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COMENTARIO
A LOS PROTOCOLOS
DE LOS SABIOS DE SIÓN
José Luis Jerez-Riesco
LOS PROTOCOLOS SABIOS DE SIÓN
Desde su aparición, a primeros de nuestro siglo, la anónima obra
de Los Protocolos de los Sabios de Sión ha sido objeto de toda clase
de tendenciosas utilizaciones políticas, persecuciones y hasta de censuras
en los más diversos países del mundo. Lo sorprendente de los Protocolos
es que, a pesar de que se trata de una obra intensamente acusada de fraudulenta,
sus previsiones se han cumplido con insólita precisión durante
las dos últimas décadas.
El polémico libro de los Protocolos se encuentra en las postrimerías
del siglo XX entre las publicaciones impresas que se hallan en el "índice"
de las obras prohibidas y censuradas, cuya distribución y venta está
vedada y perseguida ?sarcásticamente? en países como Francia,
que pasa por ser el paradigma de la Libertad. Con razón. Ya en Septiembre
de 1937, en Roma, en una de sus ediciones que iba prologada por Julius Evola,
se insertaba el contenido de una carta firmada por Giovanni Preziosi (1) en
la que se decía que "ningún libro en el mundo había
sido jamás objeto de un boicot tan grande como el de los Protocolos"
(2).
El término "protocolos" puede tener varias lecturas o significados;
desde la vulgar ordenación de las escrituras matrices y documentos que
los escribanos y notarios custodian, a la acepción de Actas o apuntes
relativos a un acuerdo, conferencia o congreso. O, como se matiza en una edición
del texto traducida por FJY y publicada en Bilbao en 1932, se puede emplear
la palabra "protocolo" para indicar "un resumen pegado al principio
de un documento, el balance de un documento o las minutas de un procedimiento"
y refiriéndose al supuesto que nos ocupa, concluía que los Protocolos
correspondían a las minutas de las reuniones celebradas por los Sabios
de Sión.
Los Protocolos se han considerado como un libro revelador, una incógnita
desvelada, una filtración celosamente guardada con un blindaje impenetrable
de las actas de las reuniones secretas de los Sabios de Sión durante
el Congreso de Basilea" (3) que se celebró en 1898, cuyo contenido
esencial descubre una conspiración judía internacional y polimorfa
que el escritor León de Poncins definía como la misteriosa internacional
judía (4) debido a que su mensaje suponía la constatación
de la existencia de un complot mundial.
Para René Guénon (5) los Protocolos eran "una táctica
destinada a la destrucción del mundo tradicional" y para el especialista
en cuestiones hebraicas, el economista y escritor Joaquín Bochaca, "los
Protocolos de los Sabios o Ancianos de Sión pueden ser someramente descritos
como un bosquejo para el dominio del mundo por una hermandad o sociedad secreta
? (6).
El presentimiento de planes reservados que encierran conspiraciones es una fijación
ancestral que en algunas ocasiones emerge con el testimonio de relevantes personalidades
del mundo de la economía o de la Política, como es el Caso del
primer ministro inglés Benjamín Disraeli, de origen judío,
quien en su obra Coningsby, aparecida en 1844, decía que "el mundo
está gobernado por personajes muy distintos de los imaginados por aquellos
que están entre bastidores", tesis que se vería confirmada
y ratificada por las palabras de Walter Rathenau (también hebreo), recogidas
en la edición del Wiener Freie Presse el 24 de Diciembre de 1924 donde
matizaba que "trescientos hombres judíos, cada uno de los cuales
conoce a todos los demás gobiernan los destinos del continente europeo
y eligen a sus sucesores entre los que les rodean".
La psicosociología del complot no es algo nuevo ni inusual. Los acontecimientos
vertiginosos y sorpresivos de la Historia exigen una explicación, que
los defensores de este posicionamiento doctrinal encuentran en las maquinaciones
concebidas en la penumbra por personas concertadas para la realización
de los planes elaborados y mantenidos en la ley del sigilo de las Sociedades
herméticas.
Si las cosas tienen su porqué ?no hay humo sin fuego? no debe dejarse
sin respuesta; de ahí la búsqueda de esos autores desconocidos
que operan por razones que deben ser indagadas, pues las conductas de esas minorías
activas, organizadas y confabuladas, cuya existencia se presume, son las causantes
de situaciones desgraciadas. La hermenéutica del complot reconoce en
su tesis la manipulación como marionetas de los seres humanos por personajes
que se concitan en un conocimiento y en una fuerza invisible, que desencadenan
los acontecimientos hacia sus exclusivos beneficios.
En los Protocolos, sus autores, "los sabios o ancianos de Sión",
están caracterizados por la certeza de poseer una enseñanza atávica
y mantenida durante siglos, con un gran sentimiento elitista de ser los únicos
que "saben y pueden". Al ser descifrados, iguala al lector y le introduce
en los saberes y las tácticas de los maestros ocultos de la Humanidad.
