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DISCOS

MARIA CALLAS. ENSAYO DE DALLAS 1957. Escenas de Verdi, Bellini, Macbeth y Mozart. Orquesta y coros de la Sinfónica de Dallas. Director: N. Rescigno. EMI 567921 2. ADD

Continua el recuerdo a María Callas a los 25 años de su desaparición con varias publicaciones editadas ahora por EMI y que en su día fueron muy celebradas por los buscadores de grabaciones piratas. El presente álbum contiene el ensayo de un concierto celebrado en Dallas en 1957, época en que la artista estaba aún de buen oír, y que resulta más fresco y revelador que el propio concierto. De entrada hay que anotar algo que ya sabíamos: Callas cantaba a plena voz hasta los ensayos. Se escuchan conversaciones con el director Rescigno y repeticiones.

No se trata de un programa para cumplir, sino que incluye el primer aria de “Traviata”, la célebre de “Puritani” , la de “Macbeth”, el tremendo final de “Anna Bolena” y, de postre, una tortura del “Rapto” absolutamente antológica por el tremendo esfuerzo y autocrítica que de la soprano revela. Para que todos se enteren de lo que era la ópera de verdad. Gonzalo ALONSO   

ISAAC Albéniz: INTEGRAL DE LA OBRA PARA VOZ Y PIANO. Elena Gragera, soprano y Francesc Garrigosa, tenor. Antón Cardó, piano. Calando.

Resulta ejemplar y estimulante que un grupo de aficionados a la música se reúnan de vez en cuando para escuchar música en directo y aporten fondos para el sostenimiento de una discográfica artesanal de la que ya han salido publicaciones tan interesantes como el “Granados” de Rosa Torres Pardo.

No es menos interesante el nuevo cd, que contiene lo que hasta ahora es la recopilación completa de piezas para voz y piano, presentadas por vez primera en Torroella de Montgrí en 1997. El conjunto permite observar la evolución de un autor cuya obra ha vivido bajo la sombra de “Iberia”. De 1885 datan las canciones sobre rimas de “Bécquer” y tres años más tarde surgieron las “seis baladas” sobre textos de la Marquesa de Bolaños, escritos en italiano. Unas y otras pecan quizá de exceso de academicismo y contrastan con el Albéniz maduro de las páginas en inglés en colaboración con el banquero Money Couts o las francesas no lejanas al espíritu de su amigo Fauré.

La interpretación de Elena Gragera y Francesc Garrigosa, acompañados al piano por Antón Cardó, resulta muy digna, con momentos de altura a acrgo de la soprano. La presentación es, una vez más, de lo más cuidado, con textos de Alberto Ruíz Gallardón y Narcis Serra dentro de un pequeño libro que contiene todos los textos en idioma original y traducidos. Gonzalo ALONSO

BEL CANTO. R. ALAGNA. Arias y dúos de Donizetti  y Bellini. A. Gheorghiu, London Voices, London Philharmonic Orchestra. Dir. E. Pidò. EMI 5 573022. DDD.

Las diferencias son muy claras entre las dos últimas publicaciones de Alagna. En una abordaba un repertorio que no le era propio, demasiado pesado, en la otra se ajusta a lo que debía cantar y de lo que no debía haber salido. Y el haberse salido de su repertorio natural se deja notar. El timbre es bellísimo, los agudos –al menos los discográficos- resultan generosos y  brillantes, pero hay una obsesión por utilizar el vibrato a fin de enfatizar, lo que aproxima el bel canto al verismo, sacándolo de su pureza de línea.

Por lo demás el repertorio seleccionado incluye páginas tan brillantes como la cavatina de “La hija del regimiento”, tan difíciles como el “A te o cara” de “I Puritani” o tan elegantes como las dos de “Favorita”, interpretadas éstas en su idioma original francés. Frente a la popular “Furtiva lacrima”, con variantes poco habituales, encontramos la más desconocida e intricada aria de “Il Pirata”. En el dúo de “Sonámbula” es acompañado por la soprano Angela Gheorghiu.

Al final queda la tristeza de pensar en lo que pudo ser y no fue. Gonzalo ALONSO

 

LA HIJA DEL BOTICARIO de J.S. Carrión. A.Blancas, L.Damaso, R.Esteve. Coro de la Compañía Lírica Julián Santos. Orquesta Filarmónica de los Urales. Dir: Julián Molina. EMI 5 756082. DDD

Aparece la primera grabación de una zarzuela/opereta de Julián Santos (Jumilla, 1908-1983) estrenada en 1988 con un reparto muy adecuado y unos conjuntos un tanto peculiares como la denominada Orquesta Filarmónica de los Urales.

