AUN

 Aún quedan nuestras cosas,

  están en el tiempo,

  en  la brisa los aromas,

  Todo está ahí,

  sin romper los días.

  Calladas, solitarias,

  no dicen nada.

  Y pueden deshacer

  la angustia,

  que  provoca la nostalgia..

 AUTORA: RAMONA YANES.

 

 

ALAMO

 

No sabía que la vida era

manantial de risa, pena

e ilusión.

Los ojos inocentes

al arrullo;

la cabeza reclinada

al aroma;

ese aroma que sólo

se percibe sí estás

cerca de la piel amada

y comprensiva.

No sabía que la vida

era corta,

ni que las noches

terminaban.

La quietud poblaba

mi conciencia,

y elevaba mi inquietud.

Luego, vi que había

álamos blancos, endrinos,

temblorosos y alargados,

que los sueños se terminan

alimentando tal vez

la desdicha que solapada

irrumpe.

No sabía que las hojas

se van con el viento;

ni que la ternura

no es eterna,

y acaso tú envejecerías.

Hay más que quisiera decir,

eso es cierto,

pero todo acaba,

eso también lo es,

aunque sólo quede

la sombra del álamo.    

AUTORA: RAMONA YANES.

 

 

EL REGRESO

  Un día Justín, pensó que podía ser de mayor. .Miraba los prados

  verde y floridos, desde el ventanal. Se dijo que ya tenía 18 años

  y era hora de cambiar de aires..

  Había mandado una de sus mejores fotos a una agencia de

  Publicidad, tenía en mente ser alguien en la vida.

  Deshizo su larga trenza absorta, negros cabellos ondulados

  Cubrían su espalda, se enlazó la gomilla en la muñeca a modo

  De pulsera, acarició su melena y pensó que era bella. Sus ojos

  Como luceros destacaban en su bien formado ovalo. Tenía unos

  unos carnosos labios y una bella hilera de dientes, blancos como

  perlas.

  No era una niña, lo sabía, pero tampoco vieja. Su madre

  Siempre decía lo mismo: ¡ Justín, ya es hora de que te pongas no-

  via, yo a tu edad, ya me había casado con tu padre, y venías de

  camino.

-Madre-respondía esta. Sabes, yo no me quiero casar, de mayor quiero 

  ser famosa.

_¿De mayor?-dijo su madre-con cuantos años,¿30,40,50?No sabes lo que

  dices hija mía.

.A lo único que podemos aspirar las mujeres es a casarnos,

dijo doña Lupe.

  _Yo no,-replicó Justín, en tono de enojo.

  _Y,¿qué vas a hacer?-volvió a interrogar doña Lupe a su hija.

  _Ya lo verás,-respondió esta toda gozosa.

  _Vamos, niña, que estás en las nubes. ¿Es qué va a venir un prin-

  cipe a por ti?

  _Nada de príncipes, madre. Me llamarán, estoy segura-dijo Justín

  muy complacida.

  _Bueno, bueno, si que tiene fantasías mi niña.

  Justín, siguió soñando.

  _Madre,¿ha habido carta para mí?

  _No hija, hoy tampoco. Ya te lo decía yo que era una tontería. Cuan-

  do yo tenía tu edad, soñaba como tú, esperaba un príncipe que me lle-

  vará con él, pero ya ves el único príncipe   que conocí fue a  tu padre,

  ,que en paz descanse. Los años te hacen comprender que la fantasía es

  muy bonita pero sólo eso. La realidad es muy diferente-dijo doña Lupe

  con una mirada de amor hacía Justín.

  _¿Sabes hija?La vida es corta y la juventud mucho más, dura tampoco que

  cuando te quieres dar cuenta, ya se ha ido y esa ya no vuelve. Es como

  cuando uno se muere. Se acabó.

  Madre,!qué cosas dices! ¿Me quieres desanimar o qué?

  _Nada de eso. Lo que intento es de que no sufras, nada más que eso

  ,cariño. La ilusión es muy hermosa, tiene alas que vuelan y vuelan,

  ,pero la vida es otra cosa, te lo digo por experiencia.

  -Ya lo sé que la tienes- respondió Justín a su progenitora, pero ca-

  sarse no es lo mío.

  _Pues tus amigas ya festejan, ya.

  _Pero no me va,¿qué pretendes?¿Qué sea cómo ellas? Ser un ama de casa

  paciente con el delantal todo el día puesto-dijo Justin, alisándose el

  cabello.

  _Y, ¿si no te va bien en la capital? El fracaso es muy duro, hija mía.

  No sólo la vergüenza que pasarías, sino lo que te quedaría por dentro,

  Sería muy amargo.

  ¿Sabes Justin, qué hay mucha gente para tan poca gloria?

