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CADA DÍA... Leer aquí: Los poemas de días anteriores, desde Agosto 12 de 2002 a Marzo 12 de 2003 Febrero 21 de 2004¿Por qué debo aliviar el deseo de verte? Miguel Angel Buonarroti ¿Por qué debo aliviar el deseo de verte, con llanto o con palabras agitadas, si un cielo que me cruza con espadas no me despoja nunca de mi suerte? ¿Por qué el cansado corazón la muerte Pero si el golpe que procuro al vuelo Si vencido soy bienaventurado, tu ausencia se posó? Toda en mis ojos brilla la desnudez de tu presencia. Dúos de soledad dicen mis manos llenas de ácidos fríos y desgarrados horizontes. Veo el otoño lleno de esperanza como una atardecida primavera en que una sola estrella vive el cielo ambulante de la tarde. Te amo, amor, y nada estoy diciendo para llamarte. Siento que me duelen los ojos de no llorar. Y veo que tu ausencia me encuentra como el cielo encendido y una alegría triste de no usarla como esos días en que nada ocurre y está toda la casa inútilmente iluminada. En la destruida alcoba de tu ausencia pisoteados crepúsculos reviven sus harapos, morados de recuerdos. En el alojamiento de tu ausencia todo lo ocupo yo, clavando clavos en las cuatro paredes de la ausencia. Y este mundo cerrado que se abre al interior de un bosque antiguo, ve marchitarse el tiempo, despolvorearse la luz, y mira a todos lados sin encontrar el punto de partida. Aunque vengas mañana en tu ausencia de hoy perdí algún reino. Tu cuerpo es el país de las caricias, en donde yo, viajero desolado -todo el itinerario de mis besos- paso el otoño para no morirme, sin conocer el valor de tu ausencia como un diamante oculto en lo más triste. Febrero 16 de 2004 CONJURA Claribel Alegría Desde tu ausencia llamo de tu exilio desde este viento sur que te convoca y se asemeja a ti. Febrero 14 de 2004 LLUVIA Endre Farkas Lluvia llueve y vuelve. Llueve lluvia, nos hemos vestido de blanco desde hace mucho, mucho tiempo, limpia este invierno por el desagüe. Queremos vestirnos de verde canción primaveral. Llueve lluvia, la comezón , la lujuria. Llueve lluvia, anhelamos tus duchas relucientes, y desde abajo de la suciedad y polvo de este invierno nos alzamos hacia esas nubes de deseo apasionado. Llueve lluvia ven ahora mismo. Llueve lluvia, desliza tu miríada de puntas de lenguas húmedas a cada resquicio concebible y derrite el helado de este invierno. Llueve lluvia, llueve hasta nuestras raíces, donde la vida comienza de nuevo, hasta que nuestro éxtasis suba por los brotes y todo sea tan bueno como la lluvia. Febrero 10 de 2004 CONTIGO Luis Cernuda ¿Mi tierra? Mi tierra eres tú. ¿Mi gente? Mi gente eres tú. El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú. ¿Y mi vida? Dime, mi vida, ¿qué es, si no eres tú? Febrero 07 de 2004 ESTARÉ Gioconda Belli Estaré dilucidando nubes. Tratando de ponerle a mi corazón la mancha grande del amor. Llevándome en un saco la lluvia junto con mis lágrimas y los poemas que buscan mi medida, la tuya, y están sentados al borde de la acera esperando que yo los recoja, que pueda sacarle a la vida la gran respuesta, el mensaje, la diferencia entre una vida y otra, entre un cielo y una tierra. Febrero 06 de 2004 POCO SE SABE Juan Gelman Yo no sabía que no tenerte podía ser dulce como nombrarte para que vengas aunque no vengas y no haya sino tu ausencia tan dura como el golpe que me di en la cara pensando en vos Febrero 03 de 2004 PRIMERA MADRUGADA Miguel Arteche Escucha, susurrante, el tiempo de las estrellas, la silabeante madrugada que se acerca. Escúchate el cuerpo que tembloroso aguarda, la llave desolada del abrazo, el trémulo contacto, la mano que te cierra los ojos, la tierra que se abre con ignorados frutos. ¡Levántate, dormida! La noche final te atraviesa, todo el mundo nos atraviesa, nos envuelve. Mi cuerpo está en ti. Nuestros cuerpos gimen a través de la tierra. Muerdo el gozo del rocío y levantamos las banderas del amor en lo alto de los edificios orgullosos. Y en ti tomo la humedad de los bosques, las solitarias fuentes escondidas. Y liberto en tu sangre los ríos en esta hora de las colinas que se estremecen, ahora que tú rasgas la noche que se aleja, y yo surjo de ti, nutrido de tu amorosa profundidad. Febrero 02 de 2004 NI MÁS NI MENOS Gabriel Celaya Son tus pechos pequeños, son tus ojos confusos, lo que no tiene nombre y no comprendo, adoro. Son tus muslos largos y es tu cabello corto; lo que siempre me escapa y no comprendo, adoro. Tu cintura, tu risa, tus equívocos locos, tu mirada que burla y no comprendo, adoro. ¡Tú que estás tan cerca! ¡Tú que estás tan lejos! Lo que beso, y no tengo, y no comprendo, adoro. Enero 29 de 2004 PEQUEÑA CARTA A UNA ROSA Manuel del Cabral Déjame ver qué lloras, que tienes tantos párpados. Déjame ver qué gozas, sexo de tantos labios. Ya sé que mi mirada te hace crecer espinas. Ya sé que eres tan vieja como yo cuando callo. Pero tú que en tus pétalos coleccionas mañanas, tú que apretando alas, todo el amor del bosque me lo das en tu breve primavera, déjame que la mano te conserve, déjame ... Digital biografía de los duendes, cerebro del jardín, pasto del sueño, tú, que encuadernada en pétalos no vuelas, pero en el aire estás, te vas muriendo cuando te respiramos, cuando empieza a vivir tu vegetal cadáver, cuando a vivir empiezas como pájaro, como trino extraviado que oye sólo el olfato. Ya sé que eres tan vieja como yo cuando canto, sin embargo, yo que en tu poco espacio, tanto aprendo, que veo en tu rocío que hay párpados secretos, vuelvo a tocar tu abismo que cabe en una mano. Tú, que guillotinada, vives ya de los vidrios de mi fluvial mirada, siempre triste, tú que creces de súbito cuando te da estatura mi llanto jardinero, tú, que sin comprenderlo, indefensa en mis manos me defiendes. Enero 28 de 2004 FÁBRICAS DE AMOR Juan Gelman II Alza tus brazos, ellos encierran a la noche, desátala sobre mi sed, tambor, tambor, mi fuego. Que la noche nos cubra con una campana que suene suavemente a cada golpe del amor. Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor, límpiame el aire: yo quiero amarte libre. Tú destruyes el mundo para que esto suceda tu comienzas el mundo para que esto suceda. Enero 27 de 2004 ENTREGA Laura Victoria Envuélveme.....No temas. Ante tu fuego vivo mi carne se deslumbra, y surge castamente entre el temblor rosado de mi liviano traje para poder ser tuya. ¿No aspiras en el aire una fragancia débil que enerva y que conturba? ¿No sientes que tu aliento se prende como un velo de sombra en mi cintura?... Ya ves que hasta mis ojos en esta noche tienen fulguración oscura, y en tus rodillas firmes mis manos se desgranan como rosas maduras. Y al enredar tus dedos en mis cabellos claros siento extraña frescura, mientras caen tus besos en mi boca sedienta con la humedad fragante que se raja una fruta. Aspírame despacio.... Iniciaré mi entrega sobre tu carne oscura, y me alzaré del fuego santificada y bella como se alza del mármol una estatua desnuda. Enero 26 de 2004 DESNUDA Roque Dalton Amo tu desnudez porque desnuda me bebes con los poros, como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo. Tu desnudez derriba con su calor los límites, me abre todas las puertas para que te adivine, me toma de la mano como un niño perdido que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas. Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo pasa a ser mi universo, el credo que me nutre; la aromática lámpara que alzo estando ciego cuando junto a las sombras los deseos me ladran. Cuando te me desnudas con los ojos cerrados cabes en una copa vecina de mi lengua, cabes entre mis manos como el pan necesario, cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra. El día en que te mueras te enterraré desnuda para que limpio sea tu reparto en la tierra, para poder besarte la piel en los caminos, trenzarte en cada río los cabellos dispersos. El día en que te mueras te enterraré desnuda, como cuando naciste de nuevo entre mis piernas. Enero 25 de 2004 INSTANTÁNEA Gonzalo Rojas El dragón es un animal quimérico, yo soy un dragón y te amo, es decir amo tu nariz, la sorpresa del zafiro de tus ojos, lo que más amo es el zafiro de tus ojos; pero lo que con evidencia me muslifica son tus muslos longilíneos cuyo formato me vuela sexo y cisne a la vez aclarándome lo perverso que puede ser la rosa, si hay rosa en la palpación, seda, olfato o, más que olfato y seda, traslación de un sentido a otro, dado lo inabarcable de la pintura entiéndase por lo veloz de la tersura gloriosa y gozosa que hay en ti, de la mariposa, así pasen los años como sonaba bajo el humo el célebre piano de marfil en la película; ¿qué fue de Humphrey Bogart y aquella alta copa nórdica cuya esbeltez era como una trizadura: qué fue del vestido blanco? Décadas de piel. De repente el hombre es décadas de piel, urna de frenesí y perdición, y la aorta de vivir es tristeza, de repente yo mismo soy tristeza; entonces es cuando hablo con tus rodillas y me encomiendo a un vellocino así más durable que el amaranto, y ahondo en tu amapola con liturgia y desenfreno, entonces es cuando ahondo en tu amapola, y