Lo importante es dejar constancia de una partitura muy agradable aunque bastante fuera de su tiempo, que contiene algunas arias y dúos de lucimiento para sus intérpretes y que entre éstos hay tres figuras de categoría: Ángeles Blancas, Luis Dámaso y Rodrigo Esteve. Sobre todo da gusto escuchar a los dos primeros. Blancas posee una indudable personalidad y Dámaso un timbre que recuerda enormemente al joven Plácido Domingo hasta el punto que más de un oyente podría confundirlos. Dirige acertadamente este estreno mundial Julián Molina, alumno del compositor y fervoroso entusiasta y valedor del mismo.

No estamos ante una gran obra, sobre todo por hallarse fuera de época, pero quien la escuche pasará un rato muy ameno con la música y la historia de amores y falsos envenenamientos. Gonzalo ALONSO

LUCIA DI LAMMERMOOR: B. Sills, C. Bergonzi, P. Cappuccilli, J. Díaz. Orquesta Sinfónica de Londres. Director: T. Schippers. Westminster  289 471 250-2. 2 CDS, ADD.

Tras el relanzamiento realizado por DECCA de la trilogía Tudor protagonizada por Beverly Sills, nos llega ahora la "Lucia di Lammermoor" que grabara en 1970 y que reúne sumo interés. Desde luego era extraño que no se hubiese editado aún en compacto.

Ella era esa Lucia de carácter ligero, muy exhibicionista en las coloraturas, pero simultáneamente lograba imprimir al personaje una gran fuerza dramática. Sills no vaciló en apoyarse en unos sonidos graves que no poseían redondez ni profundidad para añadir el color preciso a pesar de perder belleza vocal. Tampoco intenta ser la diva de la grabación y ello es patente en el célebre sexteto. El resultado es muy atrayente. Pero no sólo es esta la razón para escuchar la presente "Lucia", sino que a su lado hay uno de los mejores Edgardos de la historia discográfica, ya que Carlo Bergonzi canta el personaje con una línea insuperable, lejos de cualquier exceso verista. Tiene la ventaja de esa línea inmaculada apoyada por una voz de cuerpo muy superior al de los tenores que habitualmente abordan este repertorio desde un punto de vista belcantista. Cappuccilli y Díaz son estupendos colaboradores y la lectura de Schippers, a quien lamentablemente ya le quedaba muy poco tiempo de vida, convence.

La versión recupera el instrumento original para el que fue escrita la escena de la locura, esa "armonica di vetro" tan difícil de hallar e interpretar, por lo que el propio Donizetti hubo de readaptarla a la conocida flauta. Lo dicho: mucho de interés.

 

OPERA ALBUM 2002: escenas de ópera por cantantes varios. EMI 7243 5 67939-2. 2 CDS.

Lo mejor de la casa se reúne en esta recopilación, bastante bien diseñada, en la que alternan los grandes de ayer y hoy. ¿quieren nombres? Callas, Schwarzkpof, Moffo, de los Ángeles, Freni, Sutherland, Caballé, Norman, Bjoerling, Merrill, Domingo, Pavarotti, Carreras,  Gedda, etc o los más recientes Dessay, Alagna, Gheorghiou o Hampson. Por no faltar, ni falta el coro de la Scala.

L selección empieza con el empalagoso "Dúo de las flores" de "Lakmé" y finaliza con "Nessun dorma". En medio algunos de los otros célebres dúos femeninos como los de "Los cuentos de Hoffmann" o "Bodas de Fígaro" y masculinos como "Pescadores de perlas" o "Boheme". Y, claro, no podían faltar las arias más populares.

La selección cumple perfectamente con el criterio buscado: atraer al gran público con la facilidad, belleza de unas piezas que además le sonarán mucho a los oídos.

 

SEMIRAMIDE: E. Gruberova, B. Manca di Nissa, H. Le Corre, I. D'Arcangelo, J.D. Flórez, etc. Wiener Konzertchor y Radio Symphonieorchester Wien. Director: M. Panni. Nightingale NC207013-2. 3 CDS, DDD.

La casa discográfica de Edita Gruberova lanza una nueva ópera protagonizada por su dueña. Se trata de "Semiramide" de Rossini, una partitura demasiado extensa, aunque con algunos momentos de gran belcantismo. El problema de "Semiramide" es no caer en el tedio y para ello hacen falta un director con más personalidad que Panni y unos intérpretes con más recursos y más dispuestos a poner carne en el asador.

Gruberova no alcanza el equilibrio belcantismo-drama de una Caballé ni puede llegar a la visión meramente belcantista de Sutherland. Bernardette Manca di Nissa no es aquella Horne que cantaba Arsace junto a las dos sopranos citadas, ni Ildebrando D'Arcangelo posee las agilidades y  atractivo de Samuel Ramey. Queda el estupendo Idreno de Juan Diego Flórez, el tenor que tanto éxito ha cosechado este verano por España.

