Dado el público al que se dirigía era
bastante heterogéneo, desde formadores profesionales de PNL
hasta personas si ninguna formación en PNL, procuró mantener
un nivel de simplificación que, justamente, no es
especialmente adecuado para el tema. Es más, si lo lee algún
interesado en filosofía, verá que se hacen algunas
generalizaciones poco exactas. Pero es una limitación que el
autor asumió en aras de promover el estudio y comprensión de
la epistemología en aquellas personas que desconocen su
existencia.
En primer lugar voy a definir " la
palabrota" epistemología. Sinónimos son teoría del
conocimiento y gnoseología, palabras todas ellas del ámbito de
la filosofía. Mi formación académica inicial es filosofía.
Hace años pensaba que, a pesar de que me parecía muy
interesante, filosofar era "pensar en las nubes". Desde hace
tres años he aprendido que, disponer de una epistemología
rica, depara frutos prácticos insospechados; filosofando de
forma centrada, se puede pensar la vida cotidiana de maneras
más centradas y sorprendentes.
Podríamos definir la
epistemología como la ciencia que trata de los fundamentos del
conocimiento. Preguntas del tipo ¿cómo sabemos lo que sabemos?
¿cómo lo fundamentamos ese saber? ¿cómo llegamos a saber que
el mundo es de determinada manera? ¿por qué pensamos eso y no
otra cosa?, etc. son preguntas epistemológicas.
Para
poner ejemplos relativamente sencillos en términos vitales. Si
vivimos el mundo como un lugar peligroso o lo vivimos como un
lugar de amor, esas experiencias son saberes epistemológicos,
porque de alguna manera planean sobre todo lo que nosotros
"sabemos". Desde el momento que para nosotros definimos que el
mundo "es" peligro, visceralmente, cognitivamente, etc.
prácticamente todo lo que procesemos serán en esos términos o
serán reflejos de ese saber epistemológico. Justamente por que
suele ser un conocimiento que está en segundo plano, o tercer
plano, suele ser difícil de detectar y llevamos nuestra
atención a los síntomas, no al fondo.
La epistemología
de la PNL clásica, está formada por las presuposiciones (p. e.
toda conducta tiene una intención positiva, no todo nuestro
pensamiento es conciente, etc.). Bandler y Grinder cuando
crearon la PNL, formularon un principio de epistemología,
formada con otras epistemologías previas. Por ejemplo la
sistémica (a través de Gregory Bateson), cibernética,
semántica general, etc. A los fundadores de la PNL les
interesaba el cómo, no el porqué, con lo cual la epistemología
de la PNL se ha quedado en esa referencia.
Uno de los
aprendizajes más importantes que he realizado, ha sido darme
cuenta que saber el porqué funcionan las cosas puede ser
sumamente importante. Eso es cierto en determinadas
situaciones. Si estoy trabajando en un negocio para
optimizarlo o si estoy trabajando con una persona para hacer
un cambio, etc. y la cosa no funciona me puedo dedicar a
probar técnicas e intentar usar diferentes patrones. Pero
también me puedo preguntar porqué no funciona, que sentido
tiene todo eso para obtener el resultado que obtengo, a qué
información no estoy prestando atención y puede ser relevante,
etc..
Esto es especialmente importante para entender
la importancia práctica de la epistemología. Si creamos un
modelo de lo que ocurre más rico, tendremos más probabilidades
de entender con más precisión porqué no estamos consiguiendo
lo que nos proponemos y qué podemos hacer al respecto. Voy
a simplificar muchísimo con dos ejemplos genéricos de
epistemologías para contrastarlas y poder percibir la
importancia fundamental de este nivel.
Un modelo de
epistemología general será la platónica y la otra la
constructivista-sistémica. La platónica la podríamos definir
como la epistemología del Ser. Es decir, las cosas son como
son, yo soy como soy y no puedo hacer nada al respecto. Platón
definía al mundo en dos partes. El mundo del Ser, de lo que es
inmutable y el mundo de las apariencias. La primera es la
verdadera y es donde están las Ideas de Verdad, Bondad, Amor,
etc. inmutables, eternas, etc. Son independientes de la
existencia del ser humano. La segunda son las apariencias, el
burdo reflejo de las Ideas transcendentes, pero no son reales,
sino ilusorias.
Nuestra cultura bebe directamente de
la cultura platónica. Hacia el siglo V, en pleno auge del
cristianismo, la Iglesia buscaba una fundamentación filosófica
de la religión y los dogmas que se estaban creando. Y la
filosofía platónica les ayudó mucho a construir la
"epistemología" cristiana. Al otro lado vamos a poner la
epistemología constructivista-sistémica. Tiene que ver con
afirmaciones del tipo "nuestros pensamientos son
construcciones nuestras", "el mapa no es el territorio", "la
realidad tiene diferentes niveles de complejidad", etc.
