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CADA DÍA...Leer aquí: "El Poema para hoy" del primer bimestre de 2004Febrero 29 de 20041. (de Presagios)Pedro Salinas¡Cuánto rato te he mirado sin mirarte a tí, en la imagen exacta e inaccesible que te traiciona en el espejo! "Bésame", dices. Te beso, y mientras te beso pienso en lo fríos que serán tus labios en el espejo. "Toda el alma para ti", murmuras, pero en el pecho siento un vacío que sólo me lo llenará ese alma que no me das. El alma que se recata con disfraz de claridades en tu forma del espejo. Febrero 28 de 2004El SecretoDenise LevertovDos muchachas descubren el secreto de la vida repentinamente en una línea de poesía. Yo que no sé el secreto escribí la línea. Ella me dijeron (a través de una tercera persona) la habían encontrado pero no cuál era qué línea era. No dudo ahora, más de una semana más tarde, que han olvidado el secreto, la línea, el nombre del poema. Las amo por encontrar lo que no puedo encontrar, y por amarme por la línea que escribí, y por olvidarse de ella de modo que mil veces, hasta que la muerte las encuentre, pueden descubrirla otra vez, en otras líneas en otros sucesos. Y por desear saberlo, por el asumir que allí hay una suerte de secreto, sí, por eso sobretodo. Febrero 27 de 2004Qué palabra te dijeraVioleta ParraQué palabra te dijera que llegue a tu corazón con la fuerza que al enfermo lleva la muerte su voz, reinando sobre lo humano y toda la creación. Cuando yo la modulaba sólo pensaba en tu amor, de manera que mi orilla con la tuya se juntó, y fue tan vivo el recuerdo que mi alma se dibujó. Mariposa que dormía tranquila dentro de mí se despertó de repente queriéndoseme salir por todos los caminitos de mi cerebro sin fin. Como no tengo palabra que aclare mi corazón te mandaré por el aire el eco de mi canción, en ella va dibujada la forma de mi pasión. Febrero 26 de 2004Salón de téEzra PoundLa chica del salón de té No es ya tan linda como era. Agosto ha transcurrido contra ella. No sube ya las escaleras tan aprisa; Sí, ella también será de edad madura, Y el resplandor de juventud que entre nosotros esparcía Cuando nos traía nuestros muffins No será ya esparcido entre nosotros. Ella será también de edad madura. Febrero 25 de 2004NublándoseCharles SimicParecía la clase de vida que queríamos. Frutillas silvestres con crema en la mañana. Sol en todas las habitaciones. Los dos caminando desnudos junto al mar. Sin embargo algunas noches nos hallábamos Inseguros de lo que vendría. Como actores trágicos en un teatro en llamas, Con pájaros dando vueltas sobre nuestras cabezas, Los pinos oscuros extrañamente quietos, Cada piedra que pisábamos ensangrentada por el ocaso. De regreso en la terraza tomando vino. ¿Por qué siempre esta insinuación de un final triste? Nubes de apariencia casi humana Juntándose en el horizonte, pero el resto encantador Con el aire tan dulce y el mar sosegado. La noche de pronto sobre nosotros, una noche sin estrellas. Tú encendiendo una vela, trayéndola desnuda A nuestra habitación y enseguida apagándola. Los pinos y pastos oscuros extrañamente quietos. Febrero 24 de 2004Sol de la tardeConstantino P. CavafisSí, yo recuerdo muy bien esta habitación! Esta pieza y la otra se han alquilado a empresas comerciales: toda la casa está ocupada por comerciantes, agentes, compañías. Ah, yo conozco muy bien esta habitación...! El diván estaba allí, junto a la puerta, y al pie de él un tapiz de Turquía. Al lado, la repisa con dos floreros amarillos. A la derecha, no, enfrente, un armario con espejo. En el centro, una mesa y tres grandes sillas de paja. Cerca de la mesa, el lecho donde nos amamos tantas veces. Pobres muebles, aún deben existir en algún lado... Cerca de la ventana, el lecho. El sol de la tarde daba justo en el centro. Un día, a las cuatro, nos separamos por sólo una semana. Ay!, esa semana dura todavía . Febrero 23 de 2004Que el amor no admite