El conjunto no puede evitar caer un poco en el tedio, recordando aquellas representaciones romanas con June Anderson y Dupuy, en las que la mitad del teatro se echó una siesta.

 HOMENAJE A MONTSALVATGE. Cinco canciones negras, Canción de cuna irlandesa, Canciones para niños, cancó amorosa, Oracao, etc. V. de los Ángeles, M. Caballé, M. Zanetti, G. Soriano, R. Frühbeck de Burgos. Orquestas varias. EMI 8 26716 2. 2CDS.

EMI se une a los homenajes dedicados a Xavier Montsalvatge con un doble álbum que se centra en páginas vocales del compositor recientemente fallecido.

Las "Cinco canciones negras" las interpreta Victoria de los Ángeles. A juicio del propio autor - y no sólo del él- se trata de la soprano que mejor las había traducido. La versión incluye orquesta y no sólo piano.

Montserrat Caballé aborda las "Canciones para niños", esta vez con el apoyo pianístico de Miguel Zanetti, y las menos conocidas "Canción amorosa" y "Oración" de  1956 y 1948 respectivamente. El oyente puede comparar la tan diversa forma de interpretar de dos de las más grandes cantantes españolas de la historia.

El disco se completa con una versión exclusivamente pianística de la más popular canción de Montsalvatge, la "Canción de cuna para dormir a un negrito", en las manos del añorado Gonzalo Soriano. Es lástima que no se incluyan escenas de algunas de sus óperas, pero la recopilación es oportuna.

VERDI: LA TRAVIATA. R.Tebaldi, G.Prandelli, G.Orlandi. Orquesta Sinfónica y Coro de la RAI de Milán. Director: G.M.Giulini. IDIS 6367/68. 2CDS.

Diverdi ha importado una grabación radiofónica de 1952, con un sonido bastante aceptable, que nos trae la voz envidiable de una mítica soprano que este año ha cumplido ochenta años pero que entonces se hallaba en una avasalladora plenitud. ¡Qué placer poder escuchar en aquellos años versiones tan distintas y tan magníficas ambas como las que ofrecían Callas y Tebaldi de una misma ópera verdiana! La primera abordaba Violetta desde la sutileza interpretativa, la segunda desde la expresividad de una vocalidad apabullante. La voz de Tebaldi fue única en su morbidez, homogeneidad y caudal.

Su segundo y tercer acto resultan de antología y casi al mismo nivel ronda el cuarto. Aunque resuelve bien el primero, hoy estamos tan acostumbrados a las fáciles coloraturas de las ligeras, que son quienes hoy cantan el papel, que encontramos su voz un poco "pesante". El resto del reparto es mero acompañamiento. Carlo María Giulini dirige con tanto gusto que hasta los coros del tercer acto merecen ser escuchados. Gonzalo ALONSO

PLACIDO DOMINGO CANTA ESCENAS DE “EL ANILLO” DE WAGNER. Orquesta del Covent Garden. Dir: A. Pappano. EMI 572422 9. DDD.

Un Lohengrin cantado hace décadas en la escena, un Parsifal en la penúltima etapa de su carrera y, en medio, bastantes grabaciones con aquellas partes que no podría abordar en vivo: desde el Eric del “Holandés” al Tannnhauser. Todo ello sin olvidar el soberbio Sigmund del primer acto de Walkiria.

Es claro que Domingo no va a cantar jamás el Siegfrido. Además de resultarle vocalmente imposible, tampoco le atrae el personaje, al que considera poco más o menos que un tonto. Sin embargo sí se ha atrevido en disco con sus principales escenas con resultados discutibles. Uno lamenta no poder contar con una voz del timbre y la musicalidad del tenor para esta parte tan problemática que apenas nadie puede abordar hoy día sobre un escenario. Pero uno también lamenta que Domingo no posea la brillantez y fortaleza en el agudo que se requiere. Estamos ante un Siegfrido casi baritonal y, para que la relación vocal se mantuviese equilibrada, con una Brünhilde mezzosopranil de Violeta Urmana. Ambos bastante bien acompañados por Pappano y la orquesta de la que es titular.

Sinceramente, si yo fuese Domingo posiblemente también me habría dado el lujazo de esta incursión y quién sabe si hasta me daría el de un Tristan. Tras su carrera, ¿cómo criticárselo? Gonzalo ALONSO

 

MONTSERRAT CABALLÉ: LIEDER Y ARIAS. Alexis Weissenberg, piano. Directores y orquestas varias. EMI 676812. 2CDS. ADD.

La crisis de las compañías discográficas no sólo debe afectar al personal comercial en algunos países, sino que parece afecte a todo tipo de personal en las centrales. Es verdaderamente impresentable lo sucedido con este doble álbum por parte del responsable de la edición de su carátula. Me queda claro que no sabía lo que se traía entre manos, porque ¿podría ser de otra forma ocultando que el pianista que acompaña a Montserrat Caballé es nada menos que Alexis Weissenberg?