entro en la epifanía de la inmediatez ventilada por la lozanía, y soy tacto de ojo, apresúrate, y escribo fósforo si veo simultáneamente de la nuca al pie equa y alquimia. Enero 24 de 2004 TE ESPERARÉ Ernestina de Champourcin Te esperaré apoyada en la curva del cielo y todas las estrellas abrirán para verte sus ojos conmovidos. Te esperaré desnuda. Seis túnicas de luz resbalando ante ti deshojarán el ámbar moreno de mis hombros. Nadie podrá mirarme sin que azote sus párpados un látigo de niebla. Sólo tú lograrás ceñir en tus pupilas mi sien alucinada y mis manos que ofrecen su cáliz entreabierto a todo lo inasible. Te esperaré encendida. Mi antorcha despejando la noche de tus labios libertará por fin tu esencia creadora. ¡Ven a fundirte en mí! El agua de mis besos, ungiéndote, dirá tu verdadero nombre. Enero 23 de 2004 RECONOCIMIENTO DEL AMOR Carlos Drummond. Amiga, cómo carecen de norte los caminos de la amistad. Apareciste para ser el hombro suave donde se reclina la inquietud del fuerte (o que ingenuamente se pensaba fuerte). Traías en los ojos pensativos la bruma de la renuncia: no querías la vida plena, tenías el previo desencanto de las uniones para toda la vida, no pedías nada, no reclamabas tu cota de luz. Y te deslizabas en ritmo gratuito de ronda. Descansé en ti mi fajo de desencuentros y de encuentros funestos. Quería tal vez -sin percibirlo, lo juro- sádicamente masacrarte bajo el hierro de culpas y vacilaciones y angustias que dolían desde la hora del nacimiento, estigma desde el momento de la concepción en cierto mes perdido en la Historia, o más lejos, desde aquel momento intemporal en que los seres son apenas hipótesis no formuladas en el caos universal. ¡Cómo nos engañamos huyéndole al amor! Cómo lo desconocimos, tal vez con recelo de enfrentar su espada reluciente, su formidable poder de penetrar la sangre y en ella imprimir una orquídea de fuego y lágrimas. Pero, él llegó mansamente y me envolvió en dulzura y celestes hechizos. No quemaba, no brillaba, sonreía. No entendí, tonto que fui, esa sonrisa. Me herí con mis propias manos, no por el amor que traías para mí y que tus dedos confirmaban al juntarse a los míos, en la infantil búsqueda del Otro, el Otro que yo me suponía, el Otro que te imaginaba, cuando -por agudeza del amor- sentí que éramos uno sólo. Amiga, amada, amada amiga, así el amor disuelve el mezquino deseo de existir de cara al mundo con la mirada perdida y la ancha ciencia de las cosas. Ya no enfrentamos al mundo: en él nos diluimos, y la pura esencia en que nos transmutamos perdona alegorías, circunstancias, referencias temporales, imaginaciones oníricas, el vuelo del Pájaro Azul, la aurora boreal, las llaves de oro de los sonetos y de los castillos medievales, todos los engaños de la razón y de la experiencia, para existir en sí y para sí, con la rebeldía de cuerpos amantes, pues ya ni somos nosotros, somos el número perfecto: Uno. Tomó su tiempo, yo se, para que el «Yo» renunciase a la vacuidad de persistir, fijo y solar, y se confesara jubilosamente vencido, hasta respirar el más grande júbilo de la integración. Ahora, amada mía para siempre, ni mirada tenemos para ver, ni oídos para captar la melodía, el paisaje, la transparencia de la vida, perdidos como estamos en la concha ultramarina de mar. Enero 22 de 2004 DESEO Susana March. Ayúdame. Estoy ciega. Mi sed me ciega. Cúbreme. Estoy desnuda. Abre las puertas de mi reino. Esclavo mío, asume tu importancia, dame tu ley. Exijo tu fuerza. ¡Ámame! La tierra, el viento, el fuego, el mar con su oleaje... ¿Qué importa, di, qué importa? Me bebo el Universo en tus labios, amante Enero 20 de 2004 CASIDA DE LA MUJER TENDIDA Federico García Lorca. Verte desnuda es recordar la tierra. La tierra lisa, limpia de caballos. La tierra sin un junco, forma pura cerrada al porvenir: confín de plata. Verte desnuda es comprender el ansia de la lluvia que busca débil talle, o la fiebre del mar de inmenso rostro sin encontrar la luz de su mejilla. La sangre sonará por las alcobas y vendrá con espada fulgurante, pero tú no sabrás dónde se ocultan el corazón de sapo o la violeta. Tu vientre es una lucha de raíces, tus labios son un alba sin contorno, bajo las rosas tibias de la cama los muertos gimen esperando turno Enero 19 de 2004 rézame embrújame céntrame tómame levántame madrúgame canélame entrebáilame tenme entiémpame entrepiérname envuélveme pubísame aprisióname elígeme tempráname encandílame claréame llévame llámame cállame diferénciame recórreme distíngueme enyémame enjuévame ábreme recíbeme átame desátame persígueme arrópame suspírame ladérame agítame nicotíname acósame dientéame resucítame circúlame madérame esperánzame acúname vientréame siénteme encímame enséñame ensiéname líbrame galópame azúlame hembréame hermáname mañáname espíname acéchame hamácame amárrame amásame ensélvame enrédame abrílame lámeme alméame enciéndeme saetéame estoquéame insómniame enllúviame alégrame enborráscame ventáname enhójame deshójame enrámame ármame desálmame amórame achíname enchínchame enlúname endiósame resábiame aguitárrame astíllame ampárame enrúmbame embálame enrámame recórreme empálmame enmúgrame encuéntrame enlúchame encúbreme estréllame asómbrame desgárrame enguérrame siénteme arrodíllame sujétame corcélame cabálgame revélame aquiétame afírmame enceguéceme marinéame rásgame arrincóname enzaguáname aléjame azuléjame azafráname luciernágame castáñame coróname corazóname espárceme arbólame puéblame algazárame avelláname alborózame conténtame camíname gózame estrújame ultrájame bullaranguéame desgárrame esperánzame golpéame lácerame quémame arómame guerréame fréname desenfréname acentúame extenúame persígname apresúrame jardinéame solápame endiósame endiáblame cascájame despiértame encántame hechízame solicítame necesítame neblíname échame deséchame entiérrame destiérrame desentiérrame PROPÓSITO Dina Posada. Cuando la tarde me entregue la noche hincaré mi deseo en la fibra que te hace temblar Mi quemante obsesión se escurrirá en el caracol de tu oreja Seré la esencia de tus impulsos la espuela la gota que sofoca la bocanada de ebrias ideas el deterioro de tu mesura Derritiendo la sombra en rosario de besos discutidos contigo inventaré trucos para enlazar sudor saliva sustancia En el amplio muelle de mis piernas anclará tu barco sus inquietudes más escondidas y ahí pernoctará esperando cobijo y calor y otra vez Enero 16 de 2004 GUÁRDAME DE LOS VIENTOS Carlos Castro Saavedra. No me dejes partir, no me abandones, átame a tu cintura con tus brazos, y aléjame los buques de la cara con tus suspiros y tus aletazos. Rodéame de ti, de tu ternura, de tus palomas y de tus espinos, para que no me llamen los países, para que no me escriban los caminos. Tengo toda la noche de tu pelo para embarcarme en ella, tristemente, y alejarme un momento, con las manos, de las orillas de tu continente. Puedo andar por mi frente, por la tuya, con gestos numerosos y mundiales, y me siento más hondo en tus entrañas que en los naufragios y en los funerales. Quiero quedarme en ti, quiero que me ames y que me arrojes besos como escalas, siempre que me desprenda de tus labios y me crezcan los viajes y las alas. Enero 15 de 2004 COLINA Angela Figuera Aymerich. Ola cuajada en la piedra con espuma de romero, hasta tu desnuda cima me has levantado sin vuelo. Sobre tu lomo clavada -mástil sin vela en el viento- de un horizonte redondo soy matemático centro. Ocres, amarillos, verdes, me enredan los pensamientos... -pinos, tierra; tierra, pinos; Duero, chopos; chopos, Duero-. El aire me hace sorber tragos de frío silencio. El péndulo de la tarde me bate lento en el pecho. El grito de un ave avanza, hélice de agudo acero: manos y boca me sangran sólo de intentar cogerlo. Enero 13 de 2004 NUDOS Juan Gustavo Cobo Borda. Encadenados a otros ojos, presos de una risa, cautivos de la esperanza, los condenados dilatan cualquier celda con un único gesto válido. Bien puede ser un pan comprado juntos o lo que comentan sobre sus respectivas jaulas. Mientras tanto los cepos se cierran sobre sus ansias y los guardianes apenas advierten su fuga en el globo libre de unas pocas palabras con premura intercambiadas. Abrazados en el aire ni siquiera escuchan el coro que repite con dulce serenidad extática: “Nada me basta. Todo me sobra. Sólo te quiero a ti: anudados”. Enero 11 de 2004 RIESGO María Eugenia Ramos. Asumir la ternura como deber histórico es igual que volver de un largo viaje, mirarlo todo, probar el temple de la carne y el alma, identificar el olvido con la muerte y decidir quedarse quedarse quedarse y transformar el corazón vagabundo, hacerlo sólido, creador legítimo de estrellas aunque se rompa en el intento. Enero 07 de 2004 EXQUISITA PENDENCIA LA DE MI BOCA Almudena Guzmán. Exquisita pendencia la de mi boca y la suya por ese dedo abeja que libó entre murmullos y distensiones golosas, las sucesivas floraciones de mi anémona nocturna. Enero 05 de 2004 MUJER DE BARRO Angela Figuera Aymerich. Mujer de barro soy, mujer de barro: pero el amor me floreció el regazo. Mujerv ¡Cuán vanamente, cuán ligeramente me llamaron poetas, flor; perfume! Flor; no: florezco. Exhalo sin mudarme. Me entregan la simiente: doy el fruto. El agua corre en mí: no soy el agua. Árboles de la orilla, dulcemente los acojo y reflejo: no soy árbol. Ave que vuela, no: seguro nido. Cauce propicio, cálido camino para el fluir eterno de la especie. Enero 04 de 2004 ESPEJO NEGRO Juan Luis Panero. Dos cuerpos que se acercan y crecen y penetran en la noche de su piel y su sexo, dos oscuridades enlazadas que inventan en la sombra su origen y sus dioses, que dan nombre, rostro a la soledad, desafían a la muerte porque se saben muertos, derrotan a la vida porque son su presencia. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos imponen realidad a los gestos, brazos, muslos, húmeda tierra, viento de llamas, estanque de cenizas. Frente a la vida sí, frente a la muerte, dos cuerpos han conjurado tercamente al tiempo, construyen la eternidad que se les niega, sueñan para siempre el sueño que les sueña. Su noche se repite en un espejo negro. Enero 03 de 2004 GERMINAL Flor Alba Uribe. Hoy contiene mi cuerpo avidez de parcela. Tendida, alegre, abierta bajo el sol llameante, por los cuatro costados me recorre la vida y destila en mi boca sus ardientes resinas. Trasciende poro a poro mi desnudez propicia pujante olor a tierra blanda y recién volcada, soy toda como un surco palpitante y ansioso, un terreno baldío que se vierte en promesa y domina el primero que lo quiera sembrar El sol, hoguera y lámpara, me dora e ilumina, y cae sobre mi cuerpo rotunda la mañana. Y grito, danzo y giro, y canto ennoblecida por la suprema dicha de reflejar la espiga que tiembla en el fragante regazo de la tierra. Enero 02 de 2004 POEMA PARA UNA AMIGA MUY BELLA Eladio Cabañero. Bella te digo porque así se llaman esas mujeres que han nacido para la vida siempre: dulce y ácida. Tú eres la colorada piel, la fruta, la pierna, el pecho soberano que alzas, pequeña porque así son los naranjos, blanca y morena, 0 sea, cálida. Amiga, ¿es la amistad la que nos manda o acaso es el amor? Las dos preguntas tienen en sí respuesta dada. Si la verdad llegara a verse un día, si nuestra fe se confirmara..., pero no, amiga mía misteriosa, que las palabras siempre engañan. Que las palabras no sonríen nunca, que eres tú la que ríes, dices, andas, pones luego los ojos apartados, muy expresivamente callas. En estos tiempos sabe todo el mundo guardar la ropa cuando está mojada, hurtarse, dar olvido, fingir burla del sentimiento porque es lágrima. Por eso siempre estamos tan contentos, tan campantes, tan fuertes -¡tiene gracia!-; por dentro va la procesión, lo dicen los gestos bruscos, las miradas. Cuerpo de uva garnacha, hembra de vino fuerte y alegría, bella mujer de amor y madrugada. Haces, querida amiga, maravillas para evitar heridas, para que no te vea tan hermosa, ¿sabes? tan femeninamente en cuerpo y alma. Y así está el pueblo de suspiros, sueños, besos dados al rostro de la nada, así estoy yo y así los que no quieren confesarse que te aman. Da miedo ver tan cerca la hermosura cuando está viva y quema duele tanta pasión, que así se llama, contenida a penas duras, tiempo y trampas. Muy bellamente estabas cuando mis ojos una vez. Ahora en el recuerdo vives clara. Si se leyeran las cenizas luego, que dicen, arden más que muchas brasas, si alguien pusiera en claro nuestras vidas fondo común de la desgracia. Pero la muerte mete tanta prisa, somos tan poca cosa, tan lejana queda nuestra ciudad, sin nombre apenas nosotros y los nuestros, nuestra casa... Tus pies, tus manos y tu cara. La tela del vestido, oh, dulces olas, redondas islas cubre con sus aguas. Seas amiga si la tarde, el tiempo, corre a su puesta como el sol; hermana si desvalidamente sufres; novia si me recuerdas en la distancia. Eres muy lista, mi pequeña, eres la niña cariñosa y mala que descubre de pronto a los mayores todo lo que les pasa. Temo que te sospeches cuánto he puesto mis brazos hacia ti, cómo esperaba volver a estar contigo, sin que nunca me vieras cuando te miraba. Los secretos no sé por qué se guardan; y este secreto no interesa a nadie, la vida es sólo cotidiana. Pero yo escribo para ti estos versos aunque no tengan importancia. Mi bella amiga, ¡muchas gracias! Diciembre 30 de 2003 CERTEZA Piedad Bonett. "Siempre hay paz en la certeza" Truman Capote Hasta el fondo del vaso desde tu oscuro fondo caían las palabras difíciles amargas caían como gotas espesas y brillantes que iba sorbiendo el tiempo como arena finísima caían haciendo un agujero en mi mano extendida y cada gesto era ya para siempre ideograma de tintas visibles de un idioma que iba olvidando mientras lo aprendía y el instante nacía cada vez para morir en memoria y en fuga de presente. Tenerte era perderte. No tenerte es esperar confiada que no llegues. Diciembre 27 de 2003 TANGUITO Piedad Bonett. ¿A qué tumba has huído que no oyes cómo te llama a voces mi silencio? Diciembre 26 de 2003 RECORRIÉNDOTE Gioconda Belli. Quiero morder tu carne, salada y fuerte, empezar por tus brazos hermosos como ramas de ceibo, seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza hurgando la ternura, ese pecho que suena a tambores y vida continuada. Quedarme allí un rato largo enredando mis manos en ese bosquecito de arbustos que te crece suave y negro bajo mi piel desnuda seguir después hacia tu ombligo hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo, irte besando, mordiendo, hasta llegar allí a ese lugarcito -apretado y secreto- que se alegra ante mi presencia que se adelanta a recibirme y viene a mí en toda su dureza de macho enardecido. Bajar luego a tus piernas firmes como tus convicciones guerrilleras, esas piernas donde tu estatura se asienta con las que vienes a mí con las que me sostienes, las que enredas en la noche entre las mías blandas y femeninas. Besar tus pies, amor, que tanto tienen aun que recorrer sin mí y volver a escalarte hasta apretar tu boca con la mía, hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento hasta que entres en mí con la fuerza de la marea y me invadas con tu ir y venir de mar furioso y quedemos los dos tendidos y sudados en la arena de las sábanas. Diciembre 23 de 2003 TERCER CANTO A LA DESNUDEZ Hernán Darío Blair T. La desnudez es todavía más bella en la presencia del amado cuando en el acto sublime del amor se humedecen -simultáneamente- los sexos y los ojos. Diciembre 20 de 2003 DESEO Dulce María Loynaz Que la vida no vaya más allá de tus brazos. Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos, que tus brazos me ciñan entera y temblorosa sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra. Que me sean tus brazos horizonte y camino, camino breve, y único horizonte de carne; que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte se parezca a esta muerte caliente de tus brazos! Diciembre 19 de 2003 TÚ DUERMES, YA LO SÉ Julia Prilutzky Tú duermes, ya lo sé. Te estoy velando. No importa que estés lejos, que no escuche tu cadencia en la sombra; no importa que no pueda pasar mi mano sobre tu cabeza, tus sienes y tus hombros. Yo estoy velando, siempre. No importa que no pueda acurrucarme para que tú me envuelvas sin saberlo, para que tú me abraces sin sentirlo, para que me retengas mientras yo tiemblo y digo simplemente palabras que no escuchas. Yo puedo estar tan lejos pero sigo velando cuando duermes. Diciembre 17 de 2003 SELVA Dulce María Loynaz Selva de mi silencio, apretada de olor, fría de menta. Selva de mi silencio, en ti se mellan todas las hachas; se despuntan todas las flechas; se quiebran todos los vientos. Selva de mi silencio, ceniza de la voz sin boca, ya sin eco; crispadura de yemas que acechan el sol, tras la espera maraña verde... ¿qué nieblas se te revuelven en un remolino? ¿Qué ala pasa cerca que no se vea succionada en el negro remolino? (La selva se cierra sobre el ala que pasa y que rueda.) Selva de mi silencio, verde sin primavera, tú tienes la tristeza vegetal y el instinto vertical del árbol. En ti empiezan todas las noches de la tierra; en ti concluyen todos los caminos. Selva apretada de olor, fría de menta. Selva con tu casita de azúcar y su lobo vestido de abuela; trenzadura de hoja y de piedra, masa hinchada, sembrada, crecida toda para aplastar aquella, tan pequeña, palabra de amor... Diciembre 16 de 2003 ERES EROS Beatriz Zuluaga Estoy tan liviana sin ti que necesito el peso de tu cuerpo como la rama del puñado de plumas para poder cantar. Por eso frágil ahora, inicio el vuelo del arrullo hacia el encuentro. Necesito el peso de tu cuerpo para la danza genital que hace crujir la quilla de mis huesos y me desarticulo porque sólo perdiéndome en ti logro encontrarme. Sí, eres el eco de mis nuevos deseos. El más antiguo calendario del amor se repite en nosotros y por eso sabemos que esta muerte es una resurrección ya padecida. Sálvame de la fragilidad de mi cuerpo con el huracanado acento de tus músculos. Entre tanto tapo la boca a los relojes y me ovillo a la orilla de tus sueños. Diciembre 15 de 2003 DELICTIA CARNIS Flor Alba Uribe Voy por tu cuerpo con la avidez gozosa de un lobo que demarca su nuevo territorio, preciso tu latido, tu