cuerdas reflexionesRuben DarioSeñora, Amor es violento, y cuando nos transfigura nos enciende el pensamiento la locura. No pidas paz a mis brazos que a los tuyos tienen presos: son de guerra mis abrazos y son de incendio mis besos; y sería vano intento el tornar mi mente obscura si me enciende el pensamiento la locura. Clara está la mente mía de llamas de amor; señora, como la tienda del día o el palacio de la aurora. Y al perfume de tu ungüento te persigue mi ventura, y me enciende el pensamiento la locura. Mi gozo tu paladar rico panal conceptúa, como en el santo Cantar: Mel et lac sub lingua tua. La delicia de tu aliento en tan fino vaso apura, y me enciende el pensamiento la locura. Febrero 22 de 2004¡Oh, Margarita!José MartíUna cita a la sombra de tu oscuro Portal donde el friecillo nos convida A apretarnos los dos, de tan estrecho Modo, que un solo cuerpo los dos sean: Deja que el aire zumbador resbale, Cargado de salud, como travieso Mozo que las corteja, entre las hojas, Y en el pino Rumor y majestad mi verso aprenda. Sólo la noche del amor es digna. La soledad, la oscuridad convienen. Ya no se puede amar, ¡oh Margarita! Febrero 21 de 2004¿Por qué debo aliviar el deseo de verte?Miguel Angel Buonarroti¿Por qué debo aliviar el deseo de verte, con llanto o con palabras agitadas, si un cielo que me cruza con espadas no me despoja nunca de mi suerte? ¿Por qué el cansado corazón la muerte Pero si el golpe que procuro al vuelo Si vencido soy bienaventurado, Febrero 19 de 2004Canto DestruídoCarlos Pellicer¿En qué rayo de luz, amor ausente tu ausencia se posó? Toda en mis ojos brilla la desnudez de tu presencia. Dúos de soledad dicen mis manos llenas de ácidos fríos y desgarrados horizontes. Veo el otoño lleno de esperanza como una atardecida primavera en que una sola estrella vive el cielo ambulante de la tarde. Te amo, amor, y nada estoy diciendo para llamarte. Siento que me duelen los ojos de no llorar. Y veo que tu ausencia me encuentra como el cielo encendido y una alegría triste de no usarla como esos días en que nada ocurre y está toda la casa inútilmente iluminada. En la destruida alcoba de tu ausencia pisoteados crepúsculos reviven sus harapos, morados de recuerdos. En el alojamiento de tu ausencia todo lo ocupo yo, clavando clavos en las cuatro paredes de la ausencia. Y este mundo cerrado que se abre al interior de un bosque antiguo, ve marchitarse el tiempo, despolvorearse la luz, y mira a todos lados sin encontrar el punto de partida. Aunque vengas mañana en tu ausencia de hoy perdí algún reino. Tu cuerpo es el país de las caricias, en donde yo, viajero desolado -todo el itinerario de mis besos- paso el otoño para no morirme, sin conocer el valor de tu ausencia como un diamante oculto en lo más triste. Febrero 16 de 2004CONJURAClaribel AlegríaDesde tu ausencia llamo de tu exilio desde este viento sur que te convoca y se asemeja a ti. Febrero 14 de 2004LLUVIAEndre FarkasLluvia llueve y vuelve. Llueve lluvia, nos hemos vestido de blanco desde hace mucho, mucho tiempo, limpia este invierno por el desagüe. Queremos vestirnos de verde canción primaveral. Llueve lluvia, la comezón , la lujuria. Llueve lluvia, anhelamos tus duchas relucientes, y desde abajo de la suciedad y polvo de este invierno nos alzamos hacia esas nubes de deseo apasionado. Llueve lluvia ven ahora mismo. Llueve lluvia, desliza tu miríada de puntas de lenguas húmedas a cada resquicio concebible y derrite el helado de este invierno. Llueve lluvia, llueve hasta nuestras raíces, donde la vida comienza de nuevo, hasta que nuestro éxtasis suba por los brotes y todo sea tan bueno como la lluvia. Febrero 10 de 2004CONTIGOLuis Cernuda¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú. ¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú? Febrero 07 de 2004ESTARÉGioconda BelliEstaré dilucidando nubes. Tratando de ponerle a mi corazón la mancha grande del amor. Llevándome en un saco