Tan sólo se lee en el interior de la carpetilla y, aunque la relación entre ambos durante esta grabación y la gira que realizaron a tenor de ella no fuese nada cordial, tampoco era razón como para ignorarle. Tampoco es presentable que no se publique íntegra aquella colaboración y que aún hoy los lieder de Strauss permanezcan inéditos en compacto. En su lugar  tenemos varias arias seleccionadas sin criterio alguno aunque, eso sí, sea un placer escuchar alguna de ellas, como el “Tu che la vanitá” verdiano.

Ni el “Canto a Sevilla” ni las “Cinco canciones negras” pueden competir con las de Los Ángeles o Berganza, pero resulta curiosa la versión y, además, puede escucharse al soberbio pianista en solitario en tres piezas de Turina. Para coleccionistas. Gonzalo ALONSO

ROSSINI: EL BARBERO DE SEVILLA. H.Prey, T.Berganza, L.Alva, E.Dara, P.Montároslo. Orquesta y Coro del Teatro de la Scala. Dirección escena: J.P.Ponnelle. Dirección musical: C.Abbado. DVD DGG 073 021-9

Realmente es un placer poder disponer en DVD de clásicos insuperados e insuperables como el presente: un “Barbero de Sevilla” absolutamente redondo, tanto en su parte musical como en la escénica.

La grabación proviene de 1977 y las imágenes nos muestran el paso del tiempo, con un Abbado jovencísimo que dista mucho del actual. Luigi Alva, que realiza un conde Almaviva como pocos lo han hecho, representaba hasta hace poco a una casa de pasta en Italia. Algunos de los artistas ya no estan desgraciadamente con nosotros. El tiempo pasa, pero la obra de Ponnelle sigue resultando admirable. Era un director de escena de una personalidad inconfundible en sus trabajos, que logró hacer cosas bellas en la escena manteniendo la importancia primordial de la música. Ese camino ha de recuperarse. La producción está además llena de gracia y frescura. En ello participa una Teresa Berganza que caracteriza una Rosina de armas tomar, esa joven lozana y picarona que se las sabe todas. Hermann Prey no es idiomáticamente el Figaro de referencia, pero da gusto verle y escucharle. Y así el resto de un reparto dirigido admirablemente por Abbado. Señores, un auténtico placer hasta en la escena de la tormenta. Gonzalo Alonso

 

STRAUSS: ARABELLA. K.Te Kanawa, W. Brendel, M. McLaughin, D.McIntyre, H.Dernesch, D. Kuebler, N.Dessay. Orquesta y Coros del Metropolitan. O.Schenk, J.Levine. DVD DGG 073 005-9.

Todo indica que Thielemann es mucho mejor director lírico que sinfónico y esta producción del Metropolitan viene a corroborarlo. Su versión está llena de virtudes, aunque los primeros planos del excelente DVD nos le muestren un tanto rígido de movimientos. Otto Schenk volvía a esta producción de 1995 con sus conceptos clásicos en una puesta en escena realista cuyo defecto más palpable es la ausencia de colorido en el baile de martes de carnaval vienés.

Por una vez el Metropolitan cuidó no sólo los primeros papeles sino también los segundos, con una espléndida Natalie Dessay en el breve pero espectacular cometido del acto segundo. Otro tanto cabe decir de la veterana Helga Dernesch como Adelaide o el no menos veterano Donald McIntyre como el conde Waldner, dominadores completos de sus papeles y mostrando cómo ha de actuarse a la vez que cantar. El barítono está especialmente acertado. Cumple bien el tenor David Kuebler como el oficial Matteo. Wofgang Brendel es el más flojo del de todas formas soberbio trío protagonista, forzado en algunos agudos y el único a quien se le va la vista al foso. Marie McLaughin borda Zdenka y se pone a la altura de una perfecta Kiri Te Kanawa para conmover en su dúo inicial. La soprano neocelandesa disfruta de un personaje que le viene vocalmente como anillo al dedo y en el que convence escénicamente, a pesar de los años, gracias a su porte y rostro encantador. Un DVD con el que de verdad se disfruta de una obra muy poco representada aquí y que incluye subtítulos en español. Para no perdérselo. Gonzalo ALONSO

 

LA STUPENDA. Joan Sutherland. Arias y escenas de ópera. DECCA 470 026-2.

