|
JORGE LUIS SERRANO PINTO (Perú)
josepialfa90@hotmail.com
SU NOMBRE
Te rozo; porque tienes suavidad, manos de nube.
Te sigo; porque tienes aroma, olor de deseo.
Te escucho; porque tu voz se asemeja al color del te quiero.
Te quiero; porque tras tus blancos senos la tarde se cae naranja de celos.
Y más aún te amo porque duerme la noche bajo tu pelo.
Te palpo; porque tienes finura, cuello de cisne.
Te asedio; porque tienes pradera regada de sexo.
Te atiendo; porque tienes lamentos cansados sinceros.
Te hostigo; porque tras tus nalgas rosadas la mañana se abre pidiendo consuelo.
Y más aún te amo porque duerme la calma bajo tus pechos.
COLECCIONISTA DE HUESOS
Por ti seré soprano desquiciado
y reventaré en pedazos
con fuerza
de planta animal
tu núcleo,
ese sexo pensador.
Por ti seré arcabuz disonante
y de un solo tiro,
y de un solo jalón,
terminaré con la última carne que cuelga de tus huesos.
Entonces juntaré
cubito, rótula y peroné,
y de esos huesos
desgarrados,
molidos de tanto placer,
armaré a una nueva mujer.
Por ti no seré yo.
ASESINO EN AGUA
Siento a Dios
que camina
tan en mí, con
la tarde y con el mar.
Con él nos
vamos juntos. Anochece.
Con él
anochecemos. Orfandad...
César Vallejo
Solo un vaso de agua,
por favor señor Todo Poderoso.
Agua, Dios, agua
por favor artista de la vida
y de la desaparición.
Apiádate creador
de este espinoso cactus seco,
abandonado en el desierto de la angustia,
entre tantas piedras y nada,
entre tanta nada y piedras.
Solo un vaso de agua
perturbado creador
para calmar
estas patéticas vibraciones de homicida,
de homicida seco.
Dios, agua para no pensar en ti,
criador asesino.
LOCA URBANA
Para Rocío
Farfán
Cara de loca.
Dedos de loca enjaulada.
Ideas de loca tierna.
Pareces una misa en el manicomio, nada racional, nada de nada.
Frescamente loca.
Uñas de loca hambrienta.
Piernas de loca extensión.
Labios de loca fresca.
Pareces una mesa con bocaditos locos, y al alrededor niños locos,
muy sudosos.
Suavemente loca.
Cuello de loca reina.
Saliva de loco sabor.
Frases de loca célebre.
Pareces una torta en el sanatorio, y al rededor muchos loquitos se
lamen la piel.
Deliciosamente loca.
Lengua de loca aérea.
Ideas de loca en panteón.
Aliento de loca salvaje.
Pareces el infierno con querubines locos, y al rededor un montón de
nubes locas, muy cargosas.
Escandalosamente loca.
Dientes de loca con suerte.
Mejillas de loca pasión
Mirada de loca con fiebre.
Pareces una risa en la morgue, y alrededor muchas bocas locas mueren de risa.
Exageradamente loca.
Cejas de loca en problema
Ensillas de loco color.
Cabellos de loca instantánea
Pareces una fruta adormecida, y alrededor tu loco aroma enamora
espacio, tiempo y proporción.
Bellamente loca.
CABALLOS DE TIEMPO
Los días pasan, apalean
y suenan
reflejándose
en el espejo de la cara
de los dientes.
Los almanaques no mienten,
los eficientes relojes tampoco.
Armados, con los colmillos afilados
van marchando tintineando,
destruyendo voluntades
sin nadie quien los detengan.
Mientras observo
el tísico segundero,
en su eterna rutina
de hacer vieja las cosas,
mis abatidos dedos
te esperan maniáticamente,
golpeando recuerdos todas las noches,
y el minutero,
como calambre endemoniado del tiempo,
repiquetea y repiquetea,
como tambor de la muerte
anunciando nuevos entierros
del corazón.
Los días pasan, apalean
y suenan,
como si fueran caballos del tiempo,
furiosos por sus yeguas.
CUCARACHA PASAVUELTERA
Ya es tarde
y se hace de día
y como ayer
no se nada de ti.
Es de mañana,
el sol bosteza,
la luna muere
y todo el ambiente huele a pan
y a pescado muerto como Lima en abril.
Los desganados escolares
con las camisas arrugadas
de ayer
esperan distraídos y mal peinados
a sus movilidades en las esquinas.
Las tímidas empleadas uniformadas
gordas y cebollinas,
con sus mojados cabellos negros,
corren con la leche,
con la cara bien lavada,
como dice la patrona.
