EL
TABLÓN: El artículo de hoy
Agencia
Periodística del MERCOSUR por la real
objetividad
Marina
Menéndez Quintero
21 de febrero de 2007 00:00:00 GMT
Ser
antiimperialistas y estar a favor de la justicia
social. Esos son los principales requisitos que
deben cumplirse si se quiere escribir para la
Agencia Periodística del MERCOSUR (APM).
El sagaz y muy alerta periodista argentino Víctor
Ego Ducrot, a cargo de la dirección general,
ofrece en sucintas palabras el perfil de la
publicación digital, y pone el cuño cuando añade:
«No creemos en la imparcialidad; no hay
periodista imparcial». Él mismo lo demuestra
con una obra hecha en el día a día,
destrabando los entuertos de la manipulación
que se agazapa tras la presunta «objetividad»
de la gran prensa capitalista.
La iniciativa ya tiene tres años y la
prestigiosa colega y compatriota de Ducrot,
Stella Calloni, la califica como «extraordinario
proyecto contra la desinformación».
Ella es una de las colaboradoras asiduas de este
esfuerzo, que encontró espacio merecido en una
Feria del Libro dedicada no solo a dar a conocer
mucho de lo mejor y más reciente editado sino,
además —y entre otros propósitos—, a hacer
luz sobre temas que siguen siendo tergiversados
u ocultados, a pesar del incremento de la
llamada prensa alternativa.
Para dar claridad y ofrecer una versión veraz
de los hechos relacionados con la integración y
América Latina, APM vio la luz en noviembre del
año 2003.
Se le califica como «un componente académico,
de producción y de capacitación profesional
especializada» que nació con la propuesta de
desarrollar un instrumento favorecedor de la
integración en el marco de las comunicaciones y
de las prácticas educativas; para formar y
entrenar estudiantes y graduados.
De hecho, APM forma parte de la Cátedra Libre
de Soberanía Alimentaria, espacio
transdisciplinario y comunitario que integran
distintas cátedras de la Universidad Nacional
de La Plata, a cuya Facultad de Periodismo y
Comunicación Social pertenece.
Sin embargo, la revelación de la verdad va de
la mano con la tarea formativa. Ducrot estima
que el año pasado, APM dio un salto cualitativo
importante. Tres mil medios están suscriptos ya
a sus boletines electrónicos, y en el sitio de
Internet (www.mercosur.com.ar), reciben unas 35
000 visitas mensuales.
La agencia cuenta con un Observatorio de Medios
que enriquece el servicio informativo; y se
concentra en temas vinculados al acontecer
latinoamericano tales como soberanía
alimentaria, militarización, lucha contra la
pobreza, economía informal, movimientos
sociales, educación, derechos humanos y, desde
luego, el propio eje del Mercado Común del Sur
(MERCOSUR) y las políticas integracionistas.
Junto a los periodistas, su red de colaboradores
especiales está integrada por académicos,
dirigentes sociales, políticos y destacados
especialistas de diversas áreas. Stella
considera al conglomerado como «un equipo que
trabaja con entusiasmo y fuerza». Y
premonitoria, como siempre, apunta: «Tenemos
que apoyar todos los esfuerzos, frente a la
lucha feroz que se le viene encima al Sur».
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Nota
de/para los amigos que me escriben:
De: Andrés
Gómez, Director de Areítodigital
Asunto: El lugar donde los terroristas imperan
22 de febrero del 2007
Miami.- Por décadas Miami ha sido cubil de
terroristas. De los terroristas de la extrema
derecha cubanoamericana. Terroristas
originalmente reclutados, entrenados,
financiados y dirigidos por autoridades de los
servicios de inteligencia de Estados Unidos en
su afán por destruir a la revolución cubana.
Terroristas a los que las autoridades federales
aún les brindan la protección que les da la
impunidad para aquí permanecer libres en
evidente violación de lo que la ley establece.
Por ejemplo, Orlando Bosch, repugnante
terrorista confeso, que públicamente, por radio
y televisión se vanagloria de sus horrendos crímenes,
quien vive libre entre nosotros por obra y
gracia del presidente George Bush, el Primero,
el padre del actual presidente de la República,
desfachatadamente viola los términos de su
libertad condicional, dirigiendo una organización
de terroristas y organizando actividades políticas
a favor de otros terroristas, consortes de él,
como fue la manifestación a favor de Luis
Posada Carriles el pasado 19 de enero, y otra,
convocada para este próximo sábado, exigiendo
la libertad de Posada y otros dos terroristas
temporalmente encarcelados, Santiago Álvarez y
Osvaldo Mitat.