Para muchos ha sido el fenómeno vocal del siglo. No ha que buscar en ella la expresión dramática, sino las proezas vocales al servicio de unas partituras. Su voz no tenía rival en las coloraturas y no se trataba de una voz de pajarito, como la gran mayoría de las sopranos ligeras, aunque ella llegase a cantar el pájaro del bosque wagneriano. No, se trataba de una voz de un caudal enorme y por ello tenían mucho más mérito todas sus agilidades, conseguidas mediante una técnica extraordinaria. Gran parte de ella se debía a las enseñanzas de su marido, el director de orquesta Richard Bonynge, quien la acompaña en casi todas las escenas del presente doble álbum.

Se trata de un fiel reflejo de lo que fue Sutherland, hoy ya retirada en su casa suiza. El repertorio incluye sus clásicos, como el aria de las campanillas de “Lakmé” y también piezas que no la iban nada, como “In questa reggia” de “Turandot” o la “Muerte de Isolda”. Incluso hay propinas, canciones populares y de operetas. Merece la pena. Gonzalo Alonso

JANACEK: MISA GLAGOLITICA. OBERTURA ZARLIVOST. SUITE DE LA ZORRITA ASTUTA. T.Kubiak, A.Collins, R.Tear, W.Schöne. Coros del Festival de Brighton y orquestas Rel Filarmónica y Filarmónica de Viena. Directores: R.Kempe y C.Mackerras. DECCA 470263-2

La moda en torno a Leos Janacek no sólo afecta a las representaciones y conciertos en vivo, sino también al disco. Se reeditan ahora espléndidas versiones de varias de sus obras en un compacto que no tiene desperdicio, del que son protagonistas dos directores tan expertos en la obra del compositor como Rudolf Kempe y Charles Mackerras.

El primero de ellos ofrece la mejor versión existente de la “Misa Glagolítica”, obra que dirigió, con la misma orquesta y con la de la BBC, en Londres durante la década de los setenta junto a otras partituras del mismo autor checo como “Taras Bulba” o la “Sinfonietta” y es que Kempe estuvo particularmente ligado a su música durante los últimos años de su carrera. Los solistas están espléndidos, con una poderosísima Teresa Kubiak. La grabación original data de 1973 y suena de forma impresionante. Por su parte Mackerras, que conoció las primeras óperas de Janacek mientras estudiaba en Praga e inmediatamente dio a conocer muchas de ellas en Londres, se enfrenta con una obertura concebida originalmente para “Jenufa” y con una suite de la ópera más representada del checo en España en los últimos años: “La zorrita astuta”.

Se trata de un compacto de los que realmente merecen la pena, con una música infrecuente de gran fuerza. Gonzalo ALONSO

MONTSERRAT CABALLÉ: LAS MEJORES CANCIONES MEDIEVALES. M.Caballé, soprano y M.Cubedo, guitarra. SONY 0898652.DDD

El último disco de Montserrat Caballé no es nada comercial, sino muy distinto de los anteriores. Se dedica a canciones medievales del siglo XVI concebidas para voz y vihuela. Entre ellas hay de todo, desde piezas cortesanas a villancicos y algunas nos son muy conocidas en revisiones posteriores. Éste es el caso de “De dónde venis añore”, “Con qué la lavaré” o “De los álamos vengo, madre”.

Es realmente una pena que nadie se haya lanzado por la senda de la recuperación del cancionero medieval español de forma continua en el momento en que nuestras grandes voces se encontraban en sus años de oro. Faltó imaginación y decisión. Afortunadamente la Fundación Autor desarrolla una labor que viene a paliar en algo el vacío existente.

En el presente volumen, inicio de otros varios, Caballé muestra un buen estado vocal. Se aprecian muchas de las características que la hicieron famosa y alguna más no frecuente en ella, como es la dicción: en estas piezas se le entiende todo lo que canta. La fidelidad estilística es otro cantar. Gonzalo ALONSO

 

ARIAS DE ROSSINI. Juan Diego Flórez, tenor. Orquesta Sinfónica y Coro Giuseppe Verdi de Milan. Director:  Ricardo Chailly. DECCA 470024 2. DDD.

El tenor peruano nacido en 1973, Juan Diego Flórez, es a pesar de su juventud uno de los grandes valores del presente en su repertorio. Es éste el del típico tenor “de gracia”, aquel de los años mozos de Alfredo Kraus. Ha habido en los últimos años artistas que se han centrado en el belcantismo, pero cuyas facilidades en agudos y coloratura iban acompañadas de un timbre extraño hasta poder resultar desagradable, que podriámos calificar como “caprino”. Es el caso de un Rockell Blake, por poner un ejemplo.

El caso de Flórez es distinto, puesto que la voz, fácil en agilidades y en el registro alto, aporta adicionalmente belleza tímbrica.

La selección del presente compacto es de auténtica exhibición y Flórez sale muy airoso del envite. Encontramos páginas más o menos conocidas, como la de “Semiramide”, pero también alguna sorpresa, como el segundo aria de “El barbero de Sevilla” -“Cessa di piú resistere”- cuya melodía nos suena mucho más al  “Non piú mesta” de “Cenerentola”. También, todo hay que decirlo, se echan de menos páginas de otras obras como “Guillermo Tell”.

