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CADA DÍA...Leer aquí: "El Poema para hoy" del segundo bimestre de 2004Abril 29 de 2004DIA DE LLUVIAClaribel AlegríaNunca más esta lluvia ni esa mancha de luz en el peñasco ni el borde de esa nube ni tu inmóvil sonrisa fugitiva. Nunca más este instante que ya me dice adiós desde tus ojos. Abril 28 de 2004AMOR MÍOPablo NerudaAmor mío, al cerrar esta puerta nocturna te pido amor, un viaje por oscuro recinto: cierra tus sueños, entra con tu cielo en mis ojos, extiéndete en mi sangre como un ancho río. Adiós, adiós, cruel claridad que fue cayendo en el saco de cada día del pasado, adiós a cada saco de reloj o naranja, salud oh sombra, intermitente compañera! En esta nave o agua, o muerte o nueva vida, una vez más unidos, dormidos, resurrectos, somos el matrimonio de la noche en la sangre. No sé quién vive o muere, quién reposa o despierta, pero es tu corazón el que reparte en mi pecho los dones de la aurora. Abril 27 de 2004CAMPO DE BATALLARafael AlbertiNace en las ingles un calor callado, como un rumor de espuma silencioso. Su dura mimbre el tulipán precioso dobla sin agua, vivo y agotado. Crece en la sangre un desasosegado, urgente pensamiento belicoso. La exhausta flor perdida en su reposo rompe su sueño en la raíz mojada. Salta la tierra y de su entraña pierde savia, venero y alameda verde. Palpita, cruje, azota, empuja, estalla. La vida hiende en plena vida. Y aunque la muerte gane la partida, todo es un campo alegre de batalla. Abril 26 de 2004CONSEJOS DE AFRODITAFlor Alba UribeA la hora del amor llega desnudo, desnudo y puro, como quien vive su muerte y resucita. BESA hasta que sean de piedra tus labios y tu lengua. ACARICIA hasta que palidezcan los tigres camorreros. ENTRÉGATE con la avidez del sediento en la taberna, con fervor, con pavor, no retrocedas. Y en la batalla de labios y de huesos, en la apretada urdimbre de dos cuerpos baja cantando, como un minero iluminado, para cavar muy hondo entre dos muslos. Abril 25 de 2004Edén de los edenesMiguel Rash-IslaEn la grata penumbra de la alcoba todo, indecisamente sumergido y ella, desmelenada en el mullido y perfumado lecho de caoba; tembló mi carne enfebrecida y loba, y arrobeme a su cuerpo repulido como un jazminero florecido una alimaña pérfida se arroba; besé con beso deleitoso y sabio su palpitante desnudez de luna y en insaciada exploración, mi labio bajo al umbroso edén de los edenes mientras sus piernas me formaban una corona de impudor sobre las sienes.... Abril 24 de 2004Ritual secretoOrietta LozanoAmante mío, estoy desnuda, más fresca que el agua azul para tu noche de amor. Cada extremo de mi boca, cada esquina de mis miembros se apresuran como ágiles peces hacia tus tibias aguas. Amante mío, yo deseo la mordedura de tus dientes y me encamino temblorosa hacia cada uno de tus dedos, me detengo a mirar tu cuerpo a través de oscura cerradura e incontenible deseo se posa en mis húmedos senos. Por ti se escapa la sequedad de mi boca, mi mirada de brújula perdida en tus rincones, floto voluptuosa en tus profundas aguas y me abro como flor nocturna a tu plácida noche. Mi cuerpo, fiesta fértil y lasciva. Paséeme solitaria, desnuda ante tu noche, siémbrame semillas olorosas a sal. Mírame desnuda con la hermosa sospecha que mi vientre será fértil a tu salada lluvia. Mi caverna, tibia y silenciosa, guarida perfecta de tu solitario cuerpo, Mi boca es suave entre tus dientes, mi lengua, pájaro que anida en tu boca. Por mi carne fluye sudor de hierro y me prendo como alga marina a tu confuso mar. Soy la obra inconclusa con infinitas posibilidades para un final. Me entrego fácil a tus brazos, con el misterioso encanto de un ritual. Abril 23 de 2004Espejo negroJosé Luis PaneroDos cuerpos que se acercan y crecen y penetran en la noche de su piel y su sexo, dos oscuridades enlazadas que inventan en la sombra su origen y sus dioses, que dan nombre, rostro a la soledad, desafían a la muerte porque se saben muertos, derrotan a la vida porque son su presencia. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos imponen realidad a los gestos, brazos, muslos, húmeda tierra, viento de llamas, estanque de cenizas. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos han conjurado tercamente al tiempo, construyen la eternidad que se les niega, sueñan para siempre el sueño que les sueña. Su noche se repite en un espejo negro. Abril 22 de 2004Entre tus brazosIdea VilariñoEntre tus brazos entre mis brazos entre las blandas sábanas entre la noche tiernos solos feroces entre la sombra entre las horas entre un antes y un después. Abril 21 de 2004Elección del amanteMaría GranataCada día te elijo, y ésta es mi libertad total y fuerte. Mi abrazo cumple su elección y fluye en tu piel que se teje con la mía. Cada día te veo entre los hombres: Te descubro y prefiero, hechura de violenta dulcedumbre, amor abierto sobre los amores. Se despuebla la tierra si te pierdo; páramo hundido tórnanse los rostros si no arde el tuyo, y toda soledad vuelve a agitarse. Te elijo cada día dentro de la multitud, temblor amante. En diluvio de brazos y de pechos huyo talando levantadas voces, y llego a tu contorno y a tu fábula. Sin ti se desvanece la semejanza humana. Amante, amante, aguárdame, perdura. Te elijo siempre a ti. Y esta es mi libertad ya descarnada. Abril 19 de 2004PoemaJulio CortázarTe amo por ceja, por cabello, te debato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz, voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago y cintas que dormían en la lluvia. No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano, porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fábula, y los gestos, esa arquitectura de la nada, encendiendo las lámparas a mitad del encuentro. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo, pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo. Además te quiero, y hace tiempo y frío. Abril 18 de 2004Defensa de MadridRafael AlbertiMadrid, corazón de España, late con pulsos de fiebre. Si ayer la sangre le hervía, hoy con más calor le hierve. Ya nunca podrá dormirse, porque si Madrid se duerme querrá despertarse un día y el alba no vendrá a verle. No olvides, Madrid, la guerra; jamás olvides que enfrente los ojos del enemigo te echan miradas de muerte. Rondan por tu cielo halcones que precipitarse quieren sobre tus rojos tejados, tus calles, tu brava gente. Madrid: que nunca se diga, nunca se publique o piense que en el corazón de España la sangre se volvió nieve. Fuentes de valor y hombría las guardas tú donde siempre. Atroces ríos de asombro han de correr de esas fuentes. Que cada barrio a su hora, si esa mal hora viniere -hora que no vendrá-, sea más que la plaza más fuerte. Los hombres, como castillos; igual que almenas, sus frentes, grandes murallas sus brazos, puertas que nadie penetre. Quien al corazón de España quiera asomarse, que llegue. ¡Pronto! Madrid está cerca. Madrid sabe defenderse con uñas, con pies, con codos, con empujones, con dientes, panza arriba, arisco, recto, duro, al pie del agua verde del Tajo, en Navalperal, en Sigüenza, en donde suenen balas y balas que busquen helar su sangre caliente. Madrid, corazón de España, que es de tierra, dentro tiene, si se le escarba, un gran hoyo, profundo, grande, imponente, como un barranco que aguarda... Sólo en él cabe la muerte. Abril 17 de 2004Si el hombre pudiera decirLuis CernudaSi el hombre pudiera decir lo que ama, Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo Como una nube en la luz; Si como muros que se derrumban, Para saludar la verdad erguida en medio, Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad de su amor, La verdad de sí mismo, Que no se llama gloria, fortuna o ambición, Sino amor o deseo, Yo sería aquel que imaginaba; Aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos Proclama ante los hombres la verdad ignorada, La verdad de su amor verdadero. Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien Cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío; Alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina Por quien el día y la noche son para mí lo que quiera, Y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu Como leños perdidos que el mar anega o levanta Libremente, con la libertad del amor, La única libertad que me exalta, La única libertad por que muero. Tú justificas mi existencia: Si no te conozco, no he vivido; Si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido. Abril 16 de 2004Ciencia del amorDámaso AlonsoNo sé. Sólo me llega, en el venero de tus ojos, la lóbrega noticia de Dios: sólo en tus labios, la caricia de un mundo en mies, de un celestial granero. ¿Eres limpio cristal, o ventisquero destructor? No, no sé... De esta delicia, yo solo sé su cósmica avaricia, el sideral latir con que te quiero. Yo no sé si eres muerte o si eres vida, si toco rosa en ti, si toco estrella, si llamo a Dios o a ti cuando te llamo. Junco en el agua o sorda piedra herida, sólo sé que la tarde es ancha y bella, sólo sé que soy hombre y que te amo. Abril 15 de 2004Se queríanVicente AlexaindreSe querían. Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada, labios saliendo de la noche dura, labios partidos, sangre, ¿sangre dónde? Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz. Se querían como las flores a las espinas hondas, a esa amorosa gema del amarillo nuevo, cuando los rostros giran melancólicamente, giralunas que brillan recibiendo aquel beso. Se querían de noche, cuando los perros hondos laten bajo la tierra y los valles se estiran como lomos arcaicos que se sienten repasados: caricia, seda, mano, luna que llega y toca. Se querían de amor entre la madrugada, entre las duras piedras cerradas de la noche, duras como los cuerpos helados por las horas, duras como los besos de diente a diente solo. Se querían de día, playa que va creciendo, ondas que por los pies acarician los muslos, cuerpos que se levantan de la tierra y flotando... Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo. Mediodía perfecto, se querían tan íntimos, mar altísimo y joven, intimidad extensa, soledad de lo vivo, horizontes remotos ligados como cuerpos en soledad cantando. Amando. Se querían como la luna lúcida, como ese mar redondo que se aplica a ese rostro, dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida, donde los peces rojos van y vienen sin música. Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios, ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas, mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal, metal, música, labio, silencio, vegetal, mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo. Abril 14 de 2004Soneto XLVIIIPablo NerudaDos amantes dichosos hacen un solo pan, una sola gota de luna en la hierba, dejan andando dos sombras que se reúnen, dejan un solo sol vacío en una cama. De todas las verdades escogieron el día: no se ataron con hilos sino con un aroma, y no despedazaron la paz ni las palabras. La dicha es una torre transparente. El aire, el vino van con los dos amantes, la noche les regala sus pétalos dichosos, tienen derecho a todos los claveles. Dos amantes dichosos no tienen fin ni muerte, nacen y mueren muchas veces mientras viven, tienen la eternidad de la naturaleza. Abril 13 de 2004OraciónCristina Peri RossiLíbranos, Señor, de encontrarnos años después, con nuestros grandes amores. Abril 12 de 2004Idilio muertoCésar VallejoQué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita de junco y capulí; ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita la sangre, como flojo cognac, dentro de mí. Dónde estarán sus manos que en actitud contrita planchaban en las tardes blancuras por venir; ahora, en esta lluvia que me quita las ganas de vivir. Qué será de su falda de franela; de sus afanes; de su andar; de su sabor a cañas de mayo del lugar. Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje, y al fin dirá temblando: "¡Qué frío hay... Jesús!" Y llorará en las tejas un pájaro salvaje. Abril 11 de 2004qué lindos tus ojos...Juan Gelmanqué lindos tus ojos y más la mirada de tus ojos y más el aire de tus ojos cuando miran lejos en el aire estuve buscando: la lámpara de tu sangre sangre de tu sombra tu sombra sobre mi corazón Abril 9 de 2004Cuatro Rubaiyyat de Cambridge...Iván TubauQueremos alcanzar el alma de la piel. Queremos empaparnos de gozo y de sudor. Mañana Dios dirá, si hay Dios y si se digna decir alguna cosa. Bésame el corazón. A Mercè Nos teñiremos pelos, almas y corazones.Juraremos amor eterno si es preciso para ser algo más felices un instante. Ni la mejor mentira, amor, es la verdad. Une orange sur la table Juntos lo celebramos, amor, esta mañana. Cuando llegue la noche, si Dios y Prévert quieren, me dejarás probar tus nuevos diecinueve. En Sinera de Munt Cuando yo no esté más aquí se habrá acabado el mundoy no habrá nunca más olor de madreselva ni el perfume tenaz de entrepierna mojada ni el aroma del vino ni el azul de la mar. Abril 8 de 2004La luz corre desnuda por el ríoMiguel Ángel AsturiasLa luz corre desnuda por el río huyendo sin cesar en lo movible de la profundidad, del hondo frío en que empieza la sombra y lo invisible. La conoció al nacer, era rocío, no este vano correr tras lo imposible, imagen del humano desafío a la divinidad. Sueño apacible que endulza los saleros de los ojos, mesa frugal y paz es lo que anhela navegante, soldado y rey de antojos; pero ¡ay! del ¡ay! del alma, no se alcanza a volver con los remos y la vela al puerto en que dejamos la esperanza. Abril 7 de 2004VergüenzaGabriela MistralSi tú me miras, yo me vuelvo hermosa como la hierba a que bajó el rocío, y desconocerán mi faz gloriosa las altas cañas cuando baje el río. Tengo vergüenza de mi boca triste, de mi voz rota y mis rodillas rudas; ahora que me miraste y que viniste, me encontré pobre y me palpé desnuda. Ninguna piedra en el camino hallaste más desnuda de luz en la alborada que esta mujer a la que levantaste, porque oíste su canto, la mirada. Yo callaré para que no conozcan mi dicha los que pasan por el llano, en el fulgor que da a mi frente tosca y en la tremolación que hay en mi mano... Es noche y baja a la hierba el rocío; mírame largo y habla con ternura, ¡que ya mañana al descender al río, la que besaste llevará hermosura! Abril 6 de 2004El surJorge Luis BorgesDesde uno de tus patios haber mirado las antiguas estrellas, desde el banco de la sombra haber mirado esas luces dispersas que mi ignorancia no ha aprendido a nombrar ni a ordenar en constelaciones, haber sentido el círculo del agua en el secreto aljibe, el olor del jazmín y la madreselva, el silencio del pájaro dormido, el arco del zaguán,la humedad -esas cosas acaso, son el poema. Abril 5 de 2004El arroyoDelmira AgustiniTe acuerdas?... El arroyo fue la serpiente buena... Fluía triste y triste como un llanto de ciego, Cuando en las piedras grises donde arraiga la pena, Como un inmenso lirio, se levantó tu ruego. Mi corazón, la piedra más gris y más serena, Despertó en la caricia de la corriente, y luego Sintió como la tarde, con manos de agarena, Prendía sobre él una rosa de fuego. Y mientras la serpiente del arroyo blandía El veneno divino de la melancolía, Tocada de crepúsculo me abrumó tu cabeza, La coroné de un beso fatal; en la corriente Vi pasar un cadáver de fuego... Y locamente Me derrumbó en tu abrazo profundo la tristeza Abril 4 de 2004Yo no soy...David Escobar GalindoYo no soy Pedro, Juan, ni Segismundo. Yo no soy pura sangre, ni mestizo, ni natural del valle o de la estepa. Mi pensamiento es un pequeño mundo. Un mundo de orfandad de pura cepa. Vine de no sé dónde, un día en que unas manos se estrecharon a medias. Y tú —poesía, viento— ni lo haces más atroz, ni lo remedias. Yo no soy Gran Collar, ni estoy triste, ni creo en la derrota. Admiro el rostro inmenso del océano, pero prefiero el brillo de una gota. Me gusta la verdad de los que esperan, y el amor hecho vida. Y creo en el retorno de los tiempos, en otra dimensión desconocida. Recuerdo vagamente algunos signos, algún