Su texto es de difícil y abigarrada lectura, incluso de entender. A simple
vista habla de una multitud de cosas sin aparente cierto orden, pero de su versión
se deduce un fin claro de monopolio universal.
Muchas personas han visto en el libro las claves explicativas de hechos y circunstancias
que no tenían aparentemente, ninguna justificación ni fundamento.
De ahí que a pesar de las vicisitudes, secuestros, prohibiciones, censuras
y escarceos, ha sido uno de los libros mas leídos del mundo, sobre todo
porque hasta la fecha ha resultado ser el más profético de cuantos
podamos leer.
Todos los autores que han profundizado en su estudio han constatado que se trata
de un plan estratégico, de un extracto tomado con premura y de forma
taquigráfica de la reunión donde se debatieron estas cuestiones.
Por supuesto, la transcripción de esas sesiones no fueron dadas a conocer,
dada su reserva, a la opinión pública.
LA DIFUSION DE LOS PROTOCOLOS
El libro completo y los folletos editados, más o menos abreviados, tuvieron
una difusión escasa o nula durante casi quince años. Pero un artículo
que se publicó anónimo ?debido a la pluma del periodista inglés
Wickham Steed? en el periódico londinense The Times, el día 8
de Mayo de 1920, con el título The Jewish Peril, fue el detonante mundial.
En su texto, Steed hacía el resumen y comentario de la primera edición
en lengua inglesa, que se publicó en Londres en Diciembre de 1919 por
la casa Eyre and Spottiswoode con el título de Protocols of the Learned
Elders of Sion, y que tomaban el texto del ejemplar consignado en el British
Museum, traducido por George Shanks, con la reproducción del siguiente
resumen de conclusiones categóricas:
"Primero: Existen y han existido desde hace muchos siglos, organizaciones
secretas y políticas de los judíos.
Segundo: El espíritu de esta organización está fundado
en un odio tradicional y eterno a la cristiandad y una ambición titánica
de dominar el mundo.
Tercero: El objeto perseguido, a través de los siglos, es la destrucción
de los Estados nacionales y la sustitución de estos Estados por una dominación
judía internacional.
Cuarto: El método empleado para debilitar y destruir las agrupaciones
políticas existentes consiste en inocularles ideas disolventes de una
potencia de destrucción cuidadosamente dosificada y progresiva, que ya
desde el liberalismo al radicalismo, del socialismo al comunismo, llegando hasta
la anarquía, como una reductio ad absurdum de los principios igualitarios.
Durante este tiempo los judíos permanecerán al abrigo de estas
doctrinas corrosivas. Nosotros predicaremos el liberalismo a los gentiles, pero,
por otra parte mantenemos nuestra nación bajo un dominio absoluto. Del
fondo del abismo de anarquía donde el mundo se habrá precipitado
y como respuesta a las lamentaciones de la humanidad enloquecida, sólo
obtendrá la lógica fría, sabia e intratable de un Gobierno
del "rey de la raza de David" que aparecerá a su tiempo.
Quinto: Los dogmas políticos establecidos y desarrollados por la Europa
cristiana, la ciencia del hombre de Estado y del político demócrata,
se encuentran al mismo nivel respecto al desprecio que de ellos hacen los Sabios
de Sión. Para ellos, la ciencia del hombre de Estado es un arte secreto
de un orden superior, que no se adquiere más que por un entrenamiento
tradicional y que sólo se comunica a un reducido número de elegidos
en el secreto de algún santuario oculto. Los problemas políticos
no son de naturaleza como para ponerlos al alcance del vulgo; los únicos
que pueden comprenderlos son, como ya hemos dicho, los jefes que han dirigido
los asuntos durante varios siglos.
Sexto: Según esta concepción del arte político, las masas
son como rebaños, y los políticos que dirigen a los gentiles "advenedizos
salidos de la revuelta, incompetentes y ciegos"; son como muñecos
cuyos hilos están manejados por las manos ocultas de los Sabios de Sión.
Estos muñecos son, por lo general, gentes corrompidas y casi siempre
incapaces, que ceden fácilmente a los halagos o a las amenazas y se someten
por miedo al chantaje y trabajan en beneficio de la dominación judía
sin darse la menor cuenta de ello.
Séptimo: La prensa, el teatro, la bolsa, la ciencia, las leyes mismas,
se encuentran también en las manos de los que acaparan el oro. Disponen
de medios para que se produzca una confusión, un caos en la opinión
pública, la desmoralización de las juventudes, el estímulo
del vicio en los adultos y, en caso necesario, sabrán hacer prosperar
entre los gentiles, en vez de las aspiraciones idealistas de la civilización
cristiana, la codicia del dinero y acrecentar en ellos el escepticismo materialista
y el cínico apetito del placer."