miel, tu levadura, el tacto que me brinda paraísos contrarios. -Tu piel, con su fragancia de tierra lloviznada, transpira como un niño que juega entre la niebla-. Con manos como olas, con labios como insectos, con el abrasado viento de mínimas palabras me aferro a tus costados, deambulo por tu cuerpo, convoco en tus fronteras el solapado fuego. Y, así, de toque a beso, de humedad a silencio te creces en ternura, te viertes en codicia, aprendo de tus manos mi resplandor más hondo, y bebo en tu saliva mis sales y mi aroma. Diciembre 14 de 2003 OLVIDO Jorge Robledo Ortíz Esta tarde me duele. Tu recuerdo ha venido E incapaz de impedirlo lo he dejado llegar. Ya me voy convenciendo que es un mito el olvido Si es un viejo cariño lo que se ha de olvidar. De luchar con tu imagen ya estoy casi rendido. Pero estás en la sangre y no puedo luchar. Esta tarde, señora, tu recuerdo ha venido Y en las ramas del alma se me puso a cantar. Yo no sé, francamente, si es que temo olvidarte, Pues de tanto quererte y de tanto pensarte Al dolor de tu ausencia se amoldó mi ilusión. El olvido es tan débil, tan fugaz y cobarde, Que le pesa la vida cuando llega la tarde, Y claudica al conjuro de una vieja canción. Diciembre 11 de 2003 VOY A ALARGAR CAMINOS DE CARICIA Roberto Juarroz Voy a alargar caminos de caricia, con algo de dulzura entre los dientes y un garabato tibio en los cabellos, para que el poco sueño que aún nos queda no se nos caiga. Voy a alumbrar tu rostro mientras duermes y mirarlo al revés, donde no duerme. Voy a juntar raíces por el aire, catálogos de nieves que no caen y sitios para párpados. Voy a tomar al hombre por el centro y tirarlo a rodar, a ver si llega. Voy a tomarme a mí, ya me he tomado, para enlazar de nuevo los cristales con un redondo material sin tiempo. Voy a cortar las puntas de la vida como unas uñas demasiado largas. Diciembre 10 de 2003 ABRAZO Dulce María Loynaz Hoy he sentido el río entero en mis brazos... Lo he sentido en mis brazos, trémulo... Vivo como el cuerpo de un hombre verde... Esta mañana el río ha sido mio: Lo levanté del viejo cauce. ¡Y me lo eché en el pecho! Pesaba el río... Palpitaba el río adolorido del desgarramiento... -¡Fiebre mía del agua!...-. ¡Me dejó en la boca un sabor amargo de amor y muerte! Diciembre 07 de 2003 CREÍ PASAR MI TIEMPO Claribel Alegría Creí pasar mi tiempo amando y siendo amada comienzo a darme cuenta que lo pasé despedazando mientras era a mi vez des pe da za da. Diciembre 06 de 2003 ME TIENES EN TUS MANOS Jaime Sabines Me tienes en tus manos y me lees lo mismo que un libro. Sabes lo que yo ignoro y me dices las cosas que no me digo. Me aprendo en ti más que en mí mismo. Eres como un milagro de todas horas, como un dolor sin sitio. Si no fueras mujer fueras: mi amigo. A veces quiero hablarte de mujeres que a un lado tuyo persigo. Eres como el perdón y yo soy como tu hijo. ¡Qué buenos ojos tienes cuando estás conmigo! ¡Qué distante te haces y qué ausente cuando a la soledad te sacrifico! Dulce como tu nombre, como un higo, me esperas en tu amor hasta que arribo. Tú eres como mi casa, eres como mi muerte, amor mío. Diciembre 01 de 2003 SI ME QUIERES, QUIÉREME ENTERA Dulce María Loynaz. Si me quieres, quiéreme entera, no por zonas de luz o sombra... Si me quieres, quiéreme negra y blanca. Y gris, y verde, y rubia, y morena... Quiéreme día, quiéreme noche... ¡Y madrugada en la ventana abierta! Si me quieres, no me recortes: ¡Quiéreme toda... O no me quieras! Noviembre 30 de 2003 DESNUDEZ TOTAL Idea Vilariño. Ya en desnudez total extraña ausencia de procesos y fórmulas y métodos flor a flor, ser a ser, aún con ciencia y un caer en silencio y sin objeto. La angustia ha devenido apenas un sabor, el dolor ya no cabe, la tristeza no alcanza. Una forma durando sin sentido, un color, un estar por estar y una espera insensata. Ya en desnudez total sabiduría definitiva, única y helada. Luz a luz ser a ser, casi en amiba, forma, sed, duración, luz rechazada Noviembre 24 de 2003 SENTIDO DE SU AUSENCIA Alejandra Pizarnik. si yo me atrevo a mirar y decir es por su sombra unida tan suave a mi nombre allá lejos en la lluvia en mi memoria por su rostro que ardiendo en mi poema dispersa hermosamente un perfume a amado rostro desaparecido Noviembre 23 de 2003 YA NO NOS ENCONTRAMOS Gerardo Cardona Velasco. Ya no nos encontramos: ni en el abrazo ni en el beso ni en el sueño ni en la estación que nos espera. Ya no nos encontramos: ni en la lluvia que canta ni en el viento que ruge ni en la mañana que despierta ni en la tarde que se esfuma. Ya no nos encontramos: ni con puntos cardinales bien dispuestos ni con señales ni direcciones bien precisas... Sucede que sin saber por qué ni cuándo tu camino y el mío se extraviaron en la rutina triste de los días. Noviembre 18 de 2003 CÓMO DESAPARECES Armando Uribe. Cómo desapareces, cómo no estás: te busco. Mis manos desoladas te buscan, aire o fuego. Mi corazón te busca debajo de las piedras donde hay pájaros muertos, caracoles. Tú sueñas, ay, tú duermes, tú conoces el día: tú me dices adiós y adiós es “nunca”. Noviembre 17 de 2003 SOY UNA PIEDRA LANZADA DE CANTO Oscar Hahn. Muerte escondida en los arrabales del silencio en los sutiles pliegues de las sombras ¿soy el lanzado como una piedra por la mano de Dios en el agua de la existencia? ¿soy el que en ondas circulares irá creciendo hasta desbordarse en el vacío sin fin? Porque ahora como una tangente en agonía toqué el acuoso círculo de las ondas despeñables y lleno de pavor como quien ve resucitar a sus muertos olvidados sentí hambre de espacio y sed de cielo Se romperá el espejo de mi vigilia y no reflejará mis carnes en la florida tierra Pero hay que morirse con las uñas largas para poder cogerse del recuerdo Noviembre 16 de 2003 De: LOS HERALDOS NEGROS Cesar Vallejo. Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé! Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma... Yo no sé! Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte. Serán tal vez los potros de bárbaros atilas; o los heraldos negros que nos manda la Muerte. Son las caídas hondas de los Cristos del alma de alguna fe adorable que el Destino blasfema. Esos golpes sangrientos son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema. Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; vuelve los ojos locos, y todo lo vivido se empoza, como charco de culpa, en la mirada. Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé! Noviembre 15 de 2003 TE QUIERO Julia de Burgos. Te quiero… y me mueves el tiempo de mi vida sin horas. Te quiero en los arroyos pálidos que viajan en la noche, y no terminan nunca de conducir estrellas a la mar. Te quiero en aquella mañana desprendida del vuelo de los siglos que huyó su nave blanca hasta el agua sin hondas donde nadaban tristes, tu voz y mi canción. Te quiero en el dolor sin llanto que tanta noche ha recogido el sueño; en el cielo invertido en mis pupilas para mirarte cósmica; en la voz socavada de mi ruido de siglos derrumbándose. Te quiero ( grito de noche blanca ) en el insomnio reflexivo de donde ha vuelto en pájaros mi espíritu. Te quiero… Mi amor se escapa leve de expresiones y rutas, y va rompiendo sombras y alcanzando tu imagen desde el punto inocente donde soy yerba y trino. Noviembre 14 de 2003 NO PODRÍA OBLIGARTE Renata Durán. No podría obligarte a no seguir tu sino. Eso sería negarte todo lo que de carne eres y que somos. Vete ya a acariciar largos cuerpos, distintos a este mío, desde el cual te diviso, viviéndome de adentro. Tú vives desde afuera. Con sólo ser tocado ya existes. Quiero manos de amor, sabias manos que atraviesen la piel de que estoy hecha, y conozcan la pura consistencia de mi barro. Noviembre 13 de 2003 HISTORIA DE TU AUSENCIA Armando Tejada Gómez. Si ahora digo amor tal vez no diga que la ausencia me mira del fondo de tus ojos, que aquí estuvimos juntos, que fue hermoso y que el sol conocía tu perfil de memoria. Tal vez sea imposible que alguien sepa lo claro, la luz que fue llevarte de la mano pequeña como a un tallo mecido por un viento de música hacia los territorios donde aguarda el silencio. Y ya que estás distante, qué pensarán los árboles qué dirán las canciones, cómo verá la noche mi soledad de río; dónde pondrán su ronda los niños de la tarde, adónde irán los pájaros sin tu risa y mi silbo y la calle tan sola con sus puertas inútiles y las sombras sin besos y los perros perdidos; ahora que la ausencia me interrumpe la boca, ahora que me esperas tan allá de los niños. Se nos ha muerto el año. Yo le veo el invierno hecho de un sólo frío, de un solo tajo solo a la mitad de agosto, de una dura distancia... larga, definitiva. Porque de pronto sobran los barcos, los andenes y de pronto este rumbo ya no tiene sentido como si nadie fuera hacia ninguna parte o alguien hubiera muerto a mitad de camino. Alguien. Mi voz. Tu pelo. Las cosas que no dije. La flor de tu vestido. Se nos ha muerto el año donde dejé tu nombre para que recobrara su condición de estío. Ya no sé, nunca entiendo estas precarias sílabas, cosas que no recuerdo de pronto me dominan: ¿te dije que tenías la piel