A esta hora
todavía no aparecen
los gatos zombis
ni las cucarachas pasavuelteras,
pero a esta hora
empieza a despertar
mi abultado malestar.
DESNUDO
Desnudo, caminando sobre cuerpos.
Desnudo, viajando de adentro para fuera.
Desnudo, con los ojos transparentes.
Desnudo, como cristo esperando su momento.
Desnudo, y en mi desnudes avanzabas, tan desnuda como el viento.
Desnuda, como manta sin un cuerpo.
Desnuda, como calma de panteón.
Desnuda, como esfinge en el desierto.
Desnuda, como iglesia sin un Dios.
Desnuda, y desnuda reprochabas alegrías de lamentos.
Desnuda, y en cada paso que das, la palidez te pesa, te lapida.
Desnudos, y desnudos viviremos en una tumba a la medida de los dos.
Flores cadavéricas adornarán la espera.
Desnudos, y desnudos nuestro espanto.
Desnudos, más desnudos que muertos.
FIGURAS EZQUIZOFRÉNICAS EN EL MANTEL DE LA CASA DE UN AMIGO HAMBRIENTO, OLVIDADO Y MUERTO
Dedicado a un
compañero
que agoniza
todas las tardes
de sida
mientras riega
su muerto
jardín
*Advertencia:
Los vecinos que pasan por la casa de mi amigo, prófugo de la vida y la justicia,
prefieren cruzar a la otra acera, mientras comentan asqueados: ¡Acá vive ese
huevón que esta enfermo, no! que se joda por mala fe.
Queridos conocidos. Damas y caballeros; en este preciso momento alguien está padeciendo y su dolor no es de amor, no es de pena, es simple lucha y resistencia.
Casi siempre en las noches, cuando mi amigo no puede dormir, un vicio insaciable lo detona y lo mantiene en tinieblas. De día, mientras intenta dormir, la enfermedad incurable lo devora, lo silencia. En las tardes llora, suda de angustia y duda de su existencia.
Inyecciones y papeles.
Santos sin devoción.
Máscaras asustadas.
Fotos con poco amor.
Alguien está agonizando en este preciso soplo y ya no le importa Dios.
Policías y cleptómanos.
Incienso sin mucho olor.
Documentos caducados.
Mascotas en deserción.
En este matemático momento alguien está jugando con un hacha por sus cejas. Pedazos de parques esparcidos en recuerdos. Trozos de una larga infancia que se lo lleva el viento.
Amigos, mientras ustedes leen estas inservibles palabras, justo en este momento alguien está perdiendo el vuelo.
El último vuelo.
Lloremos ahora.
**Mientras mi amigo muere con su muerto atuendo de ladrón, su mantel, opaco de tanto esperar, sigue sin nada que corteje su insípida soledad. Su gran mesa, con solo tres zancas, no tiene café, no tiene un trozo de pan seco. Solo tres cucarachas cadavéricas esperan con ansiedad sus bostezos, aunque ya se los fumó.
Mi amigo, el muerto, no tiene nada y como nada tiene, me pidió prestado mis ganas, mi desmedido apetito por acabar con todo.
Sonó el teléfono de mi amigo, no era nadie.
Intensos sonidos de soledades...))))))))))))))))))))))))
((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((((...
GOTAS DE LIMÓN
En verdad,
desde
que no veo tu paladar
y tus dientes dispersos
camino y ruedo
más triste que la tristeza.
Tristeza te confundo con yo.
HERIDO DE GUERRA
Quién como el
hielo
que no tienen
porque sufrir.
Quién como un
pedazo de nada
que no tienen
porque estar, ni porqué morir.
Acá, bajo estas endebles palabra reposa un herido de guerra.
En sus brazos trae sus piernas
y en sus piernas, varios pedazos de carne que conforman sus pies.
Acá, todo el ambiente huele a ojos secos y sal.
Mientras el herido se arrastra por un rió de sangre caliente,
de su boca, un respiro lo quiere diluir.
Como se puede explicar el dolor de su expresión.
Sus intestinos, cansados de tanto dolor lo han tenido que abandonar en plena batalla.
Sin piernas, y con los brazos ocupados, su mirada tiene que empujar cadáveres para seguir avanzando.
Se le están acabando las fuerzas
y sus ojos ya no pueden rodar.
Su cuerpo reventado de color bacteria ya no deja rastro al desplazarse
y en su reemplazo,
líquidos viscerales toman el control.
El herido de guerra deja caer sus piernas,
se recuesta en ellas resignado,
mira el cielo color vinagre,
y desde arriba, siete apocalípticas cacatúas
le dan la bendición.