El artículo transcrito, por su mensaje y por el medio impreso en el que
fue divulgado, de gran prestigio, surtió un efecto expansivo sin precedentes.
Tan solo doce días más tarde Urbain Gohier, lector asiduo de publicaciones
anglosajonas, insertó un resumen del libro y de los comentarios del Times
en la revista La Vieille France (7), siendo su resumen citado el 28 de Enero
de 1921, por Leon Daudet, quien en L'Action Française recomendaría
la lectura, divulgación y el estudio detenido y atento de la versión
francesa de los Protocolos publicada por el propio Gohier.
También en Alemania se vierten y difunden por Gottfried zue Beek ?cuyo
nombre era Ludwig Müller von Hausen? con el título de Los secretos
de los Sabios de Sión. Y más tarde, en 1924, un clásico
de esta literatura, Thedor Fritsch, presentaba su versión como los Protocolos
Sionistas. El panorama mundial secreto, datado en Leipzig por la Hammer Verlag.
En Estados Unidos el primer ejemplar impreso en su territorio fue la edición
de Boris Brasol, de 1920 en Boston, con el título The Protocols and World
Revolution ?los Protocolos y la Revolución Mundial. Ese mismo año
aparecía otra edición en Nueva York bajo la realización
de H. A. Houghton.
Pero la de más renombre fue la presentada por Monseñor Ernest
Jouin, prelado de Su Santidad y párroco de Saint Agustín de Paris,
editada en la Revista Internacional de las Sociedades Secretas, iniciada en
1920 en su volumen I y continuada en 1922 en el volumen IV, donde efectúa
un estudio pormenorizado del contenido de las Actas, con aportaciones históricas
y doctrinales de gran valor.
En Italia el gran propulsor del libro fue Giovanni Preziosi, y en 1937 salía
una edición prologada por el filósofo Julius Evola como documento
antológico.
Con la cuestión Palestina, los Protocolos comenzaron a circular por el
mundo árabe en el que los propios Jefes de Estado y de Gobierno ofrecían
a sus visitantes ilustres ejemplares del Documento, como nos cuenta el periodista
Karanjia en la entrevista que realizó al Presidente Nasser de Egipto
para el periódico hindú en lengua inglesa Blitz. Cuando en un
determinado momento de la conversación Nasser le preguntó "si
conocía el libro de los Protocolos de los Sabios de Sión",
y ante la respuesta negativa del redactor, añadió el Presidente:
"es indispensable que usted lo lea. Le voy a regalar un ejemplar".
También ha trascendido el gesto del rey Faisal de Arabia Saudita cuando
el 29 de Enero de 1974, en Riyad en una visita del Ministro de Asuntos Exteriores
francés Michel Jobert, le ofreció a éste un ejemplar de
los Protocolos, repitiendo esta ofrenda dos semanas más tarde con el
italiano Aldo Moro el 13 de Febrero de 1974. También el coronel Gadafi
acostumbra a obsequiar ejemplares de este libro a sus huéspedes y visitantes.
EL CONTENIDO ESQUEMÁTICO DE LAS ACTAS
En resumen, los Protocolos suponen una denuncia del sionismo político
de Teodoro Herzl, del sionismo cultural de A. Ginzberg y del sionismo económico
bajo la rúbrica común del "mundialismo" y del "internacionalismo
judío".Como es obvio, los autores no se identifican y sí,
en cambio, los objetivos o víctimas sobre quienes va a ceñirse
la conspiración, a los que se nombra como goym ?los no judíos?
y como agentur ?las agencias y entidades que serán utilizadas en su interés
por los Sabios de Sión.
El conocido hebraista ruso Alexis Simeonovich Chimakov no dudaba en afirmar
que los Protocolos reproducen, con una exactitud inimitable, los rasgos específicos
del espíritu judaico.
Los métodos y sistemas para llevar a cabo esa hipotética conspiración
podemos sintetizarlos, en una breve sinopsis, en los siguientes principios:
a) De orden religioso:
? Ataque a la religión cristiana hasta borrar el concepto de Dios de
su mente.
? Destrucción de las profesiones de fe para producir ateos.
? Inocular disidencias en las religiones.
? Fomentar el libre pensamiento, el escepticismo, los cismas, las discusiones
religiosas, el desprecio a las jerarquías eclesiásticas, ridiculizar
sus hábitos, etc.
- Desacreditar al clero ante los fieles para disminuir su influencia, disminuyendo
su prestigio.
? Aniquilar la corte pontificia. Infiltrarse en el Vaticano para destruir el
poder papal.
? El Rey de los judíos será el verdadero Papa Universal.
? Supresión de los Estados cristianos.
? No atacar abiertamente a la Iglesia, sino criticarla.
b) De orden político:
? Usar todos los medios posibles de fuerza y de hipocresía.
? La política nada tiene que ver con la moral
? En política sólo triunfa la fuerza pura.
? La honestidad y la sinceridad resultan vicios en política.
