Las Palmas de Gran Canaria
La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria es la concentración urbana que alberga el mayor número de habitantes de todo el Archipiélago canario, extendiéndose por una superficie de unos 20 km2. En la llanura litoral se asienta la ciudad "oficial", acogiendo las funciones propiamente urbanas -comerciales, portuarias, administrativas y residenciales-, así como su casco histórico. Por el norte se extiende hasta una pequeña isla -La Isleta-, que acabó unida a Gran Canaria por un istmo arenoso completamente urbanizado.
Dominando esta llanura litoral, el antiguo acantilado costero -conocido como Los Riscos- presenta un fuerte desnivel y en sus laderas surgieron los suburbios históricos de San José, San Juan, San Bernardo y San Nicolás, populosos barrios de Escaleritas, Schamann, Guanarteme.
La parte más antigua de Las Palmas, correspondiente a su núcleo
fundacional, es conocido como barrio de Vegueta, en el que se localizan
algunos de los edificios más significativos de la ciudad, como laCatedral
de Santa Ana, la Casa-Museo Colón, el Ayuntamiento, el Palacio
Episcopal o un conjunto de mansiones construidas en distintas épocas, pero
que tienen en común la nobleza de su porte y la calidad de los materiales
constructivos. Posiblemente, sea el barrio histórico mejor conservado de toda
Canarias.
Al otro lado del Bco. de Guiniguada, hoy ocupada por una amplia avenida, se extiende el barrio de Triana, con un eminente carácter comercial y de negocios, organizado en torno a la vía peatonal del mismo nombre, que finaliza en el Parque de San Telmo. Hasta el siglo XIX éste fue el límite septentrional de la ciudad, encerrada dentro de un sistema defensivo en cuyo costado norte se situaba la muralla de Triana (hoy C/ de Bravo Murillo), y por el sur, la muralla de los Reyes (hoy, C/ Alonso Quintero y C/ Hernán Pérez).
Al norte de Triana se encuentra el barrio residencial y comercial de Arenales,
continuado con una zona de mayor calidad urbanística como es Ciudad-Jardín.
A partir de la construcción del Puerto de la Luz, se ocupa el istmo
arenoso de Guanarteme, conformando una trama urbana con gran vocación
portuaria y comercial, orientada a las instalaciones portuarias, mientras que
hacia el litoral occidental del istmo -ocupado por la célebre
Playa de las Canteras- se concentra la actividad turística y de ocio, con numerosos
negocios hoteleros, de restauración y locales nocturnos.
El ensanche hacia el mar del tramo comprendido entre Ciudad-Jardín y Vegueta, ocupando una extensa franja costera, que ha permitido mejorar las comunicaciones en la ciudad con el trazado de la Avenida Marítima.
Las Palmas de Gran Canaria su Historia
El origen de Las Palmas se remonta al campamento - Real de Las Palmas- que estableció Juan Rejón en la desembocadura del Bco. de Guiniguada en 1478, en torno a la ermita de San Antonio Abad y ubicado en una colina que dominaba la costa y el valle.
Finalizada la conquista, el primitivo asentamiento comenzó a extenderse por ambas márgenes del Guiniguada, configurándose los barrios históricos de Vegueta y Triana. El primero dotado de un carácter señorial, al ser residencia del gobernador y de la aristocracia conquistadora, que recibe las mejores tierras de los repartimientos. El segundo, más popular y comercial, concentra a los extranjeros dedicados a actividades comerciales y financieras.
En 1599 la ciudad sufrió los devastadores efectos del ataque de la armada holandesa de Van der Doez, que saqueó e incendió los principales edificios y obligó a un proceso de reconstrucción de la urbe, que se prolongaría hasta 1650. La llegada de obreros y maestros de todos los oficios, que se ocuparon de reforzar las fortificaciones o de levantar nuevos edificios religiosos y civiles, así como la afluencia de inmigrantes que huyen de los duros episodios de hambre en Fuerteventura y Lanzarote, propiciarán un crecimiento demográfico considerable y la aparición de los arrabales históricos, que ascienden por el antiguo cantil costero conocido como Los Riscos. En 1769, es la ciudad más poblada del Archipiélago con 9 mil habitantes.
Los beneficios que los grandes propietarios agrícolas obtienen de los excedentes de cereal, exportados a las islas productoras de vino, son -en parte- invertidos en el proceso de renovación urbana de Las Palmas. Reformas interiores, edificios de nueva planta, reparación de edificios públicos como la cárcel, el mercado o las casas consistoriales, son completados con el establecimiento de una red de alcantarillado, la canalización del Guiniguada y la implantación de agua corriente en toda la ciudad.
Desde esta fecha se proyecta la construcción de un muelle en la caleta de San Telmo, ocupada actualmente por el parque del mismo nombre, proyecto que fue desechado ante la alternativa de desarrollar el precario muelle de La Luz, declarado en 1882 puerto de refugio de interés nacional, gracias a las gestiones de Fernando León y Castillo. La construcción del puerto, vinculado al incremento del tráfico marítimo, constituyó un importante revulsivo económico y social para la ciudad, que se vio favorecida, además, por la innovación tecnológica en la navegación marítima con la aparición del vapor. Las Palmas se convierte así en un punto idóneo de abastecimiento de combustible y de exportación, gracias a la favorable coyuntura exportadora del plátano. De este modo, la mayor parte de las compañías inglesas establecieron en el Puerto de la Luz estaciones de carbón, varaderos, pequeños astilleros y consignatarias de buques.
Paralelamente al desarrollo portuario, se derriban las murallas de Triana y crecen hacia el norte las zonas urbanas conocidas como Huertas de Triana y Arenales, construyéndose la carretera hasta la bahía de la Luz, con un intento de urbanización -sin éxito- impulsado por el Ayuntamiento. El ámbito del puerto permaneció deshabitado hasta 1880.
En las primeras décadas del siglo XX el crecimiento de la ciudad se realiza a expensas de dicha carretera y de la línea paralela de tranvía, electrificada en 1910. Las Canteras, Alcaravaneras, Santa Catalina, Ciudad-Jardín y La Isleta son los sectores donde se amplió el espacio urbano, acogiendo a grupos de población muy diversos. La burguesía mercantil local se asienta en Ciudad-Jardín, mientras que la población británica, vinculada a negocios de exportación y al incipiente turismo, lo hace en Santa Catalina y en Las Canteras. La marginalidad de los grupos desposeídos y de los inmigrantes sin recursos, se manifestó en los primeros alojamientos de La Isleta, que en 1920 contaba con 20 mil personas.
En 1917, durante la Dictadura de Primo de Rivera, Las Palmas logra una de sus máximas aspiraciones políticas, como fue la división de la provincia única de Canarias en dos entidades provinciales, pasando a detentar la capitalidad de la provincia oriental. Se colmaban así las demandas de la burguesía grancanaria, sumida en un agrio pleito con su homóloga tinerfeña.
En las décadas siguientes, entre 1920 y 1950, se asiste al gran despegue demográfico de la ciudad, motivado por el incremento del movimiento portuario, la actividad constructiva creciente y las obras públicas. Ocupada la llanura litoral, la ciudad se expande hacia los lomos y colinas que la bordean, surgiendo barriadas como Escaleritas, Schamann, Guanarteme y otros enclaves.
|