como de humo? ¿que de estarme en tus ojos me conozco el origen? ¿te he enseñado el misterio de los árboles solos? ¿sabes ya que tus manos son dos siestas dormidas? No sé, nunca recuerdo tanta distancia, tanta canción que no he cantado cuando anduvimos juntos. Me dolería mucho no haberte dicho todo lo que llevo en la boca casi como otra risa. Noviembre 12 de 2003 SOLEDAD Alfonsina Storni. Podría tirar mi corazón desde aquí, sobre un tejado mi corazón rodaría sin ser visto. Podría gritar mi dolor hasta partir en dos mi cuerpo: sería disuelto por las aguas del río. Podría danzar sobre la azotea la danza negra de la muerte: el viento se llevaría mi danza. Podría, soltando la llama de mi pecho, echarla a rodar como los fuegos faustos: las lámparas eléctricas la apagarían... Noviembre 11 de 2003 VÁMONOS CORAZÓN Jorge Robledo. Vámonos, corazón, hemos perdido, ya nunca espigarán tus ilusiones. Recoge tu esperanza y tus canciones y partamos en busca del olvido. Vámonos, corazón, ya tu latido sólo podrá contar renunciaciones. Guarda su nombre con tus oraciones y si debes sangrar, sangra escondido. Vámonos, corazón, tu fe no existe. Al fin y al cabo tu naciste triste y triste en cualquier puerto morirás. Vámonos, corazón, ya no la esperes. Bendice su recuerdo si así quieres, pero marchemos sin mirar atrás. Noviembre 10 de 2003 EN ESTE DÍA DE LLUVIA Matilde Alba Swann. Un gris limpio, monótono, inasible, en este día de lluvia y cielo enfermo, el corazón del agua está soñando con bandadas de pájaros de vidrio, y en la rama otoñal, junta la ausencia, luces mojadas, y voces de aluminio. Hay como un gato gris rondando en torno, así de blando, así de ojo amarillo. Es casi tarde, mi niñez descalza, viene a buscarme por un largo río, bajo un mar vertical deshilachado, y un silencio de océano dormido. Salgo a su encuentro, quedo de su mano, me desnudo en su piel, líquida cuna, vuelvo a mi antiguo manantial, deshago, gota a gota, pausada, mansa, muerta. Bajo un llanto de techos castigados, somnolientos, reencarno, soy de lluvia. Noviembre 09 de 2003 HARAPOS Mario Benedetti. Hay sólo una miseria que se prende con uñas en el muro y quisiera trepar y a veces trepa una vasta miseria que nos mira y junta su rencor y nos invade por eso desde hoy y desde dentro y a pesar de mi pan y de mi suerte me siento miserable como si nunca hubiera sonreído o visto sonreír como si cuando sueño mis ensueños no encontraron lugar bajo mis párpados ya no es la culpa higiénica la desazón precaria el relamido umbral de la conciencia es mucho más ahora mi miseria incluye el estrellarse y usar todo el coraje para el miedo y caer de rodillas sin plegaria y sentirse extranjero y condenado a no encontrar la brecha a no encontrar la brecha. Noviembre 07 de 2003 LA HAZAÑA Mario Benedetti. Después de todo es fácil recordar basta con arrimarse al horizonte basta con bostezar en plena euforia alcanza con entrar en la agonía es fácil recordar se abren las manos y se cierran y en el puño vacío está el juguete están la cruz o el seno que se desentendieron del presente que quedaron atrás que todavía es fácil basta con decir un nombre basta con desandar cierta tristeza alcanza con quebrar el odio ajeno la gran proeza la mejor hazaña de la memoria es olvidarlo todo. Octubre 31 de 2003 TOCA MI PIEL Octavio Paz. Toca mi piel, de barro, de diamante, oye mi voz en fuentes subterráneas, mira mi boca en esa lluvia oscura, mi sexo en esa brusca sacudida con que desnuda el aire los jardines. Toca tu desnudez en la del agua, desnúdate de ti, llueve en ti misma, mira tus piernas como dos arroyos, mira tu cuerpo como un largo río, son dos islas gemelas tus dos pechos, en la noche tu sexo es una estrella, alba, luz rosa entre dos mundos ciegos, mar profundo que duerme entre dos mares. Mira el poder del mundo: reconócete ya, al reconocerme Octubre 25 de 2003 CANCIÓN DE AYER Mario Meléndez. La loca guardó el amor en una cartera quiso dejarlo allí por años que se pudriera entre las costuras atormentadas de su existencia en el veneno de su delirio Pero no pudo En esos instantes de lucidez en que se miraba al espejo para encontrarse para enumerar sus gestos abandonados ella recordaba aquel amor y suspiraba entonces lo sacaba de su cartera para quitarle las telarañas para vestirlo y para afeitarlo y para ordenar sus cabellos y salir con él tomados de la mano hacia la eternidad de los atardeceres y recorrer los hoteles y los teatros y los puentes y recorrer aquellos lugares donde sus sueños quedaron tatuados donde la ausencia sembró de caricias los espejismos incurables Y ella fue feliz ingenuamente feliz, perdidamente feliz Y ya no escondió el amor en una cartera esta vez se lo regaló a la noche para que todas las estrellas se acurrucaran en él Octubre 23 de 2003 CONTRA LA NOCHE SIN CUERPO Octavio Paz. Contra la noche sin cuerpo se desgarra y se abraza la pena sola. Negro pensar y encendida semilla pena de fuego amargo y agua dulce la pena en guerra. Claridad de latidos secretos planta de talle transparente vela la pena. Calla en el día canta en la noche habla conmigo y habla sola alegre pena. Ojos de sed pechos de sal entra en mi cama y entra en mi sueño amarga pena. Bebe mi sangre la pena pájaro puebla la espera mata la noche la pena viva. Sortija de la ausencia girasol de la espera y amor en vela torre de pena. Contra la noche la sed y la ausencia gran puñado de vida fuente de pena Octubre 22 de 2003 más allá Pablo Mora. más allá del propósito y la queja más allá de la lluvia desvestida más allá de los sueños terrenales más allá de los lunes soñolientos más allá de la luz de tu cintura más allá de tus manos y las mías más allá de la sombra y de la noche más allá de los años de la brisa más allá del camino y del mendigo más allá de las luchas y sus cantos más allá de los solos y cobardes más allá de las puertas de los ciegos más allá de tu lumbre y de la mía más allá del metal y del combate más allá de la cólera enemiga más allá de la arcilla y los jazmines más allá de la espina el viento el monte más allá de la tierra que me aguarda alada la neblina te recuerda Octubre 21 de 2003 SI TODO ESTO CAMBIASE... Almudena Guzmán. Si todo esto cambiase, si me dijera usted, de pronto, que me ama, yo ni me detendría para hacer la maleta. Huiría luchando contra el miedo a la costumbre de su cuerpo. Octubre 15 de 2003 De: MI PADRE, EL INMIGRANTE Vicente Gerbasi. Canto V A veces caigo en mí, como viniendo de ti, y me recojo en una tristeza inmóvil, como una bandera que ha olvidado el viento. Por mis sentidos pasan ángeles del crepúsculo y lentos me aprisionan los círculos nocturnos. Venimos de la noche y hacia la noche vamos. Escucha. Yo te llamo desde un reloj de piedra, donde caen las sombras, donde el silencio cae. Octubre 10 de 2003 POEMA CON LA TONADA ÚLTIMA Julia de Burgos. ¿Que adónde voy con esas caras tristes y un borbotón de venas heridas en mi frente? Voy a despedir rosas al mar, a deshacerme en olas más altas que los pájaros, a quitarme caminos que ya andaban en mi corazón como raíces... Voy a perder estrellas, y rocíos, y riachuelitos breves donde amé la agonía que arruinó mis montañas y un rumor de palomas especial, y palabras... Voy a quedarme sola, sin canciones, ni piel, como un túnel por dentro, donde el mismo silencio se enloquece y se mata. Octubre 08 de 2003 ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER Edgar Bayley. Entre un hombre y una mujer la vida crece y crecen las lunas los techos la intemperie mientras se entrecruzan palabras halcones arañas zigzagueos del amor del odio de la sombra y el cielo. Entre un hombre y una mujer la pasión crece el fulgor de una lucidez relampagueante que traza entre las sombras sus arabescos y cada uno teme al otro y cada uno confía entrega una almendra al otro y cada uno confía espera y dice: Dios mío amor mío y cada uno quisiera un reino azul para el otro en cualquier parte del cielo o de la tierra y cada uno quisiera todo aquello que se oculta tras el cercado: una magnolia una arcilla el telón de un teatro de títeres una noche de Navidad unos balcones que dan a un bosque espeso mientras oscurece. Cada uno quisiera todo eso para dárselo al otro pero el otro no sabe nada y calla los dos callan. Esto suele pasar entre un hombre y una mujer que se aman y que apenas se conocen hasta que las caricias estallan y se dicen todo sin decírselo con las manos sus cuerpos con la respiración entrecortada la misma de la tierra toda del granito la memoria los postigos del sueño. Octubre 07 de 2003 PIEDRA DE HORNO Nicolás Guillén. La tarde abandonada gime deshecha en lluvia. Del cielo caen recuerdos y entran por la ventana. Duros suspiros rotos, quimeras calcinadas. Lentamente va viniendo tu cuerpo. Llegan tus manos en su órbita de aguardiente de caña; tus pies de lento azúcar quemado por la danza, y tus muslos, tenazas del espasmo, y tu boca, sustancia comestible, y tu cintura de abierto caramelo. Llegan tus brazos de oro, tus dientes sanguinarios; de pronto entran tus ojos traicionados; tu piel tendida, preparada para la siesta: tu olor a selva repentina; tu garganta gritando –no