Las
Predisposiciones al Pensamiento Ajedrecístico.
Por
Lic. Alejandro Rubén Moretti.
¿Es
posible entrenar predisposiciones ajedrecísticas?
¿Cómo
debemos enseñarlas? ¿De qué se
trata la buena docencia?
Son
muchas las veces en que me he planteado estos interrogantes y desafíos
pedagógicos y son muchas también las veces donde solemos caer en
simplificaciones metodológicas que ritualizan la complejidad de los saberes que
queremos enseñar en prácticas simplistas, ensanchando de esta manera, aún más,
las brechas que toda transposición didáctica,[1]
a través de su contenido escolarizado, inevitablemente provocará en nuestras
clases, alejándonos del conocimiento del hecho real.
Es
por este motivo que adhiero a la propuesta de Edgard Morin acerca de la
necesidad que tenemos –a la luz del avance de los nuevos conocimientos- de
construir un pensamiento complejo que nos permita interpretar y
conocer mejor la realidad que vivimos. Este autor define al pensamiento complejo
como "un pensamiento que relaciona y que es capaz de producir sucesivas
religazones"[2].
Por lo tanto, un indicador de que estos conocimientos están aprendidos de manera
comprensiva es la posibilidad de establecer relaciones significativas que
suponen una correcta organización lógica y psicológica de los contenidos.
El
pensamiento complejo trata de evitar la permanente
banalización, simplificación e ingenuidad, en que muchas veces caemos cuando
adoptamos irreflexivamente prescripciones didácticas, cegando con ello nuestra
inteligencia y mutilando la totalidad de las partes y las teorías de las
prácticas. Por ello, al decir del autor, en el pensamiento complejo es fundamental "un conocimiento
que religue las partes al todo y el todo a las partes"[3]
El eje central de este enfoque es
entender la complejidad no como un recetario: rutinario, estereotipado o sin
sentidos causales, sino más bien, como un saber que comprende y al mismo tiempo
que es capaz de arrollar[4]
y desarrollar toda la información relevante y pertinente que necesitemos para
entender la realidad en la diversidad y en la dualidad de los múltiples factores
complejos que conlleva todo pensamiento profundo.
Un
intento por encontrar todas las sinonimias –de y en- las ciencias que
nos permitan articular los criterios de concertación que las diferentes
disciplinas del conocimiento deben acordar para establecer puentes que
favorezcan la construcción de un saber científico que nos conduzcan al análisis
complejo del objeto de estudio desde diversos puntos de vista y desde los
diferentes esquemas interpretativos en que pueda ser reflexionado, permitiendo
"el intercambio, la cooperación y la poli competencia"
Considero
que en el transcurrir del proceso pedagógico, una buena enseñanza debería estar acompañada por
un pensamiento complejo, que tenga en cuenta las predisposiciones ajedrecísticas, en el
convencimiento que será a través de esta dinámica donde lograremos una buena
docencia.
Ahora
voy a caracterizar lo que entendemos por una "buena enseñanza" diciendo que es aquella que
intenta constituirse como una práctica pedagógica superadora de un conocimiento
superficial o imposible de aplicarse y/o transferirse. Cabe aclarar también que
no es solamente sinónimo de "eficacia y eficiencia" sino también por la
intención moral, ética y epistemológica que el docente sea capaz de provocar con
sus acciones positivas en aprendizajes significativos para sus
alumnos.
Una
buena enseñanza es aquella que propone un
clima comunicacional amplio y un contexto metodológico que sea capaz de
articular las macro con las micro decisiones que el docente debe adoptar,
concertar y negociar -porque el aprendizaje no se trata de "todo o nada"-
concretando la idea del pensamiento
complejo como la búsqueda de un constructivismo indiciario[5],
que piensa al conocimiento no como un estado inmóvil sino como un proceso en
constante movimiento espiralado que se modifica y se transforma en giros
sucesivos alcanzando cada vez mayores grados de integración de detalles,
particularidades y también de profundidad.[6]
Una
buena enseñanza no es buscar principios
prescriptivos, únicos y acabados que limiten la complejidad del análisis del
objeto de estudio reduciendo la comprensión de los conocimientos haciéndolos
frágiles, ingenuos y pobres. Por el contrario, es una invitación a pensar "uno
mismo en la complejidad" para romper con toda lógica lineal y con todo paradigma
simplista.
Sabemos
que las habilidades y el talento innato no bastan por si sólo para alcanzar un
nivel ajedrecístico superlativo, tampoco garantizan la excelencia, o que sean
utilizados de la mejor manera. Se puede tener la aptitud para hacerlo pero si no
se desarrolla correctamente la capacidad para saber cuándo, dónde y cómo, la
predisposición quedará inactiva. Por ello, la tarea del docente será apuntalar
el desarrollo de predisposiciones positivas que generen en los estudiantes
una mayor competencia en su desempeño humano.
Llamamos
"predisposición al pensamiento[7]"
a las tendencias duraderas que tienen las personas para usar sus habilidades de
una manera específica. "Son patrones duraderos y progresivos en el pensamiento
de una persona, en muchas y diversas situaciones"
Podríamos transferir este concepto a las
predisposiciones que se requieren en
un pensamiento ajedrecístico, afirmando que no pueden introducirse como una
secuencia de lecciones (como si fueran contenidos escolarizados) improvisadas y
aisladas por fuera de toda programación didáctica. Deberán ser enseñadas en el
contexto del aula -como una estrategia metacognitiva del pensamiento- en forma
permanente y sistemática para que se conviertan en una tendencia bien
ejercitadas. Es decir, que la finalidad no es enseñarla sino cultivarlas en el
contexto de una cultura ajedrecística.