Ejemplos de estas escuelas serían la PNL, la Gestalt, etc.
Vamos a hacer comparaciones entre las dos epistemologías
para percibir lo importante que es tomar en cuenta los
resultados de cada una de ellas en diferentes ámbitos.
Desarrollo personal En la epistemología
platónica, simplemente no existe tal concepto. Si miramos a
nuestra sociedad, nuestras familias, eso de cambiar no existe.
Si quieres dejar de fumar, lo tienes difícil. Si tienes una
depresión, no se puede hacer nada. Como mucho te tomas unas
pastillas. Claudio Naranjo tiene una expresión que me
encanta a este respecto. Decía "nuestra cultura [la
occidental] tecnológicamente es muy avanzada, pero
emocionalmente es subdesarrollada". Tenemos muchos coches,
ordenadores, satélites, etc. pero cuando nos enfrentamos con
nuestra propia evolución personal no sabemos qué hacer.
Que yo sepa, la expresión de desarrollo personal,
tiene decenios. Es un concepto relativamente nuevo. Y eso
puede ser un índice de porqué tenemos dificultad para
evolucionar; no tenemos tradición de ello. Seguramente con
todo este desarrollo personal que venimos haciendo los
interesados en la PNL, lo que estamos es creando una
revolución personal y social, puesto que el desarrollo
personal no está incluido en los presupuestos de nuestra
cultura.
Si miramos la epistemología
constructivista-semántica, el desarrollo personal sí que está
incluido. Pero estas epistemologías en Occidente son muy
recientes. Freud, hace tan sólo hace unos cien años que
impartió su discurso sobre su tesis del inconsciente en la
Academia médica de Viena y fue totalmente despreciado.
Mente-cuerpo En la epistemología platónica
se hace una distinción clarísima entre mente y cuerpo. Una
excelente muestra de ello es Descartes, uno de los paladines
del racionalismo, que propugnaba la separación de la mente y
del cuerpo; tú piensas una cosa y tu cuerpo hace otra. Tu
"cabeza" y tu "cuerpo" son dos partes absolutamente
diferenciadas y conectadas por la glándula pineal (según
Descartes). En cambio en las epistemologías
constructivistas-sistémicas el cuerpo y la mente son
diferentes aspectos de las misma realidad totalmente
conectadas. De ahí que se utiliza la expresión cuerpo-mente,
no como algo separado sino como una unidad.
¿Qué
implica eso en términos de salud? En una epistemología
platónica-cartesiana, ¿qué es lo que cura? Las medicinas, los
médicos, las terapias, etc. Desde una perspectiva
sistémica-constructivista lo que cura viene del interior y hay
ayudas externas. La salud es un estado psíquico-físico en
continua construcción y mantenimiento. Y no es un asunto
baladí. Si nos fijamos en nuestro sistema sanitario está
basado en una epistemología cartesiana: el sujeto es
"paciente", lo que curan son las medicinas y terapias, etc.
con todos los problemas que conlleva: abuso de medicamentos,
nula responsabilidad de la salud de la persona por el propio
sujeto, etc.
Ecología Desde una perspectiva
platónica, si existe un efecto pernicioso, entonces vamos a
"resolver" ese efecto. Y lo normal es "tapar" ese efecto, como
si el contexto y las causas implicadas en que se ha producido
ese efecto no fuese importante. Por ejemplo las vacas locas.
Hay gente que se sorprende de ello. Y dice que es debido a los
piensos de origen cárnico. Aunque ello fuera cierto (hay otras
hipótesis de otros causantes), una manera sistémica de verlo,
es conocer las presuposiciones de nuestro sistema de
producción alimentaría y cómo funciona: producir mucho, a bajo
precio y sin importar la calidad.
Otro ejemplo. En un
pueblo de Valencia se habían detectado un incremento notable
de trasplantados de riñón. Investigando se dieron cuenta que
estaba provocado por los altos niveles de nitratos en el agua
potable. Esas substancias provenían de los agricultores que
abonaban sus naranjales con nitratos de origen sintético y
pasaban a los acuíferos. Y de estos al agua potable. La forma
"normal" de tratar ese problema es actuar sobre el síntoma, es
decir si cada vez hay más gente con problemas renales, hay que
invertir más dinero en el sistema sanitario y buscar más
donantes de riñón. Pero los elementos que causan el problema
permanecen iguales, con lo que es problema se mantendrá e
incrementará. Con todo lo que eso significa en términos de
sufrimiento humano y gasto económico.
Un planteamiento
ecológico sería, por ejemplo, realizar una campaña de
educación ambiental para hacer a la gente (usuarios urbanos y
agricultores) concientes de las repercusiones de la
agricultura química, promover una agricultura sostenible, por
ejemplo recogiendo la parte orgánica de las basuras para
transformarlo en compost y abonar naturalmente el campo y no
contaminar las aguas, etc. Y se obtendrían beneficios
adicionales como una reducción del precio de recogida de
basuras, menos presión sobre los vertederos, aprovechamientos
de recursos, etc.