  _Sí, respondió ésta-pero puede que la poca que haya sea para mí.

  No olvides madre que quien la sigue la consigue...

  _Allá tú, querida-suspiró doña Lupe quedándose tan pancha.

  _Justin, ahí tienes una carta-dijo doña Lupe, sin darle la mayor im-

  portancia.

  !No me digas madre que ha llegado!!a ver, a ver!

  -Tranquila hija, y come primero. Ya tendrás tiempo de leerla.

  _!De eso nada!!Ahora mismo la leo!¿Tú crees madre que podría comer sin

  leerla?

  _Bueno, allá tú si prefieres llevarte un disgusto y que se te quiten las ganas...

  Justin, acarició el sobre blanco y suspiró. Luego, sentándose despacio y

  Con dedos temblorosos rasgó el sobre. Abrió y sacó una cuartilla  blanca

  que apenas ponía nada.

  "Señorita Justin Abreu: me es grato comunicarle que ha sido seleccionada

  para la prueba de fotogenia. Presentarse el próximo día 15 de Octubre a

  las cinco de la tarde, en la calle : Acacias, 20, 1º, 2ª

Doña Lupe interrogó a su hija._¡Qué dice la dichosa carta? Esta ensimis-

  mada respondió. _1Qué me presente madre!

_¡A dónde hija, te tienes que presentar?

  -Pues a la dirección que pone aquí. Justin, le leyó a su madre su contenido.

  _!Pues sí que se expresan bien estos señores! Pero si apenas dicen nada...

  _Y, ¿qué quieres que digan más? Ya lo pone, que me presente. Yo creo que

   es suficiente, ¿ no crees?

  Doña Lupe se fue a la cocina. Justin, sintió que estaba en una nube, ¡Por fin!

  se dijo.!Podré ir a la capital y probar suerte en lo que me gusta!

  Mientras comían Justin le dijo a su madre:!Madre! Mañana iré, ¿ me oyes?

Doña Lupe sonriendo dijo:_¿Mañana? Pero si el día 15 no es todavía no te

has dado cuenta que estamos a diez?

-!Anda!!Sí que es verdad!

  -Ya lo digo para mí, esta chica va a perder la cabeza con estas cosas. Seré-

nate, que en la vida hay tiempo para todo.

  Justin, no pudo dormir en toda la noche. Había estado dándole vueltas a la

  Cabeza, se decía, “tendré suerte, no tendré”

  Doña Lupe desde la cocina llamó.-Justin, ven a desayunar.

  _Madre, sino tengo hambre, respondió ésta.

  -Es igual-dijo su madre, tienes que comer. ¿Cómo quieres estar presentable

  si no comes?

No te alborotes tanto que parece que te vas a casar. Así de contenta esta-

ba yo, y ya ves todo se acaba. Tu pobre padre que en gloria esté, ya me

lo dijo:

"Lupe,!ves que felices somos! Pues con el tiempo se pasará todo".Y añadió:"La

  juventud es una enfermedad que se cura con el tiempo".Y es verdad, las

ilusiones se tienen a tu edad, pero al transcurrir el paso del tiempo se va

  la ilusión. Bueno, se va todo, es una época. Así que ve con cuidado, que

no te lleves una desilusión. Eso es lo que te aconsejo, hija mía.

Doña Lupe con una mirada tierna siguió diciendo._No es que quiera ser

“ aguafiestas”, pero la vida no es lo que parece.

Justin, se quedó mirándo la ventana, jugaban los niños en la calle, le

Recordó su infancia. Y pensó, ¡ Ya está lejana, aunque no mucho, pero

Si lo suficiente!

Justin,el día 15 de octubre por la mañana estaba muy nerviosa.

_Madre,¿qué me pongo para ir a la capital que me quede bien'

_!Cualquier cosa, hija mía, a ti todo te queda bien!

-Lo dices tú madre, porque me miras con buenos ojos.

_Nada de eso querida, la verdad es que, tienes muy buen palmito.

_!Madre,!¿Me pongo estos pantalones?¿Te parece bien?

-Pues claro que sí, te quedan preciosos, seguro, seguro que te eligen.

_Doña Lupe y Justin se dispusieron a coger el autobús, que salía para la

capital dos manzanas más abajo de dónde vivían. Llevaban sobre todo

Justin, un montón de esperanzas. De salir airosa de la prueba, y con esa

Ilusión se dispusieron a subir al autobús.

Justin, se sentó al lado de la ventanilla del autobús. Estaba nerviosa, no

Era para menos. Su madre la miraba por el rabillo del ojo y, aunque no

Decía palabra, para sus adentros pensaba que era difícil lo que su hija

Se proponía.