destello de mitología, alguna forma gris de echar la suerte. Y no le tengo miedo a lo que venga: ni al ojo solapado de la vida, ni al párpado sincero de la muerte. Yo no soy la bandera, ni el perdón, ni el cayado. No soy el que descubre, ni el que salva o reclama ser salvado. Yo no soy Pedro, Juan, ni Segismundo. Yo soy un soplo de aire. Un sonido que pasa. El sonido fugaz de un milagro profundo. Pues soy más que la carne misteriosa en que alguien —una vez— me trajo al mundo. Abril 3 de 2004Anoche, cuando dormíaAntonio MachadoAnoche, cuando dormía, soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di, ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida en donde nunca bebí? Anoche, cuando dormía, soñé, ¡bendita ilusión!, que una colmena tenía dentro de mi corazón, y las doradas abejas iban fabricando en él, con las amarguras viejas blanda cera y dulce miel. Anoche, cuando dormía, soñé, ¡bendita ilusión!, que un ardiente sol lucía dentro de mi corazón. Era ardiente porque daba calores de rojo hogar, y era sol porque alumbraba y porque hacía llorar. Anoche, cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón. Abril 2 de 2004La tardeJuana de IbarbourouHe bebido del chorro cándido de la fuente. Traigo los labios frescos y la cara mojada. Mi boca hoy tiene toda la estupenda dulzura de una rosa jugosa, nueva y recién cortada. El cielo ostenta una limpidez de diamante. Estoy ebria de tarde, de viento y primavera. ¿No sientes en mis trenzas olor a trigo ondeante? ¿No me hallas hoy flexible como una enredadera? Elástica, de gozo como un gamo he corrido por todos los ceñudos senderos de la sierra. Y el galgo cazador que me guía, rendido, se ha acostado a mis pies, largo a largo en la tierra. ¡Ah, qué inmensa fatiga me derriba a la grama y abate en tus rodillas mi cabeza morena, mientras que de una iglesia campesina y lejana nos llega un lento y grave llamado de novena! Abril 1 de 2004Lluvia íntimaJulia de BurgosLas calles de mi alma andan desarropadas. La emoción va desnuda tras la sombra acostada del anhelo. Hay vientos azotando cercano a mi conciencia. El cielo de mi mente amenaza estallar, para soltar el hondo dolor amontonado en noches inocentes sobre el otro dolor de ser ola sin playa donde reposar lágrimas. Mi dolor va vendado de llanto entre mis ojos busca mares de espíritu donde navegar íntimos motivos de tragedia, quiere crecer, crecer, hasta doblarme el grito, y derrumbarme en ecos por la tierra. Marzo 31 de 2004VIVIRAngel GanivetLleva el placer al dolor y el dolor lleva al placer; ¡vivir no es más que correr eternamente alrededor de la esfinge del amor! Esfinge de forma rara que no deja ver la cara...; más yo la he visto en secreto, y es la esfinge un esqueleto y el amor en muerte para. Marzo 30 de 2004Modelando para Egon SchieleZoé ValdésEgon vestido me toca las rodillas anuncia que me va a pintar para él estoy latentemente flaca rasguña con el pincel mis poros y dicta los castigos ni siquiera sabe que morirá a los veintiocho años Egon clavetea la lengua del discurso huye con ojos afiebrados de las últimas leyes no entiende mi carne se mira las manos y sonríe luego prepara los colores con cinismo y vanidad de quien no sabe nada separa mis rodillas anuncia que va a destruirme Egon se desnuda y dice que todo artista tiene miedo y con el pincel recorta mis pedazos para él la luz no es necesaria sobre el vello de mis piernas Egon se acerca y promete un cuerpo magullado sentado descomponiendo lo imposible con una tos más cómica que grave Egon imprudente no baja las persianas en mi ombligo la tinta no se transforma como gota de mediodía y grito que me están evaporando Egon desnudo toca mis rodillas para sugerir que me está inmortalizando y que esto es menos doloroso que un tatuaje en el pezón yo sé que algún día seremos obras de arte y Egon estará expuesto con el sexo moteado de rosado Egon mueve los músculos de las nalgas al ritmo de sus pinceladas y se decapita con una cuchilla de afeitar Él no sabe que mi cuerpo es banalmente blanco Egon por eso lo decoras con la yema del dedo Egon es ligero y chupa del narguile las burbujas de mi susto acaricia mis rodillas ya estamos terminando con el infernal ruido de mis tripas ¿y si quemáramos los cuadros? Egon humillado brinda queso y un campari con limón dice que estoy perfecta con mi hambre y mi sed que parezco una niña de Balthus ¿y cómo Egon pudo saberlo si él iba a morirse antes? No es bueno pensar en los muertos con frecuencia porque después sus voces salen angustiadas por la radio Egon se ha vestido amoretea mi piel con sus dientes y anuncia que me va a borrar. Marzo 29 de 2004Gratia plenaAmado NervoTodo en ella encantaba, todo en ella atraía; su mirada, su gesto, su sonrisa, su andar... El ingenio de Francia de su boca fluía. Era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! Ingenua como el agua, diáfana como el día, rubia y nevada como Margarita sin par, al influjo de su alma celeste amanecía... Era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! Cierta dulce y amable dignidad la investía de no sé qué prestigio lejano y singular. Más que muchas princesas, princesa parecía: era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! Yo gocé el privilegio de encontrarla en mi vía dolorosa; por ella tuvo fin mi anhelar, y cadencias arcanas halló mi poesía. Era llena de gracia, como el Avemaría; ¡quien la vio, no la pudo ya jamás olvidar! !Cuánto, cuánto la quise! ¡Por diez años fue mía; pero flores tan bellas nunca pueden durar! Era llena de gracia, como el Avemaría, !y a la fuente de gracia, de donde procedía, se volvió... como gota que se vuelve a la mar! Marzo 28 de 2004Poema del OlvidoJosé Angel BuesaViendo pasar las nubes fue pasando la vida, y tú, como una nube, pasaste por mi hastío. Y se unieron entonces tu corazón y el mío, como se van uniendo los bordes de una herida. Los últimos ensueños y las primeras canas entristecen de sombra todas las cosas bellas; y hoy tu vida y mi vida son como las estrellas, pues pueden verse juntas, estando tan lejanas... Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita, nos da una sed más honda que la sed que nos quita, pero estoy tan seguro de poder olvidar... Y miraré las nubes sin pensar que te quiero, con el hábito sordo de un viejo marinero que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar. Marzo 27 de 2004Soneto XXVPablo NerudaAntes de amarte, amor, nada era mío: vacilé por las calles y las cosas: nada contaba ni tenía nombre: el mundo era del aire que esperaba. Yo conocí salones cenicientos, túneles habitados por la luna, hangares crueles que se despedían, preguntas que insistían en la arena. Todo estaba vacío, muerto y mudo, caído, abandonado y decaído, todo era inalienablemente ajeno, todo era de los otros y de nadie, hasta que tu belleza y tu pobreza llenaron el otoño de regalos. Marzo 26 de 2004AusenciaGabriela MistralSe va de ti mi cuerpo gota a gota. Se va mi cara en un óleo sordo; se van mis manos en azogue suelto; se van mis pies en dos tiempos de polvo. ¡Se te va todo, se nos va todo! Se va mi voz, que te hacía campana cerrada a cuanto no somos nosotros. Se van mis gestos, que se devanaban, en lanzaderas, delante tus ojos. Y se te va la mirada que entrega, cuando te mira, el enebro y el olmo. Me voy de ti con tus mismos alientos: como humedad de tu cuerpo evaporo. Me voy de ti con vigilia y con sueño, y en tu recuerdo más fiel ya me borro. Y en tu memoria me vuelvo como esos que no nacieron ni en llanos ni en sotos. Sangre sería y me fuese en las palmas de tu labor y en tu boca de mosto. Tu entraña fuese y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo, ¡y en tu pasión que retumba en la noche, como demencia de mares solos! ¡Se nos va todo, se nos va todo! Marzo 25 de 2004Ah, que tú escapesJosé Lezama LimaAh, que tú escapes en el instante en el que ya habías alcanzado tu definición mejor. Ah, mi amiga, que tú no querías creer las preguntas de esa estrella recién cortada, que va mojando sus puntas en otra estrella enemiga. Ah, si pudiera ser cierto que a la hora del baño, cuando en una misma agua discursiva se bañan el inmóvil paisaje y los animales más finos: antílopes, serpientes de pasos breves, de pasos evaporados parecen entre sueños, sin ansias levantar los más extensos cabellos y el agua más recordada. Ah, mi amiga, si en el puro mármol de los adioses hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar, pues el viento, el viento gracioso, se extiende como un gato para dejarse definir. Marzo 24 de 2004La niña de GuatemalaJosé MartíQuiero, a la sombra de un ala, contar este cuento en flor: la niña de Guatemala, la que se murió de amor. Eran de lirios los ramos; y las orlas de reseda y de jazmín; la enterramos en una caja de seda. ...Ella dio al desmemoriado una almohadilla de olor; él volvió, volvió casado; ella se murió de amor. Iban cargándola en andas obispos y embajadores; detrás iba el pueblo en tandas, todo cargado de flores. ...Ella, por volverlo a ver, salió a verlo al mirador: él volvió con su mujer: ella se murió de amor. Como de bronce candente, al beso de despedida, era su frente: ¡la frente que más he amado en mi vida! ...Se entró de tarde en el río, la sacó muerta el doctor: dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor. Allí, en la bóveda helada, la pusieron en dos bancos: besé su mano afilada, besé sus zapatos blancos. Callado, al oscurecer, me llamó el enterrador; ¡nunca más he vuelto a ver a la que murió de amor! Marzo 23 de 2004FotoJuan GelmanEn la fotografía que tus ojos vuelven dulce hay tu rostro de perfil, tu boca, tus cabellos, pero cuando vibrábamos de amor bajo el oleaje de la noche y el clamor de la ciudad tu rostro es una tierra siempre desconocida y esta fotografía el olvido, otra cosa. Marzo 22 de 2004Donde habite el olvidoLuis CernudaDonde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allá donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Marzo 21 de 2004Palabras de La Nueva MujerClaudia Lars Como abeja obstinada exploro inefables reinos que desconoces y al entrar en la memoria de tu corazón señalo parajes virginales. ¡Aquí la eternidad modificando nuestro minuto! No puedo ser abismo: con la luz se hacen viñedos y retamas. Pertenezco a la desnudez de mi lenguaje y he quemado silencios y mentiras sabiendo que transformo la historia de las madres. Mujer. Sólo mujer. ¿Entiendes? Ni pajarilla del necesario albergue, ni alimento para deseosos animales, ni bosque de campánulas donde el cielo se olvida ni una hechicera con sus pequeños monstruos. ¡Oh poderes del hombre alzando mutaciones de frágiles rostros! ¡Oh esplendor oculto en mi santuario ya bajo la excelencia de íntimos