[POEMA DRAMÁTICO]

(El agudo trío)

DRAMATIS PERSONAE

MACIÀ

MARTA

ANNA

 

ÚNICA ESCENA

     MACIÀ

Ved las flores olorosas de mayo,
los altos cipreses, este valle y el riachuelo que serpea
hacia la hondonada donde impera el cañizal.
¿Qué decís ante tanta belleza primaveral?

     MARTA

¿Y las nubes? ¿Acaso nos invitan
a una merienda campestre?

    ANNA

Nos inviten o no; vedme extendiendo el centón
sobre la fértil tierra del valle. Alguno de vosotros
quizá me ayude a preparar la comida.
La mochila está llena de alimentos y bebidas.

    MACIÀ (extrayendo víveres de la mochila)

¡Oh, Anna, la dulce y misteriosa Anna:
alada mujer que aviva al viento!

   MARTA

Qué más quisiera el viento
que ser avivado por una mujer
como lo es la dulce Anna.

    MACIÀ

Sabed que en esta jira perderemos el sentido.

    ANNA

¿Qué? Que no pierda yo tal cosa.
Quizá un caballero se fije en esta serrana
mientras se tumba en la fresca hierba.

    MARTA

Ignoro si quedan caballeros y serranas.
Sé que en épocas medievales ...

    MACIÀ

Caballeros quizá no, pero vosotras
sois, para mis encandilados ojos,
dulces serranas, antiguas serranas
a la espera de un afable caballero
(de aquellos con cuyo porte ellas perdían
el seso, el malestar, ... el parco decir)
que  os hallara placenteras en la serranía.

     ANNA (a Marta)

El mar se explaya en sus riberas.

     MARTA

Ha empezado con fuegos de artificio;
pero carente de nobles dardos ...
¿cómo podría dañarnos?

     ANNA

¿Dañarnos? ¡Quía!
Es un hombre posmoderno.
Mas un caballero que trepara por las peñas
serranillas nos lanzaría, nunca dardos
ni displicente trivialidad.

     MACIÀ

Esto se pone al rojo vivo.
¡Que la dicha ilumine vuestros femeniles rostros!
Y si algún caballero accede a nuestro lugar,
que se quede alelado viéndoos tan hermosas,
tan barbianas, tan pizpiretas,
frutos maduros de una región
que se viste con rara luz cenital.

    MARTA

¿Nos piropea? ¿Flirtea con nosotras?

     ANNA

Creo que ha perdido el seso.
Es un hombre posmoderno,
de fantasía limitada.
Y al intentar compararse
a los antiguos caballeros,
lo pierde todo: capa y espada.

     MARTA

Las mujeres son para él florecillas silvestres,
nubes desbocadas, enredaderas que atrapan
su incoercible fogosidad. Macià:
que no diera yo por ver un caballero
letraherido y con espada, galante,
locuaz, estupendo e inspirador de cariño.

    MACIÀ

Conmigo u otros semejantes a mí
os habréis de conformar. ¡Ja, ja, ja!

     MARTA Y ANNA (al unísono)
¡Ea, que nos quiere flechar!

 

JUAN-JOSÉ REYES