El álbum está muy bien acompañado por Ricardo Chailly y esa nueva orquesta de Milán de la que es titular y sirve como excepcional tarjeta de presentación de un tenor al que deberíamos escuchar pronto en España. Gonzalo Alonso.

 

ARIAS DE TCHAIKOVSKI. Julia Varady, soprano. Orquesta de la Radio de Munich. Director: R. Kofman. ORFEO C 540011ª. DDD.

Julia Varady estaba contratada para cantar en días pasados por varias ciudades españolas y portuguesas pero, una vez más, se produjo la cancelación. Bien es cierto que en esta ocasión por causas sobradamente justificadas como no tardarán en conocerse.

A falta de la presencia sobre un escenario de la que para muchos es la mejor soprano de las últimas dos décadas, nos queda el consuelo de su última grabación. Se trata de un CD dedicado a arias de las óperas de Tchaikovski “Eugen Onegin”, “La doncella de Orleáns”, “Mazeppa”, “La dama de picas” y “Jolanthe”.

Varady muestra las constantes de su arte: una voz de gran personalidad, con un timbre mórbido, muy de soprano lírica pero proyectada hacia lo “spinto” y un gran poder comunicativo. En esta ocasión se deja traslucir el paso del tiempo y en varios de sus momentos encontramos dificultades en el registro agudo, que suena metálico y forzado. Sin embargo sus muchas virtudes compensan sobradamente.

El compacto incluye un par de preludios orquestales que sirven para amenizarlo y en donde se demuestra el buen trabajo de los ingenieros de sonido de Orfeo. Gonzalo ALONSO

 

PUCCINI: TOSCA. A.Gheorghiu, R.Alagna, R.Raimondi. Orquesta y Coros del Covent Garden. Director: A. Pappano. EMI 5571732. 2cds. DDD.

La última versión de “Tosca” cuenta entre sus principales bazas con una exuberante dirección de Antonio Pappano con una Orquesta del Covent Garden que suena mucho mejor de lo que cabría esperar, apoyada en buena parte por la espléndida toma de sonido. Se trata en realidad de la banda sonora de una película de la que poco se sabe.

Angela Gheorghiu es la protagonista. Su forma de interpretar cada vez se aproxima más a la de Callas. Es como si se hubiese embebido los matices de la grecoamericana y tratase de emularlos aportando una dosis personal por aquí y por allá. Hay aciertos, como el dúo del primer acto, pero en ese afán de caracterizar llega a alguna exageración, como la frase “E avanti a lui tremaba tutta Roma”, absolutamente fuera de lugar.

Muy exagerado se encuentra también el Scarpia de Ruggero Raimondi. Domina el papel como pocos y busca constantemente inflexiones que retraten la maldad del jefe de policía romana, pero cae en el abuso.

Roberto Alagna recuerda aquel Carreras joven, aunque si uno no acababa de ser un tenor lírico puro, el otro queda a mucha mayor distancia. El célebre “adios a la vida” está bien cantado, vibra el “Vittoria”, pero en los pasajes orquestales fuertes se nota que su voz no es exactamente la adecuada para el repertorio verista. Sin embargo, hoy por hoy, el tuerto es rey en el país de los ciegos y Alagnn, al menos, sabe medir.

No es una mala versión, sino incluso muy aceptable, pero no cabe duda en la elección si se pone a su lado la mítica de Victor de Sabata con la citada Callas, Gobbi y Di Stefano. Eran palabras mayores. Gonzalo ALONSO

KIRI TE KANAWA: GREAT PERFOMANCES. Arias de Verdi, Puccini y Mozart, Humperdinck y Duruflé. Orquestas y directores varios. SONY SMK 60975.

Se trata de un disco recopilación de arias publicadas con anterioridad, en un abanico temporal que va de 1977 a 1999. La mayor parte vienen firmadas por Puccini y Verdi, autores en los que Te Kanawa no fue precisamente gran especialista, si se exceptúan obras muy concretas. Claro que una cosa es interpretar una ópera completa y otra cantar alguna de sus arias. “Il bel sogno di Doretta” está admirablemente cantado, con musicalidad y unos filados de quitar el hipo. Muy discutible es sin embargo el poco emotivo “Vissi d’arte”. Pues entre un extremo y otro se mueve toda la publicación.

De Verdi se han seleccionado tres escenas que no son ninguna tontería: las grandes arias de “Don Carlo”, “Trovador” y “Traviata”. La soprano neocelandesa logra sus mejores momentos en los pasajes más líricos, pero siempre se echa en falta un mayor peso dramático.

