AUN |
Aún
quedan nuestras cosas, AUTORA:
RAMONA YANES.
|
ALAMO |
No sabía que la vida era manantial
de risa, pena e
ilusión. Los
ojos inocentes al
arrullo; la
cabeza reclinada al
aroma; ese
aroma que sólo se
percibe sí estás cerca
de la piel amada y
comprensiva. No
sabía que la vida era
corta, ni
que las noches terminaban. La
quietud poblaba mi
conciencia, y
elevaba mi inquietud. Luego,
vi que había álamos
blancos, endrinos, temblorosos
y alargados, que
los sueños se terminan alimentando
tal vez la
desdicha que solapada irrumpe. No
sabía que las hojas se
van con el viento; ni
que la ternura no
es eterna, y
acaso tú envejecerías. Hay
más que quisiera decir, eso
es cierto, pero
todo acaba, eso
también lo es, aunque
sólo quede la sombra del álamo. AUTORA:
RAMONA YANES. |
EL REGRESO |
-Madre-respondía
esta. Sabes, yo no me quiero casar, de mayor quiero _¿De
mayor?-dijo su madre-con cuantos años,¿30,40,50?No sabes lo que .A
lo único que podemos aspirar las mujeres es a casarnos, dijo
doña Lupe. Doña
Lupe interrogó a su hija._¡Qué dice la dichosa carta? Esta ensimis- _¡A
dónde hija, te tienes que presentar? Doña
Lupe sonriendo dijo:_¿Mañana? Pero si el día 15 no es todavía no te has
dado cuenta que estamos a diez? -!Anda!!Sí
que es verdad! nate,
que en la vida hay tiempo para todo. No
te alborotes tanto que parece que te vas a casar. Así de contenta esta- ba
yo, y ya ves todo se acaba. Tu pobre padre que en gloria esté, ya me lo
dijo: "Lupe,!ves
que felices somos!
Pues con el tiempo se pasará
todo".Y añadió:"La ilusiones
se tienen a tu edad, pero al transcurrir el paso del tiempo se va no
te lleves una desilusión. Eso es lo que te aconsejo, hija mía. Doña
Lupe con una mirada tierna siguió diciendo._No es que quiera ser “
aguafiestas”, pero la vida no es lo que parece. Justin,
se quedó mirándo la ventana, jugaban los niños en la calle, le Recordó
su infancia. Y pensó, ¡ Ya está lejana, aunque no mucho, pero Si
lo suficiente! Justin,el
día 15 de octubre por la mañana estaba muy nerviosa. _Madre,¿qué
me pongo para ir a la capital que me quede bien' _!Cualquier
cosa, hija mía, a ti todo te queda bien! -Lo
dices tú madre, porque me miras con buenos ojos. _Nada
de eso querida, la verdad es que, tienes muy buen palmito. _!Madre,!¿Me
pongo estos pantalones?¿Te parece bien? -Pues
claro que sí, te quedan preciosos, seguro, seguro que te eligen. _Doña
Lupe y Justin se dispusieron a coger el autobús, que salía para la capital
dos manzanas más abajo de dónde vivían. Llevaban sobre todo Justin,
un montón de esperanzas. De salir airosa de la prueba, y con esa Ilusión
se dispusieron a subir al autobús. Justin,
se sentó al lado de la ventanilla del autobús. Estaba nerviosa, no Era
para menos. Su madre la miraba por el rabillo del ojo y, aunque no Decía
palabra, para sus adentros pensaba que era difícil lo que su hija Se
proponía. El
viaje lo hicieron relativamente bien, aunque algo pesado por los kilóme- tros
que las separaban de la ciudad, ya que apenas había unos cien a lo sumo.
Sino por la incertidumbre de no saber lo que les esperaba. Por
fin llegaron a la estación de autobuses, un poco sorprendidas por Tanto
alboroto. Doña Lupe, no salía de su asombro. _¿has
visto Justin
que movimiento se respira aquí? jJustin,
que iba absorta en sus cavilaciones dijo. _Qué
dices mamá. _Eso
hija, que igualito que en nuestro pueblo, allí todo es tranquilidad, y
mira, mira. No se puede ni andar. A mí, la verdad
estas aglomeraciones no
me van lo más mínimo. Pero bueno, por un día se puede soportar. A
ver hija, que dirección pone, en el papel que te mandaron. Que Parece
que estás en otro sitio. _Aquí
lo tengo,-dijo Justin, calle Acacias, 20 -Bueno,
supongo que tendremos que tomar un taxi- dijo doña Lupe. Y
parando uno se dispusieron a ir a la consabida dirección. El
taxi las dejó en la citada dirección, un edificio de diez plantas cen- trico
y lujoso. !Vaya!-dijo
doña Lupe,-si parece que estamos en Hollywood, y es que hace tanto
tiempo que no venía a la capital, que
ya se me olvidó cómo es todo. Justin,con
una voz que apenas le salía dijo; -Mamá,¿Sabes
que ahora que estamos aquí me da un poco de pánico? -Vaya,tú
tan valiente me sales con esas...Hija mía, por mí no lo hagas, si lo deseas
nos volvemos y en paz.Ya sabes lo que pienso de todas estas cosas. Justin,creo
que en fondo eres una niña inocente, que sólo vive de los Cuentos
de hadas. -Mamá,
no soy tan niña como crees, vamos a entrar, ya verás que tendré
suerte. Entraron
en el lujoso hall,
aquello parecía de cine y doña Lupe se lo Hizo
saber a su hija. -Mira,
hija, si esto parece de película. _Ya
lo creo que parece, pero vamos mamá, que estoy impaciente por saber lo
que opinan de mí. -!Espera
Justin! Preguntemos al portero. -Mujer,
el piso. _Pero
madre, si ya lo pone en la carta. _Es
igual. Y dirigiéndose a un señor uniformado, doña Lupe preguntó. _Oiga,
por favor. Buscamos esta agencia, esa que hacen pruebas de fo- togenia
a las chicas jóvenes. El
portero con cara de despiste, les dice: _!Ah...sí,
estaba en el izquierda 2º _¿Estaba
dice usted? _Sí,
señora. _¿Qué
quiere decir usted, buen hombre?-Dijo Justin toda sofocada. _¿Entonces?-dijo
sorprendida doña Lupe. -Y,¿Qué
es lo que ha oído?¡Sí puede saberse?-dijo Justin, con lágrimas en _¿Qué?
Casi gritó Justin. _Hija
mía, no sufras que hay
cosas peores, ya te dije que no es oro todo lo
que reluce. Y
dándole los buenos días, se marcharon de aquel edificio tan lujoso. Justin,
había perdido las ilusiones. _No
llores alma mía, que hay cosas más importantes en la vida que esa. _Ya
lo sé madre, pero... ¿Y los días que he pasado de nervios e ilusiones? _No
te preocupes, ya vendrán tiempos mejores. Ahora cogeremos el autobús de
regreso y volveremos a casa. _Pero
mamá,¿no te das cuenta? _!Claro
que me doy! Pero hay cosas peores te repito, te lo dice la voz de
AUTORA: RAMONA YANES. |