? Para hacer oposición es necesario el dinero, que nosotros controlamos.
? Moisés nos ha impuesto el deber de subyugar a todas las naciones
- El Poder del voto ha sido el medio con que nos hemos colocado sobre los tronos.
? Bajo nuestros auspicios, la plebe destruirá a la aristocracia.
? Nuestra prensa dominará a los gobiernos y les denunciará sin
escrúpulos para desacreditarlos.
? Se dará la paz al mundo sólo si acata nuestras leyes.
? Distraer al público con fraseología insensata que parezca progresista
o liberal.
? Organización de instituciones cuyos miembros demostrarán y elogiarán
sus contribuciones al progreso.
c) En el orden moral.
? El fin justifica los medios.
? Debemos atender lo que nos sea necesario y ventajoso, antes de lo que sea
bueno y moral.
? No hay que retroceder ante la corrupción, el engaño o la traición
si sirven para el triunfo de nuestra causa.
? Contra el enemigo no es inmoral valerse de todos los medios para vencerlo.
? El número de víctimas no es importante para la consecución
de nuestra causa.
? Tenemos una ambición sin límites, una codicia devoradora, un
despiadado deseo de venganza y un odio acumulado.
d) En el orden humano:
? Nosotros poseemos todo el oro del mundo.
? Todos los gentiles están uncidos a nuestro carro.
? Jamás permitiremos a los gentiles participar de ningún modo
en nuestro poder.
- El proletariado no recibirá más que migajas, como recompensa
para que dé el voto a nuestros agentes.
? El derecho reside en la fuerza.
? Todos tenemos que morir. Es preferible anticipar la muerte de quienes obstaculizan
nuestra causa.
e) En el orden de la soberbia
racial:
? El Judío o Jehová son el mismo y único ser. El hebreo
es el dios viviente, el dios encarnado. Los otros hombres sólo existen
para servir al hebreo, son pequeñas bestias.
? Nosotros somos los elegidos de Dios. Somos invulnerables.
f) En el orden de la libertad:
? La libertad es el derecho de hacer lo que la ley permite y sólo permitirá
lo que nos plazca.
? El significado abstracto de la palabra "libertad" nos permitirá
convencer a las turbas de que el Gobierno representa a la Nación.
CONTROVERSIAS
Qué duda cabe de que la publicación del enunciado de estos principios
de subversión mundial tenia que provocar reacciones y desmentidos, siendo
varios los análisis históricos que, patrocinados por determinadas
organizaciones judías, han tratado de desmitificar la autenticidad y
el origen de los Protocolos, pretendiendo demostrar que son un montaje que atribuyen
a la policía secreta del Zar ?la Okrana? y que el autor no es otro que
el propio Pedro Ivanovitch Ratchkovsky, por todo lo cual, en su conjunto, estamos
ante una falsificación apócrifa.
Si antes se hacia alusión a que fue el diario Times, de manera inconsciente,
la caja de resonancia en 1920 del gran éxito de Las Sesiones de los Sabios
de Sión, inmediatamente se trató de enmendar el error cambiando
el rotativo ?en 1921? de dueño y convirtiéndose en nuevo propietario
el judío Hammsworth, quien, habiendo tomado posesión del diario
en Agosto y no habiendo transcurrido ni siquiera quince días desde la
transmisión de poderes con gran alarde tipográfico publicó
una terna de artículos durante los días 16, 17 y 18 de Agosto
escritos por su corresponsal en Constantinopla, afirmando que los Protocolos
eran un fraude y un plagio de un libro titulado Diálogo en los infiernos
entre Maquiavelo y Montesquieu, escrito por un francés llamado Maurice
Joly y que se publicó en Bruselas en 1864, libelo cuyo fondo era el ataque
despiadado contra Napoleón II, el Aguilucho.
No hay duda de que algunas citas parecen extrapolaciones del citado texto, pero
más tarde, en medio de la polémica suscitada, se vino a saber
(8) que tras el seudónimo de Maurice Joly se escondía el funcionario
del Estado francés de origen judío Mosé Joel, nacido en
1831 y amigo íntimo de Adolfo Israel Cremieux, fundador de la Alianza
Israelita Universal. Joly o Joel tuvo una militancia comunista, lo que le llevó
a ser encarcelado y condenado durante dos años y su vida acabó
en 1878 en suicidio. A sus exequias acudió el Primer Ministro de Francia,
Gambetta, que le dedicó una apologética oración fúnebre.
Los detractores de los Protocolos ven en el texto un simple escrito antisemita,
un libelo vinculado con tramas policiales o bien un documento antropológico
de creencias demoníacas o satánicas propias del inconsciente.