En los Mozart, Humperdinck o Duruflé no hay en cambio objeción alguna. Gonzalo ALONSO

 

PUCCINI: MESSA DI GLORIA. R.Alagna, T.Hampson. Orquesta y Coros de la Sinfónica de Londres. Director: A.Pappano. EMI 5571592. DDD

He aquí una obra bastante poco conocida pero de indudables mérito y atractivo. La “Misa de Gloria” de Puccini es una obra escrita con apenas 22 años que revela a las claras la existencia de un gran compositor. Se trata de una pieza extensa para una amplia plantilla orquestal y coral, además de dos solistas masculinos.

Al escucharla más de uno pensará que le suenan muchas cosas y es cierto, puesto que Puccini tomó después parte de sus temas para algunas óperas. Así el “Kyrie” aparece en “Edgar” o el “Agnus Dei” en “Manon Lescaut”. Al margen de tales detalles hay que destacar algunos de sus fragmentos, como el “Gratias agimus tibi”, en el que Roberto Alagna está soberbio y su voz recuerda muchísimo a la de un joven Carreras, el bello “Agnus Dei”, encomendado a tenor y barítono, con una inspirada conclusión, el “marchoso”  “Qui tollis” y, muy especialemente, un “Credo” de curiosísimas concomitancias con las “Bienaventuranzas” del francés Cesar Frank. Puccini, a temprana edad, no sólo muestra su conocida inspiración sino también su profundo dominio de la orquestación.

La versión se halla espléndidamente dirigida, tocada y cantada. Gonzalo ALONSO

 

ARIAS ITALIANAS. Cecilia Bartoli. Akademie für Alte Musik Berlin. Director : R.Forck. Arias de Gluck. DECCA 467 248-2. DDD

Estamos sin duda ante un disco polémico. Cecilia Bartoli, la mezo más cotizada de nuestros días, aborda una selección de arias de Gluck prácticamente desconocidas pero de sumo interés que mantienen en común textos de Pietro Metastasio. La acompaña una agrupación especializada en música antigua, como es la Academia para la Música Antigua de Berlín.

El problema es que la interpretación de Bartoli deslumbra, pero deslumbra no por la fidelidad al estilo clasicista del compositor, sino por la bravura y desenfado artístico con que aborda estas piezas hasta llegar a parecer que las hubiese escrito Haendel.

Así pues, disco perfecto para los seguidores de la mezo y para aquellos a los que gusten las coloraturas endiabladas y nada apropiado para los puristas. Gonzalo ALONSO

 

GLUCK: ORFEO Y EURIDICE. B.Fink, V.Cangemi, M.C.Kiehr. Coro de Cámara Rias y Orquesta Barroca de Friburgo. Director: R.Jacobs. HARMONIA  HMC 901742.43

Llega la versión discográfica de la obra cumbre de Gluck de mano de quien sin duda es especialista en el género: René Jacobs. El ahora director grabó hace años la obra interpretando a Orfeo en su calidad de contratenor. Curiosamente no ha querido entregar ahora este papel a un congénere, sino que lo hace a una mezo. Ya se sabe que el papel protagonista lo han interpretado muchos tipos de voces -mezzos, contraltos, contratenores, tenores y barítonos- y es que el propio compositor dio pié a ello al realizar versiones diferentes. La original vienesa de 1762 estuvo escrita para un castrato, voz próxima a la de contralto hoy inexistente, mientras que doce años después adaptó la partitura a un tenor con ocasión de representaciones parisinas.

Jacobs se une al criterio imperante de nuestro tiempo a la hora de abordar el repertorio antiguo, es decir, plantea una versión en la que el contraste es objetivo prioritario. Hay escenas trepidantes, a galope desbordado, y otras, como el célebre “Che farò senza Euridice”, en los que prima la calma. Los intérpretes cumplen a tenor de lo que se espera en estas grabaciones, pasan alguno que otro apuro en coloraturas que no se escuchan normalmente, pero dan un aire de profesionalidad y musicalidad muy homegéneo. No se trata de una versión de referencia, pero sí adecuada a un público muy específico. Gonzalo ALONSO

 

ARIAS DE ÓPERA ITALIANA. Arias de Puccini, Catalani, Ponchielli, Mascagni, Cilea y Boito. Jane Eaglen, soprano. Orquesta y Coros del Covent Garden. Director: C. Rizzi. SONY SK 89443. DDD.

Verdaderamente hay veces en las que los productores se vuelven locos y, en un mercado muy deprimido, se dedican a lanzar grabaciones sin el menor sentido.

