Historia del pueblo de Bezana

BEZANA

Bezana es una pequeña población que se encuentra al pie de la vertiente norte del Puerto de Carrales y que da nombre a todo el valle de Valdebezana, limítrofe con Cantabria, aunque la capitalidad del mismo reside hoy en Soncillo. Es un paisaje verde y frecuentemente nebuloso, efecto provocado por el extenso y cercano embalse del Ebro.

En un alto pero abierto valle, rodeado de prados y un poco más allá por el bosque, el núcleo urbano es heredero de unpoblamiento y urbanismo claramente altomedieval, organizado en tres minúsculos barrios -Arriba, Abajo y El Coterón-, con el caserío un tanto disperso y con dos iglesias, la del Sagrado Corazón, levantada en 1885 en el barrio más céntrico -el de abajo, y la de nuestra Señora del Carmen, situada en el núcleo más oriental y elevado, el Barrio de arriba, junto a la carretera que va en dirección a Montoto.

Hoy éste y otros numerosos lugares del entorno forman el ayuntamiento del Valle de Valdebezana, pero en el siglo XIX todavía pertenecía al de Hoz de Arreba, una demarcación que según Sáinz de Baranda ya aparece citada -como Repa o Ripa- en el documento de los Votos de San Millán que en el año 934 concede a ese monasterio Fernán González, carta a todas luces falsa, que Ubieto considera hecha entre 1140 y 1143. El mismo historiador de las Merindades cuenta que el valle de Arreba perteneció al conde Salvador González, por su esposa doña Munia, y que representó el dominio más avanzado del rey navarro García Sánchez, tal como figura en el documento de fundación de Santa María la Real de Nájera (1052): ex dia vero parte ex Alabe terminis usque in Arrepan et Cuteliun Castrum in Asturiis. Continúa explicando el mismo autor que todo el valle fue realengo, hasta que pasó a manos de los Manrique y luego, ya en 1488, a los Velasco.

En otra famosa carta, fechada el 2 de marzo del año 999, el conde Sancho García y su mujer Urraca conceden a la abadía de Cervatos amplias posesiones y privilegios, en memoria de sus padres y de su hijo Fernando, que habían enterrado ahí. Si no fuera porque se trata de un documento falso, éste sería el primer lugar donde se nombra a nuestra población, como uno de los límites hasta donde se extendía el fuero que el conde otorgaba a la abadía campurriana: ... et usque ad cornu de Vezana et ad Sanctam Gadeam ...

Sostiene por otro lado Julián García Sáinz de Baranda que este lugar fue uno con los que los mismos condes Sancho García y Urraca dotaron al monasterio de Oña en su carta fundacional de 12 de febrero de 1011. Sin duda este autor se refiere a BiÇiana, ab omni integritate, según aparece en el famoso documento, un lugar que sin embargo Juan del Álamo identifica con un pago cerca de Oña, "donde antiguamente existía una ermita con la advocación de Ntra. Sra. de Viciana".

En 1127 García Rodríguez entrega al obispo Jimeno (o Simeón) de Burgos las heredades que le había dado doña Urraca en Quintanellam, Populationem y Uillam UeÇam, lugares que Luciano Serrano, y con él Demetrio Mansilla y José Manuel Garrido, identifican con alguna de las Quintanillas que hay en esta zona -que no especifican-, con población de Arreba y Bezana. El motivo era satisfacer una deuda que había contraído lejos de aquí, en Los Ausines.

Durante la plena Edad Media queda reconocido el papel de capitalidad del valle que ostentó nuestra población, como se aprecia en un documento de 1358 en el que Gome Pérez de Soncillo, con el permiso de su esposa Urraca, vende a Rodrigo, abad de Santa María de Rioseco, "la nuestra uilla quel dicen por nombre Sant Cibrian que es de UeÇana e quanto nos auemos en Uilla Arcayo, que es en lano de Castilla Uieja". Se trata del lugar de San Cibrián, entre Soncillo y Villabáscones de Bezana.

Esto puede hacernos pensar en la idea arriba apuntada de un poblamiento en origen articulado en numerosos barrios que se conocían con el nombre de su parroquia paro pertenecientes a una entidad más amplia, Bezana, que con el tiempo quedó reducida a la actual. Esto mismo parece averiguarse en el Libro Becerro de las Behetrías donde aparecen Santa Marina de Bezana, Bezana y San Vicente de Bezana. Los dos primeros lugares estaban encuadrados en la merindad de Aguilar de Campoo, ambos pertenecía a don Nuño, señor de Vizcaya, y Gonzalo Martínez los identifica respectivamente con un despoblado situado en término de Riaño y con la actual Bezana, pero sólo con los barrios de El Coterón y de Abajo, es decir, los mas occidentales. Por su parte, San Vicente de Bezana, lugar de realengo en la merindad de Castilla Vieja, sería el Barrio de Arriba de la misma localidad, cuya parroquia respondía a ese titular.

Por estas mismas fechas el rey PedroI concedió a Pedro Gómez de Porres el señorío de "San Román", con la onor de Montoto e BeÇana", con todas sus rentas, pechos, derechos y jurisdicción civiel y criminal. La carta se fecha el 22 de enero de 1355.