La ocasión para el golpe final a los Protocolos se presentó en
1934, en Suiza, cuando la Asociación de Comunidades Judías de
Suiza y la Comunidad Israelita de Berna instaron un proceso contra el prestigioso
arquitecto y redactor del periódico Eidgenosse Theodoro Fischer y contra
el músico Silvio Schnell. Al primero por haber publicado y al segundo
por la distribución y venta de los Protocolos, basándose en las
sanciones que el articulo 14 de la ley cantonal preveía contra la Schundliteratur
?término ambiguo que se refiere a la mercancía averiada? al afirmar
los demandantes judíos que el documento era falso y que su contenido
hacia odiosos a los judíos.
El juez de instancia fue Walter Meyer. El abogado de la acusación, por
parte de las Comunidades Judías que actuó, fue Georges Brunschwig.
Los abogados defensores de los inculpados, los letrados Ursprung y Ruef. El
fallo fue, en primera instancia, condenatorio y la sentencia llevaba fecha de
14 de Mayo de 1935. Los condenados apelaron conforme a la falsificación
detectada en las actas del proceso, en la existencia de oficiales actuantes
que no estaban habilitados, violando las más elementales normas de garantía
del procedimiento, la falta de firmas en los testimonios prestados por varios
testigos de la acusación, en la falta de legalización de documentos
aportados de origen extranjero, en las contradicciones de ciertas traducciones
y, finalmente, en que los Protocolos no eran literatura ni inmoral, ni pornográfica,
que es lo que sancionaba la norma invocada de contrario.
El Presidente del Tribunal de casación de Berna, Peter, apreció
las irregularidades en el procedimiento cometidas por el juez Meyer y dejó
patente que no estaba en causa la cuestión de la autenticidad de los
Protocolos, sino solamente su inmoralidad o si constituía un elemento
de subversión, por lo que, anulando la sentencia condenatoria, estimó
que no eran inmorales según la ley Suiza, que no incitaban al crimen
y que al tratarse de un escrito político cabía de regir el principio
de la libertad de expresión. Esta sentencia inapelable se dictó
el 27 de Octubre de 1937, declarándose expresamente que "los acusados
no pueden ser condenados en base a esta ley".
Hasta la fecha ningún tribunal del mundo se ha pronunciado sobre la declaración
de falsedad de los Protocolos, lo que no ha sido inconveniente para que en Francia
se haya inculpado y sancionado a Christian Ricard el 25 de Abril de 1991 por
"haber puesto a la venta y, distribuido o hecho circular los Protocolos"
?se referían a la reedición de Rodez que lleva fecha de emisión
1990?; o que en Suiza se instase la retirada del Stand de Irán de la
Feria del Libro de Ginebra, celebrada del 11 al 15 de Mayo de 1988, de sendas
ediciones en francés e inglés que tenían en sus vitrinas,
solicitando la organización judía denominada LICRA a las autoridades
del Salón que se prohibiera su exposición o difusión, invocando
para ello el articulo 28 del Código Civil Suizo relativo a la protección
de las personas. Otra acción, en el mismo sentido, se llevó a
cabo en Suecia contra el locutor y periodista radiofónico, fundador de
radio Islam, Shaikh Ahmed Rami quien sufrió una condena el 14 de Noviembre
de 1989 de seis meses de arresto al citar y propagar el contenido de los Protocolos
de los Sabios de Sión.
LAS PROFECÍAS ANUNCIADAS
Existe una forma infalible de anunciar las PROFECÍAS con inexorable cumplimiento
y es la programación de las previsiones para que se realicen. Cuando
uno establece un pronóstico y elimina todos los riesgos de incertidumbre
el acierto es pleno. Si alguien elabora un plan y pone todos los medios para
que se materialice a la perfección, al final, lo que comenzó siendo
un proyecto, se transforma en palpable realidad.
¿Qué profecías se anunciaban en los Protocolos que se han
ido verificando en el transcurso del tiempo?
Solo a título enunciativo y sin intención de agotar exhaustivamente
los vaticinios, podemos establecer la siguiente clasificación temática:
1) Hechos de carácter histórico:
-La Primera y la Segunda Guerra Mundial.
-La desaparición de casas reales reinantes y la eliminación de
la importancia de la nobleza.
-La implantación del comunismo. Primero en Rusia y luego en media humanidad.
-Las guerras económicas
-La inestabilidad de las constituciones.
-Los linchamientos legales de políticos.
-El centralismo administrativo.
-La multiplicidad de los Partidos políticos.
-La tendencia hacia el Gobierno Mundial (ONU).
-La eclosión de China y Japón como potencias de primer rango.
-El encumbramiento de gobernantes ineptos.
-La instalación del terrorismo en la vida diaria de los pueblos.
-La crispación y hostilidad entre gobernantes y gobernados
-El sufragio universal.
-La corrupción de la llamada clase política.
-El control de la medicina por el Estado.
-La pugna entre regionalismos y centralismos.
- Los cambios frecuentes de gobierno en Europa.
- La creación de una política internacional dirigida.
-La falsificación de la Historia.
-La corrupción jurídica.
-La proliferación de los magnicidios.
