Universidad Yacambù
Doctorado en Gerencia
SEMINARIO AVANZADO LA
GERENCIA Y EL APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL
ANÁLISIS CRÍTICO
Dra. |
Leonor Dillón |
Participante: |
Blanca Torrealba |
Benchmarking: ¿Garantía de Éxito
Organizacional?
Son múltiples y variados los enfoques
gerenciales que son empleados por muchas organizaciones y que, en muchos casos,
se complementan. Entre los enfoques que, pudieran considerarse adentrados en la
tradición postmoderna, alejados de los tradicionales enfoques gerenciales de
corte mecanicista o humanista propios de la Modernidad se encuentran:
Todos estos enfoques gerenciales poseen,
lógicamente, fortalezas y debilidades, motivo por el cual, los gerentes
prefieren, en muchos casos, complementarlos. Es decir, crear enfoques
eclécticos o híbridos que han demostrado ser muy efectivos.
Dentro del grupo de enfoques gerenciales
señalados, el presente ensayo está dirigido al análisis específico del Benchmarking,
señalando, a modo de análisis crítico sus fortalezas y sus debilidades como
instrumento de gestión para el logro de mejoras institucionales y desarrollo
organizacional.
El Benchmarking, según Camp (1989) representa “una actividad de continuo
aprendizaje e investigación dirigida a
descubrir, analizar, adoptar y poner en práctica las mejores prácticas del
sector “. (p.116). Según ésta definición, el Benchmarking permitirá
evaluar y promover la competitividad de una organización en la medida en que se
le utiliza como un instrumento de gestión que pueda comparar los procesos
internos que realiza la organización, con aquellos pertenecientes a otras
organizaciones que son considerados como modelos de las mejores prácticas.
Garvin (2000) señala:
Muchas veces, las mejores ideas se obtienen mirando más
allá de nuestro entorno inmediato, a fin de obtener una nueva perspectiva. Los
enfoques inteligentes saben que, incluso empresas pertenecientes a sectores
completamente distintos pueden ser una fértil fuente de ideas y servir como
catalizadoras de un razonamiento creativo. En esas empresas, la actitud
entusiasta para tomar prestado el conocimiento de otras empresas está
sustituyendo al síndrome del “no inventado aquí”. (p.70)
El señalamiento de
Garvin permite inferir que el gerente que desee emplear el enfoque gerencial Benchmarking debe estar en disposición mental para
entender y asumir ideas y procesos que no le son propios, pero que han dado
resultados exitosos. Es decir, el gerente debe ser emprendedor, abierto a
nuevas ideas y libre de prejuicios como el de de considerar que su empresa
posee el monopolio del conocimiento.
Con el paso de los
años, cada organización intenta sobresalir en el contexto en el que se esta
desarrollando, y puede servir de ejemplo para otras empresas mediante la
adopción de estrategias ya probadas como exitosas en el mercado. En la
filosofía del Benchmarking la idea que predomina es la de ganar-ganar al permitir la cooperación entre
empresas con el fin de optimizar las labores realizadas por el sector
productivo y la consecución de mejoras en los procedimientos que las mismas
organizaciones hacen en su gestión actual. Ello redunda en la mejora continua
de la empresa en el logro de objetivos individuales por medio de herramientas
utilizadas colectivamente y que generarán una especie de dossier compartido de las mejores prácticas en donde la habilidad
para el cambio, la asimilación y la experticia en la realización de los
procedimientos será lo que, al final, garantizará el rango de competitividad de
la organización.
Ahora bien, es
preciso detenerse en el párrafo procedente para pisar tierra y entender que el Benchmarking, por sí solo no constituye la panacea
para el logro de una gerencia exitosa. Hemos dicho que de la habilidad para
cambiar, el grado de asimilación de esos cambios y de la pericia o experticia
con que los nuevos procedimientos se realicen, dependerá el éxito logrado.
En consecuencia, el
enfoque gerencial denominado Benchmarking exige, antes de su
implementación, una infraestructura o plataforma actitudinal que permita su
adecuación. Hay que empezar con un
agresivo plan de convocatoria e internalización de la nueva filosofía de
gestión de la organización. Obstáculos como oposición al cambio, mentalidades
conservadoras, pruritos de grandeza empresarial o prejuicios de hegemonía intelectual en nada contribuyen
al éxito de la gestión a través del enfoque del Benchmarking y será
necesario, algunas veces, de manera necesariamente drástica, sortear éstos
obstáculos. Este proceso de limpieza del camino, puede demorar años y consumir
cantidad de recursos y tiempo. El empleo de equipos multidisciplinarios será
necesario para acortar el tiempo de conformación de esta plataforma
actitudinal.
La evaluación de la
gestión se logra cuando se analiza la influencia de la competitividad en la empresa y en cada proceso. El estudio
de simulaciones sobre desempeños futuros aplicando programas de computación es
útil para crear escenarios de pronóstico, lo cual permite visualizar
comportamientos posteriores con el fin de definir acciones en el presente.
El Benchmarking, como proceso de búsqueda constante de
las mejores prácticas de la organización para lograr mejoras continuas de todos
los aspectos y operaciones del negocio, hasta el punto de igualar o superar
dichas prácticas desde el punto de vista de calidad del desempeño, constituye un medio para competir, pero su
desarrollo exige tiempo, dinero y esfuerzo por parte de la gerencia y la
organización en pleno que lo desee implementar.
Finalmente, el Benchmarking
se desarrolla plenamente en una organización dentro de un continuo o intervalo temporal en el que
cada lapso de tiempo da lugar a un valor agregado. A corto plazo, el logro de
un aprendizaje organizacional vicario es lo que se espera para comenzar a
internalizar el proceso, a mediano plazo ya la organización debe estar
percibiendo mejoras continuas y, por último, a largo plazo, si todo sale bien,
la organización debe estar garantizando en el mercado su supervivencia y su
capacidad competitiva. Ahora bien, la longitud del intervalo de tiempo en el
que se logren resultados satisfactorios es directamente proporcional a las
acciones y actitudes que muestren el principal activo de la organización: la
gente.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Camp,
R. (1989). Beanchmarking: Una mirada para el logro de las
Mejores Prácticas. Quality Pross.
Milwaukee. EE.UU.
Castellanos,
O. (2000). Beanchmarking. Artículo. [Documento en línea]
Artículo. Disponible: http://www.virtual.unal.edu.co/cursos/economicos/91115/lecciones/benchmark.htm. [Consulta:
2005, Septiembre 12]
Garvin,
D. (2000). Crear una organización que aprende. Editorial Deusto
S.A. Bilbao. España.