	BEZANA Bezana es una pequeña población que se encuentra al pie de la vertiente norte del Puerto de Carrales y que da nombre a todo el valle de Valdebezana, limítrofe con Cantabria, aunque la capitalidad del mismo reside hoy en Soncillo. Es un paisaje verde y frecuentemente nebuloso, efecto provocado por el extenso y cercano embalse del Ebro. En un alto pero abierto valle, rodeado de prados y un poco más allá por el bosque, el núcleo urbano es heredero de unpoblamiento y urbanismo claramente altomedieval, organizado en tres minúsculos barrios -Arriba, Abajo y El Coterón-, con el caserío un tanto disperso y con dos iglesias, la del Sagrado Corazón, levantada en 1885 en el barrio más céntrico -el de abajo, y la de nuestra Señora del Carmen, situada en el núcleo más oriental y elevado, el Barrio de arriba, junto a la carretera que va en dirección a Montoto. Hoy éste y otros numerosos lugares del entorno forman el ayuntamiento del Valle de Valdebezana, pero en el siglo XIX todavía pertenecía al de Hoz de Arreba, una demarcación que según Sáinz de Baranda ya aparece citada -como Repa o Ripa- en el documento de los Votos de San Millán que en el año 934 concede a ese monasterio Fernán González, carta a todas luces falsa, que Ubieto considera hecha entre 1140 y 1143. El mismo historiador de las Merindades cuenta que el valle de Arreba perteneció al conde Salvador González, por su esposa doña Munia, y que representó el dominio más avanzado del rey navarro García Sánchez, tal como figura en el documento de fundación de Santa María la Real de Nájera (1052): ex dia vero parte ex Alabe terminis usque in Arrepan et Cuteliun Castrum in Asturiis. Continúa explicando el mismo autor que todo el valle fue realengo, hasta que pasó a manos de los Manrique y luego, ya en 1488, a los Velasco. En otra famosa carta, fechada el 2 de marzo del año 999, el conde Sancho García y su mujer Urraca conceden a la abadía de Cervatos amplias posesiones y privilegios, en memoria de sus padres y de su hijo Fernando, que habían enterrado ahí. Si no fuera porque se trata de un documento falso, éste sería el primer lugar donde se nombra a nuestra población, como uno de los límites hasta donde se extendía el fuero que el conde otorgaba a la abadía campurriana: ... et usque ad cornu de Vezana et ad Sanctam Gadeam ... Sostiene por otro lado Julián García Sáinz de Baranda que este lugar fue uno con los que los mismos condes Sancho García y Urraca dotaron al monasterio de Oña en su carta fundacional de 12 de febrero de 1011. Sin duda este autor se refiere a BiÇiana, ab omni integritate, según aparece en el famoso documento, un lugar que sin embargo Juan del Álamo identifica con un pago cerca de Oña, "donde antiguamente existía una ermita con la advocación de Ntra. Sra. de Viciana". En 1127 García Rodríguez entrega al obispo Jimeno (o Simeón) de Burgos las heredades que le había dado doña Urraca en Quintanellam, Populationem y Uillam UeÇam, lugares que Luciano Serrano, y con él Demetrio Mansilla y José Manuel Garrido, identifican con alguna de las Quintanillas que hay en esta zona -que no especifican-, con población de Arreba y Bezana. El motivo era satisfacer una deuda que había contraído lejos de aquí, en Los Ausines. Durante la plena Edad Media queda reconocido el papel de capitalidad del valle que ostentó nuestra población, como se aprecia en un documento de 1358 en el que Gome Pérez de Soncillo, con el permiso de su esposa Urraca, vende a Rodrigo, abad de Santa María de Rioseco, "la nuestra uilla quel dicen por nombre Sant Cibrian que es de UeÇana e quanto nos auemos en Uilla Arcayo, que es en lano de Castilla Uieja". Se trata del lugar de San Cibrián, entre Soncillo y Villabáscones de Bezana. Esto puede hacernos pensar en la idea arriba apuntada de un poblamiento en origen articulado en numerosos barrios que se conocían con el nombre de su parroquia paro pertenecientes a una entidad más amplia, Bezana, que con el tiempo quedó reducida a la actual. Esto mismo parece averiguarse en el Libro Becerro de las Behetrías donde aparecen Santa Marina de Bezana, Bezana y San Vicente de Bezana. Los dos primeros lugares estaban encuadrados en la merindad de Aguilar de Campoo, ambos pertenecía a don Nuño, señor de Vizcaya, y Gonzalo Martínez los identifica respectivamente con un despoblado situado en término de Riaño y con la actual Bezana, pero sólo con los barrios de El Coterón y de Abajo, es decir, los mas occidentales. Por su parte, San Vicente de Bezana, lugar de realengo en la merindad de Castilla Vieja, sería el Barrio de Arriba de la misma localidad, cuya parroquia respondía a ese titular. Por estas mismas fechas el rey PedroI concedió a Pedro Gómez de Porres el señorío de "San Román", con la onor de Montoto e BeÇana", con todas sus rentas, pechos, derechos y jurisdicción civiel y criminal. La carta se fecha el 22 de enero de 1355.
	Texto: J.N.G. Bibliografía