Universidad Yacambù

Doctorado en Gerencia

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SEMINARIO AVANZADO LA GERENCIA Y EL APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL

 

 

Retos de la Postmodernidad en la Construcción de un nuevo Aprendizaje Organizacional

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Facilitadora: Leonor Dillon

Participante: Blanca Torrealba

 

 

 

 

 

Agosto, 2005

 

 

 

Los retos de la Postmodernidad en la Construcción de un nuevo Aprendizaje Organizacional

 

 

 

            La época postmoderna es entendida por muchos como la desestabilización de las grandes distinciones y de las grandes  regularidades que, hasta ahora, han estructurado la relación sensible del hombre con el mundo. Esta crisis de lo real invade las fronteras de las ciencias desestabilizando las seguridades que producen los horizontes  científicos y produciendo una inquietud que impele a la toma de acciones en la búsqueda del equilibrio parcial y momentáneo.

            Dentro de las disciplinas científicas, y en el ámbito  de las ciencias sociales, la educación, la administración, la política y la antropología, entre otra están revisando sus fundamentos en ese intento por conciliar la nueva cultura postmoderna.

            Lyotard(1985), señala que estamos en la época del “fin de los grandes relatos” en donde la contemporaneidad vive en “crisis del futuro” y en donde el progreso se ha convertido en rutina del progreso, y la novedad, en tradición de lo nuevo. Señala que la dispersión de los significados y de los valores, como también la acumulación de los medios de comunicación ha producido más opacidad que transparencia ya que la dificultad para manejar los datos y las desigualdades en el acceso a la información, han creado incertidumbre sobre el publicitado entendimiento entre los hombres. La idea de comunidad se ha hecho problemática: las luchas étnicas y religiosas cada vez más terribles y virulentas es una demostración de esta situación. Por su parte y dentro de una concepción antagónica, Habermas (1988) señala que aún no esta superado el proyecto de la modernidad y que la llamada postmodernidad no es más que una interpretación defectuosa de la modernidad ya que ésta, aún no ha concluido su etapa de emancipación.

            En este contexto, Drucker(1998) señala que en la nueva sociedad llamada la sociedad del conocimiento, la escuela se convierte en una institución  también de adultos, y especialmente de adultos de un alto nivel de escolaridad que buscan alcanzar el alfabetismo en su concepción mas amplia: la herramienta que la permite aprender a aprender.

            En cuanto a los conocimientos que requerirá el individuo aprendiente del futuro se cuentan la comprensión básica de las ciencias y de la dinámica de la tecnología. El conocimiento de lenguas extranjeras y la adquisición de habilidades base en el manejo de la tecnología de punta. Así también, conocimiento profundo  en los modelos de negocio.

            Ahora bien, señala Drucker (1998) que las escuelas no serán en el futuro las gestoras o administradoras del conocimiento, sino que la educación será una empresa conjunta en la que las escuelas serán socias mas bien que monopolizadoras. El papel enseñante de las organizaciones es fundamental en el futuro, la capacitación será de por vida y el aprendizaje permanente será la norma.

            Un ejemplo de lo que se puede esperar en la redistribución  de las organizaciones como elementos formadores lo representa el hecho de que las grandes compañías de negocios como la Microsoft ya posee sus propios centros de adiestramiento, compitiendo con las facultades de Administración de las Universidades. Esta empresa le vende a otras compañías el programa de formación para ejecutivos de administración  que ha preparado para sus propios gerentes, y se dispone a ofrecer el programa a entidades gubernamentales y militares. En el Japón, los juku son escuelas de preparación acelerada con una matrícula muy alta.

            Las organizaciones en la postmodernidad tienen que asumir el reto que representa  la encarnizada competitividad que se vislumbra y como deberán construir  un nuevo paradigma   para lograr aprendizaje organizacional que les permita competir en ese escenario dinámico mundial. El hecho de construirse las organizaciones como “ciudadanas del mundo” las obliga a ser multiculturales en donde los gerentes deben ver al conocimiento global y local como medios para llegar a la meta del rendimiento de su organización.

            Ahora bien, la rotación o el intercambio de roles entre el trabajo del especialista y el gerente es escenario ya que las organizaciones no serán departamentalizados o burocrática, sino planas y horizontales, no piramidales.

            En las organizaciones del futuro no se requerirá de poseer conocimiento de todo, sino de la capacidad para comprender los conocimientos. Es decir, no se trata de saber el qué, sino de comprender el cómo.