la lluvia junto con mis lágrimas y los poemas que buscan mi medida, la tuya, y están sentados al borde de la acera esperando que yo los recoja, que pueda sacarle a la vida la gran respuesta, el mensaje, la diferencia entre una vida y otra, entre un cielo y una tierra. Febrero 06 de 2004POCO SE SABEJuan GelmanYo no sabía que no tenerte podía ser dulce como nombrarte para que vengas aunque no vengas y no haya sino tu ausencia tan dura como el golpe que me di en la cara pensando en vos Febrero 03 de 2004PRIMERA MADRUGADAMiguel ArtecheEscucha, susurrante, el tiempo de las estrellas, la silabeante madrugada que se acerca. Escúchate el cuerpo que tembloroso aguarda, la llave desolada del abrazo, el trémulo contacto, la mano que te cierra los ojos, la tierra que se abre con ignorados frutos. ¡Levántate, dormida! La noche final te atraviesa, todo el mundo nos atraviesa, nos envuelve. Mi cuerpo está en ti. Nuestros cuerpos gimen a través de la tierra. Muerdo el gozo del rocío y levantamos las banderas del amor en lo alto de los edificios orgullosos. Y en ti tomo la humedad de los bosques, las solitarias fuentes escondidas. Y liberto en tu sangre los ríos en esta hora de las colinas que se estremecen, ahora que tú rasgas la noche que se aleja, y yo surjo de ti, nutrido de tu amorosa profundidad. Febrero 02 de 2004NI MÁS NI MENOSGabriel CelayaSon tus pechos pequeños, son tus ojos confusos, lo que no tiene nombre y no comprendo, adoro. Son tus muslos largos y es tu cabello corto; lo que siempre me escapa y no comprendo, adoro. Tu cintura, tu risa, tus equívocos locos, tu mirada que burla y no comprendo, adoro. ¡Tú que estás tan cerca! ¡Tú que estás tan lejos! Lo que beso, y no tengo, y no comprendo, adoro. Enero 29 de 2004PEQUEÑA CARTA A UNA ROSAManuel del CabralDéjame ver qué lloras, que tienes tantos párpados. Déjame ver qué gozas, sexo de tantos labios. Ya sé que mi mirada te hace crecer espinas. Ya sé que eres tan vieja como yo cuando callo. Pero tú que en tus pétalos coleccionas mañanas, tú que apretando alas, todo el amor del bosque me lo das en tu breve primavera, déjame que la mano te conserve, déjame ... Digital biografía de los duendes, cerebro del jardín, pasto del sueño, tú, que encuadernada en pétalos no vuelas, pero en el aire estás, te vas muriendo cuando te respiramos, cuando empieza a vivir tu vegetal cadáver, cuando a vivir empiezas como pájaro, como trino extraviado que oye sólo el olfato. Ya sé que eres tan vieja como yo cuando canto, sin embargo, yo que en tu poco espacio, tanto aprendo, que veo en tu rocío que hay párpados secretos, vuelvo a tocar tu abismo que cabe en una mano. Tú, que guillotinada, vives ya de los vidrios de mi fluvial mirada, siempre triste, tú que creces de súbito cuando te da estatura mi llanto jardinero, tú, que sin comprenderlo, indefensa en mis manos me defiendes. Enero 28 de 2004FÁBRICAS DE AMORJuan Gelman II Alza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala sobre mi sed, tambor, tambor, mi fuego. Que la noche nos cubra con una campana que suene suavemente a cada golpe del amor. Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor, límpiame el aire: yo quiero amarte libre. Tú destruyes el mundo para que esto suceda tu comienzas el mundo para que esto suceda. Enero 27 de 2004ENTREGALaura Victoria Envuélveme.....No temas. Ante tu fuego vivo mi carne se deslumbra, y surge castamente entre el temblor rosado de mi liviano traje para poder ser tuya. ¿No aspiras en el aire una fragancia débil que enerva y que conturba? ¿No sientes que tu aliento se prende como un velo de sombra en mi cintura?... Ya ves que hasta mis ojos en esta noche tienen fulguración oscura, y en tus rodillas firmes mis manos se desgranan como rosas maduras. Y al enredar tus dedos en mis cabellos claros siento extraña frescura, mientras caen tus besos en mi boca sedienta con la humedad fragante que se raja una fruta. Aspírame despacio.... Iniciaré mi entrega sobre tu carne oscura, y me alzaré del fuego santificada y bella como se alza del mármol una estatua desnuda. Enero 26 de 2004DESNUDARoque Dalton Amo tu desnudez porque desnuda me bebes con los poros, como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo. Tu desnudez derriba con su calor los límites, me abre todas las puertas para que te adivine, me toma de la mano como un niño perdido que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas. Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo pasa a ser mi universo, el credo que me nutre; la aromática lámpara que alzo estando ciego cuando junto a las sombras los deseos me ladran. Cuando te me desnudas con los ojos cerrados cabes en una copa vecina de mi lengua, cabes entre mis manos como el pan necesario, cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra. El día en que te mueras te enterraré desnuda para que limpio sea tu reparto en la tierra, para poder besarte la piel en los caminos, trenzarte en cada río los cabellos dispersos. El día en que te mueras te enterraré desnuda, como cuando naciste de nuevo entre mis piernas. Enero 25 de 2004INSTANTÁNEAGonzalo Rojas El dragón es un animal quimérico, yo soy un dragón y te amo, es decir amo tu nariz, la sorpresa del zafiro de tus ojos, lo que más amo es el zafiro de tus ojos; pero lo que con evidencia me muslifica son tus muslos longilíneos cuyo formato me vuela sexo y cisne a la vez aclarándome lo perverso que puede ser la rosa, si hay rosa en la palpación, seda, olfato o, más que olfato y seda, traslación de un sentido a otro, dado lo inabarcable de la pintura entiéndase por lo veloz de la tersura gloriosa y gozosa que hay en ti, de la mariposa, así pasen los años como sonaba bajo el humo el célebre piano de marfil en la película; ¿qué fue de Humphrey Bogart y aquella alta copa nórdica cuya esbeltez era como una trizadura: qué fue del vestido blanco? Décadas de piel. De repente el hombre es décadas de piel, urna de frenesí y perdición, y la aorta de vivir es tristeza, de repente yo mismo soy tristeza; entonces es cuando hablo con tus rodillas y me encomiendo a un vellocino así más durable que el amaranto, y ahondo en tu amapola con liturgia y desenfreno, entonces es cuando ahondo en tu amapola, y entro en la epifanía de la inmediatez ventilada por la lozanía, y soy tacto de ojo, apresúrate, y escribo fósforo si veo simultáneamente de la nuca al pie equa y alquimia. Enero 24 de 2004TE ESPERARÉErnestina de Champourcin Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán para verte sus ojos conmovidos. Te esperaré desnuda. Seis túnicas de luz resbalando ante ti deshojarán el ámbar moreno de mis hombros. Nadie podrá mirarme sin que azote sus párpados un látigo de niebla. Sólo tú lograrás ceñir en tus pupilas mi sien alucinada y mis manos que ofrecen su cáliz entreabierto a todo lo inasible. Te esperaré encendida. Mi antorcha despejando la noche de tus labios libertará por fin tu esencia creadora. ¡Ven a fundirte en mí! El agua de mis besos, ungiéndote, dirá tu verdadero nombre. Enero 23 de 2004RECONOCIMIENTO DEL AMORCarlos Drummond. Amiga, cómo carecen de norte los caminos de la amistad. Apareciste para ser el hombro suave donde se reclina la inquietud del fuerte (o que ingenuamente se pensaba fuerte). Traías en los ojos pensativos la bruma de la renuncia: no querías la vida plena, tenías el previo desencanto de las uniones para toda la vida, no pedías nada, no reclamabas tu cota de luz. Y te deslizabas en ritmo gratuito de ronda. Descansé en ti mi fajo de desencuentros y de encuentros funestos. Quería tal vez -sin percibirlo, lo juro- sádicamente masacrarte bajo el hierro de culpas y vacilaciones y angustias que dolían desde la hora del nacimiento, estigma desde el momento de la concepción en cierto mes perdido en la Historia, o más lejos, desde aquel momento intemporal en que los seres son apenas hipótesis no formuladas en el