En defensa de la paz

 

El concepto de “paz” en nuestros días ha adquirido una significativa, relevante e insoslayable trascendencia e importancia; despertando el interés de la humanidad, convergiendo en sus distintas formas de unidad, hacia el respeto del prójimo.

 

En toda comunidad o sociedad, la vida en relación implica el hecho de saber cultivar un buen trato con nuestros semejantes a fin de no caer en aspectos denigrantes de nuestro género, fomentando una cultura educativa basada en el diálogo, el consenso, la tolerancia, la igualdad, la solidaridad y el respeto, para provocar un crecimiento constructivo que redunde en el beneficio individual y colectivo, y por consiguiente en el crecimiento de todos los pueblos del mundo hacia un objetivo próspero y duradero.

 

Los efectos nocivos y adversos resultantes de los conflictos bélicos entre naciones, con la consecuente pérdida de vidas humanas, también nos dejan una enseñanza: Amén del dolor padecido, la comprensión, respeto y dignificación del hombre son tareas imprescindibles e insoslayables.

 

“El interés del hombre por el hombre” dejando de lado el individualismo egocentrista y trabajando por y para la comunidad y la propia sociedad que la integra, se alza como un sello distintivo de nuestros tiempos, constituyendo la inquebrantable vocación y esperanza de servir a los intereses de toda la humanidad, en su aspecto dimensional material y moral.

 

La dignidad humana se forja dándole un valor intrínseco al hombre, por el solo hecho de ser hombre, independientemente de su origen, raza, religión, posición social, riqueza y poder, alcanzando de esta manera su máxima expresión cimentada en la solidaridad social.

 

Por todo ello, la defensa y protección de los Derechos Naturales del Hombre se sustenta en principios fundamentales que hacen a la reciprocidad entre nuestros hermanos, de una actitud acorde que afiance las relaciones futuras y mediante el trabajo mancomunado, que se asiente en el compromiso de elevar nuestra conciencia moral en su más amplio sentido, para el beneficio propio y por consiguiente de las generaciones venideras.

 

 


 

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