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1) La latitud:
La España peninsular se extiende entre los 36° y 43°
5' de latitud Norte en la zona templada del Hemisferio Norte, donde se produce
la transición del clima marítimo de Costa Oeste (Oceánico o Atlántico) al
Subtropical de verano seco (Mediterráneo). Esto supone que mientras que la
costa cantábrico-atlántica tiene un clima lluvioso, en el Sureste español se
llega a índices de estepa.
2) Caracteres físicos:
La Península Ibérica tiene una forma maciza y
compacta, sin entrantes profundos del mar, lo que provoca caracteres de
continentalidad muy marcados. Presenta también una elevada altitud media.
Estas características, unidas al país enormemente montañoso, crean condiciones
climáticas muy especiales.
Cuando el aire fluye hacia una montaña, el relieve
obliga al aire a ascender. Al subir se enfría y se condensa la humedad,
formando nubes y ocasionando lluvias. Cuando el aire, ya seco, inicia el descenso,
se calienta progresivamente y llega seco y caliente al pie de la ladera (efecto
Foëhn).
La temperatura disminuye a medida que se sube a una
montaña. Gradiente térmico es lo que disminuye la temperatura por cada 100 metros
de altitud, dependiendo de la forma de la ladera, de la orientación (las
vertientes de barlovento -donde sopla el viento- son más lluviosas que las de
sotavento) y del grado de exposición a la radiación solar.
3) Circulación general
atmosférica:
El principio básico del movimiento de la atmósfera
es el no uniforme calentamiento y enfriamiento de la atmósfera, el cual hace
que la distribución de la presión, que es la que tiende a poner el aire en
movimiento, sea irregular. Con el movimiento del aire, el calor se transmite de
un lugar a otro. La presión disminuye desde el centro de la alta presión hacia
los bordes (gradiente de presión). La fuerza del gradiente de presión,
actuando en dirección del gradiente, tiende a desencadenar el flujo de aire
desde las presiones altas a las bajas.
En el supuesto de que la Tierra fuese un cuerpo
fijo, la dirección del aire sería la que aparece reflejada en la figura. Sin
embargo, la rotación de la Tierra origina la fuerza de Coriolis, que tiende a
curvar las corrientes de aires.
En el hemisferio norte toda partícula no ligada
directamente a la superficie de la Tierra, y que se mueva en cualquier
sentido, sufre una desviación a la derecha. En el hemisferio sur, hacia la
izquierda. En el ecuador, donde se alcanzan las mayores temperaturas, se
produce una elevación del aire caliente, menos denso; en su recorrido hacia
zonas menos frías (norte) sufre un desvío hacia la derecha, hasta llegar a
tomar a unos 30° de latitud una dirección paralela a un paralelo terrestre;
entonces es desviada de nuevo hacia la derecha (hacia el sur); al ser aire más
frío, descenderá, siendo desviado de nuevo hacia el oeste, con lo que origina
una faja de vientos del NE (alisios). Con la capa de aire situada en la zona
norte ocurre lo mismo. El aire frío, más denso, al llegar a la latitud de 60°,
se calienta, disminuye su densidad y se eleva; en su camino hacia el N. sufre
una desviación hacia el E., y al descender, una desviación hacia el Oeste.
En las latitudes de 30° y 60° existe una zona cuya
circulación viene determinada por los bordes de las dos anteriores,
produciéndose una serie de zonas de altas presiones (anticiclones) y otras de
bajas presiones (ciclones o borrascas).
Al mismo tiempo influye sobre el clima peninsular la
presencia de la corriente en chorro o JET STREAM. Es una corriente ondulante de
aire del Oeste, que circula a 200 Km/h y a 9000 metros de altitud, afectando a
las latitudes templadas de nuestro planeta. Esta corriente presenta dos partes
muy claras: la cresta y la vaguada. Cuando la Península queda dentro de los
efectos de una cresta, el aire cálido de la misma transmite al nivel de suelo
un anticiclón; si queda dentro de los efectos de una vaguada, una borrasca.