Pero todo ese proceso lo frena una
actitud generalizada de nuestra cultura. El de la incapacidad
emocional. La mayoría de la gente siente incapacidad
emocional, piensa que tiene bajo su poder menos cosas de las
que realmente puede realizar. Si un número suficiente de
personas pensasen que se puede cambiar todos esos procesos,
simplemente los administradores lo harían efectivo.
Como vemos en este caso, los problemas ecológicos no
son sólo problemas tecnológicos, como muchos administradores y
ciudadanos piensan. Son fundamentalmente problemas de
pensamiento, de valoración y de acción individual y social. Y
esos problemas de filosofía y comportamiento individual y
social son complejos. No existen varitas mágicas simples.
Hay que estar muy atento a qué soluciones damos, no
sea que nos ocurra como algunos casos que describe Paul
Watzlawick, en los que la solución que damos forme parte del
problema. Y este es un asunto epistemológico. ¿Cómo sabemos
que esa solución es una buena solución y qué sentido tiene esa
solución en su contexto?
Paz
"Conversaciones de paz entre palestinos e israelíes".
"Vamos a alcanzar la paz." Pero no se habla de mantenerla. Y
la paz ¿será continuar odiándose a muerte pero sin matarse? En
este ejemplo de palestinos e israelíes, si intentamos una
solución desde una epistemología platónica, lo que se busca es
un apaño para que no se maten (o que se maten con las armas
que le vendan sus amigos y sólo sus amigos). Desde un punto de
vista sistémico lo que buscaríamos es entender cómo un
conflicto entre dos culturas como ese está durando siglos.
Estos son tan sólo algunos ejemplos de algunas áreas.
Podíamos pensar en educación, en negocios, etc. Y podíamos
encontrar diferencias notorias de usar una epistemología u
otra. Y ahora vamos a la parte de construir. ¿Cómo
construir una epistemología de la complejidad? Pues eso es lo
que estamos haciendo cuando evolucionamos, aprendemos PNL,
aprendemos nuevas distinciones y modelos, etc. y vamos más
allá de donde estamos.
Dado que nosotros partimos de
una cultura y la influencia que tiene esa cultura es muy
importante en nuestra forma de pensar y actuar, vamos a darnos
cuenta cómo una determinada cultura, imprime determinadas
formas de pensar. Por ejemplo qué papel juega en nuestra
cultura la culpabilidad. Porque no en todas las culturas
existe la culpabilidad.
En ese sentido me parecía
fundamental resaltar el olvido en que había caído la
epistemología, desde que Bandler y Grinder especificaron las
presuposiciones de la PNL. Y de hecho muy poca gente se ha
dedicado a desarrollar esas cuestiones epistemológicas. Uno de
los personajes que lo está haciendo con maestría es John
McWhirter.
Uno de los grandes contribuidores a las
presuposiciones de la PNL, Alfred Korzybski, el de la famosa
frase "el mapa no es el territorio", no ha sido todo lo
estudiado que se merece y que valdría la pena retomar. Por
ejemplo el uso del gerundio o del infinitivo. Cuando estamos
hablando de creencias estamos hablando en términos de objetos,
como quién tiene un bolígrafo, "hay gente que tiene
creencias". Para los que saben PNL, tener un bolígrafo o tener
una creencia son cosas muy diferentes. Pero la cuestión es que
nosotros, como programadores neurolingüísticos, lo que hacemos
es afianzar más esa forma de pensar la realidad, utilizando un
lenguaje poco adecuado para cambiar esa forma de creer. En ese
sentido, usando la sugerencia de Korzybski, no tenemos
creencias, sino que creemos, desarrollamos procesos de creer.
A partir de ahí, se me ha ocurrido que podemos transformar
nombres sin verbos en verbos. Por ejemplo, "puedes pensar
desde esta perspectiva vital", puedes cambiarlo a "puedes
perspectivear vitalmente". ¿Porqué hacer esto? Porque el
lenguaje crea realidad y necesitamos ser cuidadoso con lo que
creamos. El creador de la Semántica general, pretendía delatar
ese problema del lenguaje. Especialmente en lo que él llamaba
el pensamiento aristotélico, que está muy relacionada con la
epistemología platónica. Alguien podría decirme, p. e.:
"tu tienes el metaprograma de la diferencia". Y yo podría
contestar: "¿Dónde lo tengo? ¡qué me registren!". Si no
estamos alerta con este tipo de cosas podemos estar frenando
nuestro avance evolutivo en algunos sentidos.
