MI AMIGO AÑORADO Silencio espeso y envolvente, Solo escuchas el compás de tu respiración, Las briznas de verde hierba no se mueven, Las nubes detenidas en el tiempo, Desde lo alto te observan fijamente. Las ramas de los árboles, Con sus hojas aferradas a ellas, Tantas veces por el viento mecidas, Permanecen impasibles aferradas a la vida, Que de ellas obtienen. Mar en calma, sin asomo de esa furia, Que a veces le domina, mostrando su fuerza En olas embravecidas. Y tu amigo y compañero, añorado por momentos, No da señales de acudir a tu encuentro. ¿Dónde estas? Lanzas tu grito, preguntando al silencio. Y esperando en vano una respuesta, Lloras con desconsuelo, pues ni siquiera Te responde el eco. Cansado y con el alma entristecida, Te sientas sobre la hierba, y apoyas tu espalda A la sombra del árbol que te cobija. Cierras los ojos como antaño hiciste tantas veces. Abres tu alma en una muda oración, Deseando que tu viejo amigo la oiga, Y esperando su respuesta con fervor. Te duermes acunado por los recuerdos, Con una sonrisa, aunque falta de calor, Creyendo que ese amigo añorado, No recuerda tantas veces que te hablo. Un leve roce en tu cara, té despierta. Una hoja ese árbol te envió. Miras arriba y ves como la rama se balancea, Como sus hermanas, la imitan soltando sus frutos En mil formas que contienen su color. Tus manos apoyadas en la hierba, Son acariciadas por los tallos al moverse. Te levantas y miras al cielo, Y las nubes se alejan de ti con un guiño al viento. Escuchas y el sonido del mar, Que de nuevo en movimiento, Hace que tu espíritu salte de gozo y alegría, Pues sientes que tu amigo, Por fin acude a tu encuentro. Y de repente, un torbellino de aire y sentimientos, Te envuelve. Abres tus brazos, y giras bailando, Al compás de una música que nadie nunca ha escuchado, Pues por fin tu amigo añorado, ha llegado. Pues por fin de nuevo, Estas con el viento. AUTOR:VIENTO |