Cuando el Jet Stream alcanza una gran velocidad (500 Km/h) se produce un
remolino que gira en sentido ciclónico, produciendo lo que se conoce como una
gota de aire frío, que se traduce en la superficie peninsular con grandes
precipitaciones.
4) Centros de acción.
A) Anticiclones: Un anticiclón se
caracteriza por la mayor densidad de aire, por lo que tiende a expandirse y
ocupar zonas de presión más bajas. El aire, sujeto a la desviación de Coriolis,
en su movimiento se desvía hacia la derecha (hemisferio Norte) y el giro
adquiere el sentido de las agujas del reloj.
B) Depresiones: En la borrasca
ocurre lo contrario; tiende a succionar aire, por lo que el movimiento de éste
será hacia el centro; la desviación hacia la izquierda (hemisferio Norte)
determina un giro contrario a las agujas del reloj.
El tiempo está regulado por la posición de estos
centros de acción. Tanto las depresiones como los anticiclones dirigen y
canalizan el comportamiento de las masas de aire.
Los centros de acción que explican el clima peninsular
son los siguientes:
- Frente Polar Atlántico: se produce al chocar las
masas de aire frío subpolar del Atlántico Norte y las altas presiones
subtropicales (anticiclón de las Azores). Este frente produce borrascas que se
desplazan desde el Atlántico hacia Europa, empujadas por el sistema de vientos
del Oeste, suministrando precipitaciones a nuestro continente (depresión de
Islandia).
-Mediterráneo: al ser un mar cálido, cerrado, y
rodeado de sistemas montañosos, ejerce una influencia temperante de las masas
de aire que llegan a él. Calienta las masas de aire frío y templa las cálidas.
En invierno se produce un contraste entre la masa de aire frío europea y la
mediterránea, provocándose bajas presiones que se centran en el Golfo de Génova
o Mar Ligur. En verano el contraste desaparece y se produce la sequía estival.
La baja ligur atrae las borrascas atlánticas que pueden seguir un doble camino:
por el Norte, afectando a Cataluña y Menorca y, por el Sur, provocando lluvias
en Murcia, Alicante e Ibiza.
-Continentalidad: en invierno la tierra se enfría al
igual que el aire al entrar en contacto con la misma, formándose un anticiclón.
La Península Ibérica suele verse afectada por el anticiclón centroeuropeo. Es
más frecuente la formación de un anticiclón térmico sobre la Meseta, debido al
carácter continental. En verano, la misma continentalidad hace que la tierra se
caliente, igual que las capas inferiores de la atmósfera, formándose una
depresión térmica peninsular. La depresión térmica del Norte de África afecta
también a la Península Ibérica.
De la presencia de estos tres centros de acción se
deriva la dinámica estacional del clima español:
En invierno: la tierra se enfría y se forma un
anticiclón. El Frente Polar está situado frente a las costas atlánticas
peninsulares, lanzando sus borrascas, pero el anticiclón hace de muralla
protectora, desviando las borrascas hacia el Norte, provocando sólo
precipitaciones en las costas gallegas y cantábricas. El invierno es lluvioso
en la costa norte y seco en el resto de España. Las precipitaciones disminuyen
hacia el Este.
En Primavera: el anticiclón se ha desvanecido y el
Frente Polar provoca lluvias en toda la Península.
En verano: el anticiclón de las Azores se desplaza
hacia el norte, hacia el Atlántico peninsular y el Frente Polar está muy
desplazado al Norte. Escasas precipitaciones en el Norte y sequía en el resto
de la Península.
En otoño: el Frente Polar ya afecta a la Península y
el anticiclón de las Azores se ha desplazado al Sur. De nuevo las
precipitaciones abundan en todas las regiones.
El clima es la sucesión normal de los tipos de
tiempo más frecuentes. Hay que distinguir entre tipo fundamental (el normal en
cada estación del año) y tipo secundario (el menos frecuente y, a veces,
extraordinario).