Se me
han ocurrido algunos ejemplos graciosos. Por ejemplo al
preguntar por el cómo, le podemos llamar comear, al preguntar
por el porqué, lo podemos llamar porquear, etc. De esa manera
lo que parece estático, lo convertimos en dinámico, es decir
le devolvemos su realidad de proceso.
Para acabar me
gustaría compartir con vosotros un descubrimiento que me
parece fundamental a nivel de entender la etapa histórica en
la que vivimos. Se trata de un libro que me a aportado una
comprensión fascinante de lo que estamos haciendo en nuestra
cultura en la actualidad. Se trata de El origen de la
conciencia en la ruptura de la mente bicameral, de Julian
Haynes. En este impresionante libro se hace un recorrido sobre
los últimos 5.000 años de culturas humanas, cuya hipótesis
principal es que el ser humano no ha sido subjetivo, es decir
no ha tenido conciencia, hasta hace relativamente poco, hacía
el siglo V antes de Cristo. La mente bicameral hace referencia
a que antes de esa fecha, los seres humanos no eran concientes
que eran ellos los que pensaban y los que sentían, sino que
las voces internas que oían, pensaban que eran de los dioses
les que les hablaban. En ese tipo de cultura no existían
problemas de engaños, culpabilidad, etc. porque las cuestiones
morales surgen a partir de desarrollar la mente subjetiva. No
hay una verdad externa y una interna. Por lo tanto no hay nada
que esconder.
En estos dos mil últimos años hemos ido
desarrollando la conciencia subjetiva hasta el presente que
estamos haciéndonos concientes de cómo construimos nuestra
realidad interna. Pero para la mayor parte de nuestros
conciudadanos eso es un sin sentido porque nuestra cultura no
incluye ese tipo de concepción. Estoy insistiendo mucho en
la importancia de la cultura en la que vivimos para que seamos
concientes de la envergadura de lo que estamos haciendo.
Estamos cambiando hábitos, estamos enriqueciendo nuestras
relaciones personales, etc. como no lo habían hecho nuestros
padres (por lo menos de una forma conciente). Por ejemplo si
dejamos de fumar con herramientas de PNL, rápidamente y
elegantemente, eso es un hecho realmente asombroso para
nuestra cultura, de hecho a mucha gente le cuesta horrores
dejar de fumar por los procedimientos habituales. Por ello,
creo, que sería muy conveniente que los pequeños o grandes
cambios que vamos realizando, le diésemos muchísimo más valor
que le damos, por hacer algo inusual para las estructuras de
nuestra civilización.
Resulta curioso (o no tan
curioso) que Bandler y Grinder, a pesar de empezar a modelar a
Virginia Satir y a Milton Erickson, (terapeutas familiares
sabedores de la importancia del entorno familiar y cultural),
se hayan olvidado de las cuestiones del entorno de donde
venimos, con quien vivimos, etc. Sin ello podemos perder
el rumbo de lo que estamos haciendo y no avanzar no sólo
personalmente sino también como sociedad. Porque muchos de los
problemas que tenemos planteados como individuos tiene que ver
con la sociedad en la que vivimos y que mantenemos. Y podemos
aprender a solucionarlos si construimos un pensar más complejo
y equilibrado que el que hemos recibido de nuestros
antepasados.
La bibliografía adjunta da una idea clara
de cómo formas de pensar complejas se pueden aplicar a
cualquier área del conocimiento humano, llegando a resultados
prácticos, que sin haber llegado previamente a ese
conocimiento teórico, no hubiese sido posible. Estos libros
desarrollan epistemologías en detalle, todas ellas son
básicamente constructivistas-sistémicas.
Bateson,
Gregory Pasos Hacia una ecología de la mente, Ed. Lohle-Lumen,
Buenos Aires 1998 Capra, Fritjop La Trama de la vida,
Editorial Anagrama, Barcelona 1998 Gleick, James Caos,
Editorial Seix Barral, Barcelona 1998 Hall, Edward La
dimensión oculta, Siglo XXI editores, Méjico 1999 Hall,
Edward EL lenguaje silencioso, Alianza editorial, Madrid 1989
Haynes, Julian El origen de la conciencia en la ruptura de
la mente bicamenral, FCE, Méjico 1987 Kuhn, Thomas S. La
estructura de las revoluciones científicas, FCE, Méjico 1975
Lakoff, G. y Jonson, M Metáforas de la vida cotidiana,
Ediciones Cátedra, Madrid 1991 O’Connor, J. y McDermott,
I. Introducción al pensamiento sistémico, Ed Urano, Barcelona
1998 Prigogine, Ilya El fin de las certidumbres, Taurus,
Madrid 1997 Vygotsky, Lev S. El desarrollo de los procesos
psicológicos superiores, Editorial Crítica, Barcelona 1979
Watzlawick, P. y Krieg, P. El ojo del observador, Gedisa
Editorial, Barcelona
1994
|