-La provocación en masa a los adversarios políticos.
-Los arrestos políticos.
-El desprestigio personal de los líderes políticos.
2) Hechos de carácter
económico:
-La generalización de las huelgas.
-La crisis financiera de 1929.
-La lucha de clases.
-La consagración de la nueva ciencia económica.
-La prepotencia del Trust y los monopolios.
-La especulación del suelo.
-La "carrera de armamentos".
-La sumisión de los millonarios a los intereses sionistas.
-El aumento progresivo de la burocracia estatal.
-El progresivo hundimiento de las monedas nacionales.
-El mantenimiento del patrón oro.
-La aparición fáctica de una moneda mundial (el dólar).
-El progresivo impuesto sobre herencias.
-La desaparición progresiva de la moneda por los cheques, tarjetas de
crédito, etc.
-La escandalosa legislación sobre sociedades anónimas.
3) Hechos de carácter
social
-El auge del alcoholismo, la delincuencia juvenil y la educación sexual
de la juventud.
-El crecimiento inmenso del poder de los medios de comunicación.
-La supresión de la pena de muerte.
-El desarme moral.
-La manipulación de la opinión pública.
-El control judío del mundo del espectáculo.
-El antisemitismo táctico judío.
-La corrupción de la juventud.
-La progresiva desaparición de la familia.
-El control estatal de la educación.
-Las asociaciones de prensa y la titulación de los informadores.
-La legalización del secreto profesional de los periodistas.
-El auge de los juegos de azar.
-La explosión del deporte profesional.
-El aumento de la prostitución ?legal o no.
-La legalización del aborto.
4) Hechos de carácter
cultural
-Las modas del darwinismo.
-Las leyes antilibelo.
-La penalización de la difamación para coartar la libertad de
expresión.
-La literatura y el arte "modernos".
FALSEDAD O AUTENTICIDAD
¿Respecto a que pueden ser falsos los Protocolos? Se podrá discutir
su origen pero no los hechos que, como decía Pascal, son tozudos, indiscutibles
por definición y no precisan de demostración. Aunque un Tribunal
o la Corte Superior de Justicia de la Humanidad, si la hubiere, declarase su
falsedad, no podrían negar la autenticidad de la evidencia de los hechos,
contra los que no se pueden oponer argumentos.
Se han presentado como pruebas de su autenticidad, entre otras, las siguientes:
a) Las reacciones judías de hostilidad contra el documento o presuntas
actas del Congreso Sionista de Basilea de 1897. Monseñor Jouin apuntaba
que los judíos han emprendido contra los Protocolos una doble maniobra:
suprimirlos o denunciarlos como falsos. Urbain Gohier recordaba el episodio
protagonizado por Kerensky en 1917, mandando destruir "todos los ejemplares
en Petrogrado y Moscú", mientras que Leslie Fry (pseudónimo
de la señora Chichmarev) tenia que oponer contundentes argumentos a la
declaración de falsedad lanzada por las organizaciones judías.
b) Son abundantes las pruebas testimoniales de judíos que han expresado
su convicción de que los Protocolos eran auténticos. Como la del
escritor judío austríaco Arthur Trebitch (9), o de Marcus Elie
Ravage, así como también la manifestación del escritor
de origen hebreo René Groos (10), o la de Jean Drault para quien los
"Protocolos eran el Talmud adaptado a las circunstancias actuales".
c) Otra prueba de su autenticidad ha sido esgrimida como el sello de fábrica,
como decía Julius Evola en 1953. que continuaba viendo en los Protocolos
una marca judía en el documento, por lo que "se podría decir
sin esfuerzo que, aunque los Protocolos fueran falsos y sus autores agentes
provocadores, en ellos se reflejan ideas típicas de la ley y el espíritu
de Israel" (11).
d) La fuerza mayor de su autenticidad es la potencia profética o el valor
predictivo del documento. La Historia como plan. La serie de hechos sobrevenidos
y previamente vaticinados no pueden ser fortuitos ni meras casualidades. Esta
es la prueba inequívoca de que una mano oculta dirige. Por eso Evola
consideraba a los Protocolos en cuanto "valor del documento como hipótesis
de trabajo, incuestionable" (12). O como apostillaba Fry, dado su carácter
de evidencia, por lo que aun cuando no fueran auténticos nadie podría
negar su veracidad.
La cuestión de la autenticidad, en este supuesto, pasa a segundo plano
al confrontar los hechos. Con lo que está escrito en los Protocolos.
y al verificar su concordancia, excluida la casualidad para admitir de plano
la causalidad premeditada, por lo que la disyuntiva es: o su autor era un verdadero
profeta o, si no lo era, los Protocolos son auténticos. Los hechos demuestran
su verdad,
Sea como fuere, el autor de este articulo no afirma ni niega nada. Simplemente
expone y se une al punto y final de la versión española de este
libro, del Duque de la Victoria, al rememorar (13) el adagio que dice: "se
noné vero, é ben trovato".