Invierno: El tipo fundamental
(enero) es un invierno seco y frío a causa del anticiclón peninsular, que puede
ser una continuación del de Europa Central. En todo el interior de la Península
el tiempo es seco, con cielos despejados, aire quieto y temperaturas muy bajas.
Se producen heladas y típicas nieblas matinales. Los termómetros descienden por
debajo de 0° en numerosas ocasiones. En las costas del norte llueve
intensamente porque suele afectarles la acción del Frente Polar, que no suele
rebasar la Cordillera Cantábrica. En el resto de las costas la influencia del
mar templa las temperaturas.
Hay dos tipos de tiempo secundario en invierno:
-Olas de frío: suelen presentarse una vez al año y
duran pocos días. Se producen como consecuencia de la situación de un potente
anticiclón en Escandinavia e Islas Británicas y una fuerte baja en el
Mediterráneo. Como el aire circula del anticiclón a la borrasca, el viento frío
del ártico desciendo sobre la Península, haciendo bajar los termómetros muchos
grados bajo 0°. Se producen nevadas en el interior, que se traducen en las
costas mediterráneas en fuertes lluvias.
-Invierno suave y seco: se presenta un invierno más
suave cuando el anticiclón de las Azores queda situado más al Norte de lo
normal, arrojando aire cálido y produciendo temperaturas otoñales en las
costas.
Verano: El tipo fundamental es un
verano seco y cálido, en el que el anticiclón de las Azores afecta a toda la
Península. Por el calentamiento del suelo, se eleva el punto de condensación y
no llueve en la mayoría de la Península. En las costas mediterráneas las
temperaturas se suavizan un poco y la sequía se interrumpe con típicas
tormentas locales y cortas. En la costa Norte, la influencia atlántica es
apreciable, suavizando las temperaturas y produciendo algunas lluvias.
El tipo secundario más común es un verano suave y
con más precipitaciones de las normales. Se produce cuando el anticiclón de las
Azores queda desplazado hacia el Sur y las borrascas atlánticas pueden aparecer
de nuevo.
Primavera y otoño: Tiempo
variable, con alternancia de días nublados y lluviosos con los despejados.
Llueve más en otoño que en primavera. No afecta ni el anticiclón de las Azores
ni el anticiclón frío, por lo que las borrascas del frente polar encuentran
camino libre, produciendo lluvias.
Podemos encontrar dos tipos secundarios diferentes:
un otoño o primavera secos, porque el anticiclón frío o el de las Azores sigan
afectando la Península, creando una situación anormal, o por el contrario,
lluvias catastróficas, provocando graves inundaciones en las costas (gota
fría).
Las temperaturas se registran en los mapas de
isotermas. Se realizan mapas en agosto y enero, para ver el contraste máximo
termométrico. Podemos establecer la siguiente clasificación:
-Costa Norte: inviernos templados
y veranos suaves. La temperatura media de enero oscila entre 6° y 8°. La
oscilación diaria es pequeña y no hay muchas heladas. Conforme nos alejamos
hacia el interior aparecen mayores rasgos continentales. El verano presenta
temperaturas entre 18° y 20°. Al alejarnos de las costas las temperaturas
aumentan.
-Interior peninsular: en la
Submeseta Norte, la Submeseta Sur y Extremadura los inviernos son duros y los
veranos calurosos. En invierno, en Extremadura se registra entre 6° y 8°; en la
Submeseta Sur, entre 4° y 6°; en la Submeseta Norte, entre 2° y 4°. Hay fuertes
oscilaciones térmicas diarias y frecuentes heladas. Los veranos son también
duros: Submeseta Norte, de 20° a 22°; Submeseta Sur y Extremadura, alrededor de
25°.