ángeles! ¿Logra mi amor decirte que busco un amante con frente inmortal? Marzo 20 de 20041998Antonella Anedda Ahora hay sólo lluvia bendiciendo la calle y en el agua que tiembla casi una luz redimida que seguir. Será una pequeña distancia hasta el fulgor. Del horno donde crece la comida Hasta las nubes oscuras, todo apenas distinto de la vida de siempre: una diferencia en el gesto que pone los platos para la noche una luz en la grieta de la pared entreabierta hacia tierras de paz. Fuego de cedro por los bordes del campo. Así veremos los rostros de los ausentes Las iniciales de los nombres que arrasan los lapilli. Ningún dolor sino el movimiento de las manos Alejando el humo. Y noche entre la noche, una rendija. N. del T.: lapilli, parte de la materia piroclástica que constituye una erupción. Marzo 19 de 2004Se equivocó la palomaRafael Alberti Se equivocó la paloma. Se equivocaba. Por ir al Norte, fue al Sur. Creyó que el trigo era agua. Se equivocaba. Creyó que el mar era el cielo; que la noche la mañana. Se equivocaba. Que las estrellas eran rocío; que la calor, la nevada. Se equivocaba. Que tu falda era tu blusa; que tu corazón, su casa. Se equivocaba. (Ella se durmió en la orilla. Tú, en la cumbre de una rama.) Marzo 18 de 2004Cabo SounionLuis García Montero Al pasar de los años, ¿qué sentiré leyendo estos poemas de amor que ahora te escribo? Me lo pregunto porque está desnuda la historia de mi vida frente a mí, en este amanecer de intimidad, cuando la luz es inmediata y roja y yo soy el que soy y las palabras conservan el calor del cuerpo que las dice. Serán memoria y piel de mi presente o sólo humillación, herida intacta. Pero al correr del tiempo, cuando dolor y dicha se agoten con nosotros, quisiera que estos versos derrotados tuviesen la emoción y la tranquilidad de las ruinas clásicas. Que la palabra siempre, sumergida en la hierba, despunte con el cuerpo medio roto, que el amor, como un friso desgastado, conserve dignidad contra el azul del cielo y que en el mármol frío de una pasión antigua los viajeros románticos afirmen el homenaje de su nombre, al comprender la suerte tan frágil de vivir, los ojos que acertaron a cruzarse en la infinita soledad del tiempo. Marzo 17 de 2004Ahora tengo algo mío...Massimo Rossi Ahora tengo algo mío: tu hermoso ombligo punto cardinal del norte del deseo primordial icono del placer rebelde ojo de tu piel bribón sin pestañas con una forma de zucchini que tapa hostería o hotel de cinco estrellas pequeño frijol saltarín pequeño diamante jugoso del eros sobre la corneada azucarada. Marzo 16 de 2004¿CÓMO ERA?(de Poemas puros. Poemillas de la ciudad)Dámaso Alonso ¿Cómo era Dios mío, cómo era? Vino queda y suave. Ni materia ni espíritu. Traía una ligera inclinación de nave y una luz matinal de claro día. No era de ritmo, no era de armonía ni de color. El corazón la sabe, pero decir cómo era no podría porque no es forma, ni en la forma cabe. Lengua, barro mortal, cincel inepto, deja la flor intacta del concepto en esta clara noche de mi boda, y canta mansamente, humildemente, la sensación, la sombra, el accidente, mientras Ella me llena el alma toda. Marzo 15 de 2004Cuando nos separamosLord Byron Cuando nos separamos en silencio y con lágrimas, con el corazón partido en dos, para apartarnos por años, en tu mejilla creció la palidez y el frío y tu beso aún más frío... Verdaderamente aquella hora predijo este dolor. El rocío de la mañana cayó gélido por mi frente lo sentí como un anuncio de lo que ahora siento. Tus juramentos se han roto y ligera es tu fama: escucho tu nombre en otras bocas y comparto su vergüenza. Cuando te nombran delante de mí, un toque lúgubre llega a mi oído y un estremecimiento me sacude. ¿Por qué me fuiste tan querida? Aquellos que te conocen bien no saben que te conocí: Por mucho, mucho tiempo habré de arrepentirme de ti muy hondamente para expresarlo. En secreto nos encontramos, y en silencio me lamento de que tu corazón pueda olvidar y tu espíritu engañarme. Si llegara a encontrarte tras largos años, ¿cómo habría de saludarte? En silencio y con lágrimas. Marzo 14 de 2004MadrigalPere Gimferrer Amor, con el poder terrible de una rosa tu tensa piel ha saqueado mis ojos, y es demasiado claro este color de velas en un mar terso. ¡Dulzura, la tan cruel dulzura violeta que las nalgas defienden, como el nido de la luz! Porque una rosa tiene el poder de la seda: tacto mortal, estíos crujientes, con el grosor de un tejido desgarrándose, el resplandor estrellado contra las cornisas y el cielo, más allá de la ventana, tal lóbrego como un sumidero. Por la noche, el hombre de anteojos ahumados, en la cocina de gas, acaricia los enseres de Auschwitz, las tenazas alquímicas, las ampollas de cal. Amor, el hombre de guantes oscuros no raerá el color de concha de un vientre, el perfume de enebro y olivas de la piel; no raerá la luz de una rosa inmortal que la simiente deshoja con un tierno pico. Y ahora veo a la garza real, plegando sus alas en la habitación, la garza que, con la luz que capitula, es plumaje y calor, y es como el cielo: sólo claridad marina y después, un recuerdo de haber vivido contigo. Marzo 13 de 2004Ocurre a vecesJuan Luis PaneroOcurre a veces, en las calladas horas de la noche, al filo mismo de la madrugada, tras el telón caído de la euforia y del vino. Unos ojos parpadean, se