José Luis Jerez Riesco
NOTAS:
1) Giovanni Preziosi fue director del periódico Mezzogiorno de Nápoles
y Roma, así como director de la Revista La Vita Italiana y autor de numerosísimos
libros y ensayos.
2) L´Internazionale Ebraica: I Protocolli del Savi Anziani di Sion. Roma
1938.
3) Presentación que hacía de los Protocolos Gottfried zur Beek
(Ludwig Müller), primer editor de la obra en lengua alemana. El libro lo
titulaba Los Secretos de Sión, Charlotenburg. Verlag auf Vorposten. Diciembre
de 1919.
(4) León de Poncins, Ediciones Bossard, 1932
(5) René Guénon, Compte Rendu. Estudios tradicionales. Paris Enero
1938.
(6) Joaquín Bochaca Oriol, Los Protocolos de los Sabios de Sión.
Editorial Solar? Bogotá (Colombia), 1990. pág, 1
7) Protocolos: Actas de las Reuniones secretas de los Sabios de Israel. Edición
La Vieille France 1920. Introducción y epílogo de Urbain Gohier.
(8) Investigaciones realizadas por W. Creutz en 1934 y por Beek, y Actas contradictorias
del proceso de Berna (Suiza), de 1934 a 1937.
9) RISS nº 19, del 1 de Noviembre de 1938. Págs, 601?606.
10) René Gross. Le Nouveau Mercure. Paris, 1 de Mayo de 1922. Págs.
11?24.
11) Julius Evola, Los hombres en medio de las ruinas, 1953. Pág. 189
de la Edición de Pardés, de 1984.
12) Julius Evola, op. cit. Pág. 87.
13) Ediciones FAX, Los Protocolos de los Sabios de Sión. Traducción
del Duque de la Victoria. Séptima Edición. Madrid. Pág.6.
LOS PROTOCOLOS: MISTERIO
DE SU ORIGEN
Los Protocolos vieron la luz por primera vez, publicados por entregas, bajo
el epígrafe: "Programa judío de la conquista del mundo",
en el diario de San Petersburgo Znamie? El Estandarte que dirigía P.
A. Krouchevan, iniciándose la inserción el 26 de Agosto de 1903
y finalizando la serie de capítulos de la edición abreviada el
7 de Septiembre de aquel mismo año. Su texto se reprodujo más
tarde en 1905 en un pequeño folleto con el título de El origen
de nuestros males.
La aparición en un periódico local y, posteriormente, la recopilación
en un folleto de escasa tirada en la ciudad de San Petersburgo, pasó
prácticamente inadvertida. Mayor eco tuvo la inclusión íntegra
del documento, tal como se nos ha dado a conocer, formando parte o integrando
el capítulo XII del libro de Serge Alexandrovitch Nilus titulado Lo grande
en lo pequeño, el Anticristo como posibilidad política inminente.
Escritos de un ortodoxo, que ya había sido publicado en su edición
príncipe en 1901 ?en la que aún no contenía la versión
de los Protocolos, los cuales fueron agregados como capítulo independiente
en la segunda edición de 1905, impresa en Tsarkoie Selo ? una localidad
que servía de residencia imperial a los zares, cercana a San Petersburgo.
Contenía las 24 sesiones o Actas atribuidas a los Sabios de Sión.
Y así quedaría como parte integrante de su libro en las sucesivas
reediciones de 1911, 1912 y 1917.
En Enero de 1906 y con el título de Los enemigos del género humano,
la imprenta de la Institución de Sordomudos de San Petersburgo reeditaba,
con un prólogo explicativo de Georges Vassilievitch Boutmi, un nuevo
folleto con el texto de los Protocolos que fue distribuido por la organización
Unión del Pueblo Ruso. Su contenido se dividía en XXVII sesiones.
Era el mismo original de Znamia (El Estandarte) con pequeñas variantes
de matiz.
El manuscrito, de hojas amarillentas y un borrón de tinta en la cubierta,
estaba en poder de Serge A. Nilus según el testimonio de Alaxandre du
Chayla (1) recogido en la revista La Tribune Juive en su número 72, del
14 de Mayo de 1921. Chayla, oficial cosaco de origen francés, se había
entrevistado con Nilus en 1909 durante su retiro en el monasterio Optina Poustyne,
donde se recluyó para estudiar la vida monástica de la Iglesia
Rusa en su interior, reincorporándose posteriormente a la vida de la
milicia, en la que llegaría a formar parte del Estado Mayor del Ejército
de del Don hasta 1921, momento en el que, después de la evacuación
de Crimea, pudo llegar a Lyon, vía Constantinopla.
Nilus le fue presentado por el prior del monasterio, el archimandrita Xenophon,
al que conocía por residir en las proximidades del recinto religioso.