            Ahora bien, ¿Cuáles deberán ser las acciones a tomar por la organización para enfrentar el reto de mantenerse y competir en una sociedad postmoderna? ¿Cómo deberá construir la organización el aprendizaje colectivo?

            Para responder a estas cuestiones es necesario considerar que en la postmodernidad todas las leyes derivadas en la modernidad se cuestionen. La única ley que se mantiene es la ley de conservación  de los cambios. Esta palabra “cambio” tiene en el contexto postmoderno una gran significación ya que se opone a todo lo que sea permanente, pasivo, conciliador, prescriptivo, conservativo o estático. La educación formal desaparece como concepción finalista o terminada para dar paso a la educación permanente. La estructura departamental  que encierra en compartimientos estancos funciones o tareas de la organización también desaparece para dar paso a organizaciones aprendientes  donde todas saben todo, ya que el conocimiento es compartido y los roles son rotados. No hay jefes ni empleados sino que todos son jefes-empleados.

            Las antiguas líneas de mando que, por efecto cascada bajaban las directrices desde la alta gerencia al nivel operativo desaparecen  por el enfoque sistémico de la nueva organización. Al ser considerada la organización como un sistema orgánico, cada tarea es considerada igualmente importante y necesaria para el buen funcionamiento del sistema. Se aprende de los errores constantemente y se informa a la comunidad de empleados los errores cometidos y las diferentes maneras de abordarlos y solucionarlos. El error es considerado un conocimiento válido.

            En la organización aprendiente hay flexibilidad en la comunicación y el desempeño.

            El medio o camino expedito para el acceso a la información y comunicación lo representan las herramientas de la tecnología de la información y su manejo instrumental es indispensable en las organizaciones aprendientes.

            Compartir aprendizaje y compartir conocimiento y experiencias es la tarea de la nueva organización postmoderna. Dixon (1994) señala que el aprendizaje organizacional comprende un ciclo que implican generar, entregar, interpretar y actuar en base a la información.

           La generación de información ocurre desde cualquier fuente de la organización (empleados que tienen contacto directo con los clientes, proveedores, del entorno). Estos sujetos se convierten en recopiladores de información. Al difundir esta información en el colectivo de la organización se integra, al ser discutida por los miembros de la organización se interpreta y se deja a quien lleva la responsabilidad de tomar decisiones en el momento la autoridad para convertirla en acciones útiles a la empresa, según la evaluación dada en la interpretación.

            Ahora bien, del nivel de experticia que manifieste la organización en lograr incorporar la mayor cantidad de conocimiento posible empleará el ciclo de Dixon, en el menor tiempo, dependerá, en gran parte el éxito de la organización.

            En consecuencia, estamos ante un nuevo tipo de trabajador que, al poseer más información y más conocimiento, cuenta también con más capacidad de iniciativa y decisión, algo muy importante si se le compara con las estructuras jerárquicas de la modernidad.

            La organización que posee mayor capacidad para asimilar y lograr lo cambios necesarios para ser mas competitiva será la que tenga éxito en la postmodernidad. El aprendizaje organizacional  en la postmodernidad deberá ser rápido, de corta vigencia, distribuido con eficiencia, acumulativo y flexible.    Este aprendizaje, según Hesselbein y otros (1998), deberá generar continuamente capacidad individual al estimular la adquisición natural de conocimientos. Sus cimientos deberán ser la concordancia, la coherencia, el significado y el propósito recíprocamente creado, las relaciones dinámicas y la naturaleza evolutiva de la vivencia humana.

            La oficina móvil y el teletrabajo conformarán  organizaciones que monitorearan información y conocimientos para, luego, poder mercadearlos al estilo “outsourcing” con otras organizaciones. Tendrán alta demanda sobretodo como elementos importantes para el logro del aprendizaje organizacional.

           

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

 

Drucker, P. (1998). La Sociedad Postcapitalista. Grupo Editorial Norma:

   Colombia

 

Habermas, J. (1988). La Modernidad: Un Proyecto Inacabado en Ensayos

    Políticos. Peninsula

 

Hesselbein, F y otros (1998). La organización del futuro. Granica. Buenos Aires.

 

Lyotard, J. (1985). La condición Postmoderna. Québec:Canadá

 

Mayo, A. y Lank, E. (1994). Las Organizaciones que Aprenden.

     Edipe:Barcelona