abren, nos miran con su última transparencia y un instante a nuestro lado su doloroso transcurrir, su apretado paisaje de ternura muestran, como un mendigo o un esclavo, la humillada quietud de su tristeza. Entonces, cuando no hay una sola palabra que decir, con la avidez que lleva en sí lo fugitivo, besar, unirse en la húmeda tibieza, en la empapada, áspera arcilla de otra boca, donde nada al fin y todo nos pertenece. Después, igual que el viento agitando fugaz unas cortinas la claridad de la mañana nos muestra, desvelar un instante en la memoria aquello que una noche, una mirada, la destruida posesión de unos labios, nos dio. Lo que ahora ciego tropieza, resbala por la gastada pared del corazón, aferrándose terco hacia la muerte, desplomándose sordo hacia el olvido. Marzo 12 de 2004Arder en viva llamaEugenio Gerardo LoboArder en viva llama, helarme luego, mezclar fúnebre queja y dulce canto, equivocar la risa con el llanto, no saber distinguir nieve ni fuego. Confianza y temor, ansia y sosiego, aliento del espíritu y quebranto, efecto natural, fuerza de encanto, ver que estoy viendo y contemplarme ciego; la razón libre, preso el albedrío, querer y no querer a cualquier hora, poquísimo valor y mucho brío; contrariedad que el alma sabe e ignora, es, Marsia soberana, el amor mío. ¿Preguntáis quién lo causa? Vos, Señora. Marzo 11 de 2004En la nocheFrancisco A. de IcazaLos árboles negros, la vereda blanca, un pedazo de luna rojiza con rastros de sangre manchando las aguas. Los dos, cabizbajos, prosiguen la marcha con el mismo paso, en la misma línea, y siempre en silencio y siempre a distancia. Pero en la revuelta de la encrucijada, frente a la taberna, algunos borrachos dan voces y cantan. Ella se acerca, sin hablar palabra se aferra a su brazo, y en medio del grupo, que los mira, pasan. Después, como antes, caen el brazo flojo y la mano lacia, y aquellas dos sombras, un instante juntas, de nuevo se apartan. Y así en la noche prosiguen su marcha con el mismo ritmo, en la misma línea, y siempre en silencio y siempre a distancia. Marzo 10 de 2004Ella (de El romancero de la novia)Gerardo Diego¿No la conocéis? Entonces imaginadla, soñadla. ¿Quién será capaz de hacer el retrato de la amada? Yo sólo podría hablaros vagamente de su lánguida figura, de su aureola triste, profunda y romántica. Os diría que sus trenzas rizadas sobre la espalda son tan negras que iluminan en la noche. Que cuando anda, no parece que se apoya, flota, navega, resbala... Os hablaría de un gesto muy suyo..., de sus palabras, a la vez desdén y mimo, a un tiempo reproche y lágrimas, distantes como en un éxtasis, como en un beso cercanas... Pero no: cerrad los ojos, imaginadla, soñadla, reflejada en el cambiante espejo de vuestra alma. Marzo 9 de 2004Amarla es difícilPaco UrondoEs buena, cuando duerme; el calor de su cuerpo es un puñal de vidrio que remonta los sueños. Cuando calla, es buena y su voz una premonición olvidada y peligrosa que arruina el silencio. Cuando grita o llora o se lamenta o se divierte o se cansa, nada puede contener este dolor alegre que envenena mis sueños y mi soledad. Por eso es difícil pensar en ella, en su cara bondadosa; abandonarse; por eso es una cobardía retenerla y dejarla ir, una pavorosa crueldad. A veces, cuando lo pienso, no sé qué hacer con ella, con este destino luminoso. Marzo 8 de 2004Al que ingrato me deja, busco amante...Sor Juana Inés de la CruzAl que ingrato me deja, busco amante; al que amante me sigue, dejo ingrata; constante adoro a quien mi amor maltrata; maltrato a quien mi amor busca constante. Al que trato de amor, hallo diamante, y soy diamante al que de amor me trata; triunfante quiero ver al que me mata, y mato al que me quiere ver triunfante. Si a éste pago, padece mi deseo; si ruego a aquél, mi pundonor enojo; de entrambos modos infeliz me veo. Pero yo, por mejor partido, escojo de quien no quiero, ser violento empleo, que de quien no me quiere, vil despojo. Marzo 7 de 2004FelicidadRaymond CarverEs tan temprano que afuera está casi oscuro. Estoy cerca de la ventana con un café, y las ideas usuales en la mañana temprano me pasan por la mente. Es entonces cuando veo al muchacho y a su amigo que caminan por la calle para entregar el periódico. Usan los casquillos y los suéteres, y uno tiene un bolso sobre el hombro. Son felices No están hablando, estos muchachos. Pienso que si pudieran, ellos se tomarían del brazo. Es temprano por la mañana, y están haciendo esto juntos. Vienen, lentamente. El cielo está adquiriendo luz, aunque la luna todavía cuelga pálida sobre el agua. Tanta belleza que por un minuto muerte y ambición, incluso amor, no entran en esto. Felicidad. Se adelanta inesperada. Y va más allá, realmente, cualquier mañana temprana habla de ella. Marzo 6 de 2004Estar enamoradoFrancisco Luis BernárdezEstar enamorado, amigos, es encontrar el nombre justo de la vida. Es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa. Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva. Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba. Es respirar el ancho viento que por encima de la carne se respira. Es contemplar, desde la cumbre de la persona la razón de las heridas. Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira. Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida. Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía. Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida. Estar enamorado amigos, es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma. Es percibir en el desierto la cristalina voz de un río que nos llama. Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia. Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas. Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas. Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada. Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta. Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama. Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia. Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa. Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y los días. Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída. Es recordar a Garcilaso cuando se siente la canción de una herrería. Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas. Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina. Es contemplar un tren que pasa por la montaña con las luces encendidas. Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia. Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría. Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna. Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita. Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura. Es despertarse una mañana con el secreto de las flores y las frutas. Es libertarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas. Es no saber si son ajenas o son propias las lejanas amarguras. Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia. Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo compartir su noche obscura. Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna. Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura. Es empezar a decir siempre, y en adelante no volver a decir nunca. Y es, además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras. Marzo 5 de 2004Unidad en ellaVicente AleixandreCuerpo feliz que fluye entre mis manos, rostro amado donde contemplo el mundo, donde graciosos pájaros se copian fugitivos, volando a la región donde nada se olvida. Tu forma externa, diamante o rubí duro, brillo de un sol que entre mis manos deslumbra, cráter que me convoca con su música íntima, con esa indescifrable llamada de tus dientes. Muero porque me arrojo, porque quiero morir, porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera no es mío, sino el caliente aliento que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo. Deja, deja que mire, teñido del amor, enrojecido el rostro por tu purpúrea vida, deja que mire el hondo clamor de tus entrañas donde muero y renuncio a vivir para siempre. Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo, quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente que regando encerrada bellos miembros extremos siente así los hermosos límites de la vida. Este beso en tus labios como una lenta espina, como un mar que voló hecho un espejo, como el brillo de un ala, es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo, un crepitar de la luz vengadora, luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza, pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo. Marzo 4 de 2004Una plegaria en primaveraRobert FrostOh, danos placer en las flores hoy; Y no nos dejes pensar en algo tan lejano como la cosecha incierta; manténnos aquí con total simplicidad en el florecer del año. Oh, danos placer en el blanco del huerto, como nada durante el día, como fantasmas por la noche; Y haznos felices entre las abejas felices, el enjambre extendiéndose alrededor de los perfectos árboles. Y haznos felices con el colibrí que sobre las abejas se oye repentinamente, el meteorito que empuja adentro su pico aguja, y sobre una flor, en el aire está detenido. Para esto está el amor y nada es el amor, el cual está reservado para Dios arriba El quiere santificar el lejano fin, pero necesita solamente que hagamos nuestra parte. Marzo 3 de 2004Amor que yo viAntón de MontoroAmor que yo vi por mi pesar quiero olvidar. Mi coraÇón se fue a perder amando a quien no pudo aver. Si lo perdí por mi mal buscar, ¿dó lo iré fallar? Por se perder cuitas le dan, et puso a mí en tal afán, que bivo así sin le cobrar por le contentar. Allí do piensa bevir faze a mí solo morir. Mas pues allí piensa durar, dévolo dexar. Marzo 2 de 2004Existen los que aman ensuciarseGary SnyderExisten los que aman ensuciarse y luego arreglar las cosas. Beben el café en el amanecer, cerveza después del trabajo, Y aquellos que permanecen limpios, aprecian las cosas, en el desayuno tienen leche y jugo en la noche. Existen quienes actúan de las dos maneras, ellos beben té. Marzo 1 de 2004Las palabrasAntonio RequeniNunca sabré decirte que te quiero, un amor sin palabras es el mío. González Carbalho La música no miente. Los árboles no mienten. Los ojos tristes del animal no mienten. Únicamente mienten las palabras. ¿Cómo decirte la verdad con ellas? Quisiera hablarte con los ojos del perro, dar frutos como el árbol, llegar a ti con la delicia y la escondida lágrima de Mozart. El esplendor de la verdad: belleza a la que mis palabras, torpemente, procuran acercarse. Es imposible. Nunca sabré decirte que te quiero. Ver el Libro de Visitas Free Guestbooks by Bravenet.com Arriba |
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