elegir cuál sobrevive y cuál no
Pero es típico
a cierta edad se supone que con uno
es suficiente
más ya es una proeza
Alguna mujer te dijo
que con tu pareja de ficción te bastaba
celosa de tu obsesión por la poesía
En verdad
es preferible
un par de piernas envolviéndote
en la noche
Es preferible
lamer excitado
un pezón que insiste en estar duro
de hormonas
y hacer lo mismo
con todo aquello que esté cerca de la boca
Es preferible a la poesía
creer
en la existencia del amor
acostado junto a una mujer
que deseaste lentamente
y acaba de acabarte
Todo eso es mejor que la poesía
Este poema incluído.
Cuando dos cuerpos avanzan
el uno sobre el otro
inmensos cangrejos
lo hacen con la intención oscura
ancestral
de devorarse
-físicamente
la mujer es la que vence
devora a su adversario
absorbe sus jugos-
El hombre se abalanza
sobre el cuello
conteniendo la mordida
toma los pezones con los labios
recorre las aréolas con la punta de la lengua
sublimando
sublimando
para no lanzar la dentellada
Baja por el vientre
hunde la lengua como espada
en la copa
busca
sorbe ese camaroncito
frágil
le perdona la vida
Ella comenzará frotando
la varita mágica
para encender más fuego
controlando el ansia
de clavar las garras en la espalda
a su frágil contrincante
Nada improbable es que baje
succione
succione
los primeros jugos
translúcidos
delicados
A veces descubrirá los dientes
inexperta
introduciendo dolor
Decidirá
en todo caso
qué hacer con su víctima
quizá decida alimentarse frugalmente
y continúe la succión
hasta escuchar los gritos
y que él entregue pulsante
sus grumos densos
perfumados
Tal vez utilice los labios de la especie
introduzca entre ellos
la rígida antena
jalando para sí
su sustancia
hasta bañarse las entrañas
Como sea que se libre la batalla
las bestias yacerán juntas
luego de librarla
Alguno de ellos
después de comer
puede que hasta encienda un cigarrito.
Eva despierta
bajo el edredón
Vamos a desplumar
a Eva
a desnudarla
Que quede tendida
los pechos chorreados
los pezones erizados
por el frío
Juguemos con sus pezones
dibujando sus aréolas
con los dedos
humedecidos en saliva
Besémosla
célula por célula
mientras dice que no
y la lengua encuentra su sexo
Amemos a Eva
húmeda y abierta
diciendo aún que no
Estallemos con Eva
ruborizada
empapada
susurrando quedo
qué hicimos
no quiero perderte
en tanto sus piernas ciñen
siguen ciñendo
Alcanzar
en el último suspiro
unos labios de mujer
Sentir
en la memoria
la húmeda entrepierna
del deseo
Abrazar
morder
acabar
a una mujer
en el final
aunque la misma muerte
sea.
Sé que te columpia los sueños
mi boca
cuando pervierte los besos
cuando equivoca los labios
y provoca la lluvia primitiva
los jadeos de la pequeña muerte
Hoy estamos esperando la lujuria
No hay nada que hacer
y nos hacemos todo
Luego tienes hambre
quieres vestirte
salir
No te contenta tu frugal ficción alimentaria
de hace instantes
quieres más
por suerte quieres
Te miro y pienso
en tu mano cabe el universo
Entonces me viene a la mente
lo cursi que sonaría esa frase
en un poema
tanto
como para ser catalogado
el último romántico
Desecho el pensamiento
sigo mirando tu mano
que lleva mi sexo a tu boca.
Dices que vamos
ya estuvo bueno
Me empujas hacia el bulevar azul
Siento que me descompenso de tanta paura
Después de años de simuladores
cruda realidad de vértigo
tú jadeas por mis translúcidas babas
yo enloquezco con la peniana erección
de tus pezones
Sé que no hay otro camino de salida
que el bulevar azul
Mientras te tomo entre mis brazos
enfilas la dirección
me introduces en tu cuerpo
y en la ondulante ruta hacia el orgasmo.
Nosotros desesperamos por ver
Ellas por escuchar
Se sacan la ropa
y la sangre nos hincha las venas
por todos lados
Decimos al oído el primer te amo
y son flores
son flores húmedas
flores abiertas
Todo se tranforma en estambres
gineceos
pistilos
arrobadora locura hormonal
hasta desatar el tsunami
Bebo el rojo vino de mi tierra
Como si comiera calafate
vuelvo a los andes
Su sabor está impregnado
de la savia que corre por pinos y cipreses
de la bendición nutricia de los hongos
de la pequeña frutilla silvestre
Casi quiero emborracharme
-bebo los fluídos de mi amada-
Mi sangre se puebla de voces mapuches
de tejuelas de alerce
de manatiales de montaña
y duendes brotando entre las aguas
Hasta el gusto de la sangre
de tanto mártir
siento
De tanto hermano desaparecido
en los ríos mares y lagos
que nutrieron esta uva
este vino
No tengo casa
perdì la infancia
no tengo patria
Si como insisten los poetas
la mujer que uno ama
es la tierra propia
quiero desgranarla entre mis dedos
semillarla
contemplarla en atardeceres
habitarla
borrar la tristeza de los ojos
sòlo por mirarla
sòlo por entender al fin
que ella es todo lo que tengo
Esta selección realizada para Poesía y Sentimientos reúne mayormente poemas eróticos, exceptuando Vino nuevo ó Mi tierra.
Juan Daniel Perrotta
El material poético aquí publicado es de propiedad exclusiva del autor y tiene derechos reservados bajo licencia.
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Para reproducción de alguno de los poemas o textos comunicarse previamente con el autor.
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