caos universal. ¡Cómo nos engañamos huyéndole al amor! Cómo lo desconocimos, tal vez con recelo de enfrentar su espada reluciente, su formidable poder de penetrar la sangre y en ella imprimir una orquídea de fuego y lágrimas. Pero, él llegó mansamente y me envolvió en dulzura y celestes hechizos. No quemaba, no brillaba, sonreía. No entendí, tonto que fui, esa sonrisa. Me herí con mis propias manos, no por el amor que traías para mí y que tus dedos confirmaban al juntarse a los míos, en la infantil búsqueda del Otro, el Otro que yo me suponía, el Otro que te imaginaba, cuando -por agudeza del amor- sentí que éramos uno sólo. Amiga, amada, amada amiga, así el amor disuelve el mezquino deseo de existir de cara al mundo con la mirada perdida y la ancha ciencia de las cosas. Ya no enfrentamos al mundo: en él nos diluimos, y la pura esencia en que nos transmutamos perdona alegorías, circunstancias, referencias temporales, imaginaciones oníricas, el vuelo del Pájaro Azul, la aurora boreal, las llaves de oro de los sonetos y de los castillos medievales, todos los engaños de la razón y de la experiencia, para existir en sí y para sí, con la rebeldía de cuerpos amantes, pues ya ni somos nosotros, somos el número perfecto: Uno. Tomó su tiempo, yo se, para que el «Yo» renunciase a la vacuidad de persistir, fijo y solar, y se confesara jubilosamente vencido, hasta respirar el más grande júbilo de la integración. Ahora, amada mía para siempre, ni mirada tenemos para ver, ni oídos para captar la melodía, el paisaje, la transparencia de la vida, perdidos como estamos en la concha ultramarina de mar. Enero 22 de 2004DESEOSusana March. Ayúdame. Estoy ciega. Mi sed me ciega. Cúbreme. Estoy desnuda. Abre las puertas de mi reino. Esclavo mío, asume tu importancia, dame tu ley. Exijo tu fuerza. ¡Ámame! La tierra, el viento, el fuego, el mar con su oleaje... ¿Qué importa, di, qué importa? Me bebo el Universo en tus labios, amante Enero 20 de 2004CASIDA DE LA MUJER TENDIDAFederico García Lorca. Verte desnuda es recordar la tierra. La tierra lisa, limpia de caballos. La tierra sin un junco, forma pura cerrada al porvenir: confín de plata. Verte desnuda es comprender el ansia de la lluvia que busca débil talle, o la fiebre del mar de inmenso rostro sin encontrar la luz de su mejilla. La sangre sonará por las alcobas y vendrá con espada fulgurante, pero tú no sabrás dónde se ocultan el corazón de sapo o la violeta. Tu vientre es una lucha de raíces, tus labios son un alba sin contorno, bajo las rosas tibias de la cama los muertos gimen esperando turno Enero 19 de 2004RÉZAMEPablo Mora. rézame embrújame céntrame tómame levántame madrúgame canélame entrebáilame tenme entiémpame entrepiérname envuélveme pubísame aprisióname elígeme tempráname encandílame claréame llévame llámame cállame diferénciame recórreme distíngueme enyémame enjuévame ábreme recíbeme átame desátame persígueme arrópame suspírame ladérame agítame nicotíname acósame dientéame resucítame circúlame madérame esperánzame acúname vientréame siénteme encímame enséñame ensiéname líbrame galópame azúlame hembréame hermáname mañáname espíname acéchame hamácame amárrame amásame ensélvame enrédame abrílame lámeme alméame enciéndeme saetéame estoquéame insómniame enllúviame alégrame enborráscame ventáname enhójame deshójame enrámame ármame desálmame amórame achíname enchínchame enlúname endiósame resábiame aguitárrame astíllame ampárame enrúmbame embálame enrámame recórreme empálmame enmúgrame encuéntrame enlúchame encúbreme estréllame asómbrame desgárrame enguérrame siénteme arrodíllame sujétame corcélame cabálgame revélame aquiétame afírmame enceguéceme marinéame rásgame arrincóname enzaguáname aléjame azuléjame azafráname luciernágame castáñame coróname corazóname espárceme arbólame puéblame algazárame avelláname alborózame conténtame camíname gózame estrújame ultrájame bullaranguéame desgárrame esperánzame golpéame lácerame