sé, me lo imagino-, gimiendo -no sé, me lo figuro-, quejándose –no sé, supongo, creo-; tu garganta profunda retorciendo palabras prohibidas. Un río de promesas desciende de tu pelo, se demora en tus senos, cuaja al fin en un charco de melaza en tu vientre, viola tu carne firme de nocturno secreto. Carbón ardiente y piedra de horno en esta tarde fría de lluvia y de silencio. Octubre 02 de 2003 BÚSQUEDA Juan Gustavo Cobo Borda ¿Qué aguijón nos obliga a ir tras espejismos? ¿Con qué fuerza irreprimible la sugerencia de la dicha nos encadena a imágenes obsesivas? Mares que rugen dejan abierto un abismo. Aquel que conduce al más vasto continente desconocido. Las feroces selvas donde late el corazón imbatible a la espera de quien vuelva música su delicado, su atroz latido. Septiembre 28 de 2003 GNOSIS Beatriz Zuluaga ¿Conoces el olvido? Es blanco, dolorosamente blanco. Acaso en un instante se descorra un horizonte rojo, y corramos tras él, para sumir el blanco que nos pesa y nuevamente es níveo el camino; en las manos se prende la agonía y dobla en las arterias la campana. Quizá nos arrastramos... porque es lento el camino y es tan blanco, que se pierde el contacto con la vida. ¿Conoces el olvido? Mira mis manos blancas, mi cabello, la sangre que no tiñe, el pulso que repite horas vacías, y este grito callado en la garganta. ¿Conoces el olvido? Mira mi sombra blanca... y este lento camino hecho de nieve. Septiembre 28 de 2003 LAS GRANDES PALABRAS Alejandra pizarnik A Antonio Porchia. aún no es ahora ahora es nunca aún no es ahora ahora y siempre es nunca. Septiembre 24 de 2003 EL AMOR Idea Vilariño Un pájaro me canta y yo le canto me gorgojea al oído y le gorgojeo me hiere y yo le sangro me destroza lo quiebro me deshace lo rompo me ayuda lo levanto lleno todo de paz todo de guerra todo de odio de amor y desatado gime su voz y gimo ríe y río y me mira y lo miro me dice y yo le digo y me ama y lo amo - no se trata de amor damos la vida- y me pide y le pido y me vence y lo venzo y me acaba y lo acabo. Septiembre 19 de 2003 TE BUSCO Gioconda Belli Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua. Y somos los dos juntos otra vez, bajo el cielo estrellado en el monte, de noche. Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre, voy juntando mis días, mis minutos, mis horas con tu hilo de letras. Me he vuelto alfarera y he creado vasijas para guardar momentos. Me he soltado en tormenta y trueno y lloro de rabia por no tenerte cerca, en viento me he cambiado, en brisa, en agua fresca y azoto, mojo, salto buscándote en el tiempo de un futuro que tiene la fuerza de tu fuerza. Septiembre 18 de 2003 DESGANA Mario Benedetti No tengo ganas de escribir pero la letra avanza sola forma palabras y relevos que conozco como míos en la ventana llueve tantas veces en la calle brilló sin fundamento no tengo ganas de escribir por eso queda el tiempo en blanco y no es un blanco de inocencia ni de palomas ni de gracia en la ventana llueve tantas veces en la calle se anegó de presagios no tengo ganas de escribir pero la lluvia llueve sola. Septiembre 12 de 2003 DESPOJADA Orietta Lozano Dónde despertar, en qué momento, lo inmediato duele, quema, explota bruscamente entre mis cejas. La búsqueda se ha perdido, el tiempo cayó goteando por tus ojos todo crimen quedó estático en mis sienes, yo me hundo en cada flor como la abeja y ningún fruto se perfila. Me he despojado de todo encuentro, sobre mi hombro se posa el pájaro del silencio y a veces, sólo a veces, la carcajada del delirio, viene a perforar los huesos a mi hastío. Septiembre 10 de 2003 SENTIMIENTOS Juan Gelman como un grito finito como un pedazo escaso como un vuelo de piedra de luz encadenada desato mis caballos y anudo mi paciencia las voces de la noche levantan sus dos voces las ramas de la noche levantan sus dos voces y miro el cielo abierto girar en su estupor en su furor sereno devienen más desastres y se desencadenan las bestias del amor y cantan y no cocen maquiavélicos sastres que unieron sin hilván tu corazón y el mío y ligaron sus suertes con bárbaras dulzuras sin decir que hace miedo hace hambre hace frío y eso corrompe y mata las dulces ligaduras esos bárbaros sastres atan las destrucciones y rezan a escondidas a los pies de Satán y revientan de un golpe los dulces corazones y se beben la sangre y se ríen y se van esos demonios negros como tu amor y el mío con sus pústulas tiernas y su pura indecencia desato mis caballos levantan sus dos sones y miro el cielo abierto tu corazón y el mío sin decir que hace miedo atan sus destrucciones y revientan de un golpe hace hambre hace frío. Septiembre 09 de 2003 OLVIDO Octavio Paz Cierra los ojos y a oscuras piérdete bajo el follaje rojo de tus párpados. Húndete en esas espirales del sonido que zumba y cae y suena allí, remoto, hacia el sitio del tímpano, como una catarata ensordecida. Hunde tu ser a oscuras, anégate la piel, y más, en tus entrañas; que te deslumbre y ciegue el hueso, lívida centella, y entre simas y golfos de tiniebla abra su azul penacho al fuego fatuo. En esa sombra líquida del sueño moja tu desnudez; abandona tu forma, espuma que no sabe quien dejó en la orilla; piérdete en ti, infinita, en tu infinito ser, ser que se pierde en otro mar: olvídate y olvídame. En ese olvido sin edad ni fondo, labios, besos, amor, todo renace: las estrellas son hijas de la noche. Septiembre 08 de 2003 AHUYENTEMOS EL TIEMPO, AMOR Gioconda Belli Ahuyentemos el tiempo, amor, que ya no exista; esos minutos largos que desfilan pesados cuando no estás conmigo y estás en todas partes sin estar pero estando. Me dolés en el cuerpo, me acariciás el pelo y no estás y estás cerca, te siento levantarte desde el aire llenarme pero estoy sola, amor, y este estarte viendo sin que estés, me hace sentirme a veces como una leona herida, me retuerzo doy vueltas te busco y no estás y estás allí tan cerca. Septiembre 03 de 2003 Poema XCVIII Dulce María Loynaz Cuántos pájaros ahogados en mi sangre, sin estrenar sus alas en el aire de Dios, sin acertar un hueco hacia la luz! Los esperaba la misma inmensidad del cielo, el libre espacio de las criaturas libres -la nube, la estella, el rayo-... Y ellos apretujándose en mis venas, abatiéndose en mi garganta, golpeando vanamente este frágil e inexorable muro de huesos. ¡Cuántos pájaros ahogados me van pasando ahora por este río lento de mi sangre!... ¡Qué ciega muerte la que llevo dentro! muertes mía y muertes ajenas, muertes de tantas vidas que me dieron y que no supe nunca hacer vivir. Septiembre 02 de 2003 IRSE Mario Benedetti no olvides que te espero en tres o cuatro puntos cardinales siempre habrá un sitio dondequiera con un montón de bienvenidas todas te reconocen desde lejos y aprontan una fiesta tan discreta sin cantos sin fulgor sin tamboriles que sólo vos sabrás que es para vos cada vez que te vayas de vos misma procurá que tu vida no se rompa y tu otro vos no sufra el abandono/ y por favor no olvides que te espero con este corazón recién comprado en la feria mejor de los domingos cada vez que te vayas de vos misma no destruyas la vía de regreso volver es una forma de encontrarse y así verás que allí también te espero Septiembre 01 de 2003 ESOS DESEOS Juan Antonio Massone Me hubiese gustado verte llegar hasta aquí cuando escribía suspenso: "Estoy pensando en lo único que alboroza al pensamiento". Hubiera querido mostrarme lleno de ti, completamente reflejándote. Me habría gustado una voz más cerca tuyo, ser algo en tu cuerpo y me hubieras cuidado. Hubiese querido ir alguna vez en tu cabeza, acaso siendo tus ojos por saber si era yo quien estaba en el mundo. Agosto 31 de 2003 SIEMPRE NOCTURNO Ana Rossetti Cada noche implacable, cada noche, la ginebra cimbrea visiones y deseos, y un lamento de intolerable ansia -dice llamarse música- exhausta se sucede. Y el neón carmesí, cordoncillo enredado en la pálida estrella de la aurora sólo es sangre delgada. Despedida. Agosto 30 de 2003 ¿Y TÚ? Alfonsina Storni Sí, yo me muevo, vivo, me equivoco; agua que corre y se entremezcla, siento el vértigo feroz del movimiento: huelo las selvas, tierra nueva toco. Sí, yo me muevo, voy buscando acaso soles, auroras, tempestad y olvido. ¿Qué haces allí misérrimo y pulido? Eres la piedra a cuyo lado paso. Agosto 29 de 2003 VIAJE FINIDO Alfonsina Storni ¿Qué hacen tus ojos largos de mirarme? ¿Qué hace tu lengua, de llamarme, larga? ¿Qué hacen tus manos largas de tenderse hasta mis llamas? ¿Qué hace tu sombra larga tras mi sombra? ¿Por qué rondas mi casa? En el beso de ayer hice mi viaje. Conozco tu alma. ¿Para qué más? He terminado el viaje. Tus catacumbas inundadas de aguas muertas, oscuras, cenagosas, fueron con mis manos palpadas. Tus manos ni se acerquen a las mías, apártame tus ojos, tus palabras... los mohos de tus zócalos secaron raíces de mis plantas. Odio tus ojos largos. Odio tus manos largas. Odio tus catacumbas llenas de agua. Agosto 28 de 2003 SOLO Néstor Groppa La estrella que persigue a su propia luz la caza y mantiene prisionera sin que nadie la vea. Hay muchos así, tan generadores de su luz en el placer del mundo. Tal nosotros encerrados