QUIMERA

Con la frente perlada de sudor...

mi mente una vez más te evoco,

deseando tener tus caricias

¡recordando lo dulce de tu amor!


Anoche estaba anhelante...

reviviendo tus caricias y tus besos,

pidiendo en un clamor callado:

mitigaras la vorágine de mi cuerpo.


Por breves instantes rompí,

las barreras que me separan de ti;

tal vez hasta hayas sentido...

Mi cálido cuerpo junto a ti.


Cielo, tierra e infierno...

en un mismo instante,

unidos en un solo momento,

mas... estoy sin ti.


Ámame en la distancia, anhélame...

percibe mi olor y mis suspiros,

escucha mi risa y mi voz,

que llegue hasta a mi la intensidad de tu amor.


Y en la soledad de mi habitación

recibiré tus caricias... tu amor.

Entonces yaceré satisfecha en tus brazos...

aunque estemos distantes los dos.



Mary Amor