El viaje lo hicieron relativamente bien, aunque algo pesado por los kilóme-

tros que las separaban de la ciudad, ya que apenas había unos cien a lo

sumo. Sino por la incertidumbre de no saber lo que les esperaba.

Por fin llegaron a la estación de autobuses, un poco sorprendidas por

Tanto alboroto. Doña Lupe, no salía de su asombro.

_¿has visto Justin que movimiento se respira aquí?

jJustin, que iba absorta en sus cavilaciones dijo.

_Qué dices mamá.

_Eso hija, que igualito que en nuestro pueblo, allí todo es tranquilidad,

y mira, mira. No se puede ni andar. A mí, la verdad  estas aglomeraciones

no me van lo más mínimo. Pero bueno, por un día se puede soportar.

A ver hija, que dirección pone, en el papel que te mandaron. Que

Parece que estás en otro sitio.

_Aquí lo tengo,-dijo Justin, calle Acacias, 20

-Bueno, supongo que tendremos que tomar un taxi- dijo doña Lupe.

Y parando uno se dispusieron a ir a la consabida dirección.

El taxi las dejó en la citada dirección, un edificio de diez plantas cen-

trico y lujoso.

!Vaya!-dijo doña Lupe,-si parece que estamos en Hollywood, y es que hace

tanto tiempo que no venía a la capital,  que ya se me olvidó cómo es todo.

Justin,con una voz que apenas le salía dijo;

-Mamá,¿Sabes que ahora que estamos aquí me da un poco de pánico?

-Vaya,tú tan valiente me sales con esas...Hija mía, por mí no lo hagas, si lo

deseas nos volvemos y en paz.Ya sabes lo que pienso de todas estas cosas.

Justin,creo que en fondo eres una niña inocente, que sólo vive de los

Cuentos de hadas.

-Mamá, no soy tan niña como crees, vamos a entrar, ya verás que

tendré suerte.

Entraron en el lujoso hall, aquello parecía de cine y doña Lupe se lo

Hizo saber a su hija.

-Mira, hija, si esto parece de película.

_Ya lo creo que parece, pero vamos mamá, que estoy impaciente por saber

lo que opinan de mí.

-!Espera Justin! Preguntemos al portero.

  _¡El qué hemos de preguntarle?

-Mujer, el piso.

_Pero madre, si ya lo pone en la carta.

_Es igual. Y dirigiéndose a un señor uniformado, doña Lupe preguntó.

_Oiga, por favor. Buscamos esta agencia, esa que hacen pruebas de fo-

togenia a las chicas jóvenes.

El portero con cara de despiste, les dice:

_!Ah...sí, estaba en el izquierda 2º

_¿Estaba dice usted?

_Sí, señora.

_¿Qué quiere decir usted, buen hombre?-Dijo Justin toda sofocada.

  _Pues eso,   que ya no están.

  _Pero mire señor, la carta que me mandaron para hoy día 15.

  _Ya la veo, ya.

_¿Entonces?-dijo sorprendida doña Lupe.

  _Pues miren, yo sólo sé lo que he oído.

-Y,¿Qué es lo que ha oído?¡Sí puede saberse?-dijo Justin, con lágrimas en

  los ojos.

  _Señorita, esa empresa o como quiera llamarla, ya no está. Se ve que no

  era lo que parecía.

_¿Qué? Casi gritó Justin.

  _Pues eso-dijo de nuevo el portero. Se ve que no era trigo limpio, hacían

  a las chicas pruebas, pero no se sabe de qué exactamente. Pero miren, en

  confianza, no creo que fueran muy decentes, y de verdad le digo señora,

  que mi hija no creo que hubiese venido, aún sin saber de que iba.

  _Pero no puede ser, sollozó Justin. Doña Lupe la calmó  diciéndole:

_Hija mía, no sufras   que hay cosas peores, ya te dije que no es oro todo

lo que reluce.

Y dándole los buenos días, se marcharon de aquel edificio tan lujoso.

Justin, había perdido las ilusiones.

_No llores alma mía, que hay cosas más importantes en la vida que esa.

_Ya lo sé madre, pero... ¿Y los días que he pasado de nervios e ilusiones?

_No te preocupes, ya vendrán tiempos mejores. Ahora cogeremos el autobús

de regreso y volveremos a casa.

_Pero mamá,¿no te das cuenta?

_!Claro que me doy! Pero hay cosas peores te repito, te lo dice la voz de

  la experiencia. Regresemos a casa y miremos por la ventana. Verás el

  sol limpio y de noche las estrellas. Y sigue soñando, que eso ayuda en

  en la vida y mucho. Así, que regresemos.

 

 

                        AUTORA: RAMONA YANES.