Esta
predisposición positiva en el pensamiento ajedrecístico debería nutrirse de un
pensar complejo, crítico, reflexivo y explorador, capaz de asumir riesgos y de
esforzarse por mejorar.
Si
bien se pueden identificar innumerables predisposiciones solo rescataré algunas
de aquellas, que entiendo que son positivas y favorables para la formación de un
pensamiento ajedrecístico:
q
La
predisposición a un pensamiento indagador capaz de descubrir los indicios de la
partida.
q
La
predisposición a un pensamiento complejo capaz de comprender la causalidad y la
dualidad de los procesos.
q
La
predisposición a un pensamiento profundo para comprender los elementos
estratégicos y tácticos de la posición.
q
La
predisposición a un pensamiento ecléctico, heurístico y divergente para resolver
las diferentes situaciones del juego.
q
La
predisposición a un pensamiento ejecucional y ordenado de todas las secuencias
lógicas y creativas de la inventiva táctica.
q
La
predisposición a un pensamiento que absorba la multiplicidad de la inteligencia
emocional.
q
La
predisposición a un pensamiento que sea capaz de activar y acrecentar la
potencia cognoscitiva de la inteligencia natural.
La
enseñanza de estas predisposiciones a un pensamiento ajedrecístico no requiere
de una atención particularizada independientemente de la programación de la
clase ya que debe implementarse toda vez que surja la oportunidad para
hacerlo.
El
entrenamiento de estas predisposiciones conjuntamente con los contenidos
específicos a enseñar en el área del ajedrez, más las baterías de ejercicios y
estrategias metodológicas - didácticas del profesor, permitirán que el
aprendizaje sea un proceso totalizador y en constante
transformación.
En definitiva, en una buena docencia, es imposible no enseñar, pero
entendemos que sí es difícil lograr una buena enseñanza, si pretendemos
descomplejizarla queriendo hacer simple un fenómeno que en realidad es muy
complejo.
Quien
diga que enseñar es fácil se equivoca porque estará sosteniendo una ficción
pedagógica que alimenta la improvisación y que deja todo librado al azar en un
facilismo que degrada la profesionalidad del educador.
Los
improvisadores del facilismo podrán estar frente al alumnado "enseñando" y es
seguro que serán buenos domadores pero jamás podrán ser buenos
docentes.
BIBLIOGRAFIA:
& "Aprendizaje
y Curriculum"
Martiniano Román Pérez, Eloisa López. Ediciones Novedades
educativas.
& "Arrollar
para Desarrollar" Shikry Gama, Colección Lucidario, número 24. Septrionismo.
& "Articular
los Saberes", Edgar Morin. Ediciones Universidad del
Salvador.
& "Enseñar
a Pensar en la Escuela" Curso para Supervisores y Directores de
instituciones educativas. Cuadernillo número 4 Ministerio de Cultura y Educación
de la Nación.
& "La
Escuela Inteligente" David Perkins. Gedisa. Barcelona.
& "La
Inteligencia Emocional" María Pilar de Oñate. Circulación
interna.
& "La
Inteligencia Social" Shikry Gama, Colección Lucidario, número 1.
Septrionismo.
& "La
Observación Didáctica" Graciela Dayan. Apuntes de la cátedra de Práctica
Docente de I.E.I.M.
& "La
Potencia Cognoscitiva" Shikry Gama, Colección Lucidario, número 29.
Septrionismo.
& "La
Transposición Didáctica" i. Chevallard.
& "Las
Inteligencias Múltiples" María Pilar de Oñate. Circulación
interna.
& "Un
Aula para Pensar" Tishman, Perkins, Jay. Aique, Grupo Editor.
[1] El
proceso por el cual, un saber científico o erudito, sufre una serie de
transformaciones que se manifiesta como deformaciones, creaciones o
sustituciones de conocimientos hasta ser objeto de enseñanza para unas clases y
luego, un objeto enseñado. "La Transposición didáctica" i.
Chevallard.
[2] De
ligar, unir, acercar. "Hay que religar lo que estaba considerado como separado"
"Articular los saberes", Edgar Morin. Ediciones Universidad del
Salvador.
[3] La
respuesta sólo puede provenir de una reforma del pensamiento, es decir de una
reforma que instauraría el principio de religazón, acercando lo que hasta el
presente fue concebido de manera disyunta y a veces repulsiva. Edgar Morin. Obra
citada.
[4]
Arrollar: envolver una cosa de tal suerte que resulte en forma de rollo lo que
antes la tenía plana y extendida. Esto significa que es indispensable arrollar
la información de conocimientos generales de varias materias para utilizarla en
acciones específicas. "Arrollar para Desarrollar" Shikry Gama, Colección
Lucidario.
[5] Son
pistas que contribuyen al análisis interpretativo, zonas privilegiadas que
permiten descifrar conexiones profundas en los fenómenos aparentemente
superficiales.
[6]
"La Observación Didáctica" Graciela Dayan. Apuntes de la cátedra de
Práctica Docente de I.E.I.M.
[7] Las
predisposiciones se pueden basar en hábitos, motivaciones, deseos, sentimientos,
actitudes, convicciones, comprensiones, valores o en otros factores. "Un aula
para pensar" Tishman, Perkins, Jay.
Otras colaboraciones de Alejandro Moretti
* Una alternativa válida
para enseñar ajedrez: El mediador-investigador
* ¿El QUÉ, EL CUÁNDO Y EL CÓMO
ENSEÑAR?
* El
profesor de ajedrez como mediador profesional
*
Hacia nuestra identidad
profesional