en nuestra luminosidad, trabajándonos; volviéndonos agujero negro con peso específico. Después del poema, en ese silencio Don Nestor, escucho un lápiz dibujando mapas de mirar. Agosto 26 de 2003 CREO QUE POR FIN TE HE DESPEDIDO Renata Durán Creo que por fin te he despedido. Porque logré que dé lo mismo que estés aquí o allá. De todos modos estás lejos. Agosto 23 de 2003 TU NOMBRE Piedad Bonnett Cuando el dolor ha triturado ya el último hueso de mi noche y sólo habla el silencio al corazón insomne que hila y deshila penas y memorias viene tu nombre hasta mi cuarto a oscuras. Con un galope seco viene tu nombre abriendo un camino entre nieblas instaurando sus voces sus redobles sus erres que retumban como un grito de guerra su bronco acento de campana rota. Tu nombre es tantas cosas: el recuerdo de un barco que viene de ultramar y sus tercos marinos el fuego entre la piedra gota roja que va tiñendo la pared del alba. En él puede escucharse la voz de los que creen con mística implacable y fe colérica. Pero es también dulzura tu nombre muro blanco donde mi mano traza los signos del sosiego lugar donde recuesto mi cabeza. Agosto 22 de 2003 EL FALSO AMOR José Angel Buesa Un amor que pregunta, si es virtud o es pecado, la fuerza que lo agita, eso es el amor soñado Un amor que se esconde, porque teme al futuro, puede ser un amor, pero no es el más puro. Un amor que se escapa de su propio sentido, es la rama del árbol sin la gloria del nido. Un amor que razona, que contrata su ensueño, inevitablemente será un amor pequeño. Un amor que me exige preceptos y rituales, con dudas aritméticas y páginas legales... Ese no es el amor que soñaba ofrecerte para toda la vida, sobre toda la muerte. Si tu amor es tan pobre, recuérdame perdido: cuando es poco el amor, ¡Vale más el olvido Agosto 21 de 2003 Poema XCVIII Dulce María Loynaz Cuántos pájaros ahogados en mi sangre, sin estrenar sus alas en el aire de Dios, sin acertar un hueco hacia la luz! Los esperaba la misma inmensidad del cielo, el libre espacio de las criaturas libres -la nube, la estella, el rayo...- Y ellos apretujándose en mis venas, abatiéndose en mi garganta, golpeando vanamente este frágil e inexorable muro de huesos. ¡Cuántos pájaros ahogados me van pasando ahora por este río lento de mi sangre!... ¡Qué ciega muerte la que llevo dentro! muertes mía y muertes ajenas, muertes de tantas vidas que me dieron y que no supe nunca hacer vivir. Agosto 20 de 2003 ENCUENTROS César Dávila Andrade Nuestros encuentros no tienen mundo. Se hacen de pensamiento a pensamiento en el éter o en la vivacidad de los sepulcros, a mil insectos por centímetro. Nuestros encuentros se sirven de microorganismos y partículas de cobre. Podemos esperar mil años, y aún más. Nuestros encuentros se realizan en el Iodo o entre el rumor de herraduras y lienzos que precede a las grandes migraciones: Nuestros encuentros se hacen en el ser instantáneo que pasta y muere, -como pastor y bestia- entre surcos y siglos paralelos. Nuestros encuentros no tienen número ni punto. Agosto 19 de 2003 FUNDACIÓN DE UN RECUERDO Mario Benedetti No es exactamente como fundar una ciudad sino más bien como fundar una dinastía el recuerdo tiene manos nubes estribillos calles y labios árboles y pasos no se planifica con paz ni compás sino con una sarta de esperanzas y delirios un recuerdo bien fundado un recuerdo con cimientos de solo que con todo su asombro busca el amor y lo encuentra de a ratos o de a lustros puede durar un rumbo o por lo menos volver algunas noches a cavar su dulzura en realidad no es como fundar una dinastía sino más bien como fundar un estilo un recuerdo puede tener mejillas y canciones y bálsamos ser una fantasía que de pronto se vuelve vientre o pueblo quizá una lluvia verde tras la ventana compartida o una plaza de sol con puños en el aire un recuerdo sólidamente fundado fatalmente se acaba si no se lo renueva es decir es tan frágil que dura para siempre porque al cumplirse el plazo lo rescatan los viejos reflectores del insomnio bueno tampoco es como fundar un estilo sino más bien como fundar una doctrina un recuerdo amorosamente fundado nos limpia los pulmones nos aviva la sangre nos sacude el otoño nos renueva la piel y a veces convoca lo mejor que tenemos el trocito de hazaña que nos toca cumplir y es claro un recuerdo puede ser un escándalo que a veces nos recorre como un sol de franqueza como un alud de savia como un poco de magia como una palma de todos los días que de repente se transforma en única pensándolo mejor quizá no sea como fundar una doctrina sino más bien como fundar un sueño. Agosto 18 de 2003 REGRESO A MI CUERPO Renata Durán Regreso a mi cuerpo después de un largo viaje a ti. Te vi dormido frente al mar, fatigado de amor sobre mi pecho. Respirabas ahí, abandonado, como si en mí hubieras anclado. Quise dormir también para soñar tu sueño que casi lo veía surgir de tu cabeza. Cerré los ojos. Fue en el tiempo el momento en que más te amé. Después los sueños propios me llevaron muy lejos. En uno de ellos, te perdí. Agosto 17 de 2003 AMOR, YA NO TE EXTRAÑO Marilina Rébora Amor, ya no te extraño, porque siempre te encuentro en la nube viajera, en el astro distante, en el rumor del mar, en el viviente centro de la flor que eclosiona, en el áureo levante. Amor, ya no te busco, porque te llevo dentro con la impasible luna, con el sol abrasante, con el fulgor de afuera y la sombra de adentro, la inmortal siempreviva y el azahar fragante. Estás conmigo siempre: te tenga o no te tenga, te siento al lado mío, aunque te encuentres lejos, en el fondo del alma, bien que no te retenga, para advertir entonces, recién, de la medida en que te quiero ahora, que vamos para viejos. Mi cariño traspasa los bordes de la vida. Agosto 16 de 2003 EL TEMBLOR José Angel Valente La lluvia como una lengua de prensiles musgos parece recorrerme, buscarme la cerviz, bajar, lamer el eje vertical, contar el número de vértebras que me separan de tu cuerpo ausente. Busco ahora despacio con mi lengua la demorada huella de tu lengua hundida en mis salivas. Bebo, te bebo en las mansiones líquidas del paladar y en la humedad radiante de tus ingles, mientras tu propia lengua me recorre y baja, retráctil y prensil, como la lengua oscura de la lluvia. La raíz del temblor llena tu boca, tiembla, se vierte en ti y canta germinal en tu garganta. Agosto 15 de 2003 EN ESTE DÍA DE LLUVIA Matilde Alba Swann Un gris limpio, monótono, inasible, en este día de lluvia y cielo enfermo, el corazón del agua está soñando con bandadas de pájaros de vidrio, y en la rama otoñal, junta la ausencia, luces mojadas, y voces de aluminio. Hay como un gato gris rondando en torno, así de blando, así de ojo amarillo. Es casi tarde, mi niñez descalza, viene a buscarme por un largo río, bajo un mar vertical deshilachado, y un silencio de océano dormido. Salgo a su encuentro, quedo de su mano, me desnudo en su piel, líquida cuna, vuelvo a mi antiguo manantial, deshago, gota a gota, pausada, mansa, muerta. Bajo un llanto de techos castigados, somnolientos, reencarno, soy de lluvia. Agosto 14 de 2003 UNA CARTA DE AMOR Julio Cortázar Todo lo que de vos quisiera es tan poco en el fondo porque en el fondo es todo como un perro que pasa, una colina, esas cosas de nada, cotidianas, espiga y cabellera y dos terrones, el olor de tu cuerpo, lo que decís de cualquier cosa, conmigo o contra mía, todo eso es tan poco yo lo quiero de vos porque te quiero. Que mires más allá de mí, que me ames con violenta prescindencia del mañana, que el grito de tu entrega se estrelle en la cara de un jefe de oficina, y que el placer que juntos inventamos sea otro signo de la libertad. Agosto 11 de 2003 DONDE HABITE EL OLVIDO Luis Cernuda Donde habite el olvido, En los vastos jardines sin aurora; Donde yo sólo sea Memoria de una piedra sepultada entre ortigas Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. Donde mi nombre deje Al cuerpo que designa en brazos de los siglos, Donde el deseo no exista. En esa gran región donde el amor, ángel terrible, No esconda como acero En mi pecho su ala, Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya, Sometiendo a otra vida su vida, Sin más horizonte que otros ojos frente a frente. Donde penas y dichas no sean más que nombres, Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo; Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, Disuelto en niebla, ausencia, Ausencia leve como carne de niño. Allá, allá lejos; Donde habite el olvido. Agosto 10 de 2003 EN LA DOLIENTE SOLEDAD DEL DOMINGO Gioconda Belli Aquí estoy, desnuda, sobre las sabanas solitarias de esta cama donde te deseo. Veo mi cuerpo, liso y rosado en el espejo, mi cuerpo que fue ávido territorio de tus besos, este cuerpo lleno de recuerdos de tu desbordada pasión sobre el que peleaste sudorosas batallas en largas noches de quejidos y risas y ruidos de mis cuevas interiores. Veo mis pechos que acomodabas sonriendo en la palma de tu mano, que apretabas como pájaros pequeños en tus jaulas de cinco barrotes, mientras una flor se me encendía y paraba su dura corola contra tu carne dulce. Veo mis piernas, largas