Santiago Álvarez y Osvaldo Mitat, quienes de
acuerdo a declaraciones de autoridades
federales, entraron ilegalmente al país, por
estas playas, a bordo del barco Santrina a
Posada Carriles, y que están presos desde hace
un poco más de un año por habérseles
encontrado un arsenal de armas, municiones y
explosivos, recientemente, el pasado 17 de
enero, le entregaron a las autoridades, a través
de sus abogados, otro arsenal de armas,
municiones y explosivos, propiedad de ellos, que
incluía ametralladoras, explosivos C-4,
dinamita, detonadores y lanza granadas, aún
mayor que el primer arsenal, con el propósito
de llegar a otro acuerdo con la fiscalía para
que se le rebajaran sus condenas por posesión
del primer arsenal.
En medio de una campaña internacional dirigida
por esta Administración en contra del
terrorismo, motivada por los hechos terroristas
del 11 de septiembre del 2001 en Nueva York y
Washington, la cual, para encontrar terroristas
ha llevado la guerra y la desolación a los
pueblos de Iraq y Afganistán --al otro lado del
mundo--, guerras que han costado la vida a más
de tres mil soldados norteamericanos, la fiscalía
federal, en Miami, está en tratos con dos
terroristas para reducirle condenas irrisorias
(por posesión del primer arsenal Álvarez y
Mitat fueron condenados a sólo 4 y 3 años de
prisión respectivamente ) por éstos haber
entregado un segundo arsenal de armas,
municiones y explosivos que guardaban en un
sitio de nuestra ciudad.
¿No son ultrajantes estas decisiones de la
fiscalía federal? No demuestran estos tratos
con estos terroristas una relación especial
entre el gobierno federal y estos asesinos? ¿No
demuestran estos acuerdos y extrañas condenas
una confabulación entre el gobierno federal y
estos terroristas?
Parece que mientras esos arsenales de armas y
explosivos sean para ser utilizados en contra
del pueblo cubano, para causar muerte y desolación
en Cuba, no importa; se les perdona el haberlos
comprado y almacenados aquí sin el supuesto
conocimiento de las autoridades federales…
¿Es así como este gobierno pretende afianzar
la colaboración internacional en su campaña en
contra del terrorismo, que es piedra angular de
la seguridad nacional? Además, ¿que garantía
tienen las autoridades federales que estas armas
y explosivos no iban a ser utilizadas por esos
terroristas, u otros de sus consortes, aquí en
Miami contra otras personas, como tantas otras
veces ha ocurrido?
Entonces, está el caso, entre otros, del
nefando terrorista Luis Posada Carriles.
Documentos desclasificados durante los últimos
dos años demuestran que en 1976 los servicios
de inteligencia de Estados Unidos tuvieron
conocimiento previo que Posada Carriles y su
consorte Orlando Bosch, después de haber
perpetrado el asesinato del ex canciller chileno
Orlando Letelier en la capital federal, estaban
planificando hacer volar un avión civil de
Cubana de Aviación, como hicieron el 6 de
octubre de ese año, con la pérdida de los 73
pasajeros a bordo.
Un mes después de que Posada fuera finalmente
detenido en Miami, en mayo del 2005, después de
haber entrado ilegalmente al país, el gobierno
venezolano amparado en el vigente tratado de
extradición firmado en 1922 entre Estados
Unidos y Venezuela exigió la extradición de
Posada para continuar el curso de su proceso
legal en Venezuela por su responsabilidad en la
muerte de 73 personas, pasajeros del avión de
Cubana de Aviación.
A Posada el gobierno federal sólo lo ha acusado
por delitos asociados a su entrada ilegal a
Estados Unidos en el 2005. La Administración
Bush no ha respondido a la petición de
extradición del gobierno venezolano. Como
tampoco se ha pronunciado sobre las actividades
terroristas de Posada, antiguo y valioso agente
de la CIA, especialmente sobre su
responsabilidad en la muerte de las 73 personas,
pasajeros del avión de Cubana.
Dos tratados internacionales de los que Estados
Unidos es signatario (la Convención sobre
Aeronaútica Civil, firmada en Montreal en 1971
y la Convención Internacional sobre la Supresión
de Actos Terroristas de 1997) obligan al
gobierno federal si por cualquier razón no
extradita a Posada a Venezuela para ser juzgado
por sus crímenes a “… sin excepción
alguna, háyase cometido o no el delito en su
territorio, a presentarlo, sin demora, a sus
autoridades competentes para ser procesado de
acuerdo a las leyes de ese Estado”. Y ser
procesado como si el delito hubiese sido
cometido en ese Estado.
Nada ha hecho el gobierno federal para hacer
cumplir las leyes y los tratados internacionales
en relación al terrorista Posada Carriles por
los crímenes de lesa humanidad por él
cometidos. Nada han hecho las autoridades
federales que afecte la impunidad que por décadas,
aquí en Miami, les han brindado a estos
terroristas.
Su proceder confirma la verdad de la aseveración
del actual presidente Bush hecha en abril del
2005: “Si alguien protege a un terrorista, si
alguien respalda a un terrorista, si alguien
cobija a un terrorista, entonces esa persona es
tan culpable como los propios terroristas”.//
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