-Costa mediterránea: los inviernos
son suaves y los veranos calurosos. Existe una diferencia muy marcada de Norte
a Sur, de forma que las temperaturas medias de enero van ascendiendo conforme
avanzamos hacia el Sur, disminuyendo el riesgo de las heladas (Gerona, 8°,
Valencia, 9°, Costa Penibética, 12°). Las medias de agosto también ascienden
conforme nos acercamos al Sur (Barcelona, 24°, Valencia, 25°, Costa
Penibética, 25°).
-Valle del Guadalquivir: máximas
temperaturas de España. Los inviernos son suaves, más frío hacia el interior
(Jaén, 8°, Córdoba, 9°, Sevilla, 11°). Los veranos son tórridos, marcando los
termómetros con frecuencia entre 35° y 40°.
Las precipitaciones se marcan en
los mapas de isoyetas.
Podemos establecer cinco grandes
áreas en España:
-Precipitaciones superiores a 1000
mm anuales. Es una estrecha franja que afecta al área gallega y la cornisa
cantábrico-pirenaica, limitada por los Montes de León y la Cordillera
Cantábrica.
-Precipitaciones entre 800 mm y
1000 mm. Se dan en una franja estrecha y paralela al sur de la anterior.
También en el Sistema Central, Sistema Ibérico, Sierras Subbéticas y
Penibéticas.
-Precipitaciones entre 600 mm y
800 mm. Se da alrededor de dichos sistemas montañosos y en una franja estrecha
que todavía no afecta al Valle del Duero ni a la Depresión del Ebro.
-Precipitaciones entre 400 mm y
600 mm. La mayoría de la España peninsular, lo que supone déficit de agua.
-Precipitaciones menores de 400
mm. Ya es una zona casi subdesértica. Zamora, los Monegros, los Llanos de la
Violada, costa murciana, costa almeriense. Cabo de Gata es la estación
meteorológica que registra menos precipitación (100 mm.), lo que ya significa
un claro clima desértico.
Zona muy árida: <
300 mm.
Zona árida: >
300 mm. < 500 mm.
Zona semiárida: >
500 mm. < 700 mm.
Zona semihúmeda: >
700 mm. < 1000 mm.
Zona húmeda: >
1000 mm. < 1500 mm.
Zona muy húmeda: >
1500 mm.
1) Templado
cálido o mediterráneo (subtropical), con verano seco:
A) Mediterráneo oceánico: Golfo de
Cádiz y montañas que lo rodean.
B) Mediterráneo continental: Curso
medio y bajo del Guadalquivir, Extremadura, extendiéndose por Huelva, Cádiz,
Sevilla, Málaga y Córdoba, alcanzando el límite de Jaén.
C)
Continental mediterráneo: altiplanicies de Andalucía oriental, extremo
occidental de Murcia y surco Intrabético.
D) Mediterráneo subtropical:
Mediterráneo andaluz, desde Adra hasta Gibraltar.
E) Mediterráneo subdesértico:
litoral sureste. incluyendo la mayor parte de las provincias de Murcia y
Almería y el extremo meridional de Alicante.
F) Mediterráneo levantino-balear:
Alicante, Valencia, Castellón, Tarragona y Baleares.
G) Mediterráneo catalán: franja
costera y zonas próximas de Cataluña, entre el Ebro y los Pirineos.
2) Templado
frío:
A) Templado frío oceánico:
Pirineos occidentales, Navarra atlántica, País Vasco, Santander, Asturias, Lugo
y La Coruña.
B) Templado frío oceánico, con
estación seca: la mayor parte de Galicia y comarcas del Cantábrico occidental.
C) Templado frío continental:
vertiente del Pirineo oriental, piedemonte del mismo, interior de Cataluña,
comarcas del Ebro y sistema Ibérico, cabecera del Duero, vertiente sur de la
Cordillera Cantábrica y Meseta de Lugo.
D) Templado frío continental, con
estación seca: la mayor parte de ambas submesetas, cuenca del Ebro y cuencas
medias y altas de los ríos levantinos mediterráneos.