En 1909 tenía Nilus cuarenta y cinco años; era un hombre alto,
fuerte, con barba canosa y ojos azules y penetrantes. Su familia era de origen
escandinavo, de Suecia, que se había Instalado en Rusia en tiempos de
Pedro I. Había estudiado la carrera de Leyes en Moscú y hablaba
correctamente varios idiomas, entra ellos el francés, el Inglés
y el alemán. Conocía a fondo la literatura europea y era un lector
empedernido de manuales de filosofía. Había recorrido Europa como
observador y viajero llegando hasta Biarritz. En 1900 ingresó como monje
para entregarse a una vida mística y espiritual, llegando a ser confesor
del emperador. Contrajo matrimonio con Helena Alexandrovna Ozerova ?antigua
dama de honor de la emperatriz Alejandra? hija del Presidente de la Corte de
Justicia y antiguo embajador de Rusia en Grecia.
Desde 1907 vivía en la hospedería del Monasterio de Optina Poustyne
con su esposa y su Institutriz Natalia Afanassievna Komarovsky. En 1918 se encontraba
en Kiev y después de la caída de Hetman se marchó a vivir
a Alemania, muriendo en Polonia en 1929. Nilus era un hombre espartano, austero,
reflexivo, callado. Al consagrarse como religioso, peregrinó por los
más importantes monasterios de Rusia para poder acceder a sus bibliotecas,
donde incrementar su ya amplísima cultura; se alimentaba exclusivamente
de pan que él mismo bendecía.
Nilus había confesado a Chayla, cuando le mostró el original,
que el manuscrito no lo tenía consigo por temor a que le fuera sustraído
por los judíos, por lo que confiaba su guarda y custodia al monje Daniel
Bolotoff y, al morir éste, al hermano Alexis. En su libro explica cómo
el manuscrito le llegó por mediación de un mariscal de la nobleza
rusa llamado Nicolaevitch Soukhotina, a quien se lo había entregado Justina
Glinks ?hija de un general ruso?, quien a su vez lo había adquirido por
2.500 francos a un judío de la logia Mizraim. El mariscal Soukhotine
había dado una copia a Steponoff ?procurador del sagrado sínodo
de la Iglesia Ortodoxa de Moscú? y otra a Nilus, quien finalmente decidió
incorporarla a la segunda edición de su obra, en 1905.
El texto ha sido atribuido al propio Teodoro Herz1 ?padre del sionismo?, aunque
la opinión más extendida es que se debe a Asher Ginzberg, también
conocido como Achad?Ha?Am, prominente judío de Odessa al que su contemporáneos
denominaban como "rey de los judíos", y que fue uno de los
que indujeron a Lord Balfour en Noviembre de 1917 a prometerles formalmente
la creación de un "hogar nacional" para los judíos en
Palestina.
Asher Ginzberg era natural de Kiev, donde nació en 1856. Judío
cázaro, era hijo de un recaudador de impuestos. En Odessa organizó
una sociedad secreta llamada B'nai Moshe ?Los hijos de Moisés? Existen
testimonios que confirman la existencia de los protocolos en Odessa en idioma
yiddish, como el del propio Bernstein.
Las Actas que forman el cuerpo de los Protocolos fueron presentadas por Ginzberg
al congreso sionista celebrado en Basilea en 1898, al que acudieron, entre los
importantes, Herzl y Max Nordau. Las Actas se consideraron como materia secreta,
reservada y altamente confidencial. Pero a pesar de ello, fueron vendidas en
1905 al Jefe de Policía ruso en París, Ratchkovsky, por los rabinos
From ?que posteriormente sería asesinado, apareciendo su cadáver
flotando en el río Danubio? y Asev, que moriría también
asesinado en circunstancias nunca aclaradas. La Okhrana ?policía rusa?
pudo comprobar que el texto obtenido por mediación de Ratchkovsky ?también
eliminado de forma violenta? y que remitió inmediatamente a su jefe,
el general Kourloff, coincidía exactamente con los Protocolos editados
por Nilus, y que hacia ya tres años aparecieron reproducidos en el periódico
El Estandarte de San Petersburgo.
En Londres se encuentra registrado en la biblioteca del British Museum un ejemplar
ruso de Serge Nilus con el número 3926 d 17, que lleva sello de entrada
de 10 de Agosto de 1906. Se trata de un libro en octavo, de bella estampa, bien
encuadernado en cuero negro, con 417 páginas, de las que los protocolos
ocupan las páginas 305 a 417. Es decir, 112 páginas de la obra
cuyo título reza: Lo grande en lo pequeño o el Anticristo como
una posibilidad política inmediata (notas de un ortodoxo. 2ª edición
corregida y aumentada), Tsarkoie?Selo, 1905.
1) A. du Chayla, Serge Alejandrovitch
Nilus et los Protocols des sages de Sion 1909?1920. La Tribune Juive nº
72, del 14 de Mayo de 1921. Pág. 3