quémame arómame guerréame fréname desenfréname acentúame extenúame persígname apresúrame jardinéame solápame endiósame endiáblame cascájame despiértame encántame hechízame solicítame necesítame neblíname échame deséchame entiérrame destiérrame desentiérrame Enero 17 de 2004PROPÓSITODina Posada. Cuando la tarde me entregue la noche hincaré mi deseo en la fibra que te hace temblar Mi quemante obsesión se escurrirá en el caracol de tu oreja Seré la esencia de tus impulsos la espuela la gota que sofoca la bocanada de ebrias ideas el deterioro de tu mesura Derritiendo la sombra en rosario de besos discutidos contigo inventaré trucos para enlazar sudor saliva sustancia En el amplio muelle de mis piernas anclará tu barco sus inquietudes más escondidas y ahí pernoctará esperando cobijo y calor y otra vez Enero 16 de 2004GUÁRDAME DE LOS VIENTOSCarlos Castro Saavedra. No me dejes partir, no me abandones, átame a tu cintura con tus brazos, y aléjame los buques de la cara con tus suspiros y tus aletazos. Rodéame de ti, de tu ternura, de tus palomas y de tus espinos, para que no me llamen los países, para que no me escriban los caminos. Tengo toda la noche de tu pelo para embarcarme en ella, tristemente, y alejarme un momento, con las manos, de las orillas de tu continente. Puedo andar por mi frente, por la tuya, con gestos numerosos y mundiales, y me siento más hondo en tus entrañas que en los naufragios y en los funerales. Quiero quedarme en ti, quiero que me ames y que me arrojes besos como escalas, siempre que me desprenda de tus labios y me crezcan los viajes y las alas. Enero 15 de 2004COLINAAngela Figuera Aymerich. Ola cuajada en la piedra con espuma de romero, hasta tu desnuda cima me has levantado sin vuelo. Sobre tu lomo clavada -mástil sin vela en el viento- de un horizonte redondo soy matemático centro. Ocres, amarillos, verdes, me enredan los pensamientos... -pinos, tierra; tierra, pinos; Duero, chopos; chopos, Duero-. El aire me hace sorber tragos de frío silencio. El péndulo de la tarde me bate lento en el pecho. El grito de un ave avanza, hélice de agudo acero: manos y boca me sangran sólo de intentar cogerlo. Enero 13 de 2004NUDOSJuan Gustavo Cobo Borda. Encadenados a otros ojos, presos de una risa, cautivos de la esperanza, los condenados dilatan cualquier celda con un único gesto válido. Bien puede ser un pan comprado juntos o lo que comentan sobre sus respectivas jaulas. Mientras tanto los cepos se cierran sobre sus ansias y los guardianes apenas advierten su fuga en el globo libre de unas pocas palabras con premura intercambiadas. Abrazados en el aire ni siquiera escuchan el coro que repite con dulce serenidad extática: “Nada me basta. Todo me sobra. Sólo te quiero a ti: anudados”. Enero 11 de 2004RIESGOMaría Eugenia Ramos. Asumir la ternura como deber histórico es igual que volver de un largo viaje, mirarlo todo, probar el temple de la carne y el alma, identificar el olvido con la muerte y decidir quedarse quedarse quedarse y transformar el corazón vagabundo, hacerlo sólido, creador legítimo de estrellas aunque se rompa en el intento. Enero 07 de 2004EXQUISITA PENDENCIA LA DE MI BOCAAlmudena Guzmán. Exquisita pendencia la de mi boca y la suya por ese dedo abeja que libó entre murmullos y distensiones golosas, las sucesivas floraciones de mi anémona nocturna. Enero 05 de 2004MUJER DE BARROAngela Figuera Aymerich. Mujer de barro soy, mujer de barro: pero el amor me floreció el regazo. Mujer ¡Cuán vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor; perfume! Flor; no: florezco. Exhalo sin mudarme. Me entregan la simiente: doy el fruto. El agua corre en mí: no soy el agua. Árboles de la orilla, dulcemente los acojo y reflejo: no soy árbol. Ave que vuela, no: seguro nido. Cauce propicio, cálido camino para el fluir eterno de la especie. Enero 04 de 2004ESPEJO NEGROJuan Luis Panero. Dos cuerpos que se acercan y crecen y penetran en la noche de su piel y su sexo, dos oscuridades enlazadas que inventan en la sombra su origen y sus dioses, que dan nombre, rostro a la soledad, desafían a la muerte porque se saben muertos, derrotan a la vida porque son su presencia. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos imponen realidad a los gestos, brazos, muslos, húmeda tierra, viento de llamas, estanque de cenizas. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos han conjurado tercamente al tiempo, construyen la eternidad que se les niega, sueñan para siempre el sueño que les sueña. Su noche se repite en un espejo negro. Enero 03 de 2004GERMINALFlor Alba Uribe. Hoy contiene mi cuerpo avidez de parcela. Tendida, alegre, abierta bajo el sol llameante, por los cuatro costados me recorre la vida y destila en mi boca sus ardientes resinas. Trasciende poro a poro mi desnudez propicia pujante olor a tierra blanda y recién volcada, soy toda como un surco palpitante y ansioso, un terreno baldío que se vierte en promesa y domina el primero que lo quiera sembrar El sol, hoguera y lámpara, me dora e ilumina, y cae sobre mi cuerpo rotunda la mañana. Y grito, danzo y giro, y canto ennoblecida por la suprema dicha de reflejar la espiga que tiembla en el fragante regazo de la tierra. Enero 02 de 2004POEMA PARA UNA AMIGA MUY BELLAEladio Cabañero. Bella te digo porque así se llaman esas mujeres que han nacido para la vida siempre: dulce y ácida. Tú eres la colorada piel, la fruta, la pierna, el pecho soberano que alzas, pequeña porque así son los naranjos, blanca y morena, 0 sea, cálida. Amiga, ¿es la amistad la que nos manda o acaso es el amor? Las dos preguntas tienen en sí respuesta dada. Si la verdad llegara a verse un día, si nuestra fe se confirmara..., pero no, amiga mía misteriosa, que las palabras siempre engañan. Que las palabras no sonríen nunca, que eres tú la que ríes, dices, andas, pones luego los ojos apartados, muy expresivamente callas. En estos tiempos sabe todo el mundo guardar la ropa cuando está mojada, hurtarse, dar olvido, fingir burla del sentimiento porque es lágrima. Por eso siempre estamos tan contentos, tan campantes, tan fuertes -¡tiene gracia!-; por dentro va la procesión, lo dicen los gestos bruscos, las miradas. Cuerpo de uva garnacha, hembra de vino fuerte y alegría, bella mujer de amor y madrugada. Haces, querida amiga, maravillas para evitar heridas, para que no te vea tan hermosa, ¿sabes? tan femeninamente en cuerpo y alma. Y así está el pueblo de suspiros, sueños, besos dados al rostro de la nada, así estoy yo y así los que no quieren confesarse que te aman. Da miedo ver tan cerca la hermosura cuando está viva y quema duele tanta pasión, que así se llama, contenida a penas duras, tiempo y trampas. Muy bellamente estabas cuando mis ojos una vez. Ahora en el recuerdo vives clara. Si se leyeran las cenizas luego, que dicen, arden más que muchas brasas, si alguien pusiera en claro nuestras vidas fondo común de la desgracia. Pero la muerte mete tanta prisa, somos tan poca cosa, tan lejana queda nuestra ciudad, sin nombre apenas nosotros y los nuestros, nuestra casa... Tus pies, tus manos y tu cara. La tela del vestido, oh, dulces olas, redondas islas cubre con sus aguas. Seas amiga si la tarde, el tiempo, corre a su puesta como el sol; hermana si desvalidamente sufres; novia si me recuerdas en la distancia. Eres muy lista, mi pequeña, eres la niña cariñosa y mala que descubre de pronto a los mayores todo lo que les pasa. Temo que te sospeches cuánto he puesto mis brazos hacia ti, cómo esperaba volver a estar contigo, sin que nunca me vieras cuando te miraba. Los secretos no sé por qué se guardan; y este secreto no interesa a nadie, la vida es sólo cotidiana. Pero yo escribo para ti estos versos aunque no tengan importancia. Mi bella amiga, ¡muchas gracias! Ver el Libro de Visitas Free Guestbooks by Bravenet.com Arriba |
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