NO SALEN LAS CUENTAS

 

En el plan de viabilidad elaborado por la anterior Junta Directiva, se estima que con el nuevo campo el club aumentaría su capacidad de ingreso en 12 millones de euros al año. De los presumibles diez mil nuevos socios –en total habría 43.500– pensaban lograr 5 millones de euros. En la actualidad hay alrededor de 200 abonados; multiplicaron por diez y confiaban en llegar a 2.000 en el 'nuevo San Mamés'. A ellos hay que sumar 3.000 entradas infantiles; 500 de discapacitados y las 6.000 entradas en taquilla, hasta completar los 55.000 espectadores. Han contado los que se pueden ganar pero no los que se pueden perder; el que suscribe jamás asistiría al 'nuevo campo', y presiento que no sería el único.

 

Por los llamados 'palcos de empresa' calcularon que conseguirían 2,20 millones. En los también denominados 'palcos vips' los invitados de empresas o firmas patrocinadoras pueden ver el partido con una serie de servicios y gran comodidad, como si estuvieran en el salón de su casa (aire acondicionado, moqueta, etc.) Supongamos que el alquiler anual es de 100.000 euros por palco, ¿hay en Bizkaia veintidós empresas persuadidas para efectuar ese dispendio?

 

Consideraban que el Centro comercial –situado bajo el vuelo de las tribunas del nuevo campo– reportaría a las arcas rojiblancas 1,80 millones (trescientos millones de pesetas). Bilbao está saturado de centros comerciales; ahí está Zubiarte, por no ir más lejos. San Mamés queda algo apartado de la zona comercial; incluso en la denominada 'milla de oro' vemos que las firmas de lujo están bajando la persiana. Dice un técnico del sector que "el pastel de Bilbao es el que es"; más gráfico, imposible. En concepto de catering y concesiones calcularon unos ingresos de 0,8 millones (133 millones de pesetas) Hay que vender mucho para poder pagar esa renta. El ocio en el sur del continente funciona de forma diferente a como se dispone en el norte de Europa; los expertos aducen que la falta de éxito de los parques temáticos se debe en buena medida al gusto de los anglosajones por el 'ocio organizado' y a la costumbre del 'ocio espontáneo' de los sureños. No se pueden reproducir pautas de comportamiento a discreción. Aquí la gente anda por libre, a su aire; no necesariamente tiene que ir a comer una hamburguesa al Mc. Ds. ni pollo al K. Ch. con C-C o P-C of course, como sucede en los estadios yanquis.

 

Por eventos especiales esperaban –mejor que lo hicieran sentados–recaudar 0,70 millones (116 millones de pesetas); es preferible que no se lleven a cabo, porque después de las actuaciones de los Rolling Stones y Pavarotti quedó el terreno de juego hecho unos zorros. El parking –el presidente Ugartetxe indicó que sería de rotación– rentaría, supuestamente, 0,30 millones (50 millones de pesetas).

 

El Museo produciría unos beneficios de 1,20 millones anuales (doscientos millones de pesetas). Al precio actual de la 'Sala de Trofeos' –seis euros, y reducida para niños y socios– se necesitarían 200.000 visitantes de pago al año. Una barbaridad, a menos que pongan la entrada a precio de crucero por el Mediterráneo… y los visitantes se resignen a abonarla. Además, aunque no se le saca partido, el objeto más importante del Museo es el propio campo de San Mamés. En el flamante "estadio polifuncional o multifuncional" habría también un local social, una clínica deportiva… y hasta un hotel; algo parecido a lo propuesto por la R. Sociedad al consistorio donostiarra.

 

Los números que se dieron a conocer en la asamblea del 18 de octubre de 2003 eran demasiado redondos, equívocamente redondos; como si el plan de viabilidad hubiera sido hecho al buen tuntún. ¿La comisión económica de la Junta sondeó previamente a las empresas que gestionan centros comerciales, aparcamientos, restauración y catering, etc., para evaluar el interés de esos posibles concesionarios? En caso afirmativo, ¿estaban dispuestas a co-financiar el proyecto de nuevo campo adelantando una parte del dinero?

 

Carmelo Canales, vicepresidente para asuntos económicos en la Junta anterior, aseguró que los 138,5 millones de euros de los que habló Ugartetxe no son el presupuesto final: "No sabremos cuánto costará exactamente hasta que no sepamos qué espacio tenemos ni qué vamos a hacer". (!!) Para cubrir ese primer presupuesto confiaban en obtener 60 millones de euros de los diez mil nuevos socios; cada uno de ellos, "mediante la titulación a un periodo determinado" adelantaría 6.000 euros (!!) Tenían la esperanza de lograr otros 42 millones de un consorcio o 'pool' de bancos como crédito a largo plazo; los restantes 36,5 millones procederían de la 'ayuda institucional', y "contando con que cambiaríamos el terreno actual (24.000 metros cuadrados) por el futuro" (54.000 metros cuadrados) aseguraba Ugartetexe, que en su magnificencia también ofrecía al Ayuntamiento "la posibilidad de que el campo sea cubierto mediante un techo corredizo. Esto supone un incremento de costo que para el club no tiene una utilidad clara (??), pero si la ciudad necesita una instalación de esta envergadura para organizar eventos de magnitud, estaríamos abiertos a hablar de ello".

 

El ex-concejal donostiarra Jabier Olaberri opinó que el proyecto Gipuzkoarena de la Real Sociedad para Anoeta era una 'jetada'. Aunque la palabra no está en el diccionario, creo que la entendemos todos y es perfectamente aplicable a lo que pretendía aquí la anterior Directiva rojiblanca.

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