Es el caso de este compacto de Jane Eaglen centrado en el repertorio verista italiano. El resultado de esta voz grande y un tanto insegura en arias como “Un bel di vedremo” o el “Vissi d’arte” es muy poco recomendable. Digamos que suena como sonaba una Birgit Nilsson cuando cantaba las mismas piezas pero sin la grandeza y seguridad vocal espeluznante de la soprano sueca. Eaglen ha interpretado muchas “Turandot”, pero ni siquiera en el “In questa reggia” se encuentra cómoda y el agudo es un tanto apretado. Carlo Rizzi la intenta ayudar con tiempos en ocasiones un tanto ralentizados y no se sabe si con ello se empeora más el resultado. Vamos, que mientras existan grabaciones de Tebaldi cantando las mismas obras no merece la pena acudir a experimentos con gaseosa. Gonzalo ALONSO.

 

ARIAS FRANCESAS. Marcelo Álvarez, tenor. Arias de Massenet, Offenbach, Donizetti, Verdi, Gounod, Meyerbeer y Rossini. Orquesta Filarmónica de Niza y Coros de la Ópera de Niza. Director: M.Elder. SONY SK89650. DDD.

Hace algunos años, no muchos, tuve ocasión de comentar el primer disco de Marcelo Álvarez, un tenor argentino que no pudo ser profeta en su tierra. En el Colón no le hicieron el menor caso y, alentado por Giuseppe di Stefano y con el ánimo alto tras vencer en el concurso Pavarotti, hizo las maletas y se vino a Europa. La excelente impresión que entonces me causara se reafirma con la última publicación y tras haberle escuchado en vivo. Posee una voz de indudable belleza tímbrica y no ha olvidado cultivarla. Se trata de un lírico ligero que con el tiempo podrá realizar incursiones en repertorios de lírico puro.

La selección no sólo incluye arias de compositores franceses, sino que también contempla la obra francesa de italianos como Rossini, Donizetti o Verdi. Resulta además variada y comprometida. Álvarez convence en todas ellas y se afirma como uno de los tenores más interesantes de la actualidad. Gonzalo ALONSO.

 

MYSTERIUM. ARIAS SACRAS. Angela Gheorghiu, soprano. Romanian National Chamber Choir “Madrigal” y Orquesta Filarmónica de Londres. Director: I.Marin. DECCA 466102-2. DDD

Angela Gheorghiu es una de las escasas sopranos con una personalidad inconfundible y un atractivo vocal importante, al menos en la voz enlatada. Su último recital, muy propio para días pasados, empieza con cinco páginas que son de lo más interesante de la publicación. Provienen de un repertorio sacro rumano bastante desconocido.

La publicación se completa con otras canciones tan trilladas como el “O holy night” de Adam, el “Ave María” de Schubert o el “Adeste, fideles” y algunas mucho menos frecuentes como “Salve Regina” de Puccini o el “Ave María” de Mascagni.

Los arreglos y la participación coral ayudan a redondear un compacto muy disgo en su género. Gonzalo ALONSO.

 

VERDI: FALSTAFF. B. Terfel, T. Hampson, A.Kotscherga, A. Pieczonka, D. Röschmann, L. Diadkova, S. Doufexis. Rundfunkchor Berlin y Filarmónica de Berlín. Director: C. Abbado. DGG. 471 194-2. 2CDS. DDD.

“Falstaff” es la ópera con la que Verdi se despidió sonriendo y feliz de haberse podido quitar la espina de aquel primerizo “Un giorno di regno”, su segunda ópera y la única cómica hasta “Falstaff”. Y lo hizo a lo grande, hasta con una gran fuga en el final. Toda la ciencia de su larguísima carrera se halla en “Falstaff”. Abbado, en un momento de salud problemática -aunque afortunadamente parece controlada su enfermedad-, ha vuelto sus ojos al último Verdi con la ilusión de un viejo-niño que poseía Verdi cuando la escribió. Por eso lo mejor de este “Falstaff” es que el tiempo vuela en él. Presenta ante todo una visión jovial. No se trata de un Falstaff amargado, sino de un viejo soldado que sonríe frente a la adversidad. Por eso los primeros “Va, vecchio John” son jocosos y el postrero más resignado que apesadumbrado. Abbado logra lo inimaginable de ese lujo que es la Filarmónica de Berlín, con el pulso permanente en la cuerda, con las maderas realzando caracteres, con las trompas denunciando infidelidades o la tuba apuntando absurdos. ¡Que poder y qué sutilidad!

Y cuenta con un reparto algo diferente de aquél con el que contó en el pasado Festival de Pascua salzburgués. En él sobresale precisamente lo nuevo: la pareja Falstaff&Ford, porque los logros de ambos son estupendos. Frente a ellos queda un poco pálido el reparto femenino, pero importa poco ya que lo mejor hay que buscarlo en la muy acertada visión de Abbado, que refresca todos los conceptos para entregarnos un Verdi como seguramente lo soñó él mismo. Gonzalo ALONSO

 

 

 

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