AQUELLA PLANTA QUE DA RISA
Ahora que los huesos los he dejado al costado.
Ahora que la sombra no me pesa.
Ahora que estoy fuera de la piel, me presento ante ti, desierto
y transparente con los huesos desarmados y la risa semiausente.
Ahora que soy sólo vena cava y dos pulmones.
Ahora que estoy inerte, insoluble e incoloro,
sólo pensaba en regalarte una planta perezosa,
una planta carcajada
una planta dulces sueños.
Me he sacado las escamas , las arterias y los bigotes.
Me he sacado las bacterias, las resacas y las traiciones.
Me he sacado los lunares, las mareas y los perdones.
Y sólo para regalarte una planta holgazana,
una planta entumecida,
una planta duerme vela,
de esas que te gustan,
de esas que te llenan los ojos de risa,
de esa que esparcen boberías y talentos,
de esas que tanto nos gusta,
de esas que nos ha de matar
SUICIDIO
Tendré que ir a
un especialista de lamentos
para eso solo
tengo que mirarme en el espejo
y pronunciar tu
nombre
Hola mujer.
Tanto tiempo sin verte.
Te puedo pedir un favor,
hoy no me mires.
Que linda se te ve mujer.
Sabes, tengo miedo
y no tengo plata,
ni ganas de comer.
Sentémonos que tengo el aliento cansado.
Mujer tu cara no ha cambiado.
Sabes, desde hace tiempo no veo el sol
y no creo que lo veré más.
Sabes, ayer te vi pasar,
caminabas tan bonito
Intenté no mirarte,
pero no pude.
Tenías las mejillas rosadas
y tu pelo más castaño que nunca.
Estabas tan bien, y yo a 463 metros bajo el nivel del mar.
Sabes, cuando pienso que un día nos conocimos me muero de a pocos.
Sabes, el tiempo me dio la clave para no pensar que un día te quise y empieza así:
S
U
I
C
I
D
I
O
Sí, esa palabra tan sensual para las venas.
Lo repito:
Suicidio,
suicidio
es tan erótico para mi cuello
que creo que me estoy enamorando de esta palabra.
Pero
si es fácil.
Haber todos repitan: suicidio.
Así, más fuerte: suicidio.
Así con ganas: suicidio.
Más fuerte carajo: suicidio.
Vamos parecen que no han comido
haber todos griten fuerte: suicidio suicidio, suicidio, suicidio
así bien dicho.
TOCADA DE FUEGO QUE MUERE DE PIE.
Alejandra,
caderas de papel,
pezones de
acero.
Texto sin música, la melodía es ella.
Si hay silencio es por las veinte serpientes que lleva entre las venas.
Frágil, mujer delgada de un metro 66 de sexo.
Frágil.
Frágil, fina cantidad en convulsión.
Frágil, de tendencia y movimiento.
Frágil, labios cortos sin salida y sin retorno.
Frágil, desequilibrada maniática perpetua.
Frágil.
Frágil, sin remedio, perenne cuando se hace de noche.
Frágil, muslos de artista de compás y pensamiento.
Frágil, hoja fresca que se cae mientras vuela.
Frágil, ser alado que no tiene compasión.
Frágil.
Frágil, libro abierto de figuras obscenas.
Frágil, perturbada, de miradas que aceleran
Frágil, lluvia lenta que se expira entre las velas.
Frágil, angustiada, peligrosa de ficción.
Frágil, muy vidriosa, como el agua cuando cae boca arriba.
Frágil, mientras goteas angustia, de tus ojos incoloros la mirada se ha perdido.
Frágil te retuerces, frágil te estremeces, frágil te reclinas,
frágil te elevas y frágil te arqueas.
Frágil vuelves a morir, y de tu lengua ida, mil delirios se atropellan.
Frágil, hoy tu sombra me ha tomado por asalto.
Frágil serpenteas y frágil morirás.
EVITA, LA DE LOS BRAZOS ROBUSTOS
A mi sobrina
primera
Eva
Sobrina,
tanto que me has visto
comer,
llorar,
dormir,
reír,
besar,
debes pensar que soy humano.
Sobrina de mi alma,
yo con este idioma inservible
lleno de células contrariadas
te aseguro
que nunca me has visto
como te he visto yo.
Sobrina
cuida de mí,
que no me de el sol en la herida
y te cantaré una canción,
una canción de dolor,
y tu dirás: "Tío locazo de nuevo estás triste"
y me secarás las lágrimas
y me taparás
del frío pena
del frío panteón.
Regálanos tu opinión * Envía tus poemas *
Firma el Libro de visitas
Arriba
|