Ámame,

desnudando la luz de la mañana

en tinieblas de locuras amantes,

donde la mirada se engalana

en el beso moribundo que dejaste.

En turbulencias de aguas claras

exhaustos en delirios de entregarte.

Abriéndose del alma la ventana

donde caprichosa se tiende la tarde.

Sobre el horizonte que se escapa,

socavando el suspiro anhelante.

Ámame,

como el fuego se funde en la llama.

Arrasando el tiempo de esperarte,

armonía perfecta la luz de la mirada.

Conquistando en los albores el talle,

cuando el silencio, en silencio habla.

y se funden en amoríos los corazones.

Ámame, deteniendo agonizante el alba,

donde se diluyen en éxtasis las razones,

mano a mano, subiendo sobre la nada.



Ámame

como la ola que a tus profundidades

en azote bravío nocturnal; me arrastra.

Huellas tatuadas, nunca sin borrarse,

despojo, entregas reflejadas en la cara.

Ámame, como sólo en pecado tú sabes,

más allá de la cordura, nefasta y clara,

donde jamás, amor, ¡ lo sepa nadie,

que fuiste tú

quien en secreto rebelde; más me amara!



Derechos Reservados©2000


 

YIRADELMAR