y lentas conocedoras de tus caricias, que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes para abrirte el sendero de la perdición hacia m mismo centro y la suave vegetación del monte donde urdiste sordos combates coronados de gozo, anunciados por descargas de fusilerías y truenos primitivos. Me veo y no me estoy viendo, es un espejo de vos el que se extiende doliente sobre esta soledad de domingo, un espejo rosado, un molde hueco buscando su otro hemisferio. Llueve copiosamente sobre mi cara y solo pienso en tu lejano amor mientras cobijo con todas mis fuerzas, la esperanza. Agosto 09 de 2003 CARTA FINAL Dina Posada Quiero morir con tu espuma carnal envolviendo mi pulso casi de polvo pulpa y zumo del íntimo adiós trazarán la sonrisa que en tus labios de luto habrás de repetir mientras el reloj te aparte el recuerdo Agosto 07 de 2003 UN AMOR MÁS ALLÁ DEL AMOR Roberto Juarroz Un amor más allá del amor, por encima del rito del vínculo, más allá del juego siniestro de la soledad y de la compañía. Un amor que no necesite regreso, pero tampoco partida. Un amor no sometido a los fogonazos de ir y de volver, de estar despiertos o dormidos, de llamar o callar. Un amor para estar juntos o para no estarlo pero también para todas las posiciones intermedias. Un amor como abrir los ojos. Y quizá también como cerrarlos. Agosto 05 de 2003 LA MARIPOSA Claribel Alegría Ya la ceiba no existe derrumbaron mi ceiba se hicieron añicos los espejos eché a secar mi Río y se escondió la luna. Estoy vacía de deseos mi espada en su estuche de satén. ¿Por qué ahora por qué busca seducirme la poesía? Entró por la ventana y se posó en mi mano la miré con nostalgia se entreabrieron mis labios y con un leve soplo la alejé. Agosto 01 de 2003 DESPECHO Juana de Ibarbourou Te doy mi alma desnuda, como estatua a la cual ningún cendal escuda. Desnuda con el puro impudor de un fruto, de una estrella o una flor; de todas esas cosas que tienen la infinita serenidad de Eva antes de ser maldita. De todas esas cosas, frutos, astros y rosas, que no sienten vergüenza del sexo sin celajes y a quienes nadie osara fabricarles ropajes. Sin velos, como el cuerpo de una diosa serena ¡que tuviera una intensa blancura de azucena! Desnuda, y toda abierta de par en par ¡por el ansia del amar! Julio 31 de 2003 LA VISITA Miguel Arteche Huí de mi país porque a mi casa se acercan ya los asesinos. Abro la puerta en otra tierra y pasa la niebla con sus dedos repentinos. Se sienta aquí sobre una silla sola, me mira sin mirar y se desliza como el sudario de una ola. La niebla tiene sal y tiene prisa. Y luego borra muros y ventanas, mañanas y mañanas y mañanas: me borra todo con su voz borrosa, me dice aquí con su pisada trunca lo que hay de nunca en la palabra nunca. La niebla y yo somos la misma cosa. Julio 25 de 2003 EL OLVIDADO Eduardo Carranza Ahora tengo sed y mi amante es el agua. Vengo de lo lejano, de unos ojos oscuros. Ahora soy del hondo reino de los dormidos; allí me reconozco, me encuentro con mi alma. La noche a picotazos roe mi corazón, y me bebe la sangre el sol de los dormidos; ando muerto de sed y toco una campana para llamar el agua delgada que me ama. Yo soy el olvidado. Quiero un ramo de agua; quiero una fresca orilla de arena enternecida, y esperar una flor, de nombre margarita, para callar con ella apoyada en el pecho. Nadie podrá quitarme un beso, una mirada. Ni aún la muerte podrá borrar este perfume. Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia que veis es el recuerdo del mar de los dormidos. Julio 24 de 2003 SOLAMENTE Alejandra Pizarnik ya comprendo la verdad estalla en mis deseos y en mis desdichas en mis desencuentros en mis desequilibrios en mis delirios ya comprendo la verdad ahora a buscar la vida. Julio 23 de 2003 PREDESTINADA A LA TRISTEZA Orietta Lozano Ya no soy yo amado, y no sé quién soy, si todavía permanezco, si estoy aquí y lo que toco está. Las palabras me caen como agua fresca, la tristeza se riega en mi música ensangrentada. En mi corazón se anida un animal herido y mis versos preferidos los dije a la noche que aguarda el beso caliente del amante y el rumor perecedero de la piedra. Ya no soy yo amado, y no sé si estoy aquí, si mis miembros se cierran o se abren, si la muerte es un mal sueño dilatándose en mis venas, recordando como una voz antigua, mi no permanecer, ni fugaz sentir, mi antiguo malestar caído de la duda. Julio 21 de 2003 De «PRESAGIOS» Pedro Salinas l Posesión de tu nombre, sola que tú permites, felicidad, alma sin cuerpo. Dentro de mí te llevo porque digo tu nombre, felicidad, dentro del pecho. «Ven»: y tú llegas quedo; «vete»: y rápida huyes. Tu presencia y tu ausencia sombra son una de otra, sombras me dan y quitan. (¡Y mis brazos abiertos!) Pero tu cuerpo nunca, pero tus labios nunca, felicidad, alma sin cuerpo, sombra pura. Julio 20 de 2003 TU NOMBRE Piedad Bonnett Cuando el dolor ha triturado ya el último hueso de mi noche y sólo habla el silencio al corazón insomne que hila y deshila penas y memorias viene tu nombre hasta mi cuarto a oscuras. Con un galope seco viene tu nombre abriendo un camino entre nieblas instaurando sus voces sus redobles sus erres que retumban como un grito de guerra su bronco acento de campana rota. Tu nombre es tantas cosas: el recuerdo de un barco que viene de ultramar y sus tercos marinos el fuego entre la piedra gota roja que va tiñendo la pared del alba. En él puede escucharse la voz de los que creen con mística implacable y fe colérica. Pero es también dulzura tu nombre muro blanco donde mi mano traza los signos del sosiego lugar donde recuesto mi cabeza. Entre tu nombre y tú sin embargo un silencio una grieta nocturna donde anidan los pájaros. Julio 18 de 2003 TU VOZ Alejandra Pizarnik Emboscado en mi escritura cantas en mi poema. Rehén de tu dulce voz petrificada en mi memoria. Pájaro asido a su fuga. Aire tatuado por un ausente. Reloj que late conmigo para que nunca despierte. Julio 17 de 2003 REGRESO A MI CUERPO Renata Durán Regreso a mi cuerpo después de un largo viaje a ti. Te vi dormido frente al mar, fatigado de amor sobre mi pecho. Respirabas ahí, abandonado, como si en mí hubieras anclado. Quise dormir también para soñar tu sueño que casi lo veía surgir de tu cabeza. Cerré los ojos. Fue en el tiempo el momento en que más te amé. Después los sueños propios me llevaron muy lejos. En uno de ellos, te perdí. Julio 13 de 2003 ESTA NOCHE Orietta Lozano Como duelen los vientos esta noche cuando lejos los tambores de la guerra se acarician tristemente y pedazos de cielo se desprenden podridos, fatigados. Esta noche en la habitación con aroma de durazno los amantes susurran como soldados heridos y recuerdan su primer beso como una suave bala. En los vejados divanes, los abuelos de risa lánguida sólo esperan la fría caricia de la muerte y se entretienen, tejiendo, sus horas de recuerdos. La noche avanza como un gran dios que hechiza en el miedo más allá de los bosques y las sombrías trampas, más allá del salvaje amor de la hembra humillada. En esta noche de mirada de lobo cómo duele el silencio que reposa como muchacha febril detrás de los cristales de las casas. Julio 12 de 2003 CÓMO DESAPARECES Armando Uribe Cómo desapareces, cómo no estás: te busco. Mis manos desoladas te buscan, aire o fuego. Mi corazón te busca debajo de las piedras donde hay pájaros muertos, caracoles. Tú sueñas, ay, tú duermes, tú conoces el día: tú me dices adiós y adiós es “nunca”. Julio 09 de 2003 EL INSTANTE Jorge Gaitán Durán Ardió el día como una rosa. Y el pájaro de la luna huyó cantando. Nos miramos desnudos. Y el sol levantó su árbol rojo en el valle. Junto al río, dos cuerpos bellos, siempre jóvenes. Nos reconocimos. Habíamos muerto y despertábamos del tiempo. Nos miramos de nuevo, con reparo. Y volvió la noche a cubrir los memoriosos. Julio 08 de 2003 EN UNA DE ESAS TARDES Carlos Pellicer En una de esas tardes sin más pintura que la de mis ojos, te desnudé y el viaje de mis manos y mis labios llenó todo tu cuerpo de rocío. Aquel mundo amanecido por la tarde, con tantos episodios sin historias, fue silenciosamente abanderado y seguido por pueblos de ansiedades. Entre tu ombligo y sus alrededores sonreían los ojos de mis labios y tu cadera, esfera en dos mitades, alegró los momentos de agonía en que mi vida huyó para tu vida. Estamos tan presentes, que el pasado no cuenta sin ser visto. No somos lo escondido; en el torrente de la vida estamos. Tu cuerpo es lo desnudo que hay en mí toda el agua que va rumbo a tus cántaros. Tu nombre, tu alegría… Nadie lo sabe; ni tú misma a solas. Julio 05 de 2003 PASA EL VIENTO Meyra Del Mar De aquel amor que nunca fuera mío y sin embargo se tomó mi vida, me queda esta nostalgia repetida sin fin, cuando sollozo y cuando río. A veces desde el fondo del estío, llega la misma música entre oída en el tiempo gozoso, la encendida música que cayera en el vacío. Y quiere asirla el corazón. Beberla como un vaso de vino. Retenerla para creer de nuevo en la dulzura. Pero se escapa y huye con el viento, y me deja tan sólo este lamento, donde esconde su rostro la amargura. Julio 02 de 2003 |